Las ayudas para el estudio bíblico.
LOS COMENTARIOS.
(Evaluación y el uso de los comentarios)
Generalidades.
Hay ocasiones cuando se debe consultar un buen comentario bíblico. En ellos uno busca ayuda acerca de las fuentes y la información sobre el contexto histórico, respuestas a las muchas preguntas de contenido y comentarios completos sobre los textos difíciles, en cuanto a los significados posibles con argumentos de comprobación.
Los comentarios no siempre representan opiniones teológicas con las que estamos de acuerdo. No se recomiendan sus conclusiones, sino la excelente información que se menciona antes. Hay que usarlos con cuidado y precaución.
Algunos criterios que deben tenerse en cuenta al juzgar un comentario
No evalué un comentario según el grado en que usted esté de acuerdo con el autor ni por “emociones”; lo esencial de un comentario es la exégesis, lo que el texto significa, no que estemos de acuerdo ni emocionalmente nos guste.
Lo que uno quiere hallar en un comentario es la exégesis, no la hermenéutica ni la homilética (la predicación moderna del texto); lo que se busca en ellos son las respuestas a las preguntas de contenido.
El autor debe haberse basado, de preferencia, en el texto griego y hebreo, o por lo menos, debe conocer el texto en su idioma original.
Cuando el texto tiene más de un significado posible ¿comenta el autor todos los significados posibles, los evalúa y da razones para el significado que él prefiere? ¿Estudia el autor los problemas críticos del texto? ¿Estudia el autor el fondo histórico de la idea del texto en lugares importantes? ¿Presenta el autor una información bibliográfica, para que se pueda continuar el estudio si se desea? ¿Da la sección introductoria del comentario suficiente información sobre el contexto histórico, para que se pueda entender el motivo que ocasionó el libro? La prueba definitiva, por supuesto, es la manera como el autor presenta su información junta para ayudar a la comprensión del texto dentro de su contexto.
(Evaluación y el uso de los comentarios)
Generalidades.
Hay ocasiones cuando se debe consultar un buen comentario bíblico. En ellos uno busca ayuda acerca de las fuentes y la información sobre el contexto histórico, respuestas a las muchas preguntas de contenido y comentarios completos sobre los textos difíciles, en cuanto a los significados posibles con argumentos de comprobación.
Los comentarios no siempre representan opiniones teológicas con las que estamos de acuerdo. No se recomiendan sus conclusiones, sino la excelente información que se menciona antes. Hay que usarlos con cuidado y precaución.
Algunos criterios que deben tenerse en cuenta al juzgar un comentario
No evalué un comentario según el grado en que usted esté de acuerdo con el autor ni por “emociones”; lo esencial de un comentario es la exégesis, lo que el texto significa, no que estemos de acuerdo ni emocionalmente nos guste.
Lo que uno quiere hallar en un comentario es la exégesis, no la hermenéutica ni la homilética (la predicación moderna del texto); lo que se busca en ellos son las respuestas a las preguntas de contenido.
El autor debe haberse basado, de preferencia, en el texto griego y hebreo, o por lo menos, debe conocer el texto en su idioma original.
Cuando el texto tiene más de un significado posible ¿comenta el autor todos los significados posibles, los evalúa y da razones para el significado que él prefiere? ¿Estudia el autor los problemas críticos del texto? ¿Estudia el autor el fondo histórico de la idea del texto en lugares importantes? ¿Presenta el autor una información bibliográfica, para que se pueda continuar el estudio si se desea? ¿Da la sección introductoria del comentario suficiente información sobre el contexto histórico, para que se pueda entender el motivo que ocasionó el libro? La prueba definitiva, por supuesto, es la manera como el autor presenta su información junta para ayudar a la comprensión del texto dentro de su contexto.
16
Nov
2011