Estudio Bíblico

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Excelencia, la norma del discípulo (2).



EXCELENCIA, LA NORMA DEL DISCÍPULO (2)



Objetivos de la enseñanza.
Perfeccionar nuestro conocimiento de la excelencia desde la perspectiva de Dios.
Incorporar la búsqueda de la excelencia a nuestro estilo de vida.


Excelencia en todo (Col 3:23-24, Col 1.10, Jn 15.1-2).
Todos los creyentes, y con mayor razón, los discípulos, fuimos constituídos por Dios en Sus embajadores, sus representantes ante el mundo (2 Cor 5.17-20).
Ello implica que cada uno de nosotros lo representamos ante el mundo. ¿Qué estamos reflejando?
Perseguir la excelencia en todo implica perseguirla en todo nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo (1 Tes 5:23). En todas nuestras relaciones, comenzando con nuestra relación con Dios (Mar 22:36-40) y con nuestros semejantes en donde quiera se encuentren. En todas nuestras tareas, en la iglesia y fuera de ella; en el matrimonio, la familia, el trabajo, la iglesia, la nación, etc.
Eso implica ir en aumento en (Efe 1:17-19, Efe 4:11-16).
• El conocimiento de Dios.
• En nuestro carácter.
• En nuestra conducta y desempeño.
• En nuestro servicio (servicio, trabajo, ministerio).
Cada día, aumentando.
• No solo una vez.
• No solo durante un período de tiempo.
• Todo el tiempo, toda la vida.


No sucede automáticamente ni por inercia.
Requiere:
UNO. Amor y obediencia a Dios.
DOS. Convicción: una decisión constante, día a día.
TRES. Compromiso: esfuerzo, dedicación, caminar cada día la milla extra (Mat 5:41-48).
CUATRO. Carácter: no dejarse vencer por el ambiente, los problemas y obstáculos, las presiones, el cansancio, etc.


Resultados.
Atraemos lo que somos. Vamos a cosechar lo que sembremos.
Abundancia de bendiciones de Dios.
Bendiciones para nuestras familias y generaciones (Isa 59:21).
Vivir conforme al propósito de Dios: plenitud de vida (Jn 10:10), prosperidad y abundancia (3 Jn 2), vivir en la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios (Rom 12:2).
Puede que los resultados no sean inmediatos, pero vendrán. Necesitamos persistencia, perseverancia (Gal 6:9), fe y paciencia (Heb 6:12).


Si no buscamos la excelencia.
Apo 3:1-3, 3:14-19: las dos iglesias a las que el Señor reprende en Apocalipsis.
Mat 7:21-27: si no tenemos frutos (la voluntad de Dios), aunque tengamos obras, no tendremos recompensa en el Cielo.
1 Sam 3:12-14: el Sumo Sacerdote Elí, fue bueno en su oficio pero no fue un buen padre, estorbando el pecado de sus hijos.
Jer 48.10: maldito, abominable, el que hace la obra de Dios indolentemente.
UNO. La obra de Dios: trabajo, empleo, propiedad, asunto, labor, obra, oficio, tarea, servicio, ministerio.
DOS. Indolencia: falla de carácter, falta de excelencia, negligencia, engañoso, descuidado, despreocupado, irresponsable, distraído, apático, perezoso.
TRES. La consecuencia es maldición, fracaso, que nos vaya mal en la vida.


Preguntas para autoevaluación.
¿En qué áreas de mi vida necesito manifestar excelencia?
¿En cuales áreas de mi vida me hace más falta manifestar la excelencia?¿Por qué?
¿Qué puedo hacer para mejorar en esas áreas?
¿Por qué es importante que manifieste la excelencia en mi vida?
¿Qué es lo contrario a la excelencia y cuales son sus peligros?


23 Dic 2008
Referencia: Enseñanza 09.