La formación de líderes
UNA PRIORIDAD DE LA IGLESIA: LA FORMACIÓN DE LÍDERES.
OBJETIVOS DE LA ENSEÑANZA.
Que el creyente entienda que la Iglesia no es solamente una formadora de creyentes, sino principalmente, una formadora de líderes (reyes y sacerdotes) en servicio para la transformación de su entorno y que su vida como creyente está diseñada para ser transformarlo en un agente de cambio para el establecimiento del Reino de Dios en todos los entornos que abarca su vida y en un prácticamente de la justicia de Dios en todas sus relaciones.
FORMACIÓN DE LÍDERES.
2 Cro 7:14: la sanidad de la tierra depende de la iglesia, de que la iglesia enderece sus caminos, de que la iglesia convierta al mundo y ella no se convierta al mundo (Jer 15:19), lo que implica cambiar y transformar el mundo.
EL PROPÓSITO DE DIOS PARA LOS CREYENTES ES, ENTRE OTROS, EL QUE ASUMEN LIDERAZGO.
• Mat 5:13-16: luz del mundo y sal de la tierra.
• Reyes y sacerdotes (Apo 1:5-6).
• Ministros (2 Cor 5:18).
• Discipuladores (Mat 28:18-20).
LA IGLESIA DEBERÍA SER LA MEJOR ESCUELA DE LIDERAZGO SOBRE LA FAZ DE LA TIERRA.
Jesús, nuestro modelo (Mar 10:42-45).
Un liderazgo con principios y valores: primero Dios, después los demás (Mat 22:36-40), finalmente yo.
Un liderazgo con poder (Hch 1:8).
Un liderazgo con visión y dirección (Prov 29:18).
Un liderazgo que tiene la clave para cambiar el corazón.
DOS TIPOS DE LIDERAZGO.
El liderazgo de la carne: nuestros intereses, nuestra agenda, nuestro ministerio, nuestro nombre, nuestros objetivos.
El liderazgo del espíritu: los intereses, agenda, ministerio, Nombre y objetivos de Dios. Este es el tipo de liderazgo que la Iglesia debe formar, un liderazgo para establecer el Reino de Dios y su justicia.
ALCANCE DEL LIDERAZGO.
Iglesia: es generalmente es nuestro único interés.
Áreas de liderazgo que necesitamos trabajar: en la familia, en el trabajo, social, económico, educativo, científico, etc.
EL POTENCIAL DEL LIDERAZGO.
El potencial para el liderazgo en todos los campos de la vida existe en cada creyente que esté presente en ese campo: luz del mundo.
El potencial para el liderazgo transformador existe en cada creyente: levadura (Mat 13:33, Rom 8:19-21).
Ese potencial para el liderazgo debe ser activado, desarrollado, impulsado por la iglesia tal como nos enseña la mujer de la parábola de la levadura (Mat 13:33). Ello implica:
Primero. Formar: enseñar los principios y valores del liderazgo auténtico, del liderazgo del Espíritu.
Segundo. Activar: estimular el involucramiento del creyente en las actividades de servicio en la Iglesia, como un campo de entrenamiento para desarrollar sus dones y habilidades para el liderazgo.
Tercero. Habilitar: asignar responsabilidades.
Cuarto. Enviar: que el creyente aplique los principios del liderazgo aprendidos en la iglesia en todas las esferas de su vida y los desarrolle.
SI NO LO HACEMOS (MAT 25:14-29) INDIFERENCIA.
En deuda con Dios, con nuestros miembros y sus familias y con la nación.
La indiferencia ante la situación social y los problemas que nos rodean no es agradable delante de Dios como nos lo enseña la parábola del juicio de las naciones (Mat 25:31-46), a pesar de ello, en general hemos sido indiferentes a la problemática que se sale de las paredes de la iglesia.
o Ocupados con la gente pero más ocupados en el ministerio (instrumentalización).
o Ocupados en programas y actividades pero no en procesos.
o Ocupados en poner a servir a las personas pero no en desarrollarlas.
o Ocupados en que pueden hacer las personas por el ministerio.
Necesitamos cambiar esos paradigmas de la actividad eclesiástica y enfocarnos en lo que el ministerio puede hacer por las personas, las familias, las organizaciones, las comunidades y las naciones.
PREGUNTAS DE AUTO-EVALUACIÓN.
¿Estamos claros y comprometidos con el propósito de Dios de transformar nuestra nación y mundo?
¿Estamos claros y comprometidos con ser agentes de cambio que Dios pueda utilizar para cambiar nuestra nación y nuestro mundo?
¿Estamos dispuestos a asumir el compromiso y pagar el precio de la preparación y el ejercicio de un liderazgo transformador?
¿Qué necesito hacer para mejorar mi comprensión, compromiso y ejercicio del liderazgo de acuerdo al propósito de Dios?
¿Entiendo claramente la diferencia entre liderazgo de la carne y liderazgo del espíritu?
¿Qué tipo de liderazgo estoy ejerciendo en este momento?
¿Qué necesito hacer para mejorar y ejercer un más eficiente liderazgo del espíritu?
OBJETIVOS DE LA ENSEÑANZA.
Que el creyente entienda que la Iglesia no es solamente una formadora de creyentes, sino principalmente, una formadora de líderes (reyes y sacerdotes) en servicio para la transformación de su entorno y que su vida como creyente está diseñada para ser transformarlo en un agente de cambio para el establecimiento del Reino de Dios en todos los entornos que abarca su vida y en un prácticamente de la justicia de Dios en todas sus relaciones.
FORMACIÓN DE LÍDERES.
2 Cro 7:14: la sanidad de la tierra depende de la iglesia, de que la iglesia enderece sus caminos, de que la iglesia convierta al mundo y ella no se convierta al mundo (Jer 15:19), lo que implica cambiar y transformar el mundo.
EL PROPÓSITO DE DIOS PARA LOS CREYENTES ES, ENTRE OTROS, EL QUE ASUMEN LIDERAZGO.
• Mat 5:13-16: luz del mundo y sal de la tierra.
• Reyes y sacerdotes (Apo 1:5-6).
• Ministros (2 Cor 5:18).
• Discipuladores (Mat 28:18-20).
LA IGLESIA DEBERÍA SER LA MEJOR ESCUELA DE LIDERAZGO SOBRE LA FAZ DE LA TIERRA.
Jesús, nuestro modelo (Mar 10:42-45).
Un liderazgo con principios y valores: primero Dios, después los demás (Mat 22:36-40), finalmente yo.
Un liderazgo con poder (Hch 1:8).
Un liderazgo con visión y dirección (Prov 29:18).
Un liderazgo que tiene la clave para cambiar el corazón.
DOS TIPOS DE LIDERAZGO.
El liderazgo de la carne: nuestros intereses, nuestra agenda, nuestro ministerio, nuestro nombre, nuestros objetivos.
El liderazgo del espíritu: los intereses, agenda, ministerio, Nombre y objetivos de Dios. Este es el tipo de liderazgo que la Iglesia debe formar, un liderazgo para establecer el Reino de Dios y su justicia.
ALCANCE DEL LIDERAZGO.
Iglesia: es generalmente es nuestro único interés.
Áreas de liderazgo que necesitamos trabajar: en la familia, en el trabajo, social, económico, educativo, científico, etc.
EL POTENCIAL DEL LIDERAZGO.
El potencial para el liderazgo en todos los campos de la vida existe en cada creyente que esté presente en ese campo: luz del mundo.
El potencial para el liderazgo transformador existe en cada creyente: levadura (Mat 13:33, Rom 8:19-21).
Ese potencial para el liderazgo debe ser activado, desarrollado, impulsado por la iglesia tal como nos enseña la mujer de la parábola de la levadura (Mat 13:33). Ello implica:
Primero. Formar: enseñar los principios y valores del liderazgo auténtico, del liderazgo del Espíritu.
Segundo. Activar: estimular el involucramiento del creyente en las actividades de servicio en la Iglesia, como un campo de entrenamiento para desarrollar sus dones y habilidades para el liderazgo.
Tercero. Habilitar: asignar responsabilidades.
Cuarto. Enviar: que el creyente aplique los principios del liderazgo aprendidos en la iglesia en todas las esferas de su vida y los desarrolle.
SI NO LO HACEMOS (MAT 25:14-29) INDIFERENCIA.
En deuda con Dios, con nuestros miembros y sus familias y con la nación.
La indiferencia ante la situación social y los problemas que nos rodean no es agradable delante de Dios como nos lo enseña la parábola del juicio de las naciones (Mat 25:31-46), a pesar de ello, en general hemos sido indiferentes a la problemática que se sale de las paredes de la iglesia.
o Ocupados con la gente pero más ocupados en el ministerio (instrumentalización).
o Ocupados en programas y actividades pero no en procesos.
o Ocupados en poner a servir a las personas pero no en desarrollarlas.
o Ocupados en que pueden hacer las personas por el ministerio.
Necesitamos cambiar esos paradigmas de la actividad eclesiástica y enfocarnos en lo que el ministerio puede hacer por las personas, las familias, las organizaciones, las comunidades y las naciones.
PREGUNTAS DE AUTO-EVALUACIÓN.
¿Estamos claros y comprometidos con el propósito de Dios de transformar nuestra nación y mundo?
¿Estamos claros y comprometidos con ser agentes de cambio que Dios pueda utilizar para cambiar nuestra nación y nuestro mundo?
¿Estamos dispuestos a asumir el compromiso y pagar el precio de la preparación y el ejercicio de un liderazgo transformador?
¿Qué necesito hacer para mejorar mi comprensión, compromiso y ejercicio del liderazgo de acuerdo al propósito de Dios?
¿Entiendo claramente la diferencia entre liderazgo de la carne y liderazgo del espíritu?
¿Qué tipo de liderazgo estoy ejerciendo en este momento?
¿Qué necesito hacer para mejorar y ejercer un más eficiente liderazgo del espíritu?
31
Mayo
2008