Módulo 206. Paternidad y cobertura espiritual.
TEMA No. 3.
PASTOR Y PADRE. MIEMBROS, SIERVOS E HIJOS.
El pastor como padre.
El pastor es el padre de la casa --> a menos que lo reconozcamos como tal, estaremos huyendo de la unción y el destino que Dios tiene para nuestras vidas.
Un gran error de un buen sector del Cuerpo de Cristo en este tiempo (principalmente las organizaciones denominacionales y los "consejos" de las iglesias) es que perciben al pastor como un empleado y no como un padre.
Es irrespetuoso y antibíblico tratar al "padre de la casa" como si fuera un empleado --> el mandamiento de honrar a los padres sigue vigentes, y entre ello, el de honrar a los padres espirituales --> honrar, seguir y someterse.
El hombre de Dios no es solamente una figura dentro de la iglesia sino alguien importante para el destino de nuestras vidas --> hay que honrarlo y cuidarlo porque en la boca de ese hombre (Prov 18:21) está la transición de nuestro destino.
Sal 109:17-20 (hablando de alguién que se rebeló contra David).
Rom 13:1-2.
Los miembros de la iglesia como hijos.
Dios no nos llamó para ser miembros de una iglesia, nos llamó para que seamos “hijos” en esa congregación.
Dios ha puesto un padre dentro de nuestra iglesia y necesitamos honrarle como tal si queremos que nos vaya bien en la vida y nuestros días sean prolongados (Exo 20:12, Deut 5:16, Efe 6:2)
A menos que nos convirtamos en hijos, no podremos recibir lo que Dios tiene para nuestras vidas.
La unción desciende de la cabeza --> si no tenemos un padre que nos la transfiera, nuestra unción es ilegítima, no es verdadera.
En las iglesias hay muchos hijos huérfanos (sin padres espirituales) --> no aceptan a su pastor como padre.
Un hijo no puede divorciarse de sus padres.
Hay muchos en la Iglesia que se han separado de sus padres espirituales porque vieron defectos en el hombre de Dios.
¿Dejámos de amar a nuestros padres terrenales porque tienen defectos? ¿Acaso no los seguímos amando aún cuando sabemos que no son perfectos?
El amor cubre multitud de pecados.
Eliseo no hubiera podido recibir lo que Dios tenía para su vida a través de Elías si no hubiera entendido que él era su padre:
2 Rey 2:12 --> Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío,...!
Los hijos, la medida del éxito en el ministerio.
La responsabilidad del padre espiritual es poder transferir a los hijos de la casa lo que Dios le está dando --> dar de gracia lo que de gracia recibimos (Mat 10:8).
El plan de Dios para nuestras vidas es que podamos constituír hijos y transferir la unción para que ellos puedan seguir adelante (Mat 28.18-20, 2 Tim 2:2).
Podemos tener éxito en el ministerio y fracasar dentro del plan de Dios (Mat 7:21-23).
Eliseo tuvo éxito en su ministerio pero no logró hacer la transferencia, al no encontrar un recipiente en quién depositar lo que tenía.
La unción de Elías fue transferida a Eliseo y este tuvo un ministerio exitoso pero no pudo continuar la transferencia --> aunque supo tomar su lugar de hijo no logró que su siervo Giezi aceptara el desafío.
Giezi no estuvo dispuesto a ser un hijo.
• Eliseo no tuvo la culpa de este fracaso --> él fue un buen ejemplo para Giezi pero este nunca tuvo el corazón de Eliseo para poder seguir el ministerio.
La unción que reposaba sobre Eliseo, como no fué transferida, se fue con él a su sepultura --> sus huesos estaban tan ungidos que cuando tiraron a un muerte sobre su tumba, este revivió (2 Rey 13:20-21).
Nuestras enseñanzas pueden ser buenas, pero si no podemos continuarlas a través de nuestros hijos espirituales, de nada valen.
Los hijos espirituales deben estar dispuestos a vaciarse de sí mismos para ser igual que su padre --> 1 Cor 11:1.
Nuestra actitud como personas bajo cobertura honrar.
Honrar significa, entre otras cosas:
Demostración de aprecio, estima y respeto.
Mantener una buena opinión y fama debido a su virtud y méritos.
Enaltecer y/o premiar sus méritos (aunque no ignoremos sus limitaciones y/o errores).
Reconocimiento de la autoridad que Dios ha delegado en ella.
Venerar, reverenciar, ennoblecer, ensalzar, realzar, favorecer, distinguir.
Tener consideración.
Estar en sujeción a esa persona, ponerla en alto sobre nosotros.
Diezmar de todos nuestros ingresos (Gen 14:17-20, Gal 6:6-10, Num 18:26).
Beneficio adicional lo que sembramos (hacia nuestra cobertura –todo lo que implica la honra--, cosecharemos (de nuestros miembros).
La preparación de los hijos.
En cada una de las dimensiones donde caminaremos para convertirnos en verdaderos hijos seremos desafiados a abandonar lo que estamos haciendo.
Continuar es el único camino para alcanzar la transferencia de nuestra herencia --> si abandonamos, seguramente no recibiremos lo que puede ser nuestro.
Heb 10:39 --> Porque nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
Gal 6:9 --> No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
PASTOR Y PADRE. MIEMBROS, SIERVOS E HIJOS.
El pastor como padre.
El pastor es el padre de la casa --> a menos que lo reconozcamos como tal, estaremos huyendo de la unción y el destino que Dios tiene para nuestras vidas.
Un gran error de un buen sector del Cuerpo de Cristo en este tiempo (principalmente las organizaciones denominacionales y los "consejos" de las iglesias) es que perciben al pastor como un empleado y no como un padre.
Es irrespetuoso y antibíblico tratar al "padre de la casa" como si fuera un empleado --> el mandamiento de honrar a los padres sigue vigentes, y entre ello, el de honrar a los padres espirituales --> honrar, seguir y someterse.
El hombre de Dios no es solamente una figura dentro de la iglesia sino alguien importante para el destino de nuestras vidas --> hay que honrarlo y cuidarlo porque en la boca de ese hombre (Prov 18:21) está la transición de nuestro destino.
Sal 109:17-20 (hablando de alguién que se rebeló contra David).
Rom 13:1-2.
Los miembros de la iglesia como hijos.
Dios no nos llamó para ser miembros de una iglesia, nos llamó para que seamos “hijos” en esa congregación.
Dios ha puesto un padre dentro de nuestra iglesia y necesitamos honrarle como tal si queremos que nos vaya bien en la vida y nuestros días sean prolongados (Exo 20:12, Deut 5:16, Efe 6:2)
A menos que nos convirtamos en hijos, no podremos recibir lo que Dios tiene para nuestras vidas.
La unción desciende de la cabeza --> si no tenemos un padre que nos la transfiera, nuestra unción es ilegítima, no es verdadera.
En las iglesias hay muchos hijos huérfanos (sin padres espirituales) --> no aceptan a su pastor como padre.
Un hijo no puede divorciarse de sus padres.
Hay muchos en la Iglesia que se han separado de sus padres espirituales porque vieron defectos en el hombre de Dios.
¿Dejámos de amar a nuestros padres terrenales porque tienen defectos? ¿Acaso no los seguímos amando aún cuando sabemos que no son perfectos?
El amor cubre multitud de pecados.
Eliseo no hubiera podido recibir lo que Dios tenía para su vida a través de Elías si no hubiera entendido que él era su padre:
2 Rey 2:12 --> Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío,...!
Los hijos, la medida del éxito en el ministerio.
La responsabilidad del padre espiritual es poder transferir a los hijos de la casa lo que Dios le está dando --> dar de gracia lo que de gracia recibimos (Mat 10:8).
El plan de Dios para nuestras vidas es que podamos constituír hijos y transferir la unción para que ellos puedan seguir adelante (Mat 28.18-20, 2 Tim 2:2).
Podemos tener éxito en el ministerio y fracasar dentro del plan de Dios (Mat 7:21-23).
Eliseo tuvo éxito en su ministerio pero no logró hacer la transferencia, al no encontrar un recipiente en quién depositar lo que tenía.
La unción de Elías fue transferida a Eliseo y este tuvo un ministerio exitoso pero no pudo continuar la transferencia --> aunque supo tomar su lugar de hijo no logró que su siervo Giezi aceptara el desafío.
Giezi no estuvo dispuesto a ser un hijo.
• Eliseo no tuvo la culpa de este fracaso --> él fue un buen ejemplo para Giezi pero este nunca tuvo el corazón de Eliseo para poder seguir el ministerio.
La unción que reposaba sobre Eliseo, como no fué transferida, se fue con él a su sepultura --> sus huesos estaban tan ungidos que cuando tiraron a un muerte sobre su tumba, este revivió (2 Rey 13:20-21).
Nuestras enseñanzas pueden ser buenas, pero si no podemos continuarlas a través de nuestros hijos espirituales, de nada valen.
Los hijos espirituales deben estar dispuestos a vaciarse de sí mismos para ser igual que su padre --> 1 Cor 11:1.
Nuestra actitud como personas bajo cobertura honrar.
Honrar significa, entre otras cosas:
Demostración de aprecio, estima y respeto.
Mantener una buena opinión y fama debido a su virtud y méritos.
Enaltecer y/o premiar sus méritos (aunque no ignoremos sus limitaciones y/o errores).
Reconocimiento de la autoridad que Dios ha delegado en ella.
Venerar, reverenciar, ennoblecer, ensalzar, realzar, favorecer, distinguir.
Tener consideración.
Estar en sujeción a esa persona, ponerla en alto sobre nosotros.
Diezmar de todos nuestros ingresos (Gen 14:17-20, Gal 6:6-10, Num 18:26).
Beneficio adicional lo que sembramos (hacia nuestra cobertura –todo lo que implica la honra--, cosecharemos (de nuestros miembros).
La preparación de los hijos.
En cada una de las dimensiones donde caminaremos para convertirnos en verdaderos hijos seremos desafiados a abandonar lo que estamos haciendo.
Continuar es el único camino para alcanzar la transferencia de nuestra herencia --> si abandonamos, seguramente no recibiremos lo que puede ser nuestro.
Heb 10:39 --> Porque nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
Gal 6:9 --> No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
17
Abr
2012