Estudio Bíblico

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Pastores conforme al corazón de Dios.



PASTORES CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS.


Introducción (Jer 3:15).

Y os daré pastores según mi corazón: Todos los que ejercemos el pastorado y el pastoreo (los que ayudan a las pastores) somos la respuesta de Dios al deseo de Su corazón para con su Iglesia, y a la necesidad de sus hijos e hijas.
Que os apacienten con ciencia y con inteligencia: Necesitamos pastorear con ciencia (conocimiento y entendimiento) y con inteligencia (de acuerdo con la voluntad de El, con Su propósito –Efe 4:11-16--, guiados por Su Palabra y por Su Espíritu --Ose 4:6--).



La esencia del oficio pastoral es ser como un padre para las “ovejas”.

Dios es nuestro pastor (Sal 23), pero Su característica fundamental es ser Padre (Jn 1:12, Rom 8:14-16).
El es el Padre de todos los y las creyentes, y nos da el Espíritu de adopción para que tengamos una relación tal con El que podamos llamarle, ya no Dios (relación formal) ni Padre, sino “Papito” (relación personal, íntima, cercanísima).
Cuando Dios nos dice que nos dará pastores conforme a su corazón (Jer 3:15), nos habla de pastores con corazón de padres, no de capataces, no de líderes, no de gerentes, no de predicadores, sino de padres.
Necesitamos asumir el papel de padres que Dios nos ha dado, con todos sus beneficios pero también con todas sus responsabilidades.
No solo el título, también la función.
No como nosotros creemos, sino como El quiere.
Un pastor: en esencia, es un padre espiritual (Ezeq 34:15-16, Sal 23:1-6, 1 Tes 2:5-12) que da su vida por sus hijos e hijas espirituales (Jn 10:1-16).
1 Tes 2:5-12.
 Tiernos como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos.
 Afecto, muy queridos.
 Dar su vida por ellos.
 Entregarles el evangelio y aún sus propias vidas.
 Como un padre.



Características específicas del oficio pastoral (paternidad).

Eze 34:15-16.
Apacentar las ovejas. Instruír, enseñar, cuidar y satisfacer las necesidades de las ovejas (todas las necesidades, directa o indirectamente guiándoles a encontrar los satisfactores para su espíritu, alma y cuerpo.
Las ovejas son seres integrales (espíritu, alma y cuerpo, 1 Tes 5:23) y Dios ha prometido que El suplirá todas las necesidades conforme a sus riquezas en gloria (Fil 4:19), por medio de Su cuerpo o directamente. De hecho, la unción que El nos da es para ello (Luc 4:18.19). Abarca la unción para suplir:
 Las necesidades materiales (pobres),
 Las necesidades emocionales (quebrantados de corazón).
 Las necesidades físicas (dar vista a los ciegos).
 Las necesidades espirituales (libertad a los cautivos).
 Las necesidades sociales (sacar a los presos de la cárcel).
 Las necesidades de identidad, destino y propósito, de ser alguien y hacer algo en la vida (el año agradable del Señor).
Darles aprisco. Un lugar donde estar juntos y ser bendecidos (Sal 133:1-3, Heb 10:25) porque allí seremos afirmados, establecidos, protegidos (Efe 4:11-16) y además, allí enviará El bendición y vida eterna
Buscar la perdida (evangelizar a los no salvos) con firmeza pero con misericordia y amor ante todo.
Hacer volver al redil la descarriada (corregir a la que está mal, disciplinar), con amor.
Vendar la perniquebrada (sanar, restaurar, vendar sus heridas).
Fortalecer la débil (estar a su par mientras se fortalece, cuando está en problemas).
Apacentar con justicia (con la Palabra y guiados por el Espíritu, orando en todo tiempo con ellas, llevándolas en oración delante del trono de la gracia para que hallen gracia y misericordia para el oportuno socorro).


Sal 23:1-4. Jehová es mi pastor.
Es mi Pastor. Implica una relación personal de mutuo conocimiento, no superficial. La oveja necesita conocer a su pastor, y el pastor necesita dejarse conocer por la oveja. Ello implica una relación, no de vista, sino en verdad. No una relación solo de los días de servicio y actividades, sino fuera de la iglesia también.
Nada me faltará. Hace énfasis también sobre la integralidad de la atención a las personas. Como se mencionó en el comentario del pasaje de Ezeq 34:15-16 y en el de Luc 4:18-19, no tienen solo necesidades espirituales, también tienen necesidades materiales, físicas, emocionales, sociales (de relación con otros, de amistad, de ser entendidas, perdonadas, aceptadas, soportadas, etc.).
En lugares de delicados pastos me hará descansar. Brindarles el alimento que necesitan, no cualquier alimento. Ello implica la necesidad de buscar delante de Dios, la Palabra oportuna para compartirles de acuerdo a sus necesidades (Dios las conoce todas, Dios tiene todas las respuestas).
Junto a aguas de reposo me pastoreará. Las ovejas, en el día a día, van siendo lastimadas por las piedras que encuentran en el camino y las espinas de los arbustos que rozan se van quedando prendidas en la lana, y muchas veces en la piel. Si no son tratadas esas lastimaduras, crecen y se pueden volver muy problemáticas para la oveja. Igualmente las personas, en su caminar diario, van recibiendo heridas y lastimaduras, que si no se tratan adecuadamente, pueden volverse más grandes (amargura) e impedirles alcanzar la gracia (bendición) de Dios (Heb 12.14). Necesitan ser limpiadas por la Palabra, ministradas con una Palabra adecuada para su situación particular (otra vez hace énfasis en la relación personal, conocer sus heridas, las espinas que tienen, para arrancárselas y aplicar el agua de la Palabra oportuna para esa lastimadura).
Confortará mi alma: Necesitamos llevarles a las personas paz, ánimo, exhortación, fortaleza (--1 Tes 2:11--), no condenación, culpa, sentimiento de inutilidad (aunque no sean lo que deberían ser, son más de lo que eran anteriormente). Recordarles constantemente lo que Dios dice de ellas (que son más que vencedoras, --Rom 8:37--, que todo lo pueden en Cristo –Fil 4:13--; que son valiosas para Dios, compradas por el precio de la sangre de Cristo; que las circunstancias son temporales y que Dios hace que todas las cosas obren para su bien –Rom 8:28-29--, etc.).
Me guiará por sendas de justicia: el pastor guía, no empuja. Va delante del rebaño, enseñando, marcando el camino que El camina primero (Heb 13:7, Heb 13:17). Nosotros enseñamos por el ejemplo y por la Palabra. Como Jesús. A Jesús las personas le ponían atención porque enseñaba como quién tiene autoridad (Mat 7:29, hacía lo que decía) y no como los fariseos que decían, pero no hacían (Mat 23:3).
Por amor de su nombre: la obra de pastoreo necesita ser hecha con amor y por amor a las personas, no buscando nuestro propio beneficio (avaricia, codicia, reconocimiento, posición, etc. –1 Tes 2:5-6--). Nosotros nos encargamos de las necesidades de ellos, y Dios se encarga de las nuestras. Nuestra provisión para nuestras necesidades personales, familiares y ministeriales, sean espirituales, emocionales, físicas, sociales o materiales, no vienen de la congregación sino de Dios (Fil 4:19). Nosotros fuimos llamados a suplir las necesidades de las personas, no para usar a las personas para suplir nuestras necesidades.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo: En los momentos difíciles, complicados para las personas, necesitamos estar con ellas, a su par, necesitamos infundirles valor, ánimo, fortaleza durante sus momentos de debilidad, problemas, pérdidas, etc., No dejarlos abandonados. Ello implica, otra vez, la necesidad de una relación cercana entre el pastor y las ovejas.
No podemos pastorear de lejos, de vista. Necesitamos involucrarnos en todos los aspectos, ser parte de todos los aspectos, de la vida de las personas.
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Así como las personas necesitan ánimo y fortaleza en sus momentos problemáticos, también necesitan ser corregidas, disciplinadas, formadas, para superar sus malas decisiones, sus errores, sus áreas débiles (Heb 12:6-11). Después del apoyo, de sacarlas del problema inmediato, necesitan el consejo oportuno de la Palabra, para ser afirmadas, establecidas, corregidas (1 Ped 5:10).



Pastorear con dirección, con propósito, tras objetivos concretos.

Efe 4:11-16.
La función pastoral no es solo darle mantenimiento, motivación, soporte o entretención a los que son salvos.
Es llevarlos a desarrollar el señorío de Cristo en todas las áreas (Rom 10:8-10) entendiendo que solo el Señorío es lo que nos hace salvos, y la derivación del Señorío es santidad en toda nuestra manera de vivir (1 Ped 1:13-16).
Es llevarlos (con el apoyo de todos los demás oficios y funciones ministeriales) a través del proceso de ser constituidos en discípulos de Cristo, aplicando todas Sus enseñanzas a todos los aspectos de sus vidas, que el cristianismo se constituya un estilo de vida en todos los aspectos (Mat 28:18-20, 2 Tim 2:2):
 Personal: espíritu, alma y cuerpo.
 Familiar: matrimonio y familia.
 Laboral y financiero.
 Eclesiástico y social.
Esa es una de las razones por las cuales fue constituida la iglesia y sus oficios y funciones: Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, para perfeccionar a los santos para:
La obra del ministerio (reconciliar todas sus áreas de vida con Cristo, que Jesús sea Señor en todas ellas y en todas sus actividades, 1 Cor 5:17-18, Efe 1:9-10, Col 1:18-20)
La edificación del Cuerpo de Cristo (el fortalecimiento de la iglesia local, de la iglesia regional y de la iglesia universal mediante su servicio y ministerio, procurar la unidad a pesar de las diferencias doctrinales secundarias, alrededor de la Palabra de Dios como la Palabra infalible de Dios; --Jn 17:11-23--).
La unidad de la fe (el conocimiento y aplicación de las doctrinas básicas esenciales que nos unen a toda la Iglesia) y del conocimiento del Hijo de Dios (conocimiento de Dios, relación, intimidad, oración, acción de gracias, alabanza, adoración, etc.).
Un varón perfecto (carácter como el de Cristo, Rom 8:28-29), a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (servicio y ministerio como el de Cristo, Jn 13:15).
Que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina (2 Tes 2.15)
Seguir la verdad en amor (1 Cor 12, 13 y 14).
Crecer en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
Un cuerpo, bien concertado y unido entre sí (Jn 17.11-23).
Ayuda mutua según la actividad propia de cada miembro (1 Cor 12, Ecle 4:9-12).



Resultados de la labor pastoral bien hecha (Sal 23.5-6).

Como resultado de nuestra función pastoral, las ovejas van a experimentar muchas cosas que serán nuestra recompensa terrenal, mientras llega nuestra recompensa eterna que nos dará el Príncipe de los Pastores cuando El venga (1 Ped 5:4):
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores. No solo les acompañamos en sus momentos difíciles, también en sus momentos de victoria, celebramos con ellos sus victorias, sus salidas de los momentos problemáticos de la vida (1 Cor 1:3-7, Ecle 3:4, Rom 12:15, 1 Cor 12:26).
Unges mi cabeza con aceite. Como el padre comparte todo con sus hijos (así debería ser, naturalmente), así el pastor comparte todo lo que ha recibido de Dios con sus ovejas y nos gozamos con ellos de ver como lo ponen en práctica y como van creciendo en ello a través de lo que Dios hace en sus vidas y a través de ellos ministrando a otros. Ello implica unción, revelación, dones, visión y hasta recursos económicos y materiales (con sabiduría y dirección del Espíritu Santo) (Isa 59:21, Luc 15:22-23).
Sus copas estarán rebosando. Tendrán gozo, madurez, crecimiento, vidas restauradas, transformadas, servirán a los demás compartiendo lo que han recibido de Dios (dando de gracia lo que de gracia han recibido, --Mat 10:8--).
Ciertamente el bien y la misericordia les seguirán todos los días de sus vidas. Veremos sus vidas y las de sus familias caminando en bendición, restaurados ya no solo como personas sino también como familias: unidad, amor, comprensión, bendición en todos los órdenes de la vida (Jn 10:10b, 3 Jn 2, Sal 1.1-3, Jos 1:8, Deut 28.1-14).
En la casa de Jehová morarán por largos días. Ello tiene dos implicaciones: una terrenal y otra eterna. La terrenal: que permanecerán con nosotros; así como los hijos no cambian de casa paterna, aunque establezcan su propia familia, siguen siendo miembros de la casa. Así los hijos espirituales, aunque sean enviados a trabajar en otra obra o a establecer su propia familia espiritual, no nos dejarán. La eterna: habitarán al abrigo del Altísimo y bajo la sombra del Omnipotente y caminarán en victoria permanente (Sal 91).

07 Dic 2009