Rom 8:17-18. Las aflicciones de la vida cristiana.
"Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse."
La identificación con Cristo.
En este tiempo de vida terrenal tendremos aflicciones.
• Estas aflicciones además de ser consecuencia del pecado personal o colectivo, Dios las usa con un buen fin (Rom 8:28-30):
○ Para que seamos juntamente glorificados con Cristo.
○ Que Su carácter sea formados en nosotros.
§ Él aprendió la obediencia por el sufrimiento (Heb 5:8) aunque era hijo.
§ Fue tentando en todo según nuestra semejanza pero sin pecado (Heb 4:15).
§ La tentación en el desierto (Luc 4:1-2, Luc 4:14-15).
• Son nuestro entrenamiento para llevar un cada vez mayor, más excelente y eterno peso de gloria (2 Cor 4:17).
○ 2 Cor 3:18. Somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen (del Señor) como por el Espíritu del Señor.
Así como somos identificados con Él como Su Cuerpo y sus bendiciones en el proceso del crecimiento somos identificados con sus sufrimientos.
Identificarse uno con Jesús tiene un precio. Junto con las grandes riquezas que menciona la Escritura también nos habla de los sufrimientos que los cristianos enfrentarán.
• En el mundo tendremos aflicción.
• Para los creyentes del primer siglo hubo consecuencias sociales y económicas, y muchos enfrentaron persecución y muerte.
• En muchos lugares del mundo actual, los cristianos enfrentan presiones tan severas como las de los primeros seguidores de Cristo. Aun en países donde el cristianismo se tolera o alienta, los cristianos no deben bajar la guardia.
• Vivir como Cristo lo hizo (servir a otros, ceder sus derechos, resistir las presiones para conformarse al mundo) siempre exige un precio.
• Nada que suframos, sin embargo, podrá compararse al gran precio que Jesús pagó por nosotros para salvarnos.
En el mundo tendremos aflicción (el mundo bajo la carne, y nosotros, bajo el espíritu; la carne y el espíritu están en permanente batalla).
• Pero esas aflicciones son por breve tiempo y su objetivo es que nos afirmemos, establezcamos, en la fe, para que nuestra fe sea probada, perfeccionada y madurada (Rom 8:29).
○ Cristo aprendió la obediencia por el sufrimiento (Heb 5:8).
○ Fue tentado en todo según nuestra semejanza pero no pecó (Heb 4:15, Luc 4:1-2 --> Luc 4:14-15).
○ Nosotros somos formados a la imagen de Cristo, igualmente las aflicciones nos sirven en ello (son nuestras entrenadoras).
• Jn 16:33. En el proceso de las aflicciones vamos a ser formados.
○ Tener paz.
○ Así como Él ha vencido nosotros venceremos.
§ Mayor el que está en nosotros (1 Jn 4:4).
§ Si Dios por nosotros, quien contra nosotros (Rom 8:31).
§ En todas las cosas somos más que vencedores por medio de Cristo (Rom 8:37).
§ Nada nos podrá separar del amor de Dios en Cristo (Rom 8:39).
Nosotros: 2 Cor 3:18.
• Mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor (su ejemplo).
• Somos transformados de gloria en gloria (facetas de Su carácter que se incorporan a nosotros).
• En la misma imagen por el Espíritu del Señor.
La identificación con Cristo.
En este tiempo de vida terrenal tendremos aflicciones.
• Estas aflicciones además de ser consecuencia del pecado personal o colectivo, Dios las usa con un buen fin (Rom 8:28-30):
○ Para que seamos juntamente glorificados con Cristo.
○ Que Su carácter sea formados en nosotros.
§ Él aprendió la obediencia por el sufrimiento (Heb 5:8) aunque era hijo.
§ Fue tentando en todo según nuestra semejanza pero sin pecado (Heb 4:15).
§ La tentación en el desierto (Luc 4:1-2, Luc 4:14-15).
• Son nuestro entrenamiento para llevar un cada vez mayor, más excelente y eterno peso de gloria (2 Cor 4:17).
○ 2 Cor 3:18. Somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen (del Señor) como por el Espíritu del Señor.
Así como somos identificados con Él como Su Cuerpo y sus bendiciones en el proceso del crecimiento somos identificados con sus sufrimientos.
Identificarse uno con Jesús tiene un precio. Junto con las grandes riquezas que menciona la Escritura también nos habla de los sufrimientos que los cristianos enfrentarán.
• En el mundo tendremos aflicción.
• Para los creyentes del primer siglo hubo consecuencias sociales y económicas, y muchos enfrentaron persecución y muerte.
• En muchos lugares del mundo actual, los cristianos enfrentan presiones tan severas como las de los primeros seguidores de Cristo. Aun en países donde el cristianismo se tolera o alienta, los cristianos no deben bajar la guardia.
• Vivir como Cristo lo hizo (servir a otros, ceder sus derechos, resistir las presiones para conformarse al mundo) siempre exige un precio.
• Nada que suframos, sin embargo, podrá compararse al gran precio que Jesús pagó por nosotros para salvarnos.
En el mundo tendremos aflicción (el mundo bajo la carne, y nosotros, bajo el espíritu; la carne y el espíritu están en permanente batalla).
• Pero esas aflicciones son por breve tiempo y su objetivo es que nos afirmemos, establezcamos, en la fe, para que nuestra fe sea probada, perfeccionada y madurada (Rom 8:29).
○ Cristo aprendió la obediencia por el sufrimiento (Heb 5:8).
○ Fue tentado en todo según nuestra semejanza pero no pecó (Heb 4:15, Luc 4:1-2 --> Luc 4:14-15).
○ Nosotros somos formados a la imagen de Cristo, igualmente las aflicciones nos sirven en ello (son nuestras entrenadoras).
• Jn 16:33. En el proceso de las aflicciones vamos a ser formados.
○ Tener paz.
○ Así como Él ha vencido nosotros venceremos.
§ Mayor el que está en nosotros (1 Jn 4:4).
§ Si Dios por nosotros, quien contra nosotros (Rom 8:31).
§ En todas las cosas somos más que vencedores por medio de Cristo (Rom 8:37).
§ Nada nos podrá separar del amor de Dios en Cristo (Rom 8:39).
Nosotros: 2 Cor 3:18.
• Mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor (su ejemplo).
• Somos transformados de gloria en gloria (facetas de Su carácter que se incorporan a nosotros).
• En la misma imagen por el Espíritu del Señor.
08
Jun
2017