Estudio Bíblico

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Módulo 215. El libro de Nehemías y la visión.



Tema No. 3.
NEH 1:6. La visión de Dios son las personas.

Las visiones de Dios no son las cosas (los muros) sino las personas (los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad).
Las cosas que hacemos son solo los vehículos que Dios va a utilizar para bendecir a las personas.
Una visión que no tenga por objeto bendecir a las personas, enriquecerlas, ensancharlas, no puede ser una visión de Dios porque El, en primera instancia, está interesado en las personas (Jn 3.16) y solo después, en el resto de Su creación.



NEH 1:11. La visión es para la gloria de Dios, no para la de una persona.

Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre.

Dios conoce nuestro corazón y sabe las intenciones de nuestra oración.
• Cuando Nehemías expresa que lo que ellos desean es reverencia el Nombre del Señor no lo hace como un “chantaje” o como una forma de ser escuchado.
• Lo dice porque realmente es el deseo del corazón de él y además del corazón de Dios, y como dice la Palabra, cuando oramos conforme a Su voluntad podemos tener la seguridad de que no solo El nos escucha, sino que El hará lo que le pidamos.

Lo que Nehemías estaba pidiendo no era para sí mismo ni para su propia gloria. Lo que El estaba pidiéndole a Dios es que restaurara Su Gloria en medio de Israel, que los pueblos impíos vecinos no tuvieran en menos a Dios por el hecho de que Su pueblo estaba con los muros de su ciudad estruídos: en vergüenza, oprobio, afrenta y desprotegido como si fuera un huérfano.
• Le estaba pidiendo que se glorificara en medio de Israel para testimonio a todos los pueblos de la tierra.
• La esencia de una visión es traerle gloria a Dios no a la persona que se convierte en el visionario o ejecutor de ella (Mat 5.14-16, Jn 15:8).

Una pregunta que debe preceder a cualquier otra en relación con la visión es: ¿de qué forma la idea o visión que tengo traerá gloria a Dios?.
• Si no podemos contestar esta pregunta básica, todavía debemos buscar más al Señor para que nos la confirme o nos la aclare, o la deseche si es nuestra y no de El.


04 Jul 2012