Estudio Bíblico

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Módulo 114. Finanzas personales.



SÍNTOMAS DE LA INFLUENCIA DE “MAMMON” EN EL ÁREA DEL DINERO.


La Palabra de Dios nos ordena que estemos atentos a las “maquinaciones del diablo” para no caer en sus redes puesto que él anda “como león rugiente buscando a quien devorar”.

“para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.” (2 Cor 2:11).

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.” (1 Ped 5:8-9).

Al respecto, el “Nuevo Diccionario Bíblico Certeza” dice: “No cabe duda de la seriedad del conflicto. Pedro recalca la ferocidad de la oposición cuando dice que el diablo “como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 P. 5.8). Pablo piensa más bien en la astucia empleada por el maligno. “Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Co. 11.14), de modo que no debe sorprender que sus esbirros aparezcan atractivamente ataviados. A los efesios se les exhorta a vestir “toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” (Ef. 6.11), y hay referencias al “lazo del diablo” (1 Ti. 3.7; 2 Ti. 2.26). El efecto de tales pasajes es el de destacar que los cristianos (y hasta los arcángeles, Jud. 9) enfrentan un conflicto que se lleva a cabo no sólo implacable sino astutamente. No tienen la posibilidad de eludir el conflicto. Tampoco pueden suponer que el mal aparecerá siempre como algo obviamente malo. Se hace necesario contar con juicio discriminatorio, como también valentía. Pero la oposición decidida siempre tendrá éxito. Pedro nos exhorta a resistir al diablo “firmes en la fe” (1 P. 5.9), y Santiago dice: “Resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Stg. 4.7). Pablo exhorta a no dar “lugar [oportunidad] al diablo” (Ef. 4.27), y lo que sugiere la idea de vestir toda la armadura de Dios es que de este modo el creyente podrá resistir todo lo que quiera hacerle al maligno (Ef. 6.11, 13). Pablo pone su confianza en la fidelidad de Dios. “Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Co. 10.13). Tiene plena conciencia de los recursos con que cuenta Satanás, y de que está siempre procurando obtener “ventaja sobre nosotros”. Pero agrega que “no ignorarnos sus maquinaciones” (o, como lo vierte F. J. Rae, “conozco sus mañas”) (2 Co. 2.11). (Douglas, J. D., Nuevo Diccionario Biblico Certeza, (Barcelona, Buenos Aires, La Paz, Quito: Ediciones Certeza) 2000, c1982.).

Las maquinaciones del diablo, en el área del dinero, como en muchas otras, mediante las cuales pretende destruirnos, están insertadas en el sistema del mundo, en la manera de pensar y en los patrones de conducta que el mundo tiene respecto al dinero, y que forman parte de la cultura, en los cuales la mayoría de nosotros fuimos educados. Esos patrones de conducta que no consideran a Dios en ninguna forma, y que por lo tanto, constituyen “caminos que parecen derechos” (rectos, correctos, normales, comunes) en nuestra propia opinión, pero cuyo fin es muerte :

“El camino del necio es derecho en su opinión; mas el que obedece al consejo es sabio.” (Prov 12:15).

“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte.” (Prov 14:12).

“Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte.” (Prov 16:25).

Obviamente, estos caminos, al ser nuestros propios caminos, son contrarios a la Voluntad y al
Señorío del Señor, (son el resultado de nuestro “endiosamiento”, es decir, tener nosotros el control de nuestra propia vida en lugar de Dios, y en el caso específico de nuestro tema, del dinero, los bienes y las riquezas, que son del Señor y que El nos da para que los usemos de acuerdo a sus Propósitos y a Su Voluntad).
El diablo quiere establecer esos patrones de conducta en nuestra vida para inducirnos a caminar en rebelión a los propósitos y voluntad de Dios, y de esa manera, alejarnos de las bendiciones de la obediencia (prosperidad en todas las áreas incluyendo el dinero), de tal manera que todo lo que es nuestra herencia asignada por Dios, vaya a parar a sus manos y sirva para los propósitos de extender su reino de tinieblas sobre la faz de la tierra y sobre las personas.

Para el efecto, esos patrones de conducta, algunos de los cuales la Biblia los califica como pecados, los vamos a dividir en dos: los pecados económicos y los patrones económicos carnales. Que son más sutiles y menos evidentes, pero no por ello menos nocivos para el establecimiento del Reino de Dios en nuestras finanzas, en nuestras vidas y en la tierra.


a Pecados económicos.
a.1 No diezmar ni ofrendar con generosidad y alegría (Malaq 3:8-9).
a.2 Codicia (Prov 1:19, 2 Ped 2:14-15).
a.3 Avaricia (Efe 5:3, Luc 12:15).
a.4 Envidia (Prov 14:30, Prov 24:1-2).
a.5 Tacañería (Prov 23:6, Prov 25:14).
a.6 Soborno (Prov 15:27, Prov 17:23).
a.7 Corrupción (Prov 15:27, Prov 17:23).
a.8 Robo (Prov 24:1-2, Isa 10:1-2).
a.9 Hurto (Efe 4:28).
a.10 Estafa. (Prov 20:23, 20:10, 11:1).
a.11 Extorsión (Prov 28:16, Luc 3:14).
a.12 Especulación (Prov 11:24).


b Patrones económicos carnales.
b.1 Afán (Mat 6:25-34).
b.2 Endeudamiento (Rom 13:8, Prov 22:7).
b.3 Avalar deudas de otros (Prov 17.18).
b.4 Evasión de impuestos (Mat 22:17-22).
b.5 Regateo (Prov 20:14).
b.6 Acaparamiento (Prov 11:26).
b.7 alversación.
b.8 esorden y mala administración financiera (1 Cor 14:33, Gen 1:1-3).
b.9 Compras por impulso (2 Ped 1:5-9, 2 Tim 2:7).
b.10 “Nunca tengo suficiente” (1 Tim 6:6-10).
b.11 Descontento con nuestro nivel de vida (1 Tim 6:6-10).
b.12 Énfasis exagerado en el dinero y sobre estimación de su poder (Mat 6:24).
b.13 Afán de hacerse rico rápidamente (1 tim 6:9).
b.14 Indiferencia a las necesidades de los pobres (Sant 2:14-17).
b.15 Indiferencia a las necesidades de los familiares (Gal 6:9, 1 Tim 5:6).
b.16 No honrar a los padres con lo material (Mar 7:9-13).
b.17 No honrar a los líderes espirituales con lo material (Gal 6:6).








25 Ene 2012