Estudio Bíblico

DOCTRINA DE BAUTISMOS (Heb 6:2).
1. Bautismo de Moisés.
2. Bautismo de Juan.
3. Bautismo en el cuerpo.
4. Bautismo en agua.
5. Bautismo en el Espíritu Santo.
6. Bautismo en fuego.
7. Bautismo de Jesús.



BAUTISMOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO (solo para situaciones puntuales, específicas).


Bautismo de Moisés:
1 Cor 10:1-4. Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.


Bautismo de Juan:
Mar 1:4. Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados.
Luc 3:3. Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados,



BAUTISMOS DEL NUEVO TESTAMENTO.


Bautismo en el cuerpo: salvación.
1 Cor 12:12-13. Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Rom 6:3. ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
Gal 3:27. porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
1 Ped 3:21. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo,


Bautismo en agua: obediencia.
Rom 6:4. Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
Col 2:12. sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
Mar 16:16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.


Bautismo en Espíritu Santo: poder.
Mar 1:8. Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Hch 1:5. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Hch 1:8. Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.


Bautismo en fuego: santidad.
Mat 3:11. “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.” (dos bautismos, no uno: 1) Espíritu Santo, y 2) Fuego).
Luc 3:16. respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.


Bautismo de Jesús: martirio.
Mat 20:22-23. Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. Él les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.



BAUTISMO EN FUEGO: santidad, amor, pasión.
Mat 3:11. Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Luc 3:16. respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Ambos versículos mencionan Espíritu Santo y Fuego, mientras que otros versículos en todo el Nuevo Testamento, que mencionan el bautismo del Espíritu Santo lo mencionan sin el agregado de “fuego”; por lo tanto, Juan el Bautista se refería a dos bautismos diferentes, no a uno solo.



EL FUEGO: PURIFICADOR.
Mal 3:1-4. He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos.
1 Ped 1:6-7. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,



RESULTADO DEL FUEGO (el ejemplo de Elías, Pablo, Isaías, etc.).
Rechazo absoluto al pecado, tolerancia cero al pecado, comenzando por el nuestro (Elías: Si Jehová es Dios, seguidle; Pablo: miserable de mi).
Hambre y sed de Dios, necesidad imperativa de estar en comunión con El (Elías: Jehová, en cuya presencia estoy).
Pasión por el Señor, como la pasión que El tiene por nosotros (El Cantar de los Cantares; Santiago: "el Espíritu que El ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente).
Muertos plenamente al mundo: lo que antes era para mi ganancia, ahora lo tengo por basura por el amor de Cristo. "YA NO VIVO YO, CRISTO VIVE EN MI"
Urgencia, celo, pasión por el propósito de Dios: el amor de Cristo me constriñe. Nuestras propias obras, agendas, planes, ideas, prioridades, etc.,: como trapos de injusticia. Vivir para la gloria de Dios, no para nuestra propia gloria.
Destruir el altar de los ídolos de y en nuestro corazón, cualesquiera que sean (Elías le pidió a Dios que hiciera descender fuego sobre el altar en el que estaban ofreciendo sacrificio los profetas de Baal).
Encender (incendiar) a otros: provocar salvación y avivamiento en otros también. Solo el fuego enciende el fuego; solo el fuego produce fuego.
Saca a luz nuestros verdaderos motivos y nuestra verdadera condición delante del Señor.



TODOS, TARDE O TEMPRANO, VAMOS A PASAR POR EL BAUTISMO DE FUEGO.
En esta vida o ante el Trono Blanco en el día final.
1 Cor 3:10-17. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego. ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.



CONCLUSIONES.
En cada bautismo de los que necesita experimentar el creyente desde el bautismo en el cuerpo hasta el bautismo de Cristo, el número de los que lo experimentan va siendo menor
El bautismo en el cuerpo, en agua y en el Espíritu Santo, todos lo queremos: es nuestra propia conveniencia.
El bautismo de fuego: ese ni lo mencionamos o preferimos hacerlo uno con el bautismo del Espíritu Santo porque arde, duele, porque se trata de morir total y completamente a nosotros mismos: autoestima, autoconfianza, autosatisfacción, autorealización.
En la vida "normal" del creyente, donde la mayoría nos quedamos, si es que llegamos allí, es al bautismo en el Espíritu Santo. Del bautismo de fuego y del bautismo de Cristo, aunque son experiencias de la vida del creyente, en este tiempo de autocomplacencia, nadie o casi nadie quiere hablar, a pesar de que son las experiencias que nos van a llevar a la auténtica plenitud de vida en Cristo.