Estudio Bíblico

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Módulo 112. Matrimonio.



TEMA No. 16.
AMOR Y SUJECIÓN.



La sujeción de la mujer.
 Efe 5:22-33.
 Las casadas sujetas a sus maridos (vrs. 22, 24).
 Las casadas respeten a sus maridos (vrs. 33).
 La sumisión de la esposa a su esposo necesita iniciarse por parte de ella y no porque es demandada por el esposo.
 La base de la sumisión es la gracia, no la ley (morir en Cristo).


Definición de sumisión o sujeción.
 Es la cualidad del carácter por medio de la cual nos ponemos gozosa y voluntariamente bajo la “cobertura” de otra persona que nos ha sido asignada por Dios como autoridad, para que la bendición que viene de lo alto, espiritual y material, nos alcance.
 En la vida cristiana, la verdadera sujeción no lo es a una persona o a un código legal, sino primeramente a Dios, al Espíritu y a la Palabra, y a la persona en la cual el Señor ha delegado autoridad, de tal manera que el Espíritu tome control de nuestra vida y de nuestra relación con esa persona sobre la base de la justicia, la paz, el gozo, la esperanza y el amor.


Los beneficios de la sujeción.
 La sujeción fue determinada por Dios como un lugar de protección, de seguridad, de provisión.
 Cuando Dios creó a la mujer, se la dio a Adán para que él la protegiera, le proveyera seguridad, dirección, provisión.
 Siempre, aún cuando la autoridad no sea creyente, en la sujeción hay una promesa de protección, seguridad y provisión de parte de Dios para aquel que se sujeta (Sal 133, Rom 13:1-7, Efe 5:21-23) que no depende de la persona en autoridad sino de Dios.


Las implicaciones de la sujeción en la mujer (Prov 31:10-31
 Honrar a su marido (admirar, levantar, respetar, obedecer).
 Halagar con sus palabras (no es hiriente), (Prov 2:16).
 Cariñosa (Prov 5:18-19).
 Una mujer sensata, interesante, con conocimiento sobre las cosas prácticas de la vida (Prov 9:13).
 Una mujer con gracia (cuidadosa de sí misma, interior y exteriormente) y fortaleza (Prov 11:16, Prov 12:4).
 Razonable, juiciosa (Prov 11:22).
 Servirle (ver por sus necesidades y hacer lo que esté a su alcance para suplirlas).
 Cuidar de él y de sus cosas en lo físico y en lo emocional.
 Guardar su corazón, y si es necesario, ayudarlo a restaurarlo, sanarlo, liberarlo.
 Ser una buena administradora (de la casa, de los bienes familiares, de los empleados en la casa).
 Diligente, esforzada, sabia (Prov 14:1), no rencillosa (Prov 19:13), prudente (Prov 19:14, Prov 21:9).


Amor vrs tiranía, sujeción vrs imposición.
 Dios creó al varón y a la mujer para que dominarán la tierra (Gen 1:28).
 El plan de Dios no implicaba que se dominaran el uno al otro (Ecle 4:9-12).
 Combinar las cualidades y las fuerzas de cada uno.
 Producir resultados exponenciales más que la suma de los individuales.
 El dominio de uno sobre otro es el resultado del pecado (Gen 3:16), no de la voluntad de Dios.
 Perdieron la relación (dirección de Dios) en sus vidas.
 Perdieron el equilibrio entre ambos (Gen 3:16).
 Por creación, el varón necesita probar su fuerza.
 Este deseo distorsionado por el pecado lleva al abuso.
 Cada vez que abusa de su poder su autoridad pierde legitimidad.
 Pero Jesús vino a restaurar lo que se había perdido (Luc 19.10).
 Restauración del equilibrio entre el varón y la mujer.
 Restauración de relaciones entre ambos.
 Esposos: amor; que en Cristo, siempre comienza por la cabeza.
 Mujeres: sujeción como un acto de amor y de la voluntad. No puede ser forzada (eso es tiranía, no sujeción).
• La tiranía (el abuso de la autoridad) puede ser enfrentada y resistida en Cristo.
• Si alguien tiene que pedirle a otro por sus derechos, ello implica una admisión de dominio de uno sobre otro que es contraria al plan de Dios.
• Los derechos del varón y la mujer son dados por Dios, son inherentes a la creación y a la imagen de Dios.
• Ninguna persona tiene derecho a negárselos a otro.
• Menos entre una pareja cristiana.


Ante la tiranía y el abuso.
 Si Efe 5:22-33 no se cumple en el matrimonio entre creyentes: Mat 18:15-17:
 Primero, reprensión uno a uno.
 Segundo, dos o tres testigos.
 Tercero, las autoridades de la iglesia.
 Si no hay cambio, tenerlo por gentil y publicano (incrédulo), amarlo, además de 1 Cor 7:12-15.
 Si el no creyente consiente en vivir con el otro implica:
• Aceptar su fe, respeto, honra, cuidado y buen trato.
• Entonces el creyente, no lo (la) abandone.
 Pero si el no creyente no consiente en vivir con el otro, no está el hermano o la hermana sujetos a servidumbre porque a paz nos llamó el Señor (Heb 12:14-15).
• Sepárese, no divorcio:
• Si hay riesgo en su integridad personal y la de sus hijos e hijas, sepárese.
• Si se separa (por abusos reiterados sin arrepentimiento y frutos de arrepentimiento), quédese sin casar esperando la conversión y arrepentimiento de sus maridos para reconciliarse con ellos.
 Siempre, en todo momento, es necesario que cada decisión sea tomada bajo la dirección del Espíritu Santo, con abundancia de consejo sabio y bajo el principio fundamental de que todo es hecho para la reconciliación y restauración (Prov 4:18, Jer 29:11).




17 Abr 2012