Estudio Bíblico

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Como enfrentar la situación económica (artìculo).



INTRODUCCIÓN.
Ante este tema, la primera interrogante que puede surgir es la de si es procedente para la Iglesia ocuparse de este tema cuando la Palabra nos dice que no somos del mundo (Jn 17:14). Sin embargo, la misma Palabra también nos dice que estamos en el mundo (Jn 17.11) y que en el mundo sufriremos aflicción (Jn 16:33), lo que implica que las cosas que suceden en el mundo nos van a afectar. Por lo tanto, la situación económica nos afecta a todos, y como administradores de los recursos que Dios nos da (1 Ped 4.10) necesitamos ser sabios y entendidos en los tiempos (1 Cro 12:32) para presentar delante de Dios una buena administración. Aún cuando confiamos en Dios para nuestra provisión (Fil 4:19, Sal 23), como administradores debemos ser sabios.
Por otro lado, así comos Dios está interesado en el ser integral (espíritu, alma y cuerpo, 1 Tes 5:23), nosotros, como iglesia, necesitamos ocuparnos del ser integral de la persona, y obviamente, la situación económica va a repercutir en cada persona a nuestro alrededor, incluídos los creyentes.



ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN.
En la medida en que nos acerquemos más a los últimos tiempos (y todo parece indicar que su cercanía ya es inminente), la situación económica en el mundo se va a tornar inestable, volátil, cambiante, etc., ya que esa será una de las razones por las cuales el mundo “abrazará” al anticristo, pues se presentará como el que tiene la solución para esos y otros problemas que azotarán al mundo antes de su surgimiento como tal.
Si hacemos una investigación retrospectiva respecto al tema del desenvolvimiento económico del mundo en los últimos 50 años, encontraremos que cada vez con más frecuencia y menos intervalos de tiempo entre una y otra, la historia reciente está llena de problemas económicos de magnitudes mundiales como la inflación, la recesión, la inestabilidad de los tipos de cambio, las alzar y bajas de las tasas de interés, las caídas de las bolsas de valores, el incremento de los precios de los productos terminados y la caída de los precios de las materias primas, y en este tiempo, una subida exorbitante en los precios del petróleo y de ciertos productos relacionados con la producción de combustible alternos, la crisis inmobiliaria en los países desarrollados, etc. Todo ello configura una economía mundial volátil, inestable, y por ende, una situación económica del mismo tipo a la que cada una de las personas en el mundo nos tenemos que enfrentar, incluidos los creyentes.
En el momento actual, el incremento desmedido de los precios del petróleo, que aún no ha finalizado, por el hecho de ser una materia prima principal directa o indirecta para la producción y comercialización de casi todos los productos en el mundo, necesariamente, más temprano que tarde, se va a traducir en incrementos sobre el precio de todos los demás artículos, y como el incremento de los ingresos por lo general va más lento que el de los gastos, si no somos cuidadosos en la coyuntura actual, podemos enfrentar problemas que agudicen innecesariamente nuestra situación económica.
La Biblia nos enseña en 1 Cro 12:32, así como en la parábola de las diez vírgenes (Mat 25.1-10) la necesidad de ser entendidos en los tiempos que tenemos por delante, obviamente, para estar preparados para ellos y saber lo que necesitamos hacer en cada caso, antes de que se presenten, y de esa manera poder guiar a nuestros hermanos y a las demás personas para enfrentar con éxito esas situaciones (Jer 15:19) y además de ello, traerlos al Reino y traerle gloria al Rey (Col 3:23). La Palabra de Dios nos enseña, utilizando la hormiga como ejemplo (Prov 6:6-8) a prepararnos antes de la llegada de los problemas, para que nos afecten lo mínimo posible.



PRINCIPIOS PARA ENFRENTAR LA SITUACIÓN.
PRIMERO: un principio fundamental que encontramos en la Palabra de Dios para enfrentar cualquier situación económica problemática es Isa 55:2 ¿Por qué gastáis en lo que no es comida? Ello nos instruye a que el gasto prioritario que debemos hacer, el que debe ocupar el primer lugar en nuestra lista de gastos después de haberle dado el diezmo al Señor (el primer 10%) es el gasto en alimentación. También otro principio que podemos deducir de este pasaje es que necesitamos ser muy cuidadosos en que y como gastamos. Prov 27:23-24 también nos llama al orden y a la priorización en los gastos cuando nos aconseja ser diligentes en conocer el estado de nuestras finanzas por cuanto el dinero y las riquezas no son para siempre, sino que se agotan.
SEGUNDO: para enfrentar cualquier situación económica, sea buena o mala, la mejor forma de hacerlo es ordenada y planificadamente, y para ello es esencial la elaboración del presupuesto, pero no solo la elaboración, sino su cumplimiento, lo más estrictamente posible. En todos los casos, salvo cuando se trate del presupuesto de una persona soltera, sin responsabilidades familiares, la elaboración, revisión, ajuste, modificación, etc., que se haga respecto a él debe ser un trabajo conjunto entre los esposos y al elaborar el presupuesto debemos considerar cuales son todos nuestros gastos periódicos y cuales son esporádicos.
TERCERO: una vez determinados nuestros gastos es necesario priorizarlos en orden de importancia, de los esenciales a los menos esenciales, no de acuerdo a nuestro particular criterio, sino de acuerdo a lo que nos dice la Palabra de Dios y de acuerdo a las necesidades prácticas.
CUARTO: en este sentido, el “gasto” prioritario sobre cualquier otro es el diezmo. Dios nos manda devolverle, como muestra de obediencia, que le manifestamos que la tendríamos cuando declaramos con nuestra boca, creyendo con el corazón que Jesús era el Señor de nuestras vidas (Rom 10:8-10), en primer lugar, el primer 10% de todo lo que El nos da. Y este mandamiento tiene también varios efectos prácticos importantes: en primer lugar, es la señal de que somos confiables para que Dios nos pueda seguir dando; en segundo lugar, constituye una protección para el resto de los ingresos ya que en la Biblia encontramos constantemente el principio de que lo primero protege el resto (Mal 3:10-12); y en tercer lugar, como somos fieles en lo poco, eso nos abre a la posibilidad de una provisión incrementada de Dios (sobre lo mucho).
QUINTO: dentro de la consideración de gastos prioritarios, por lo menos en el último renglón de ellos, necesitamos considerar también cada mes la posibilidad de que se presente una cierta cantidad de gastos imprevistos, que es necesario prever en el presupuesto también, porque de hecho, habrá que hacerlos, y si no los tenemos considerados, vamos a tener que abrir un “hoyo” financiero para cubrir este faltante.
SEXTO: también debemos considerar como gastos prioritarios, en este último renglón que hemos mencionado, los gastos periódicos, que si bien no son cada vez, se presentan cada cierto tiempo, como mantenimientos de aparatos, vehículos, cuotas extraordinarias de algunas cosas, etc., que es mejor irlos juntando poco a poco, cada mes, y no tener que enfrentar el gasto total en un solo mes. Tanto en el caso de los gastos eventuales como de estos periódicos, cuando no sean consumidos, deberán ser ahorrados para enfrentar esos gastos en el futuro.
SEPTIMO: una vez ordenados los gastos y puestos en orden de prioridad, es necesario hacer una revisión de su monto, para evitar gastar más de lo necesario, pero también evitando presupuestar menos de lo que gastamos en realidad. De tal manera que estaremos optimizando los montos para dichos gastos y haciendo las economías donde sea posible. En esta etapa debemos evaluar hasta donde sea posible “apretarnos” en los mismos. Cuando al final de la elaboración de nuestro presupuesto detectemos que hay sobrantes, o reservas, no los asignemos a rubros de gasto, sino más bien a rubros de ahorro o inversión para evitar gastarlos en cosas que no son esenciales. Posteriormente nos puede servir para enfrentar eventualidades que no estaban contempladas en el presupuesto y que de hecho suceden, o bien para efectuar inversiones productivas y rentables que redunden en mejores ingresos futuros.

NOTA: para más información respecto a la elaboración del presupuesto, por favor consultar en esta misma página, el estudio titulado: EL PRESUPUESTO.


27 Abr 2008