Estudio Bíblico

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Prosperidad bíblica.



LA PROSPERIDAD BIBLICA.



Introducción.
Dios es un Dios de bendición y prosperidad (Gen 12:1, Jer 29.11).
Además es un Dios próspero (Sal 24:1, Rom 11:36).
Nosotros, sus hijos e hijas (Jn 1.12), que hemos recuperado la plenitud de Su imagen y semejanza (Gen 1:26-28, Prov 4:18) fuimos diseñados para:
• Ser prósperos.
• Ser de bendición.


Tres niveles de bendición de Dios.
Bendición común o general (Mat 5:45).
Bendición especial (Hch 2:38-39, Jn 1:12).
Bendición plena (Jn 10.10, Mat 6:33, 3 Jn 2).
Todas ellas tienen su contrapartida en la vida eterna (1 Cor 3:14-15).
• La bendición común o general (los que no creyeron) vivirán la eternidad en el infierno.
• Los que solo alcanzaron la bendición especial, vivirán en el cielo pero sin recompensas.
• Los que alcanzaron la bendición plena, vivirán en el cielo con recompensas.


El fundamento de la prosperidad (3 Jn 2, Rom 12:2).
Cambiar nuestra manera de pensar.
Dejar de pensar de la forma como piensa el mundo.
Ver la vida como Dios la ve.
¿Cómo vemos nuestra vida? Usualmente la vemos como una serie de cajitas separadas una de las otras (iglesia, matrimonio, familia, relación con Dios, vida personal, trabajo, etc.).
¿Cómo ve Dios nuestra vida? Todas esas “cajitas” no están separadas la una de la otra, sino en una interrelación constante, una totalidad integrada donde cada una afecta a las demás y viceversa.
• 1 Tes 5.23. Todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo.
• La vida humana: una totalidad.
o Identidad (Prov 23:7).
o Relaciones (Mat 22:36-40).
o Actividades (Gen 2.15, 1:28).


La integralidad de la prosperidad.
3 Jn 2. El desea que seamos prosperados en todas las cosas.
La prosperidad es como Dios quiere, no como nosotros quisiéramos.
La prosperidad en un área repercute en las demás áreas de nuestra vida, así como la falta de prosperidad en una de ellas repercute o afecta a las demás.
La prosperidad de Dios: una totalidad.
• Jn 10:10.
• 3 Jn 2.
• Sal 1:1-3.
• Jos 1:8.


Prosperidad = Shalom.
El mundo define la prosperidad como abundancia de dinero y/o bienes y/o riquezas.
Muchos en el cristianismo piensan de la prosperidad de la misma manera.
Por eso Dios nos instruye a cambiar nuestra manera de pensar y no pensar como el mundo, sino pensar como El piensa (Rom 12.2).
Para Dios la prosperidad es un estado total de bienestar en todas las cosas relacionadas con la vida. Un estado de ánimo (interno) y un ambiente (externo) que manifiesta las características de seguridad, confianza, credibilidad, justicia, identidad, esperanza, equidad, libertad, etc.
En suma, es un estado de bienestar individual, espiritual, moral, social, económico y natural que nos permite llegar a ser todo lo que Dios nos diseñó para ser.


Dios ya hizo todo para que seamos prosperados.
Efe 1:3. Fuimos bendecidos con toda bendición espiritual.
2 Ped 1.3. Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas.
Por lo tanto, nuestra prosperidad, si bien viene de El (es por gracia), depende de nosotros alcanzarla o no.


La base de la prosperidad.
Una correcta relación con Dios (Rom 10:8-10,Prov 10:22, Gal 3:13-14).
El cambio de nuestra manera de pensar, pensar como Dios piensa (3 Jn 2, Rom 12.2).
Obediencia (Jos 1:8, Lev 26:1-13, Deut 6.10-25, Deut 7:10-8:20, Deut 28.1-14).
• Lo que necesitamos dejar de hacer (Santidad, 1 Ped 1:13-16, Heb 12:12-27)
• Lo que necesitamos hacer, por ejemplo, bautismo (Mar 16:16), diezmar y ofrendar (Mat 6:1-4, Mal 3:6-12), orar (Mat 6:5-15, Mat 7:7), adorar (Jn 4:23).


Conclusiones.
No puede haber prosperidad sin obediencia.
No puede haber obediencia sin prosperidad.
No puede haber prosperidad sin Señorío.
La salvación es gratis y es para todos, la prosperidad tiene un precio y es solo para los que estén dispuestos a pagarlo (3 Jn 2).

























09 Mar 2009
Referencia: Prosperidad.