La actitud de la Novia (la Iglesia).
Cant 1:2b. "Mejores son tus amores que el vino".
• Gozo, dulzura, bienestar, agrado, gusto.
Cant 1.4a. "Atráeme; en pos de ti correremos".
• Correr, no caminar, no parar. ¡¡¡Correr!!!
• El crecimiento en el conocimiento de Dios debe ser un énfasis en nuestra vida, no un derivado de nuestras actividades, no un resultado "espontáneo".
Cant 1:4c. "Nos gozaremos y alegraremos en tí".
• En 1:2b enfatiza que sus amores son mejores que el vino.
• Como consecuencia de ello, se refugia en su amor, lo busca. No ocasionalmente sino como una decisión, como una convicción.
• El gozarnos y alegrarnos en Él es el resultado de una decisión y esa decisión implica búsqueda.
• Además, gozarnos y alegrarnos en Él tiene varios regalos añadidos:
○ Él nos concede los deseos de nuestro corazón.
○ Él nos muestra sus tesoros escondidos y sus secretos muy guardados.
Cant 1:13. "Mi amado es para mí un manojito de mirra, que reposa entre mis pechos".
• El lugar de Dios en nosotros es nuestro corazón.
• Pero él no debe ser solo Su lugar de habitación, sino Su posesión.
○ Una cosa es que Dios habite en nuestro corazón y otra cosa es que nuestro corazón realmente le pertenezca a Él.
• Gozo, dulzura, bienestar, agrado, gusto.
Cant 1.4a. "Atráeme; en pos de ti correremos".
• Correr, no caminar, no parar. ¡¡¡Correr!!!
• El crecimiento en el conocimiento de Dios debe ser un énfasis en nuestra vida, no un derivado de nuestras actividades, no un resultado "espontáneo".
Cant 1:4c. "Nos gozaremos y alegraremos en tí".
• En 1:2b enfatiza que sus amores son mejores que el vino.
• Como consecuencia de ello, se refugia en su amor, lo busca. No ocasionalmente sino como una decisión, como una convicción.
• El gozarnos y alegrarnos en Él es el resultado de una decisión y esa decisión implica búsqueda.
• Además, gozarnos y alegrarnos en Él tiene varios regalos añadidos:
○ Él nos concede los deseos de nuestro corazón.
○ Él nos muestra sus tesoros escondidos y sus secretos muy guardados.
Cant 1:13. "Mi amado es para mí un manojito de mirra, que reposa entre mis pechos".
• El lugar de Dios en nosotros es nuestro corazón.
• Pero él no debe ser solo Su lugar de habitación, sino Su posesión.
○ Una cosa es que Dios habite en nuestro corazón y otra cosa es que nuestro corazón realmente le pertenezca a Él.
12
Jun
2017