Módulo 214. La Visión.
TEMA No. 12.
DISTRACTORES DE LA VISIÓN.
La vida está llena de distracciones.
• Con frecuencia, las visiones se pierden entre las numerosas luces que aparecen en el horizonte de la vida.
o Se sacrifican las cosas importantes a favor de las urgentes.
o Lo que podría ser se pierde muchas veces en medio de la agitación de lo que es.
o Lo que debería ser queda sepultado bajo lo que tiene que ser.
• El afán diario de la vida es muy duro con las visiones.
o La vida se vive en el presente, con todo y sus necesidades que requieren atención.
o La visión es para el futuro.
o Y eso hace que sea atrayente dedicar la atención más al presente que al futuro.
• Hay tres tipos concretos de distracciones que van a tratar de venir en contra de la visión:
o Las oportunidades.
o Las acusaciones falsas.
o Los temores.
Las oportunidades (Neh 6:1-2).
• Todos los días aparecen oportunidades en cuanto a diversión, deportes, economía, relaciones, religión, inversiones, carrera, negocios, vacaciones, etc., que tienen el potencial necesario para distraernos de las cosas principales que Dios nos ha llamado a hacer.
• Para realizar las cosas importantes es necesario que aprendamos a negarnos en cuanto a algunas cosas buenas (cambiar lo bueno por lo mejor).
o Lo más frecuentes es que sean las buenas cosas las que tengan el mayor potencial para distraernos de las mejores.
o Necesitamos trabajar duro para distinguir entre las cosas buenas y las principales; entre las buenas oportunidades y aquello a lo que estamos llamados.
Las acusaciones falsas. (Neh 6:5-7).
• Si estamos apasionados acerca de algo que aún no es, siempre va a haber alguien que nos critique y ponga en tela de juicio nuestras motivaciones.
o Muchas personas no van a entender la intensidad con la que nos concentramos en la visión:
En nuestra sociedad no estamos acostumbrados a que los líderes desechen las buenas oportunidades por algo que aún no existe.
• Hay una desconfianza general en cuanto a los que están tratando de hacer algo nuevo o de renovar, sobre todo si afirman estarlo haciendo por una razón que no sea su provecho personal.
Y algo más, no solo nos van a acusar de aquello mismo que estamos tratando de evitar, sino que es probable que nos acusen de todo aquello de lo cual son culpables ellos mismos (“proyección”).
La gente necesita una explicación sobre la conducta poco usual de las personas que tienen una visión, pero lamentablemente, con frecuencia, no están dispuestas a aceptar la verdad. Por eso la desechan y piensan otra cosa.
Las personas con visión destacan entre los demás, y eso hace sentir incómodas a muchas personas.
• La corriente de la sociedad siempre se mueve hacia la conformidad y presiona por cualquier medio a los que no se ajustan a que se ajuste.
• Todas estas cosas tienen el potencial de generar ira en nosotros, y la ira es un estilo de enfoque: distrae.
o Las emociones que hacen brotar las palabras de nuestros críticos tienen el potencial de distraernos de la visión.
• La solución:
o A los detractores no es posible convencerlos de lo contrario, por lo cual no vale la pena intentarlo.
Pongamos nuestras frustraciones e ira en las manos de Aquel que fue quien nos metió en el asunto y dejemos que el tiempo diga quién estaba en lo cierto.
Lo peor que podemos hacer es permitir que la ira nos desenfoque.
Nuestro mejor defensor va a ser el éxito del cumplimiento de la visión.
Es difícil discutir con el éxito, y más difícil aún, con el éxito que exige una intervención divina (Neh 6:15-16).
o No tenemos que responder a nuestros críticos aunque ellos harán cuanto esté en su poder para hacernos pensar lo contrario.
Solo tenemos que responder ante Aquel que nos invitó a colaborar con El para crear lo que podría y debería ser.
Lo que Dios ha decidido que sea, será.
A nosotros solo nos toca la responsabilidad de permanecer fieles.
El temor (Neh 6:10-13).
• Otra forma en que los opositores a la visión (no son nuestros sino de Dios) van a tratar de hacer parar la obra es a través de la intimidación, la intriga, el engaño, etc., que nos lleven al temor.
o Van a tratarnos de poner en situaciones tales que tomemos decisiones que nos desacrediten ante los demás y socaven nuestra autoridad.
• Por otro lado, toda visión comprende elementos que son desconocidos, principalmente en las primeras etapas.
o Lo desconocido es campo fértil para el temor.
o Por consiguiente, todos los que tenemos una visión nos debemos enfrentar a unos cuantos escenarios del tipo “y si.....”, y resolverlos.
o Estos escenarios son una forma de enfoque.
o Nos podemos centrar de tal forma en lo que podría suceder, que perdemos de vista lo que podría y debería ser.
o El temor puede causar que comencemos a evaluar nuestra situación a partir de las cosas malas que podrían llegar a suceder, y no de las cosas buenas que queremos que sucedan.
• No permitamos que el temor a lo desconocido nos aleje de lo que Dios nos ha puesto en el corazón que hagamos.
o Peor que el fracaso es vivir lamentándonos de no haber dado nunca el paso de fe para seguir nuestra visión.
o Además de que la persona a la que Dios le ha encomendado una visión tan importante, no tiene necesidad de echarse atrás por temor (Si El es por nosotros, ¿Quién podrá venir en contra de nosotros?).
Solución a los distractores.
• Nehemías a todas las distracciones que le pusieron enfrente contestó: “No puedo, estoy haciendo una gran obra y no puedo ir”.
• Cuando lleguen las distracciones, recordemos estas tres cosas:
o Estamos haciendo una gran obra y no podemos ir.
o El éxito le calla la boca a los críticos.
o La importancia de nuestro llamado hace que desechemos la opción de echarnos atrás.
DISTRACTORES DE LA VISIÓN.
La vida está llena de distracciones.
• Con frecuencia, las visiones se pierden entre las numerosas luces que aparecen en el horizonte de la vida.
o Se sacrifican las cosas importantes a favor de las urgentes.
o Lo que podría ser se pierde muchas veces en medio de la agitación de lo que es.
o Lo que debería ser queda sepultado bajo lo que tiene que ser.
• El afán diario de la vida es muy duro con las visiones.
o La vida se vive en el presente, con todo y sus necesidades que requieren atención.
o La visión es para el futuro.
o Y eso hace que sea atrayente dedicar la atención más al presente que al futuro.
• Hay tres tipos concretos de distracciones que van a tratar de venir en contra de la visión:
o Las oportunidades.
o Las acusaciones falsas.
o Los temores.
Las oportunidades (Neh 6:1-2).
• Todos los días aparecen oportunidades en cuanto a diversión, deportes, economía, relaciones, religión, inversiones, carrera, negocios, vacaciones, etc., que tienen el potencial necesario para distraernos de las cosas principales que Dios nos ha llamado a hacer.
• Para realizar las cosas importantes es necesario que aprendamos a negarnos en cuanto a algunas cosas buenas (cambiar lo bueno por lo mejor).
o Lo más frecuentes es que sean las buenas cosas las que tengan el mayor potencial para distraernos de las mejores.
o Necesitamos trabajar duro para distinguir entre las cosas buenas y las principales; entre las buenas oportunidades y aquello a lo que estamos llamados.
Las acusaciones falsas. (Neh 6:5-7).
• Si estamos apasionados acerca de algo que aún no es, siempre va a haber alguien que nos critique y ponga en tela de juicio nuestras motivaciones.
o Muchas personas no van a entender la intensidad con la que nos concentramos en la visión:
En nuestra sociedad no estamos acostumbrados a que los líderes desechen las buenas oportunidades por algo que aún no existe.
• Hay una desconfianza general en cuanto a los que están tratando de hacer algo nuevo o de renovar, sobre todo si afirman estarlo haciendo por una razón que no sea su provecho personal.
Y algo más, no solo nos van a acusar de aquello mismo que estamos tratando de evitar, sino que es probable que nos acusen de todo aquello de lo cual son culpables ellos mismos (“proyección”).
La gente necesita una explicación sobre la conducta poco usual de las personas que tienen una visión, pero lamentablemente, con frecuencia, no están dispuestas a aceptar la verdad. Por eso la desechan y piensan otra cosa.
Las personas con visión destacan entre los demás, y eso hace sentir incómodas a muchas personas.
• La corriente de la sociedad siempre se mueve hacia la conformidad y presiona por cualquier medio a los que no se ajustan a que se ajuste.
• Todas estas cosas tienen el potencial de generar ira en nosotros, y la ira es un estilo de enfoque: distrae.
o Las emociones que hacen brotar las palabras de nuestros críticos tienen el potencial de distraernos de la visión.
• La solución:
o A los detractores no es posible convencerlos de lo contrario, por lo cual no vale la pena intentarlo.
Pongamos nuestras frustraciones e ira en las manos de Aquel que fue quien nos metió en el asunto y dejemos que el tiempo diga quién estaba en lo cierto.
Lo peor que podemos hacer es permitir que la ira nos desenfoque.
Nuestro mejor defensor va a ser el éxito del cumplimiento de la visión.
Es difícil discutir con el éxito, y más difícil aún, con el éxito que exige una intervención divina (Neh 6:15-16).
o No tenemos que responder a nuestros críticos aunque ellos harán cuanto esté en su poder para hacernos pensar lo contrario.
Solo tenemos que responder ante Aquel que nos invitó a colaborar con El para crear lo que podría y debería ser.
Lo que Dios ha decidido que sea, será.
A nosotros solo nos toca la responsabilidad de permanecer fieles.
El temor (Neh 6:10-13).
• Otra forma en que los opositores a la visión (no son nuestros sino de Dios) van a tratar de hacer parar la obra es a través de la intimidación, la intriga, el engaño, etc., que nos lleven al temor.
o Van a tratarnos de poner en situaciones tales que tomemos decisiones que nos desacrediten ante los demás y socaven nuestra autoridad.
• Por otro lado, toda visión comprende elementos que son desconocidos, principalmente en las primeras etapas.
o Lo desconocido es campo fértil para el temor.
o Por consiguiente, todos los que tenemos una visión nos debemos enfrentar a unos cuantos escenarios del tipo “y si.....”, y resolverlos.
o Estos escenarios son una forma de enfoque.
o Nos podemos centrar de tal forma en lo que podría suceder, que perdemos de vista lo que podría y debería ser.
o El temor puede causar que comencemos a evaluar nuestra situación a partir de las cosas malas que podrían llegar a suceder, y no de las cosas buenas que queremos que sucedan.
• No permitamos que el temor a lo desconocido nos aleje de lo que Dios nos ha puesto en el corazón que hagamos.
o Peor que el fracaso es vivir lamentándonos de no haber dado nunca el paso de fe para seguir nuestra visión.
o Además de que la persona a la que Dios le ha encomendado una visión tan importante, no tiene necesidad de echarse atrás por temor (Si El es por nosotros, ¿Quién podrá venir en contra de nosotros?).
Solución a los distractores.
• Nehemías a todas las distracciones que le pusieron enfrente contestó: “No puedo, estoy haciendo una gran obra y no puedo ir”.
• Cuando lleguen las distracciones, recordemos estas tres cosas:
o Estamos haciendo una gran obra y no podemos ir.
o El éxito le calla la boca a los críticos.
o La importancia de nuestro llamado hace que desechemos la opción de echarnos atrás.
19
Abr
2012