Módulo 214. La Visión.
TEMA No. 10.
EL REFINAMIENTO DE LA VISIÓN.
Visión y planes.
• Cuando perdemos de vista la distinción entre nuestros planes y la visión que estamos siguiendo, nos estamos preparando para una gran dosis de desaliento.
• Los planes que han fallado no deben ser interpretados como si hubiera fallado la visión.
o La visión es lo que podría y debería ser.
o El plan es una suposición sobre la mejor manera de realizar la visión.
Nosotros somos capaces de suponer algo y equivocarnos.
Y cuando lo hagamos, vamos a experimentar alguna medida de fracaso.
Pero esto nunca es una buena razón para abandonar la visión.
Solo es una señal para abandonar el plan.
• Cuando fracasa un plan, es necesario volver a lanzar la visión.
o Al volverla a lanzar permitimos que quienes nos rodean transfieran de nuevo su enfoque desde el plan fracasado hasta la visión original (Neh 4:15).
Las visiones se refinan; no se cambian. Los planes se revisan, y muy pocas veces permanecen sin cambios.
• Seamos obstinados con respecto a la visión.
• Seamos flexibles con respecto a nuestros planes.
o Las estrategias y los plazos siempre se pueden cambiar.
o Mientras revisamos nuestros planes, es posible que Dios decida refinar nuestra visión.
• No tengamos miedo de aprender de nuestros críticos.
o Todos nos resistimos a la idea de “ceder” ante nuestros críticos.
o Sentiremos que estamos cediendo cuando revisemos nuestros planes como respuesta a algo que digan nuestros críticos.
o Nos va a parecer que estamos permitiendo que sean ellos quienes determinen nuestra agenda.
o Pero las cosas no son así en absoluto (Jesús persistió en su visión a pesar de sus críticos, que fueron muchos y muy fuertes).
• Hay momentos en que todo visionario necesita tragarse su orgullo y revisar su plan.
o No permitamos que la fuente de la que procede una buena idea nos impida dejar que nos ayude a alcanzar mejor nuestra meta.
o Al armar a los trabajadores y poner guardias, Nehemías reconoció una falla en su plan original, que aunque retrasó la terminación del muro, no permitió que lo apartará de la visión, sino que la reforzó.
o Al final, todo funcionó para ventaja suya.
Las visiones prosperan en un ambiente de unidad: mueren en un ambiente de división.
• “Tiene que haber una sola mente que controle; de lo contrario, no podrá haber acuerdo en nada.” (Abraham Lincoln).
• Para que el auto camine y gire de forma fácil, predecible y eficaz, hay diversas piezas que deben estar en alineación.
o Cuando el tren delantero de un auto no está alineado, esto significa que unas piezas diseñadas y unidas para trabajar juntas están funcionando en realidad las unas contra las otras.
o Si ello no se corrige, da como resultado la necesidad de reparaciones notables, e incluso puede causar que se dañe fuertemente el auto.
o Hay dos cosas que pueden causar que el tren delantero se salga de alineación: el uso normal o una mala sacudida.
• Lo que es cierto respecto a un automóvil, también lo es con respecto a los equipos de trabajo, y los que formamos para llevar adelante una visión no son la excepción.
o El tiempo (el uso normal) y una mala sacudida pueden hacer más para destruir la alineación de un equipo que ninguna otra cosa.
El desgaste normal y las sacudidas.
• En el tiempo de Nehemías (Neh 5:1-5), el trabajo en el muro estaba afectando a los obreros porque se les estaban acabando las provisiones, y eso hacía que fuera aumentando el malestar contra todo aquel proyecto que amenazaba el sustento de los obreros y sus familias.
o Y ese malestar llegó a tal punto que perdieron el interés por seguir la reconstrucción.
o ¿Quién los podía culpar?
Se estaban entrampando económicamente sin esperanza alguna.
Eso ocasionaba que tuvieran dividida la mente entre los muros y sus necesidades personales y familiares.
Para complicar más las cosas, algunos líderes se estaban aprovechando de la situación sacando ventajas personales de la crisis, lo cual carecía de ética a la luz del sacrificio que todos los demás estaban haciendo.
• Con el tiempo, las personas comienzan a desviarse.
o Pierden su pasión.
o Se aburren.
o Desarrollan su propia agenda.
o No siempre es culpa de alguien.
o Es sólo una realidad dentro de la vida de un equipo.
o No es realista pensar que la gente que se reúna alrededor de nosotros vaya a sentir tanta pasión como nosotros por la visión.
Las preocupaciones diarias de la vida exigen atención de la gente.
Y con su atención se marchan su tiempo y su pasión.
• Los líderes del tiempo de Nehemías tenían una mentalidad de “¿qué puedo sacar yo de esto?
o Esta mentalidad tarde o temprano puede aparecer en alguno o algunos de los miembros del equipo que van a desarrollar una agenda personal que está fuera de foco con respecto a la visión.
o En lugar de colaborar con el resto del equipo, van a estar tirando continuamente de manera muy sutil en una dirección diferente.
o Pero aún: es posible que alguno desarrolle una agenda en competencia con la nuestra.
o Cuando un equipo pierde su alineación, es mucho menos eficaz.
Gasta más energía y el progreso es menor.
Los miembros se agotan con mayor rapidez.
El camino se vuelve incómodo.
La gente comienza a trabajar para asegurarse un puesto.
Dejan de arriesgarse.
Se obsesionan por recibir el crédito que creen que les es debido.
Cuando las personas funcionan desde el punto de vista de su propio adelanto personal y de su propia protección, la alineación se evapora y lo que gobierna es la ineficacia.
• Se desatan luchas por el poder.
• Las agendas en conflicto dentro de una organización (dos visiones di-visión), terminan apartándonos de la visión, de la meta común.
La localización del problema.
• En esta situación es tentador centrarnos en los problemas, en lugar de centrarnos en la visión.
o Es cierto que una crisis exige atención y mientras más tiempo ignoremos el problema más costoso se volverá.
o Pero los problemas de alineación empeoran cuando la crisis continúa siendo el punto focal de nuestra atención y nos lleva a descuidar la visión.
o Tengamos el cuidado de no permitir que la necesidad de seguir la visión sea reemplazada por el manejo de las crisis.
o Cuando los miembros del equipo pierden de vista (o sencillamente abandonan) la visión, se manifiestan varias cosas en su conducta:
Tratan de controlar en lugar de servir.
Manipulan a la gente y las circunstancias para adelantar su propia agenda.
No se manifiestan dispuestos a resolver frente a frente sus diferencias: permiten que el chisme ocupe el lugar de la confrontación y optan por hablar de nosotros en lugar de hablarnos a nosotros.
No están dispuestos a creer lo mejor con respecto a sus compañeros de equipos.
• Comienzan a sospechar de todos los demás.
Consideran los fracasos de los demás como éxitos personales suyos.
• Evalúan el éxito de otros miembros del equipo en relación con sus propios éxitos y fracasos, en lugar de evaluarlos según el éxito del equipo.
• Por consiguiente, se les hace difícil regocijarse sinceramente con el éxito de los demás.
El momento de actuar.
• El tren delantero de su automóvil nunca se va a volver a alinear él solo. Y en general, lo mismo le pasa a los equipos de trabajo.
o En ambos casos se hace necesaria una rápida intervención. Y mientras más pronto, mejor.
o Esta bien que tengamos problemas. Pero no está bien que los ignoremos.
o Los problemas de alineación son una realidad en la vida de las organizaciones, desde las más sencillas y pequeñas (como las familias) hasta las más complicadas.
o El tamaño que estos problemas tomen estará determinado por nuestra disposición a enfrentarlos.
o Es demasiado lo que está en juego para permitir que los problemas sigan sin corregir.
o Hay problemas que dan la impresión de que se han resuelto solos, pero lo que en realidad sucede es que en lugar de moverse en la superficie se pasó a mover bajo tierra.
• Nehemías se enfrentó enseguida a la crisis del momento, y la enfrentó a la luz de la visión de Dios para Israel (Neh 5:6-13).
o Para enfrentar el problema, hay que actuar y rápidamente.
o Para ello, necesitamos explicarle al equipo como la cuestión que se está enfrentando afecta la visión original.
o Esta relación entre la crisis y la visión es lo que le dará a nuestras palabras un sentido de urgencia en la resolución del problema.
o Y mientras lo hacemos, debemos ser ejemplo del tipo de conducta que lleva a la alineación entre los miembros del equipo:
Guiemos, no controlemos.
Seamos personas íntegras.
Resolvamos nuestras diferencias cara a cara con las personas involucradas.
Creamos lo mejor con respecto a los demás miembros del equipo.
• Otra cosa que debemos recordad: la alineación no es una cosa sobre la cual un líder habla una sola vez.
o Como el uso normal termina por sacar de alineación al más consagrado de los equipos, es necesario que el líder constantemente se esté refiriendo a ella como parte de la visión para mantener lo más posible el enfoque del equipo de trabajo.
EL REFINAMIENTO DE LA VISIÓN.
Visión y planes.
• Cuando perdemos de vista la distinción entre nuestros planes y la visión que estamos siguiendo, nos estamos preparando para una gran dosis de desaliento.
• Los planes que han fallado no deben ser interpretados como si hubiera fallado la visión.
o La visión es lo que podría y debería ser.
o El plan es una suposición sobre la mejor manera de realizar la visión.
Nosotros somos capaces de suponer algo y equivocarnos.
Y cuando lo hagamos, vamos a experimentar alguna medida de fracaso.
Pero esto nunca es una buena razón para abandonar la visión.
Solo es una señal para abandonar el plan.
• Cuando fracasa un plan, es necesario volver a lanzar la visión.
o Al volverla a lanzar permitimos que quienes nos rodean transfieran de nuevo su enfoque desde el plan fracasado hasta la visión original (Neh 4:15).
Las visiones se refinan; no se cambian. Los planes se revisan, y muy pocas veces permanecen sin cambios.
• Seamos obstinados con respecto a la visión.
• Seamos flexibles con respecto a nuestros planes.
o Las estrategias y los plazos siempre se pueden cambiar.
o Mientras revisamos nuestros planes, es posible que Dios decida refinar nuestra visión.
• No tengamos miedo de aprender de nuestros críticos.
o Todos nos resistimos a la idea de “ceder” ante nuestros críticos.
o Sentiremos que estamos cediendo cuando revisemos nuestros planes como respuesta a algo que digan nuestros críticos.
o Nos va a parecer que estamos permitiendo que sean ellos quienes determinen nuestra agenda.
o Pero las cosas no son así en absoluto (Jesús persistió en su visión a pesar de sus críticos, que fueron muchos y muy fuertes).
• Hay momentos en que todo visionario necesita tragarse su orgullo y revisar su plan.
o No permitamos que la fuente de la que procede una buena idea nos impida dejar que nos ayude a alcanzar mejor nuestra meta.
o Al armar a los trabajadores y poner guardias, Nehemías reconoció una falla en su plan original, que aunque retrasó la terminación del muro, no permitió que lo apartará de la visión, sino que la reforzó.
o Al final, todo funcionó para ventaja suya.
Las visiones prosperan en un ambiente de unidad: mueren en un ambiente de división.
• “Tiene que haber una sola mente que controle; de lo contrario, no podrá haber acuerdo en nada.” (Abraham Lincoln).
• Para que el auto camine y gire de forma fácil, predecible y eficaz, hay diversas piezas que deben estar en alineación.
o Cuando el tren delantero de un auto no está alineado, esto significa que unas piezas diseñadas y unidas para trabajar juntas están funcionando en realidad las unas contra las otras.
o Si ello no se corrige, da como resultado la necesidad de reparaciones notables, e incluso puede causar que se dañe fuertemente el auto.
o Hay dos cosas que pueden causar que el tren delantero se salga de alineación: el uso normal o una mala sacudida.
• Lo que es cierto respecto a un automóvil, también lo es con respecto a los equipos de trabajo, y los que formamos para llevar adelante una visión no son la excepción.
o El tiempo (el uso normal) y una mala sacudida pueden hacer más para destruir la alineación de un equipo que ninguna otra cosa.
El desgaste normal y las sacudidas.
• En el tiempo de Nehemías (Neh 5:1-5), el trabajo en el muro estaba afectando a los obreros porque se les estaban acabando las provisiones, y eso hacía que fuera aumentando el malestar contra todo aquel proyecto que amenazaba el sustento de los obreros y sus familias.
o Y ese malestar llegó a tal punto que perdieron el interés por seguir la reconstrucción.
o ¿Quién los podía culpar?
Se estaban entrampando económicamente sin esperanza alguna.
Eso ocasionaba que tuvieran dividida la mente entre los muros y sus necesidades personales y familiares.
Para complicar más las cosas, algunos líderes se estaban aprovechando de la situación sacando ventajas personales de la crisis, lo cual carecía de ética a la luz del sacrificio que todos los demás estaban haciendo.
• Con el tiempo, las personas comienzan a desviarse.
o Pierden su pasión.
o Se aburren.
o Desarrollan su propia agenda.
o No siempre es culpa de alguien.
o Es sólo una realidad dentro de la vida de un equipo.
o No es realista pensar que la gente que se reúna alrededor de nosotros vaya a sentir tanta pasión como nosotros por la visión.
Las preocupaciones diarias de la vida exigen atención de la gente.
Y con su atención se marchan su tiempo y su pasión.
• Los líderes del tiempo de Nehemías tenían una mentalidad de “¿qué puedo sacar yo de esto?
o Esta mentalidad tarde o temprano puede aparecer en alguno o algunos de los miembros del equipo que van a desarrollar una agenda personal que está fuera de foco con respecto a la visión.
o En lugar de colaborar con el resto del equipo, van a estar tirando continuamente de manera muy sutil en una dirección diferente.
o Pero aún: es posible que alguno desarrolle una agenda en competencia con la nuestra.
o Cuando un equipo pierde su alineación, es mucho menos eficaz.
Gasta más energía y el progreso es menor.
Los miembros se agotan con mayor rapidez.
El camino se vuelve incómodo.
La gente comienza a trabajar para asegurarse un puesto.
Dejan de arriesgarse.
Se obsesionan por recibir el crédito que creen que les es debido.
Cuando las personas funcionan desde el punto de vista de su propio adelanto personal y de su propia protección, la alineación se evapora y lo que gobierna es la ineficacia.
• Se desatan luchas por el poder.
• Las agendas en conflicto dentro de una organización (dos visiones di-visión), terminan apartándonos de la visión, de la meta común.
La localización del problema.
• En esta situación es tentador centrarnos en los problemas, en lugar de centrarnos en la visión.
o Es cierto que una crisis exige atención y mientras más tiempo ignoremos el problema más costoso se volverá.
o Pero los problemas de alineación empeoran cuando la crisis continúa siendo el punto focal de nuestra atención y nos lleva a descuidar la visión.
o Tengamos el cuidado de no permitir que la necesidad de seguir la visión sea reemplazada por el manejo de las crisis.
o Cuando los miembros del equipo pierden de vista (o sencillamente abandonan) la visión, se manifiestan varias cosas en su conducta:
Tratan de controlar en lugar de servir.
Manipulan a la gente y las circunstancias para adelantar su propia agenda.
No se manifiestan dispuestos a resolver frente a frente sus diferencias: permiten que el chisme ocupe el lugar de la confrontación y optan por hablar de nosotros en lugar de hablarnos a nosotros.
No están dispuestos a creer lo mejor con respecto a sus compañeros de equipos.
• Comienzan a sospechar de todos los demás.
Consideran los fracasos de los demás como éxitos personales suyos.
• Evalúan el éxito de otros miembros del equipo en relación con sus propios éxitos y fracasos, en lugar de evaluarlos según el éxito del equipo.
• Por consiguiente, se les hace difícil regocijarse sinceramente con el éxito de los demás.
El momento de actuar.
• El tren delantero de su automóvil nunca se va a volver a alinear él solo. Y en general, lo mismo le pasa a los equipos de trabajo.
o En ambos casos se hace necesaria una rápida intervención. Y mientras más pronto, mejor.
o Esta bien que tengamos problemas. Pero no está bien que los ignoremos.
o Los problemas de alineación son una realidad en la vida de las organizaciones, desde las más sencillas y pequeñas (como las familias) hasta las más complicadas.
o El tamaño que estos problemas tomen estará determinado por nuestra disposición a enfrentarlos.
o Es demasiado lo que está en juego para permitir que los problemas sigan sin corregir.
o Hay problemas que dan la impresión de que se han resuelto solos, pero lo que en realidad sucede es que en lugar de moverse en la superficie se pasó a mover bajo tierra.
• Nehemías se enfrentó enseguida a la crisis del momento, y la enfrentó a la luz de la visión de Dios para Israel (Neh 5:6-13).
o Para enfrentar el problema, hay que actuar y rápidamente.
o Para ello, necesitamos explicarle al equipo como la cuestión que se está enfrentando afecta la visión original.
o Esta relación entre la crisis y la visión es lo que le dará a nuestras palabras un sentido de urgencia en la resolución del problema.
o Y mientras lo hacemos, debemos ser ejemplo del tipo de conducta que lleva a la alineación entre los miembros del equipo:
Guiemos, no controlemos.
Seamos personas íntegras.
Resolvamos nuestras diferencias cara a cara con las personas involucradas.
Creamos lo mejor con respecto a los demás miembros del equipo.
• Otra cosa que debemos recordad: la alineación no es una cosa sobre la cual un líder habla una sola vez.
o Como el uso normal termina por sacar de alineación al más consagrado de los equipos, es necesario que el líder constantemente se esté refiriendo a ella como parte de la visión para mantener lo más posible el enfoque del equipo de trabajo.
19
Abr
2012