Estudio Bíblico

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Rom 8:14. El Espíritu Santo guía nuestras vidas.



"Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios."


• El verdadero cristiano no solo es perdonado de sus pecados y recibe vida eterna cuando cree en el Señor Jesucristo. Recibe un hiper-mega regalo: el Espíritu Santo:
○ De hecho el Espíritu Santo comienza a actuar en nosotros antes de que seamos creyentes:
i. Nos quita el velo que le impide que el evangelio sea entendido y comprendido (2 Cor 4:4).
ii. Nos convence de pecado (Jn 16:7-8).
iii. Nos guía a creer con el corazón y a confesar con nuestra boca el Señorío de Cristo (1 Cor 12:3, Rom 10:8-12).
iv. Nos regenera (Jn 3:3) para que nazcamos de nuevo (2 Cor 5:17).
○ Una vez creyentes:
i. Nos sigue convenciendo de pecado para liberarnos continua y progresivamente de los patrones de conducta pecaminosos y desarrollar la nueva naturaleza en nosotros (Jn 3:5, 2 Cor 10:3-6).
ii. Nos guía a toda verdad (Jn 16:13).
iii. Es nuestro Ayudador en toda situación para vivir la vida cristiana agradando a Dios (Rom 8:26).
iv. Nos empodera para hacer morir las obras de la carne (Rom 8:13).
v. Intercede por nosotros delante del Padre (Rom 8:26).
vi. Nos recuerda continuamente la Palabra (Jn 14:26).
vii. Nos enseña las cosas que habrán de venir (Jn 16-13).
viii. Nos enseña lo que Dios nos ha concedido (1 Cor 2:11-12).
ix. Nos unge para dar buenas nuevas, sanar a los quebrantados de corazón y a los enfermos, para liberar a los cautivos y a los presos, para predicar el año agradable del Señor (Luc 4:18-19).
x. Nos bautiza en el Cuerpo de Cristo (1 Cor 12:13).
xi. Nos da dones (1 Cor 12:11).
xii. Nos da testimonio de que somos hijos de Dios (Rom 8:16-17) y herederos de Dios y co-herederos con Cristo.
xiii. Es la evidencia de que somos hijos de Dios (Rom 8:14).
xiv. Es el sello de garantía de que seremos redimidos y perfeccionados plenamente para vida eterna (Efe 1:13-14).
xv. Es la supereminente grandeza del Poder de Dios obrando en nosotros (Efe 1:19).
xvi. Nos hace Su templo (1 Cor 6:19) y nos preserva de ser poseídos por espíritus inmundos (2 Cor 6:14-16).
xvii. Nos anhela (Sant 4:5).
xviii. Nos transforma gradualmente en la imagen de Cristo (2 Cor 3:18).
xix. Derrama en nosotros, en nuestros corazones, el Amor de Dios (Rom 5:5).
xx. Nos empodera para vivir de una manera creciente, obedeciendo, poniendo por obra la Palabra de Dios por amor al Padre (Ezeq 36:27, Jn 14:15-17).

Conclusiones.
• La frase, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios , es más que una alusión para designar a los cristianos.
○ Describe el estilo de vida de aquellos que son hijos de Dios .
○ La Escritura nos está alentando a vivir, no de acuerdo a la carne, sino para hacer morir las obras de la carne (v. 13).
○ Por lo tanto, ser guiado «por el Espíritu de Dios» supone hacer morir progresivamente los apetitos pecaminosos de la naturaleza inferior.
§ Esto implica que aunque todos los cristianos son de alguna manera guiados «por el Espíritu de Dios», hay diversos grados en la actitud de aceptar la dirección del Espíritu.
§ Mientras más plenamente sea guiada la gente por el Espíritu, más obedecerán la voluntad de Dios y mejor se conformarán a sus estándares santos.
○ La palabra griega traducida como son guiados es un participio presente y debe ser entendida como que «muchos son guiados continuamente por el Espíritu de Dios».
§ Esta guía divina no se reduce al conocimiento objetivo de los mandamientos de la Escritura y al esfuerzo consciente por obedecerlos (aunque lo más seguro es que los incluya).
§ Por el contrario, más bien se refiere al factor de ser receptivos a los impulsos del Espíritu Santo a lo largo del día, impulsos que si de verdad vienen del Espíritu Santo nunca nos inducirán a actuar en contra de lo que enseña la Escritura.
○ Lo que se percibe como la dirección del Espíritu Santo, especialmente en las decisiones más importantes, o en los impulsos para hacer algo poco usual, debe ser sometido a la confirmación de varios consejeros (Pro 11:14; Prov 24:6) para que nos ayuden a protegernos de errores y a mantener una clara visión de las normas objetivas de la Escritura.

08 Jun 2017
Referencia: Romanos.21