Estudio Bíblico

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El lenguaje de Dios hoy (lo profético),



Enseñanza impartida en la Escuela Profética del Ministerio "Dios con nosotros" (DCN).



Introducción.

Dios no cambia, El es el mismo ayer, hoy y por los siglos de los siglos.
Si anteriormente Dios le hablaba de múltiples formas a Su pueblo, con cuanto mayor razón Dios le va a hablar hoy a sus hijos.
1 Cor 12:1. No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.”
1 Cor 14:1. Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.”
Amó 3:7. “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.”
2 Cro 20:20. “Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.”

Dios no es un Dios de decrementos sino de incrementos (Prov 4:18).



Definición de lo profético.

En sentido general, “hablar por otro”, hablar de parte de Dios.
Toda la Palabra de Dios, la Biblia (2 Ped 1:21).
Ciertos contenidos de la predicación y/o de la enseñanza (1 Cor 13:9) (1 Cro 12:32).

En sentido restringido, la revelación inspirada del porvenir, manifestada de parte de Dios a sus siervos, los profetas (Amós 3:7).
Tiene un lugar especial en las Escrituras y también en la vida diaria de la Iglesia (Efe 4.11-16).
De 39 libros del AT, 17 son «proféticos» (los judíos consideran a otros más con este carácter).
NT: varios pasajes de los Evangelios, muchos de las Epístolas, y el libro de Apocalipsis.
Sólo la Biblia contiene verdaderas profecías, por cuanto es la Palabra de Dios eterno y omnisciente.
Solo Él es el que anuncia «lo por venir desde el principio» (Isa 46:10).



La restauración de lo profético y su necesidad en la Iglesia de hoy.

Hch 3:21: todas las cosas van a ser restauradas a su propósito.
Hch 2:16-18 y Joel 2:28-29: la Iglesia de los últimos tiempos, una iglesia profética.
Mal 4:5-6 y Luc 1.17: Dios enviará el Espíritu de Elías (profético) sobre la iglesia para prepararla para una revelación nueva y fresca de la paternidad de Dios (Efe 1:17-19), para la conversión masiva en el último gran avivamiento de la historia.
2 Cro 20:20: si creemos en el Señor estaremos seguros; si oímos a sus profetas seremos prosperados en Sus propósitos y en todos los aspectos de la vida.
Sin lo profético la Iglesia no será prosperada plenamente, no estará formada plenamente (Efe 4:11-16) para cumplir el propósito de Dios para ella-
1 Cro 12:32, Amo 3:7: entender los tiempos y saber lo que hay que hacer.
2 Cor 10.4-6, Hch 20:27: derribar fortalezas y manifestar el consejo completo de la Palabra.
Mat 6:9-10: establecer la manifestación del Reino de Dios (aún de manera imperfecta) en la tierra en cumplimiento de una condición previa a la segunda venida de Cristo (hasta que todos sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies, Heb 10:13).



El proceso en la restauración de lo profético.

Es la expresión de la voluntad (propósito, destino y visión) de Dios para nosotros, nuestra familia, iglesia y nación.
En los años 90´s, la profecía personal y/o familiar fue el canal primario para la restauración de lo profético.
Ahora es el tiempo de la restauración de la profecía corporativa y/o nacional.

Propósitos de la profecía corporativa y/o nacional.
Uno. Mostrarle al diablo cual es su lugar en el mundo hoy (Efe 3:9-11, Hch 3:21, Mat 16:18-19), desarraigándolo de los espacios que ha estado usurpando,
Dos. Llevar a la iglesia a ocuparlos tal y como le corresponde (Col 2:15) para que el deseo y voluntad de Dios se haga visible y se de a conocer: que Su Reino sea establecido (Mat 6:9-10, Mat 6:33).

Lo profético tiene que ver con la iglesia y a transformación de las ciudades (Mat 28.18-20, Hch 1:8) y regresar la iglesia al propósito y diseño de Dios: santa (santidad, consagración, radical), conquistadora, apostólica, para llenarlo todo, tomarlo todo, influenciarlo todo, transformarlo todo (Efe 1:23).



Los límites de lo profético.

Lo profético nunca puede ni debe suplantar a la Palabra de Dios ni al Espíritu Santo. Los creyentes no son guiados por los profetas sino por la Palabra y el Espíritu Santo (Sal 119:105, Rom 8:14)
Los profetas son solo un auxiliar, un elemento adicional, que complementa, pero no suplanta ni sobrepasa, la autoridad de la Palabra y del Espíritu Santo, que son nuestra autoridad más alta y nuestra única instrucción infalible con respecto a la vida.
Por lo tanto el profeta y/o cualquier manifestación de lo profético siempre debe ser controlado y hallado en armonía con ambos, por ello, toda profecía debe ser juzgada (1 Cor 14:29).



Manifestaciones de lo profético.

Se refiere a las diferentes formas de manifestación de lo profético en la vida espiritual.
Las diferentes formas (no los canales por los que viene) en que se pueden manifestar los pensamientos, sentimientos, palabras, corazón y voluntad de Dios.

Los más frecuentes, entre otros, son:
La profecía personal.
La oración y la intercesión proféticas.
La proclamación (decreto) profética.
La alabanza y la adoración profética.
La predicación profética.
Los actos proféticos.
Visiones y sueños proféticos.



Los canales de lo profético.

1 Cor 12:1-6. Este pasaje se refiere en general a "Pneumatikon": cosas espirituales. Es un género neutro que implica personas, cosas o manifestaciones.
Dentro de esas cosas espirituales, hay tres categorías: dones, ministerios y operaciones.
Dones: "charismata" (1 Cor 12:4), regalos de la gracia de Dios.
Ministerios: "diakonía" (1 Cor 12:5). Se refiere a servicio, oficio, no un título sino algo que debe ser mostrado a través de nuestro carácter (la persona es el don). Es cuando el ejercicio del don se convierte en algo de todos los días, todo el tiempo.
Operaciones: "energema" (1 Cor 12:6) energía, actividades, operaciones y/o manifestaciones esporádicas y/o intermitentes del don.

Dentro del "pneumatikon" profético (cosas proféticas), encontramos varios niveles:
La declaración de la Palabra (Prov 18:21, Ezeq 37).
La unción y/o espíritu profético (1 Sam 10:9-12).
El carácter profético (Rom 12:6).
El don de profecía como vehículo del don de palabra de conocimiento y/o de sabiduría (1 Cor 12:10)
Las escuelas proféticas.
El oficio profético (Efe 4:11).
El presbiterio profético (1 Sam 10:5, 10:10, 19:20, Hch 13:1, Hch 21:9).



Las formas como Dios habla hoy.
La Palabra de Dios (2 Ped 1:19-21, 2 Tim 3:16)
Voz audible (Gen 22:11-12, Num 12:6-8, Isa 3:1-14).
Voz audible interna (Ezeq 14:1).
Un saber sin razón lógica (Mat 22:18, Mar 2:8).
Impresiones de hacer algo o de que algo es verdad (Neh 7:5, Hech 14:9).
Sueños y visiones (sueños que tenemos cuando estamos despiertos) (Dan 7.1-2).
Éxtasis: una visión que recibimos cuando perdemos el contacto con nuestros sentidos físicos (Hch 10:10, 22:7, Num 24:4, 1 Sam 19:23-24, Dan 10:9).
Arrebatamientos: experiencias más allá de lo natural, tan reales que la persona no sabe si está en el cuerpo o fuera del cuerpo (Isa 6:1, 2 Cor 12:3, Ezeq 8:3).
Situaciones del mundo natural: Dios habla a través de la creación (Rom 1:19-20, Prov 6:6-11).
Ángeles (Heb 1:14, Luc 16:22, 2 Rey 6:8-17)
Fragmentos de frases u oraciones (Isa 8:1).

29 Jun 2012
Referencia: Lo profético.