Estudio Bíblico

Jer_1:5-10.

El llamado.
Somos llamados desde antes de nuestro nacimiento, desde el vientre de nuestra madre. (Sal_139:13-16).
Desde ese tiempo, en semilla, son puestos en nosotros el carácter, los dones, los talentos, las habilidades y las capacidades que vamos a necesitar para ejercer el ministerio.
Todo ello permanece latente hasta nuestro encuentro con Cristo para salvación (Efe_2:10).
A partir de ese momento, todas esas cosas que son necesarias para ejercer el llamado se comienzan a activar y desarrollar más evidentemente (1Co_12:4-11).

Para activar plenamente el llamado no hay edad.
Así como el llamado fué activado en Jeremías siendo jovén, en Moisés el llamado se activo a los 80 años.
Es conforme a la voluntad de Dios, y considera ciertos aspectos:
El tiempo de preparación según el llamado (1Ti_3:10).
La formación del carácter necesaria para el ejercicio del ministerio (1Ti_3:1-5).
La fe y la obediencia necesaria para la buena utilización de los dones (1Ti_3:6).

Nuestro llamado:
En cuanto a carácter.
• Morir a nosotros mismos (Jua_3:30).
• Ser adoradores (Jua_4:23-24).
○ Ser obedientes a la Palabra de Dios (Deu_28:1-2, Mat_6:33).
• Ser hechos a la imagen de Cristo (2Co_3:18)
• Nuestra santificación progresiva (1Te_4:3)(1Pe_1:14-16).
• Hacer todo para la gloria de Dios (Col_3:23-24).
En cuanto a servicio.
• Servir con amor a nuestro prójimo (Mar_10:42-45)(Jua_15:13)(Mat_10:8).
• Ser testigos de Cristo (1Pe_2:9).
○ Con nuestro estilo de vida (Eze_36:27, Hch_1:8).
○ Contando sus maravillas (Mar_5:18-20).
○ Predicando (Mar_16:15-16).
Discipulando, enseñando (Mat_28:19-20).