Estudio Bíblico

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Módulo 103. Conociendo a Jesús por Sus Nombres.



Conociendo a Jesús por Sus Nombres.


Tema No. 10. El Testigo Fiel (Apo 1:5).


Un testigo es una persona que ha decidido o ha sido designada para dar pruebas suficientes de algún hecho, acontecimiento, situación, pacto, etc. Las pruebas que ofrece constituyen su testimonio y pueden ser concretas y/u orales. El testimonio que un testigo ofrece va más allá del sentido forense o judicial del término porque incluye una aprobación o respaldo personal del testigo hacia la persona, situación, acontecimiento, hecho, situación, etc., respecto a la cual atestigua.

Por esa razón, en la Biblia, ser un testigo falso es aborrecible a los ojos de Dios (Prov 6:16-19), porque implica no solo la mentira y el engaño, sino la destrucción de la confianza, la traición a la verdad, la injusticia de dar testimonio de un hecho en sentido contrario a la verdad, etc.

Contrario al testigo falso, la Palabra de Dios califica a Jesús como el Testigo Fiel, lo que implica varias cosas:
• La primera, es que Jesús es un testigo confiable, veraz, que no miente, a toda prueba, certero, exacto, respecto a los hechos que atestigua.
o Jn 1:14. "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. "
o Jn 1:17. "Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo."
• Segundo, que Él selló con su propia vida su testimonio acerca de lo que atestiguó; que no cambió un ápice su testimonio acerca de todo aquello de lo que vino a atestiguar, a pesar de enfrentar no solo el rechazo y el repudio de aquellos a quienes vino a dar testimonio, sino hasta la propia muerte, y no por ello cambio.
o Jn 1:11. "A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron."
• Tercero, que Él testimonio que Él vino a dar acerca de las cosas que habló, es un testimonio verdadero, definitivo, sin ningún cambio ni mudanza, ni sombra de variación, y por lo mismo podemos confiar en ello sin ningún lugar a dudas. Podemos establecer nuestra vida sobre esas cosas y nuestra vida estará bien fundamentada, estará fundamentada sobre la Verdad y la roca.
Jn 14:6-11. "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras."
o Jn 8:45.47. "Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis. ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios."
o Jn 8:31-32. "Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres."
o Jn 8:36. "Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres."
o Luc 6.46-49. "¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa."

Al referirse a Jesús como el Testigo Fiel en el contexto de Apo 1:5, la Palabra nos está enseñando que Él selló con Su propia vida y Su Sangre, Su testimonio acerca de la salvación que trajo a nosotros y por la cual somos reconciliados por Dios de una vez y para siempre, siempre que creamos en nuestro corazón Su testimonio, y ello implica que le reconozcamos como nuestro Señor y Salvador y le obedezcamos:
• Rom 10:8-13. "Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Ésta es la palabra de fe que predicamos: 9que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo."
• Luc 6:46. ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?

Cuando realmente creemos en ello, podemos vivir confiadamente, por Su testimonio sellado con Su Sangre, que somos:
• Salvos, reconciliados con Dios (Rom 10:8-13, Rom 5:10).
• Hijos de Dios, justificados, limpios por Su Sangre (Jn 1:12, Rom 3:24, Rom 5:1, Apo 1:5-6).
• Nuevas criaturas, libres de la esclavitud del pecado (2 Cor 5:17, Rom 8:2-4).
• Santos y justos delante de Él por los méritos de Cristo (Heb 10:10, Heb 10:14, Hch 13:39).
• Y como hijos, sellados, guardados, cuidados, hasta la redención final, por el Espíritu Santo (Rom 8:14-17, Efe 1:13-14).

Y su testimonio no solo es verdadero sino que permanece siendo el mismo hasta el fin de los tiempos, porque Él permanece fiel siempre, aunque nosotros no.
• 2 Tim 2:13. "Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo."

Ante las acusaciones del causador de los hermanos (satanás), nuestro abogado defensor, con Su testimonio fiel, nos justifica de todas las acusaciones del diablo:
Rom 8:28-39. "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: "Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero". Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."

22 Sep 2014