Estudio Bíblico

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Módulo 215. El libro de Nehemías y la visión.



Tema No. 9.

NEH 9:38. La visión y los valores.

El pueblo, al terminar de construir los muros y reconocer la obra de Dios en sus vidas, desarrolló un pacto escrito entre ellos y Dios.
• En el pacto prometían entrega al Señor y a su Ley (Neh 9:38).
• Los líderes lo firmaron y todos juraron cumplir con su parte del trato (Neh 10:1-27).
• El documento serviría como norma objetiva y clara por la cual medir su conducta y sus creencias y tenía que ver con los aspectos concretos que habían sido la raíz de la decadencia moral y espiritual de Israel en el pasado (Neh 10:28-37).
• Tuvieron la sabiduría para reconocer que el tiempo puede llegar a erosionar la pasión inicial asociada con un avance espiritual (Apo 2:2-4)
• El desarrollo de aquel pacto fue su forma de salvaguardar la visión y de mantener vivo el sueño de lo que podía y debía ser (Hab 2:2-4).
• Para cumplir lo prometido, el pueblo se vio obligado a dar algunos pasos radicales en cuanto a sus relaciones y a su economía (apartarse de sus parejas que no fueran descendientes de Israel, comenzar a diezmar y ofrendar, no hacer negocios en el día de reposo, etc., Neh 10:28-37).

A los creyentes principalmente, pero en general a todo el mundo, todo el tiempo hay una corriente que nos está empujando constantemente hacia las concesiones, la autosuficiencia y la conveniencia para tomar atajos que aparentemente nos pueden llevar a conquistar la visión y/o las metas más rapidamente.
• Jesús, nuestro Maestro, no fué la excepción a ello (Mat 4:1-11)

Sin un punto de referencia claro, es fácil racionalizar y justificar prácticamente todo (Jer 17:9).
• Para compensar ese constante empuje hacia las concesiones morales y espirituales necesitamos desarrollar una lista consciente de creencias que generen formas de conducta a las que nos aferremos mientras llevamos adelante las tareas que nos permitan realizar la visión.
• Necesitaremos adherirnos a ellas firmemente, no solo en la teoría sino también el práctica (Prov 23:7). Esto es absolutamente crítico para el respaldo de Dios y el consiguiente éxito de toda visión (Amo 3:3). A Dios no solo le importan los resultados, también le importan los motivos y los medios con los que se logran (Mat 7:21-23).
• Serán nuestros puntos de referencia a lo largo del camino, que marquen los línderos morales y éticos dentro de los cuales debemos caminar mientras tratamos de convertir la visión en una realidad. Son como un faro que guiará nuestras actuaciones en todo tiempo y en todo momento y en toda circunstancia. Son las que fijan las líneas normativas dentro de las cuales todos vamos a operar mientras convertimos en realidad la visión. Mantienen límites en la conducta de todo el equipo para proteger la integridad de la visión. Sobre ellas nunca se pueden ni se deben hacer concesiones ni siquiera para obtener adelantos significativos en el proceso de la visión. Las creencias siempre deben ir por delante de las normas, las prácticas y las metas.
• A ellas necesitaremos recurrir constantemente para refrescarlos, y para autoevaluar nuestras acciones a su luz.
• Obviamente, la base de esa lista no puede ser otra que la Palabra de Dios.
• Por supuesto que cumplir con esa lista va a tener un costo, que necesitamos considerar, de lo contrario, a la hora de la prueba, vamos a tirarla por la borda (Luc 14:27-32, Mat 13.20-22).

Nuestras creencias y formas de conducta básicas se pueden dividir en dos categorías: generales y específicas.
• Las generales son las creencias y formas de conducta a las que se debe adherir todo creyente (honradez, pureza, integridad, diligencia, verdad, amor, santidad, adoración, etc.).
• Las específicas son las creencias y formas de conducta relacionadas directamente con la visión particular.

En el mundo de los negocios a esas creencias básicas y formas de conducta se les suele llamar valores.


Los valores, fuente de unidad.
"Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá." (Mat 12:25).
En la Escritura anterior podríamos sustituir la palabra reino por los términos organización, ministerio, empresa, familia.
Ninguna de esas instituciones puede sobrevivir a la división (di-visión, dos visiones) (Amo 3:3).
Las visiones florecen en un ambiente de unidad, mientras que mueren en un ambiente de división (Hab 2.2-4).
• Solo se puede mantener la unidad donde hay acuerdo acerca de un conjunto de creencias y formas de conducta básicas, y fidelidad a ellas (2 Cor 6:14-18).
• Estas creencias y formas de conducta son las que fijan las expectativas de los miembros del equipo (Jn 6:60-68).
• Cuando se las viola o abandona se sacuden los fundamentos mismos de la organización (Jn 6:70-71) o la familia (Mal 2:14) y ya nadie sabe que esperar. Se ha violado la confianza y la visión sufre.


La lista.
Para lograr la unidad, todos las tenemos que tener claras.
Para tenerlas claras debemos hacer una lista con la suficiente amplitud para que nadie se pierda en el camino.
Reunirlas no es una tarea fácil ni de una sola tarde de trabajo.
Por ello son pocos los que se toman el tiempo necesario para llevar adelante este proceso.
El desarrollo de la lista va a ser cuestión de traer a la luz lo que esperamos de sí mismos y de nuestro equipo.
• Cuando las compartimos con ellos:
• Trae claridad sobre lo que se espera de cada uno.
• Estamos ayudando a evitar los choques entre expectativas en conflicto, que de otra forma resultarían inevitables.


El factor de ser bendecible.
La adhesión a un conjunto predeterminado de creencias y formas de conducta hace que las visiones sean bendecibles.
• Hay ciertas cosas que Dios ha decidido bendecir. Por ejemplo, la obediencia (Deut 28.1-14, Deut 30.19-20).
• Y hay también otras cosas que se niega a bendecir. Por ejemplo, la desobediencia (Deut 28.15-68)
• Cuando abrazamos lo que es importante para El, ponemos nuestro corazón en alineación con el suyo y cuando nuestro corazón es totalmente de El, entonces somos bendecibles (1 Jn 5:14).
El problema de Israel era que su desobediencia lo había colocado fuera de la esfera de lo bendecible.
• Amado, si; bendecible, no. Además la desobediencia hizo que el pueblo perdiera de vista la visión que Dios había establecido para él (Neh 9:33-37)
• La parábola del hijo pródigo, Luc 15:11-24; la visión del padre era que fuera hijo, la visión del hijo era irse al mundo; el hijo se fue al mundlo y perdió toda su bendición; cuando regresó a la visión fue bendecible por el padre).

26 Sep 2014