Estudio Bíblico

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Módulo 101. La Biblia.



Tema No. 12. La predicación o mensaje textual.



Objetivos de la enseñanza.
Seguir acrecentando nuestro entendimiento de la importancia y necesidad de compartir la Palabra de Dios con otros.
Incrementar nuestro aprendizaje acerca de los principios fundamentales para poder compartir la Palabra eficazmente con otras personas, principalmente en lo referente a la predicación.
Perder el temor natural y espiritual a compartir y predicar la Palabra de Dios con otras personas.
Aprender y familiarizarnos con las técnicas principales que implican la preparación de una enseñanza y/o predicación textual.



Definición.
Es el tipo de mensaje que consiste en el análisis y exposición de una porción breve de la Escritura, por lo general, un solo versículo o texto.



Ventajas.
Evita perdernos en el tema a exponer, al estar limitados a un texto y contexto concretos.
El mensaje es obviamente bíblico al estar arraigado en un texto bíblico. No se están presentando las ideas propias del predicador, sino lo que Dios tiene que decir sobre el asunto.
Es un mensaje ungido derivado de que Dios unge y confirma Su Palabra (Mat 16:20), lo que además, le imparte una seguridad adicional al predicador.
Ayuda a fijar y recordar el mensaje en la mente de los oyentes.



Condiciones que facilitan la escogencia del texto.
Leer la Biblia regularmente. Implica desarrollar buenos hábitos diarios de lectura de la Biblia. La Biblia se va a revelar en mayor grado a aquellos que la aman, la disfrutan, se apasionan con ella.
Estudiar la Biblia regularmente. Una lectura eficaz de la Biblia no implica solo la lectura en sí, sino que también incluye el meditar diligentemente sobre las cosas que se leen, verlas desde cada punto de vista posible, analizarlas. Y no solo una vez, sino volviéndolas a traer a la mente una y otra vez para volverlas a analizar, meditar y ponderar, hasta que consideremos que hemos agotado la consideración del tema. Cuanto más llenamos nuestra mente con la Palabra de Dios y las meditaciones bíblicas, más cosas tendrá disponibles el Espíritu Santo para sacar de nosotros cuando se presente la oportunidad de compartir la Palabra (Jn 14:26). Para que el Espíritu Santo puede recordarnos la Palabra que Jesús enseñó, y en general, cualquier Escritura, necesitamos primeramente tenerlas dentro.
Tener siempre a mano una libreta de notas para anotar todas aquellas cosas que el Espíritu nos vaya revelando y/o las cosas que nosotros vayamos encontrando y/o pensando acerca de lo que hemos leído.
Mantener una actitud de comunicación con Dios. El anhela revelarnos Su verdad, por lo cual espera corazones hambrientos y atentos que puedan reconocer y discernir Su voz, para compartir Sus secretos.
Buscar la iluminación del Espíritu Santo. El estudio eficaz de la Palabra es un estudio combinado resultado de la iluminación del Espíritu Santo y de las habilidades humanas. Por ello, no solo debemos usar todas nuestras habilidades humanas, sino buscar y anhelar también la iluminación que el Espíritu Santo trae a nuestro espíritu y corazón sobre las cosas de Dios.



El texto debe ser:
Un texto cuya utilización este en armonía con lo que toda la Biblia enseña (un texto sin un contexto puede convertirse en un pretexto).
Debería contener en sí mismo una declaración completa de la verdad.
Debe contener una declaración breve y razonable de la Escritura exponiendo adecuadamente, en forma resumida, para los oyentes, una idea concreta del área de la verdad que se les va a presentar.



Nuestro estudio del texto.
Familiarizarnos bien con el texto: considerarlo en nuestro corazón, meditar en él, repetirlo para nosotros mismos, memorizarlo.
Determinar su lenguaje, si tiene que ser tomado literalmente o debe ser entendido en sentido figurado.
Analizar su mensaje, dividiendo el texto en tres o cuatro partes principales y descubriendo en la mayor medida de lo posible todo lo que contiene y lo que quiere enseñar.
Investigue las palabras utilizadas en la traducción lo mejor posible, utilizando una concordancia, un diccionario, y si es posible, una concordancia que también nos muestre cuál es la palabra utilizada en el idioma original y todos los significados posibles de ella.
Descubrir que es lo que esta tratando de comunicar el pasaje en última instancia.



Considerar el contexto en todas las formas posibles.
El contexto bíblico: analizar en pasaje, en primera instancia, a la luz de las porciones anteriores y posteriores del texto; posteriormente, de todo el libro del que procede, y finalmente, con el mensaje de toda la Biblia (2 Tim 3:16).
El contexto cultural: tratar de determinar si los eventos del momento tuvieron alguna influencia especial en lo que se dijo para el momento en que se escribió.
El contexto socio-político-económico y religioso: tratar de determinar si el contexto social en el cual se escribió un texto tuvo alguna influencia sobre lo que se dice.
Este contexto es especialmente importante considerarlo, principalmente en lo referente a los profetas y a las enseñanzas de Jesús que estuvieron particularmente enfocadas en tratar sobre aspectos relevantes del mismo.



Preguntas de autoevaluación.
Defina en sus propias palabras las principales características de una exposición, enseñanza o predicación textual y cuatro ventajas de ella.
¿En que se diferencia la enseñanza textual de las enseñanzas temáticas?
¿En que se diferencia la enseñanza textual de las enseñanzas expositivas?
¿En que se diferencia la enseñanza textual de las enseñanzas analíticas?
¿Cuáles son las cinco condiciones previas que facilitan la escogencia de la enseñanza textual?
¿Cuáles son las tres características que debe llenar el texto a enseñar?
Mencione cinco técnicas para estudiar el texto que será el tema de la enseñanza textual.
¿Cuales son los tipos de contexto que es relevante considerar cuando estudiamos pasajes de la Biblia?
¿Por qué es importante, en sus propias palabras, considerar cada uno de esos contextos?

10 Sep 2010