Estudio Bíblico

Inicio > Estudio

Módulo 220. Señales de la apostasía.



LOS TIEMPOS ACTUALES Y EZEQUIEL 16.

El capítulo 16 del libro de Ezequiel pinta un cuadro que resume la historia del pueblo de Dios (Israel) en el tiempo del profeta, un tiempo de apostasía, pero que también constituye, por la regla de la doble referencia profética, una advertencia profética para la Iglesia de Cristo, que, usando la figura matrimonial (recordemos que la Iglesia es la esposa del Cordero), nos enseña de los tiempos de apostasía que caracterizarán los últimos tiempos de la Iglesia sobre la tierra. En el capítulo podemos distinguir cuatro partes:
 En los versículos del 1 al 2 el Señor claramente manifiesta que todo lo que sigue es una Palabra referente a la apostasía del pueblo.
 En los versículos del 3 al 14 Dios le habla a Israel de la situación en la que se encontraba antes de que El lo recogiera, lo que constituye una figura o tipo de la Iglesia cristiana en los tiempos del oscurantismo, previos a la Reforma Protestante.
 Los versículos del 15 al 34 nos enseñan acerca de las condiciones que se fueron dando para que el pueblo de Dios, gradualmente, se fuera deslizando hacia la apostasía.
 En tanto que los versículos del 36 al 41 nos enseñan de las consecuencias de la apostasía.



LA APOSTASIA (notifica a Jerusalén sus abominaciones).

Siempre que Dios en las Escrituras menciona la palabra “abominación” o “abominaciones” se utiliza en referencia a personas, cosas, hechos relaciones y/o características que le son “detestables”, porque son contrarias a Su naturaleza, tales como:
 Lo que tiene que ver con muerte, iniquidad, pecado, maldad en general (Luc 16:15, Prov 17.4).
 La idolatría (Deut 7:25-26, 2 Rey 23:13, Isa 44:19)
 Costumbres y/o creencias paganas (Deut 12:31, Deut 18:12).
 La religiosidad (Isa 1.11-14, Prov 28:9) o sea la observancia externa de las cosas que Dios ha prescrito, pero sin que haya un cambio interno que la esté motivando.
 Cosas que Dios rechaza, que lo hieren profundamente (Prov 6:16-19)
 Rechazo que el pueblo de Dios hace de El (Ezeq 5:7-9).
 Colocar en el lugar que solo le corresponde a Dios otras cosas (Mat 24:15, Mar 13:14, Dan 9:27, 11:31, 12:11).

En consecuencia, la apostasía a la que Dios se refiere implica varias cosas, individual y/o colectivamente. Que las personas, y en este caso, los hijos e hijas de Dios:
 Se vuelvan a la iniquidad, el pecado, la maldad; poner la santidad, la integridad, la rectitud en segundo plano, en todas o en algunas de las áreas de la vida (vivir con dobles estándares: los de Dios para algunas cosas y los del mundo para otras). Hoy en la iglesia no se escucha mucha enseñanza ni predicación respecto a la santidad, la integridad y la rectitud que Dios demanda de nosotros; tampoco del verdadero discipulado como obediencia a Dios, negación de sí mismos y total rendición a Dios. Pero si se oye de muchos casos en los cuales los “hermanos” y “hermanas”, muchos de ellos con una gran autoridad espiritual, caen reiteradamente en pecados de índole económico y/o sexual y/o de orgullo.
 Se vuelvan a la idolatría, que en esencia, es darle el lugar de Dios a otras cosas que controlen sus decisiones, sean objeto de su devoción, acaparen su atención, más que Dios, buscar más las cosas que al Creador. Así como pueden ser dioses paganos, también pueden ser otras cosas como dinero, riquezas, posición social, negocios, comodidad, seguridad, etc. (buscar las añadiduras del Reino en lugar del Reino de Dios –Mat 6:33--, buscar los beneficios de Cristo, en lugar del Señorío de Cristo –Rom 10:8-10--). Hoy en la iglesia, en muchos casos incluidas congregaciones enteras, la mayor devoción no está dirigida hacia Dios sino está orientada a los líderes, la denominación, la organización, los edificios, las riquezas, el status social, el dinero, etc.; y ello promovido aún desde el liderazgo. En tales casos, bajo el pretexto del servicio a Dios, se están sirviendo a sí mismos, a sus necesidades emocionales (aceptación, identidad, reconocimiento) y materiales.
 La observancia externa de las cosas que El ha previsto, sin que haya un cambio de corazón, la mayor parte de las veces, dirigidas por costumbres y/o creencias derivadas de la cultura, pero que no corresponden a lo que Dios espera de nosotros (Isa 58:1-7; Isa 1:11-18). Hoy, en muchos casos, se reduce el cristianismo a las actividades relacionadas con la iglesia y al cumplimiento de ciertas cosas como diezmar, servir, asistir a los cultos, etc. No se enfatiza en el cristianismo como un estilo de vida que abarca todo nuestro ser, nuestras relaciones, nuestras actividades.
 Negar, parcial o totalmente, Sus derechos y calidades de Dios, así como Su Palabra, dándole más valor a las formas de pensamiento humanas que a El (Rom 1.18-25). Hoy en la iglesia se han introducido muchos conceptos, formas de pensamiento, y aún ideologías, que no vienen de Dios sino del mundo, que han abarcado todos los aspectos de la vida eclesiástica, y que contravienen los principios de la Palabra de Dios:
 Negación de la creación de Dios y su sustitución por las teorías “científicas” del evolucionismo.
 Negación de los milagros y los dones de Dios y su categorización como fenómenos parapsicológicos, demoníacos o de hechicería.
 Aceptación como normales, de practicas condenadas en la Biblia como la homosexualidad, el lesbianismo, el aborto, el sexo prematrimonial (fornicación), el divorcio por cualquier caso (adulterio), etc., llegando incluso a la ordenación de “ministros” homosexuales y lesbianas.
 Tolerancia al pecado llamándolo “enfermedad”.
 Etc.




26 Sep 2014