Madurez espiritual.
Nota del Hno. Frank Cañas.
En los caminos de Dios, existen líderes que alcanzan un mayor éxito que otros, y siempre asociamos el éxito obtenido al precio pagado para llegar a ese logro. Pero muy pocas veces asociamos el éxito, a la actitud con que se ha enfrentado el fracaso y/o los ataques y rechazos, sin la cual es imposible alcanzarlo. Y la actitud con la cual enfrentamos los fracasos, es fruto de la madurez obtenida a través del cambio y los procesos.
Los líderes efectivos y de impacto, son aquellos que tienen pasión y deseo de seguir creciendo. No se conforman con el nivel en que están y siempre tienen una meta de crecimiento. Continuamente buscan una fuente de donde alimentarse, para desarrollarse y madurar. El nivel de madurez y crecimiento que un líder tenga es lo que va a determinar la clase de personas que atraerá hacia su ministerio y/u organización.
Dios no esta interesado en nuestra comodidad, EL esta más interesado en nuestra Madurez Espiritual.
Mateo 5:48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.
La palabra “perfecto” proviene de la palabra griega “telio” que significa “maduro”, completo, terminado. El propósito final de Dios es llevarnos a la madurez, a la estatura del Hijo de Dios. La palabra “perfecto” no significa sin defectos, significa “Maduro”.
QUE ES LA MADUREZ?
Es la habilidad de soportar y recibir tanto críticas, rechazos y ofensas, como halagos y admiración de las personas, sin que nos afecte.
También podemos decir que la madurez es la habilidad de conocer nuestra identidad en Dios, sin sentirnos inseguros u ofendidos porque otros tengan mayor éxito, unción, talento, habilidades, dones, virtudes, o simplemente piensen diferente a nosotros.
La madurez es el producto de conocer nuestro propósito o llamado de Dios para nuestra vida y de conocer quienes somos en El.
La madurez consiste en tener seguridad en el corazón por lo que somos y no por lo que poseemos. Pero hay líderes que basan su seguridad en una posición en el trabajo o en el ministerio que desempeñan, y no en el dador del trabajo y ministerios.
La madurez esta en aceptar diferentes opiniones, puntos de vista, caracteres y personalidades, sin sentirnos ofendidos o inseguros porque alguien tome nuestra posición.
Galatas 4:1-2 “Pero también digo: entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor en todo, sino que esta bajo tutores y administradores hasta el tiempo señalado”.
Una de las razones por la cuales Dios no nos puede confiar su herencia, es porque todavía somos niños espiritualmente. Por ejemplo, si Tu eres un Padre de Familia, no le darías un arma a tu hijo de 5 años; O si posees mucho dinero, no se lo puedes heredar a tu hijo antes de tiempo, pues no sabría que hacer con el, y lo mal gastaría. Por lo tanto tenemos que esperar a que crezca y madure.
Dios, Nuestro Padre, quiere darnos su Herencia, su Unción, su Autoridad, su Poder y sus Riquezas, pero si no estamos suficientemente maduros para recibirlas, todo eso nos conducirá a nuestra propia destrucción. Por eso es importante tomar la decisión de crecer y madurar, para disfrutar de todas las bendiciones de Dios.
El crecimiento personal es una decisión, y es personal. No es un proceso automático, sino planificado. Tu mismo eres quien decide madurar y crecer espiritualmente. Dios no puede tomar esa decisión por ti. Durante el proceso de crecimiento, Dios hace su parte y nosotros debemos hacer la nuestra. Las decisiones presentes determinan nuestra condición futura. Y el secreto de tu futuro esta escondido en tu agenda diaria.
Existen 5 diferentes etapas en la madurez de todo Líder:
1.Bebe Espiritual; 2.Niño Espiritual; 3.Adolescente Espiritual; 4.Adulto Espiritual; 5.Maduro Espiritual
1. El Bebe Espiritual: Es alguien que es inmaduro e infantil en su manera de hablar y actuar. Es movido y agitado emocionalmente por las circunstancias. Es una persona que no tiene ninguna resistencia, ninguna fuerza o fortaleza espiritual. No tiene fundamento sólido (Hebreos 5:13). Que se ofende fácilmente (Juan 6:60-61). Se le engaña fácilmente pues no tiene discernimiento espiritual ni fundamento bíblico (Efesios 4:14). Bebe leche y no alimento sólido. Es celoso y contencioso (1ª Corintios 3:1)
2. El Niño Espiritual: Es una persona que tiene voluntad propia, pero que es inmaduro en su conducta y su manera de hablar. No tiene control sobre su lengua. Amigo del mundo. De doble animo (Santiago 1: 6-8) y sin discernimiento espiritual, pues juzga sin pensar (1ª Corintios 13:11). Se conforma solamente con los rudimentos de la Palabra (Hebreos 5:12-14). Es la etapa de la independencia, pues comienza a alimentarse por si solo, y ya no depende más de la madre. Solamente se le puede dar responsabilidades a ser cumplidas bajo la supervisión de otro, Y sin darle autoridad, pues puede herir a otros.
3. El Adolescente Espiritual: Esta es la etapa donde Dios comienza a usarlo con sus dones, y como Dios lo usa, cree que esta listo para el ministerio. No se someten y se rebelan cuando son corregidos. Son susceptibles al orgullo (Números 12:1-2). Ponen primero los dones antes que el carácter (Los dones se nos han sido dados, pero el carácter es desarrollado Lucas 10:17). Tienen un Espíritu de Independencia, pues no pueden trabajar en equipo. No buscan el lugar apropiado para servir, sino donde se les pueda dar una posición. Son los que dividen la Iglesia.
4. El Adulto Espiritual: Este ha alcanzado ya cierta madurez espiritual en el grado en que esta listo para ponerse en posición. Esta listo para que se le confié autoridad y responsabilidad. Esta listo para recibir la herencia del Padre (Romanos 8:14-16). Ha llegado a la madurez en la cual le permitirá al Padre enviarlo, y no herirá a otros. Sabe oír la voz de Dios (Romanos 8:14-16). Esta muerto a la alabanza y a la critica (Romanos 12:3). Es maduro y sabio (1ª Corintios 2:6). Lleva mucho fruto (Mateo 7:15-20). Conoce bien su identidad en Cristo. No se ofende fácilmente y es prudente en su manera de pensar. Es pronto para oír y tardo para hablar. Ha desarrollado el carácter de Cristo (Galatas 5:22). Se sustenta de alimentos sólidos (Hebreos 5:14). Tiene revelación directa de Dios, pues EL habla directo a su corazón. Honra siempre a sus líderes espirituales (con su vocabulario, financieramente y con su servicio). Es estable emocionalmente (Tito 1:8). Sabe tomar lo bueno y desechar lo malo; No critica, pues sabe que puede causar división (Romanos 12:9). Sabe actuar y reaccionar cuando esta bajo presión.
5. El Maduro Espiritual: Esta es la etapa de la sabiduría, y solamente la alcanzamos cuando hemos caminado con Dios durante mucho tiempo. Nadie lo ha logrado de la noche a la mañana. Esta es la etapa de la Paternidad. Una de las razones por las cuales los líderes potenciales no se han desarrollado, es por la falta de Padres en el cuerpo de Cristo. Tenemos muchos Pastores, evangelistas, maestros y profetas, pero muy pocos con un corazón de Padre, y eso nos hace entender que falta madurez en el cuerpo de Cristo. Esta es la etapa en que se tiene un gran anhelo de reproducirse en otros. Ha llegado a ser un Mentor. Entiende que para que haya fruto, debe invertirse mucho en un discípulo, y hacerlo por largo tiempo. Equipa a otros. Es una fuente de información, conocimiento y oración. Nutre emocional, verbal y físicamente a sus hijos y sus discípulos. (Efesios 5:29). Es un progenitor: lo cual significa que todo lo que salga de sus lomos, llevara su misma calidad de vida. Corrige y sabe Disciplinar. Alimenta, protege (Génesis 2:15) y provee (1ª Timoteo 5:8).
En mi corazón creo fielmente que lo más importante es que cada uno de nosotros sea desafiado a llegar al máximo nivel de madurez espiritual posible, que es lo que el Señor desea. Dios desea confiarnos toda su herencia, pero para eso, tenemos que ser maduros.
Alguien se preguntará: como lo hacemos?
Comienza por el principio. Toma una Decisión de crecer y madurar. Empieza ahora mismo y no mañana. Según el nivel de insatisfacción que tengas, así será la pasión que tendrás por crecer hoy. Sino estas satisfecho en el nivel en el que te encuentras ahora, ni tampoco estas conforme con el crecimiento de hoy, busca mas, se enseñable, paga el precio, se dispuesto a que te corrijan para que puedas crecer. Toma la decisión de hacer cambios drásticos en tu vida. Empieza contigo mismo.
AHORA… En el momento en que te conformes con el nivel en que te encuentras, en ese mismo instante, dejas de crecer; es decir, se detiene el crecimiento de tu ministerio, de tu familia, de tu liderazgo, entre otros. Busca un ambiente de crecimiento, busca líderes que tengan visión y que tengan objetivos definidos. Déjate influenciar por ellos. Acércate a líderes que sepan más que tú, que han ido a donde tú no has ido. Que tienen mayor éxito que tú, para que te desafíen a llegar a otro nivel. Camina con personas que hablan un idioma positivo de avance y de metas grandes en Dios.
Ten siempre la mentalidad de un “discípulo”, es decir, alguien que esta aprendiendo continuamente. Hay personas que dejan de crecer porque perdieron su mentalidad de aprendiz. En el crecimiento, decide estar dispuesto a recibir corrección y disciplina. Si un líder no puede recibir corrección y disciplina cuando se equivoca, no puede madurar ni crecer espiritualmente. Debemos saber que, ser disciplinado y corregido, es una bendición que nos conduce a madurar y crecer en el Señor. Recuerda que la madurez es un proceso, no un evento. Comienza ahora mismo, pues lo que tú decidas hoy, es lo que serás mañana.
En los caminos de Dios, existen líderes que alcanzan un mayor éxito que otros, y siempre asociamos el éxito obtenido al precio pagado para llegar a ese logro. Pero muy pocas veces asociamos el éxito, a la actitud con que se ha enfrentado el fracaso y/o los ataques y rechazos, sin la cual es imposible alcanzarlo. Y la actitud con la cual enfrentamos los fracasos, es fruto de la madurez obtenida a través del cambio y los procesos.
Los líderes efectivos y de impacto, son aquellos que tienen pasión y deseo de seguir creciendo. No se conforman con el nivel en que están y siempre tienen una meta de crecimiento. Continuamente buscan una fuente de donde alimentarse, para desarrollarse y madurar. El nivel de madurez y crecimiento que un líder tenga es lo que va a determinar la clase de personas que atraerá hacia su ministerio y/u organización.
Dios no esta interesado en nuestra comodidad, EL esta más interesado en nuestra Madurez Espiritual.
Mateo 5:48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.
La palabra “perfecto” proviene de la palabra griega “telio” que significa “maduro”, completo, terminado. El propósito final de Dios es llevarnos a la madurez, a la estatura del Hijo de Dios. La palabra “perfecto” no significa sin defectos, significa “Maduro”.
QUE ES LA MADUREZ?
Es la habilidad de soportar y recibir tanto críticas, rechazos y ofensas, como halagos y admiración de las personas, sin que nos afecte.
También podemos decir que la madurez es la habilidad de conocer nuestra identidad en Dios, sin sentirnos inseguros u ofendidos porque otros tengan mayor éxito, unción, talento, habilidades, dones, virtudes, o simplemente piensen diferente a nosotros.
La madurez es el producto de conocer nuestro propósito o llamado de Dios para nuestra vida y de conocer quienes somos en El.
La madurez consiste en tener seguridad en el corazón por lo que somos y no por lo que poseemos. Pero hay líderes que basan su seguridad en una posición en el trabajo o en el ministerio que desempeñan, y no en el dador del trabajo y ministerios.
La madurez esta en aceptar diferentes opiniones, puntos de vista, caracteres y personalidades, sin sentirnos ofendidos o inseguros porque alguien tome nuestra posición.
Galatas 4:1-2 “Pero también digo: entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor en todo, sino que esta bajo tutores y administradores hasta el tiempo señalado”.
Una de las razones por la cuales Dios no nos puede confiar su herencia, es porque todavía somos niños espiritualmente. Por ejemplo, si Tu eres un Padre de Familia, no le darías un arma a tu hijo de 5 años; O si posees mucho dinero, no se lo puedes heredar a tu hijo antes de tiempo, pues no sabría que hacer con el, y lo mal gastaría. Por lo tanto tenemos que esperar a que crezca y madure.
Dios, Nuestro Padre, quiere darnos su Herencia, su Unción, su Autoridad, su Poder y sus Riquezas, pero si no estamos suficientemente maduros para recibirlas, todo eso nos conducirá a nuestra propia destrucción. Por eso es importante tomar la decisión de crecer y madurar, para disfrutar de todas las bendiciones de Dios.
El crecimiento personal es una decisión, y es personal. No es un proceso automático, sino planificado. Tu mismo eres quien decide madurar y crecer espiritualmente. Dios no puede tomar esa decisión por ti. Durante el proceso de crecimiento, Dios hace su parte y nosotros debemos hacer la nuestra. Las decisiones presentes determinan nuestra condición futura. Y el secreto de tu futuro esta escondido en tu agenda diaria.
Existen 5 diferentes etapas en la madurez de todo Líder:
1.Bebe Espiritual; 2.Niño Espiritual; 3.Adolescente Espiritual; 4.Adulto Espiritual; 5.Maduro Espiritual
1. El Bebe Espiritual: Es alguien que es inmaduro e infantil en su manera de hablar y actuar. Es movido y agitado emocionalmente por las circunstancias. Es una persona que no tiene ninguna resistencia, ninguna fuerza o fortaleza espiritual. No tiene fundamento sólido (Hebreos 5:13). Que se ofende fácilmente (Juan 6:60-61). Se le engaña fácilmente pues no tiene discernimiento espiritual ni fundamento bíblico (Efesios 4:14). Bebe leche y no alimento sólido. Es celoso y contencioso (1ª Corintios 3:1)
2. El Niño Espiritual: Es una persona que tiene voluntad propia, pero que es inmaduro en su conducta y su manera de hablar. No tiene control sobre su lengua. Amigo del mundo. De doble animo (Santiago 1: 6-8) y sin discernimiento espiritual, pues juzga sin pensar (1ª Corintios 13:11). Se conforma solamente con los rudimentos de la Palabra (Hebreos 5:12-14). Es la etapa de la independencia, pues comienza a alimentarse por si solo, y ya no depende más de la madre. Solamente se le puede dar responsabilidades a ser cumplidas bajo la supervisión de otro, Y sin darle autoridad, pues puede herir a otros.
3. El Adolescente Espiritual: Esta es la etapa donde Dios comienza a usarlo con sus dones, y como Dios lo usa, cree que esta listo para el ministerio. No se someten y se rebelan cuando son corregidos. Son susceptibles al orgullo (Números 12:1-2). Ponen primero los dones antes que el carácter (Los dones se nos han sido dados, pero el carácter es desarrollado Lucas 10:17). Tienen un Espíritu de Independencia, pues no pueden trabajar en equipo. No buscan el lugar apropiado para servir, sino donde se les pueda dar una posición. Son los que dividen la Iglesia.
4. El Adulto Espiritual: Este ha alcanzado ya cierta madurez espiritual en el grado en que esta listo para ponerse en posición. Esta listo para que se le confié autoridad y responsabilidad. Esta listo para recibir la herencia del Padre (Romanos 8:14-16). Ha llegado a la madurez en la cual le permitirá al Padre enviarlo, y no herirá a otros. Sabe oír la voz de Dios (Romanos 8:14-16). Esta muerto a la alabanza y a la critica (Romanos 12:3). Es maduro y sabio (1ª Corintios 2:6). Lleva mucho fruto (Mateo 7:15-20). Conoce bien su identidad en Cristo. No se ofende fácilmente y es prudente en su manera de pensar. Es pronto para oír y tardo para hablar. Ha desarrollado el carácter de Cristo (Galatas 5:22). Se sustenta de alimentos sólidos (Hebreos 5:14). Tiene revelación directa de Dios, pues EL habla directo a su corazón. Honra siempre a sus líderes espirituales (con su vocabulario, financieramente y con su servicio). Es estable emocionalmente (Tito 1:8). Sabe tomar lo bueno y desechar lo malo; No critica, pues sabe que puede causar división (Romanos 12:9). Sabe actuar y reaccionar cuando esta bajo presión.
5. El Maduro Espiritual: Esta es la etapa de la sabiduría, y solamente la alcanzamos cuando hemos caminado con Dios durante mucho tiempo. Nadie lo ha logrado de la noche a la mañana. Esta es la etapa de la Paternidad. Una de las razones por las cuales los líderes potenciales no se han desarrollado, es por la falta de Padres en el cuerpo de Cristo. Tenemos muchos Pastores, evangelistas, maestros y profetas, pero muy pocos con un corazón de Padre, y eso nos hace entender que falta madurez en el cuerpo de Cristo. Esta es la etapa en que se tiene un gran anhelo de reproducirse en otros. Ha llegado a ser un Mentor. Entiende que para que haya fruto, debe invertirse mucho en un discípulo, y hacerlo por largo tiempo. Equipa a otros. Es una fuente de información, conocimiento y oración. Nutre emocional, verbal y físicamente a sus hijos y sus discípulos. (Efesios 5:29). Es un progenitor: lo cual significa que todo lo que salga de sus lomos, llevara su misma calidad de vida. Corrige y sabe Disciplinar. Alimenta, protege (Génesis 2:15) y provee (1ª Timoteo 5:8).
En mi corazón creo fielmente que lo más importante es que cada uno de nosotros sea desafiado a llegar al máximo nivel de madurez espiritual posible, que es lo que el Señor desea. Dios desea confiarnos toda su herencia, pero para eso, tenemos que ser maduros.
Alguien se preguntará: como lo hacemos?
Comienza por el principio. Toma una Decisión de crecer y madurar. Empieza ahora mismo y no mañana. Según el nivel de insatisfacción que tengas, así será la pasión que tendrás por crecer hoy. Sino estas satisfecho en el nivel en el que te encuentras ahora, ni tampoco estas conforme con el crecimiento de hoy, busca mas, se enseñable, paga el precio, se dispuesto a que te corrijan para que puedas crecer. Toma la decisión de hacer cambios drásticos en tu vida. Empieza contigo mismo.
AHORA… En el momento en que te conformes con el nivel en que te encuentras, en ese mismo instante, dejas de crecer; es decir, se detiene el crecimiento de tu ministerio, de tu familia, de tu liderazgo, entre otros. Busca un ambiente de crecimiento, busca líderes que tengan visión y que tengan objetivos definidos. Déjate influenciar por ellos. Acércate a líderes que sepan más que tú, que han ido a donde tú no has ido. Que tienen mayor éxito que tú, para que te desafíen a llegar a otro nivel. Camina con personas que hablan un idioma positivo de avance y de metas grandes en Dios.
Ten siempre la mentalidad de un “discípulo”, es decir, alguien que esta aprendiendo continuamente. Hay personas que dejan de crecer porque perdieron su mentalidad de aprendiz. En el crecimiento, decide estar dispuesto a recibir corrección y disciplina. Si un líder no puede recibir corrección y disciplina cuando se equivoca, no puede madurar ni crecer espiritualmente. Debemos saber que, ser disciplinado y corregido, es una bendición que nos conduce a madurar y crecer en el Señor. Recuerda que la madurez es un proceso, no un evento. Comienza ahora mismo, pues lo que tú decidas hoy, es lo que serás mañana.
30
Ago
2010