Estudio Bíblico

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Omnipresencia y Omnipotencia.



Dos situaciones relacionadas con Él.


El Espíritu Santo es una persona de la Trinidad (el ponerlo como la tercera persona le resta importancia, le da el tercer lugar, lo cual no dice la Biblia: en la Biblia el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son iguales en todo: características, rango, poder, conocimiento, etc.).

Dos situaciones a considerar:
• Omnipresencia.
• Omnipotencia.


Omnipresencia:
Su Omnipresencia en nosotros constituye el equipamiento que nos da el Señor para la obediencia y la transformación (liberación) personal.
• Jn 14:16: otro Consolador (uno del mismo tipo de Jesús terrenal, solo que Omnipresente).
• Jn 14:16: para que esté con nosotros para siempre.
• Jn 14:17: el Espíritu de verdad.
• Jn 14:17: mora con nosotros y está con nosotros.
• Jn 14:26: El nos enseñará todas las cosas.
• Jn 14:26: El nos recordará todo lo que Jesús habla.
• Rom 8:14: para que nos guíe.
Es Su Omnipresencia la que nos convierte en templos del Espíritu Santo.
• Como el Espíritu Santo mora dentro de nosotros, nuestros cuerpos se convierten en templos del Espíritu Santo (1 Cor 6:19).
○ Lo lógico, entonces, es que Él debe ser glorificado en nuestro cuerpo y por medio de él.
○ Le pertenece a Él, no somos dueños de nosotros mismos, somos del Señor.
• Por ello ya no deberíamos operar por cuenta propia sino bajo el control de Aquel que ha venido a habitar dentro de nosotros.
○ Nuestra meta en la vida ya no debería ser obtener lo que deseamos sino hacer lo que Él desea que hagamos. No se trata de nosotros, se trata de Jesús.
• Por eso el Espíritu Santo tiene todo derecho de usarnos de cualquier manera que Él escoja.
○ Al vivir la vida cristiana tenemos un objetivo de suprema importancia: glorificar a Dios en nuestros cuerpos.
• Las cosas que nos suceden están bajo Su supervisión porque le pertenecemos y hemos de glorificarle, pase lo que pase.
○ Como le pertenecemos a Él y su Espíritu habita en nosotros, estamos en buenas manos.
○ A decir verdad, ocupamos la mejor situación posible sobre la tierra.



Omnipotencia.
Su Omnipotencia en nosotros constituye el equipamiento que el Señor nos da para la transformación (liberación) de nosotros y de otros.
• Pero además nos imparte un poder super-especial:
○ Hch 1:8: para serle testigos (estilo de vida manifiesto que le da autoridad a nuestras palabras).
○ Efe 1:15-23: “Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.”
El poder del Espíritu Santo.
• Jn 14:18: No los voy a dejar huérfanos, volveré a ustedes.
• Jn 14:16: otro Consolador, el Espíritu Santo.
○ El Espíritu Santo se convierte en una parte integral de nuestra vida. No solo está con nosotros sino que reside con nosotros durante el resto de nuestros años sobre la tierra.
• Hch 1:8: “Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder”.
○ Los discípulos antes de ser llenos del Espíritu Santo ya habían hecho milagros y predicado el Evangelio del Reino tal como nos lo enseñan los Evangelios. Sin embargo también es cierto que después de recibirlo, las señales y milagros que fueron realizados por su mano se incrementaron.
§ ¿Pero es a esa clase de poder que se refería Jesús cuando lees dijo que recibirían poder cuando viniera sobre ellos el Espíritu Santo, o se trata de otro poder aún mayor que implica este pero además otras cosas? ¿Las señales que ellos hicieron posteriormente fue por este poder o solo un derivado de la operación de este poder dentro de ellos?
• El Espíritu Santo, el poder transformador interior.
○ Cuando recibieron el Espíritu Santo algo revolucionó a esos discípulos tímidos, torpees y temerosos, convirtiéndolos en audaces, devotos e inspiradores hombres de Dios… y ese algo fue una fuente sobrenatural de poder.
○ Entonces, el cambio que el poder del Espíritu Santo obró en ellos fue el que determinó que fueran más aguerridos para provocar más señales y milagros.
• Jn 7.37-39: “Si alguno tiene sed, que venga a mÍ y beba… De aquel que cree en mí (eso nos incluye a todos nosotros los que creemos en Jesús), como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. Con esto se refería al Espíritu….”
○ El Espíritu Santo entonces es el poder que obra dentro de nosotros, transformando nuestras vidas.
○ Por lo general en la vida de nosotros los creyentes, ese poder está esperando a que lo usemos para que controle nuestras vidas y ellas manifiesten la plenitud de vida en Cristo (Jn 10:10) y el fruto del Espíritu (Gal 5:.22-23)
○ Cuando recibimos el regalo de la vida eterna, envuelto dentro de ese regalo está el Espíritu Santo.
• En la Palabra no se nos ordena que oremos para ser regenerados por el Espíritu Santo o para ser sellados por el Espíritu Santo. ¿Por qué? Porque esas cosas ocurren en el momento que nacemos de nuevo.
○ Sin embargo si se nos dice que pidamos el Espíritu Santo y que seamos llenos del Espíritu Santo (una mayor presencia, una mayor abundancia de Espíritu).
§ La llenura del Espíritu Santo ocurre cuando tenemos una correcta relación con el Hijo de Dios (de acuerdo a lo que nos enseña Jn 7:37-39) y cuando nos relacionamos con el Espíritu Santo correctamente (Efe 5:18). Cuando lo hacemos, el poder dentro de nosotros se libera.
§ Cuando somos llenos (viviendo bajo el control del Espíritu), el poder que levantó a Cristo de entre los muertos se convierte en la fuerza motivadora de nuestra vida.
§ La plenitud del Espíritu significa que nuestra vida está totalmente inmersa, bajo la cobertura completa, totalmente a disposición del Espíritu Santo, que somos sensibles a cualquier cosa que pueda haberse interpuesto entre nosotros y Él, y que andamos en completa dependencia de Él.
§ De esa manera, la vida cristiana se convierte en un estilo de vida, la vida abundante que prometió Cristo.

07 Abr 2016