Estudio Bíblico

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La Ruta del Crecimiento.



ENSEÑANZA No. 30.


LA RUTA DEL CRECIMIENTO.



Objetivos de la enseñanza.
Profundizar en el conocimiento y entendimiento de la ruta del crecimiento.
Reafirmar el conocimiento de las etapas (o estrategias) y los instrumentos o medios de la ruta del crecimiento.
Entender claramente la necesidad de caminar por la ruta del crecimiento en nuestra propia vida y en la vida de las personas que Dios pone bajo nuestro cuidado de tal manera que se convierta en un estilo de vida personal.


Definición.
La ruta del crecimiento es un proceso que está centrado en las necesidades de las personas de recibir al Señor Jesucristo como Señor y Salvador y desarrollarse como discípulos de Cristo viviendo una vida cristiana abundante (Jn 10:10) desarrollada a su máximo potencial.
La esencia de ella es el cuidado "pastoral" (con corazón pastoral y/o paternal) de las personas que asisten a nuestra congregación (1 Tes 2:7-12).
Es un modelo de trabajo basado fundamentalmente en principios, no en métodos, normas, procedimientos y/o metodologías específicas. Detrás del proceso, etapa y/o método hay que entender el principio (Luc 4:18-19, Mat 28:18-20, Efe 4:11-16, Col 1:16-20, Sal 23).
Es lo suficientemente flexible para adaptarse a cualquier situación particular en cualquier iglesia.
Tiene su base en la forma en que Jesús discipuló, y que fue implementada posteriormente en la iglesia del libro de los Hechos que abarcó no solo la de Jerusalén sino todas las que están mencionadas en el resto de los libros del Nuevo Testamento.

Es una de las estrategia de la Reforma Apostólica para:
La conservación de la cosecha (consolidación).
Proveer una paternidad espiritual responsable a los nuevos convertidos (sanidad, liberación, formación).
Formarlos como discípulos de Cristo (doctrina y relación).
Habilitarlos y lanzarlos al cumplimiento del propósito de Dios para sus vidas (ministerio).
Formarlos en su carácter como discípulos de Cristo (discipulado).

Es un sistema, un proceso, que relaciona una serie de eventos y procesos entre sí, en el cual los eventos llegan a tener sentido y conexión unos con otros, no eventos aislados.
Dios es un Dios de procesos, no de eventos.
La Iglesia debe ser una Iglesia de procesos no eventos.
El objetivo es obtener resultados cualitativos, no números.
El objetivo: que todos los creyentes encuentren su propósito en Dios, y por ende, vivan en la plenitud de vida que El adquirió para nosotros en Cristo.


Etapas e instrumentos de la ruta del crecimiento.
Consta de varias etapas y partes:
Evangelismo (Rom 10:8-10, Mar 16:15-18): ganar a las personas para Cristo.
Consolidación (1 Ped 5:10) afirmar su decisión e incorporarlos a la vida de la familia de Dios (la Iglesia) estableciéndolas y afirmándolas en ella.
Restauración: que sus vidas sean liberadas de todos los obstáculos que podrían impedir su transformación en Cristo (Luc 4:18-19), y por ende, impedirles vivir la vida plena que El quiere que vivan (Jn 10:10, 3 Jn 2) y el cumplimiento de Su propósito para ellas (Efe 2:10).
Formación: preparación para el servicio (Efe 4:11-16): dar de gracia lo que de gracia recibieron (Mat 10:8, 2 Cor 1.3-4).
Habilitación, activación, delegación: enviarlos a bendecir las vidas de otros (Mar 10:42-45).
Discipulado (Mat 28.18-20, 2 Tim 2:2): continuar con el desarrollo de su potencial.

Los instrumentos de la ruta de trabajo, por etapa.
Evangelismo: la iglesia, el evangelismo uno a uno, los grupos celulares.
Consolidación y visitación: el ministerio de visitación y consolidación, el bautismo en agua y el bautismo del Espíritu San, el seminario de membresía.
Sanidad, liberación y restauración; seminarios, talleres, retiros y enseñanzas de sanidad, liberación y restauración, ministerio de consejería.
Formación: seminarios, talleres y centro de equipamiento para la vida cristiana; los primeros tres niveles del discipulado (doctrina, servicio y carácter).
Activación: involucramiento y asignación de responsabilidades en el servicio.
Discipulado: los niveles de discipulado del cuatro (madurez) en adelante; seminarios, talleres y centro de equipamiento ministeriales; Universidad ministerial; Ordenación ministerial.


Importancia de todas las etapas: dar fruto que permanezca (Jn 15:16).
Es importante tomar nota de que el proceso funciona óptimamente solo si se desarrolla completo.
Desarrollar solo una parte o una etapa del proceso solo va a ocasionar resultados mínimos.
Cada etapa se complementa y se consolida una con la otra.
Una etapa sin la otra se minimiza, se diluye, no permanece, no llega a madurar el fruto.
Los resultados de una etapa alimentan la siguiente y así sucesivamente creando una sinergia poderosa que multiplica (no suma) los resultados: Dios es un Dios de multiplicación no de sumas.
La ruta del crecimiento necesita ser parte de nuestro estilo de vida como hijos e hijas de Dios, para alcanzar el mayor nivel de crecimiento y madurez que nos sea posible por Su gracia.
Dios no es un Dios de eventos sino de procesos.
La importancia de vivir la ruta del crecimiento y ayudar a otros a vivirla.
Uno no puede solo preparar la tierra (evento).
Necesita sembrar, regar, limpiar, abonar, podar y cosechar para que haya fruto (1 Cor 3:6-8).
Lo que buscamos es el fruto y el fruto abundante para la Gloria de Su Nombre (Jn 15:8).


Preguntas para autoevaluación.
¿Cuál es el objetivo fundamental de la ruta del crecimiento?
¿Que es más importante en la ruta del crecimiento: los principios o las técnicas?
¿Que es negociable en la ruta del crecimiento y que no lo es?
¿Qué base tiene la ruta del crecimiento?
¿Cuáles son algunas de las ventajas y/o productos de la ruta del crecimiento?
¿Cuáles son las seis etapas de la ruta del crecimiento?
¿Cuales son los medios de la ruta del crecimiento para llevar adelante cada etapa?
¿Por qué la importancia de seguir todas las etapas de la ruta del crecimiento?


15 Sep 2010