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Varón, propósitos (apuntes).



LOS PROPÓSITOS ESPECÍFICOS DEL VARÓN.



El varón como visionario.
Prov 29.18: sin visión el pueblo perece, se desenfrena.
El varón fue creado para ser un visionario: a él se le dio la primera visión del plan de Dios para la humanidad (Gen 2:15)
Ser un visionario es una responsabilidad fundamental para el varón: sin visión no podrá cumplir con sus otros propósitos y sus tareas.
Es capaz de ver la perspectiva grande (macro) de la vida y de planear para el futuro desde un punto de vista lógico y práctico.
Tener visión significa ser capaz de concebir y de moverse hacia el propósito de uno en la vida.
Un varón necesita tener una clara visión de (Efe 1.17-19):
Quién es él en Dios.
Cuál es su propósito general como varón.
Cuál es su propósito como varón en lo individual.
Los requisitos para descubrir la visión son:
Reconocer el liderazgo de Cristo Jesús.
Seguir el ejemplo de Cristo Jesús.
Abrirse a la comunicación de Dios.
Escuchar la dirección de Dios mediante el conocimiento de Su Palabra y la comunión con el Espíritu Santo.
Dios siempre provee lo necesario para la visión que El da (Efe 2.10).
El varón, una vez que ha recibido la visión de Dios para su vida y la de su familia, se la comunica a la mujer para que ella tenga una visión que seguir (Hab 2:2-4) y pueda encontrar formas de ayudarlo a alcanzar esa visión, pueda encontrar su lugar en ella.
Una de las maneras en que una mujer puede ser ayuda idónea para un hombre es por medio de seguirlo en la visión que Dios le ha dado y determinar las formas de ayudarlo, de acuerdo con sus habilidades, cualidades, capacidades y dones, para alcanzarla. Ella fue dotada por Dios con todas esas habilidades, cualidades, capacidades y dones para apoyar a su marido en la consecución de esa visión (Efe 2:10).


El varón como líder.
Dios creó y diseño al varón para que sea un líder responsable: lo diseñó para que lleve a otros consigo en su visión (Hab 2:2-3). Si un varón no tiene visión alguna esto va a afectar negativamente a todos aquellos que lo siguen, especialmente a su familia (Prov 29.18).
Antes de que Dios le diera al varón una ayudante (Gen 2:21-22), Dios le dio una visión (Gen 2.15-17).
Un varón no puede pedirle a una mujer que lo siga y que lo ayude si él no tiene visión alguna.
Las características de un líder de acuerdo al propósito de Dios son:
Ser fuerte y valiente (Jos 1:6-9).
Ser obediente a los mandamientos de Dios (Jos 1:6-9).
Ser un pensador lógico.
Tener el corazón de un siervo (Mar 10:42-45).
Tener un espíritu dispuesto a aprender (Mat 13:23: oye, entiende y da fruto.
Una de las maneras en que una mujer puede ser ayuda idónea para un hombre es por medio de respetarlo como el líder en el hogar.


El varón como maestro.
El varón fue creado para ser el líder espiritual y el maestro de la familia.
Las instrucciones de Dios para la familia se las dio en primer lugar a Adán; éste debía transmitirlas y enseñárselas a Eva y a sus hijos (1 Cor 14:35, Efe 6:4).
El varón: es el líder espiritual y maestro de su familia.
El varón fue diseñado con la capacidad de cumplir su propósito de enseñar: prueba de ello es que siempre va a estar diciendo como hacer las cosas, metiéndose, dando instrucciones, consejos y advertencias.
Cuando el varón enseña a su familia la Palabra de Dios y los caminos de Dios, atrae la confianza y la amistad de Dios (Gen 18.17-19) y por lo tanto, la bendición de Dios sobre él y su familia (Heb 11.6).
Si un varón no tiene la capacidad o el conocimiento para enseñar a una mujer la Palabra de Dios, él no está listo para casarse.
Dios nos instruye para que enseñamos a nuestras familias (esposa, hijos y nietos) Su Palabra de esta manera (Deut 6:7-9)
Cuando estamos sentados en la casa (que la Palabra sea uno de nuestros temas prioritarios de conversación en la casa).
Cuando vayamos por el camino (que la Palabra sea uno de nuestros temas prioritarios de conversación cuando vamos en el carro).
Cuando nos acostemos (que la Palabra de Dios sea lo último que les mencionemos a cada uno de los miembros de nuestras familias cuando se acuestan y lo último en lo que pensemos).
Cuando nos levantemos por la mañana (lo primero en lo que pensemos cuando nos levantamos y lo primero que les digamos a cada uno de los miembros de nuestras familias cuando los veamos).
Atándola como símbolos en nuestras manos, en nuestra frente y escribiéndola en los postes de las puertas de nuestra casa: aplicándola y exhibiéndola en los hechos del diario vivir como el fundamento sobre el cual descansa todo nuestra vida.
Una de las maneras en que una mujer puede ser ayuda idónea para un varón es por medio de valorar y buscar sus consejos, opiniones, sugerencias (aunque no los ponga en práctica) y de estimularlo y ayudarlo a conocer y enseñar la Palabra de Dios.
Una mujer, por ninguna razón, debería descalificar a su esposo frente a sus hijos (ni aún en el caso de una separación o divorcio, por dramáticos que pudieran ser).
La descalificación de uno de los padres por el otro, frente a los hijos, no afecta al padre (o madre) descalificado tanto como afecta al hijo.


El varón como cultivador.
Gen 2:15: el varón fue creado para ser el cultivador del Jardín del Edén y, dentro de ello, de las vidas espirituales y personales de los miembros de su familia (esposa, hijos y nietos).
El varón es el cultivador de su trabajo, de sus dones y de sus talentos.
El varón es el cultivador de su esposa.
El varón es el cultivador de sus hijos.
Gen 1.28: cultivar significa multiplicar, fructificar, mejorar.
Al varón le ha sido dada la responsabilidad de formar las vidas de los miembros de su familia para mejorarlos, enseñándoles y cultivándolos para que lleguen a ser todo aquello para lo cual fueron creados por Dios (Deut 6:1-2); se convierte en socio de Dios para hacer cumplir el plan de Dios para todas las personas y para toda la creación.
El varón necesita ser lleno de la Palabra de Dios tal y como Cristo Jesús está lleno de la Palabra de Dios: entonces puede lavar a su esposa y a sus hijos con la Palabra de Dios tal como Cristo lava a Su novia con Su Palabra (Efe 5:26).


El varón como proveedor.
El trabajo le fue dado al varón para que:
Hiciera avanzar los propósitos de Dios (Gen 1:28).
Para darle satisfacción al varón mientras que usa las habilidades y las cualidades que Dios le dio.
Para capacitar al varón y que pueda proveer para sus propias necesidades, así como para las necesidades de todos aquellos que están bajo su responsabilidad (1 Tim 5:8).
El varón fue creado para ser el proveedor de su familia.
Gen 1.28: dentro del deseo del hombre de trabajar y de proveer (fructificar y multiplicar), se encuentra creada la necesidad de dar (llenar).
Debido a que fue creado para proveer, el también fue diseñado para proveer.
Un proveedor anticipa las necesidades antes de que vengan: planea, prepara y hace provisión para estas necesidades (Prov 6:6-11).
El trabajo le fue dado al varón (Gen 2.15) antes de que la mujer fuera creada (Gen 2:21-22): esto significa que antes de que un varón necesite una mujer y antes de que él pueda estar listo para el matrimonio, él necesita tener un trabajo estable.
Dios le dio al varón, no a la mujer, ser el principal proveedor de la familia. Ello no implica que (Prov 31:10-31).
La mujer no pueda o deba trabajar.
La mujer no pueda ganar más dinero que el varón. El hecho de que gane más no significa que sea más, valga más o pueda ocupar el lugar del varón; solo es una cuestión coyuntural (temporal) mientras que el lugar del varón es una cuestión eterna.
En este caso, lo mejor que puede hacer una mujer por su marido es estimularlo y ayudarlo a encontrar nuevas y mejores oportunidades de superarse, no demeritarlo.
Un esposo no siempre va a tener las oportunidades como para poder cambiar sus circunstancias financieras de tal manera que su mujer no tenga que trabajar. El solo necesita moverse hacia su objetivo y trabajar para ello.


El varón como protector.
El varón fue creado para ser el protector de su familia y de todo aquello que se encuentra bajo su responsabilidad.
Fue creado con los atributos para hacerlo:
Fuerza física.
Pensamiento lógico.
Sentido de protección territorial.
La cualidad de buscar la excelencia.
Dios le ha dado al varón la habilidad, la fuerza y las armas espirituales para proteger y para guardar todo aquello que El le ha confiado bajo su cuidado: no para agredir ni para abusar.
1 Cor 11:3: la cabeza de la mujer es el varón; significa que un varón no necesita estar casado para ser responsable de las mujeres (su madre, sus hermanas, las que estudian y/o trabajan con él, etc.). Su tarea es respetarlas y buscar su bienestar siempre, en cualquier lugar (no implica involucrarse sentimentalmente con ellas, ni abusar o usar de ellas).





24 Mar 2016