Estudio Bíblico

Inicio > Estudio

Trato injusto, falsa acusación y víctima inocente.



Trato injusto, falsa acusación y víctima inocente.



Introducción.

José recibió un trato injusto por parte de su familia.
Sin buscarlo él, era el favorito de su padre (Gen 37:3).
Sin buscarlo él, recibió una palabra profética de Dios sobre él y sus hermanos.
Por la competencia entre hermanos y el rechazo (Gen 37:4-5, Gen 37:11, Gen 37:18-20), decidieron venderlo como a un esclavo (Gen 37:28).

Luego, por no ceder a las tentaciones de la esposa de Potifar, paró encarcelado (Gen 39:1-20)



¿Por qué? (Hch 17:26-28).
Fué llevado a Egipto porque allí era el lugar donde Dios cumpliría Su propósito para Él.
Fué llevado a la cárcel porque allí se encontraría con el hombre que Dios usaría para promoverlo.
Nuestros caminos no son los caminos de Dios (Isa 55:8-9), y lo justo para Dios no necesariamente es igual a lo justo para nosotros.
A veces, por cuestiones que ignoramos y para lograr un fin mayor y mejor, El permite que personas inocentes reciban un trato injusto en sus vidas, por razones tan profundas e insondables, que nosotros no somos capaces de comprender.
Pero El sabe lo que hace; sigue siendo Santo, sigue siendo Justo, sigue siendo Bueno, sigue amándonos, aunque nosotros no lo podamos entender.



¿Que fué lo que sostuvo a José en medio de la injusticia?

José no merecía la cárcel, pero reaccionó muy bien a ella.
El había recibido un sueño profético acerca del propósito de Dios para su vida (Gen 37:5-10), y lo creyó (Heb 11:1).
En medio de sus tribulaciones, El sabía que lo que Dios había dicho, lo cumpliría (Num 23.19, Hab 2:2-4).
Sabía que lo que Dios iniciaba (la visión) era porque ya lo había completado (el cumplimiento) (Prov 19.21),
El se sostuvo como viendo al Invisible (Heb 11:27), creyó en esperanza contra esperanza (Rom 4:18), llamando a lo que no era como si fuera (Rom 4:17).
Lo primero y más importante en su vida, sin importar las circunstancias, era su vital e invariable relación con El Señor (El Señor estaba con él, Gen 39.2, Gen 39:21, Gen 39:23).

Como sin fe es imposible agradar a Dios y El es galardonador de los que le buscan (Heb 11.6).
El Señor estaba con José (Gen 39.2, Gen 39:21, Gen 39.23).
Como El Señor estaba con José, el Señor, en medio de las situaciones injustas que José estaba enfrentando, lo prosperó.
José prosperó en medio de las circunstancias más opuestas a la prosperidad (la esclavitud y la cárcel).
Nada es imposible para Dios, para que El cumpla Su Palabra y Sus propósitos en nosotros (Luc 1.37).



Como resultado de la actitud de José:

En medio de sus circunstancias, él consoló a otros que estaban en la misma situación (2 Cor 1:4).
Es impresionante la frecuencia con que Dios junta a las personas que han tenido o que están teniendo experiencias parecidas para alentarse, animarse y ministrarse mutuamente.
Muchas veces, la mejor ministración cuando estamos sufriendo es ministrar a otros en similar situación.
Dios nos habla y nos da las respuestas que necesitamos o nos ayuda a ver las cosas más claras o nos desenfoca de un punto de vista cerrado o ensimismado.
Esto puso de manifiesto la capacidad de José de pensar más allá de sus problemas y necesidades inmeditas para ministrar misericordia a los demás.
Una de las cosas hermosas en cuanto a la actitud correcta es que con ella, cada día es un buen día, independientemente de las circunstancias. Es el día que Dios hizo para que nosotros nos alegremos en El (Sal 118:24).

Dios lo utilizó de un modo estratégico y significativo (Gen 45.5).

Dios cumplió Su propósito en El (Sal 138:8).



Conclusiones.
Podemos estar sufriendo un trato injusto, una acusación falsa o ser víctimas inocentes de los problemas de otras personas, y ser todo ello incomprensible para nosotros. No somos los primeros ni los últimos a quienes les pasará a pesar de estar en una buena relación con el Señor.
El hecho de que nosotros no lo comprendamos no implica que Dios no lo comprenda y que El no esté obrando en medio de esas circunstancias a favor de nosotros.
Lo que necesitamos en esos momentos es incrementar nuestra fe y comunión con El, verlo a El más que a nuestras circunstancias, y sostenernos en Su Palabra y Sus promesas.
Hacer nuestro mejor esfuerzo y lo mejor que esté a nuestra mano en medio de esas circunstancias para que Dios sea glorificado en ello.
Y esperar el momento en que Dios nos levantará y cumplirá Su propósito en nosotros.
Si Dios le dio gracia a José y lo prospero en medio de las circunstancias más adversas que nos pudiéramos imaginar, si Dios cumplió la visión de José aún cuando parecía que en lugar de acercarse a ella más se alejaba, si Dios lo hizo con José, lo hará con nosotros porque igualmente somos Sus hijos, nos ama, y El no hace acepción de personas.




22 Ene 2010
Referencia: Problemas.