Módulo 105. Discipulado y consejería.
TEMA No. 4. CONSEJERÍA Y DISCIPULADO.
LA CONSEJERÍA CRISTIANA.
FUNDAMENTOS.
Dios, el centro de todo.
• Un concepto correcto de Dios es básico para la vida y la teología (Job 42:5).
➢ Todos los errores morales y/o teológicos, en última instancia, obedecen a un bajo concepto de Dios.
• Un conocimiento correcto de nosotros mismos proviene de un conocimiento correcto de Dios.
➢ La Palabra de Dios nos aporta la comprensión de la gente y los métodos para ministrarla. Es la autoridad relevante y suficiente comprensible para aconsejar ya que establece como las personas pueden cambiar, el papel del consejero, los métodos de consejería, los problemas que deben ser afrontados, etc.
➢ La Palabra de Dios y la obra del Espíritu Santo son fundamentales para todo cambio significativo y definitivo de vida. La única fuente autorizada para aconsejar con sabiduría es el Espíritu Santo hablando a través de la Palabra de Dios.
• Dios es el centro de todo.
➢ El ha hablado a cada aspecto básico de la naturaleza humana y de los problemas del diario vivir.
➢ Ello implica una perspectiva teocéntrica del mundo y una profunda devoción de corazón a El (1 Jn 4:19, Mat 22:35).
➢ La naturaleza auténtica de la vida es vivir para Dios (Sal 24:1, Sal 89:11, Rom 11:34, Heb 1:3).
➢ Los seres humanos vivimos para Dios cuando lo hacemos de acuerdo con Su Voluntad (Mat 7:21, Jn 14:21, Jn 14:23), para Su gloria (Col 3:22.24) y con El obrando en nosotros (Jn 3:30, Gal 2:20)
• Confianza absoluta en Dios (Sal 23:1-6)
• Col 3:22-24. Compromiso terminante, tajante, de vivir para la gloria de Dios.
• El Señor Jesucristo es el enfoque de la consejería y el modelo de consejero (Isa 9:6).
• El temor del Señor es el principio de la sabiduría y esta es la única meta digna en la consejería.
Las Escrituras.
• 2 Tim 3:16-17, Heb 4:12-13. Consagración a las Escrituras.
➢ La reverencia a Dios implica reverencia a Sus Palabras, a la Escritura.
➢ Amar a Dios implica obedecer Su Palabra (Jn 14:21, Jn 14:23).
➢ Por lo tanto, para vivir en la libertad y plenitud de vida que Dios tiene para nosotros, necesitamos apreciarlas, estudiarlas con detenimiento (Jn 5:39), vivirlas y practicarlas (Mat 13:23) y enseñarlas a otros (2 Tim 2:2, Mat 28:18-20).
➢ Necesitamos considerarlas supremas en todo asunto de vida (no solo de fe), inspirada, plena, infalible, exenta de errores (Num 23:19, 2 Tim 3:16, 2 Ped 1:21, 2 Ped 1:19), fuente de toda dirección, instrucción, consuelo, ánimo y exhortación.
• La Palabra de Dios es nuestra autoridad absoluta.
➢ Ella es suficiente, superior y práctica para enfrentar todos los aspectos de la vida, y por supuesto, superior a cualquier otra cosa que el mundo pueda utilizar (1 Cor 3:19).
➢ La Verdad de Dios tiene instrucción para nosotros en toda área de la vida, para cada actividad en la que estemos inmersos, y para cada condición que experimentemos.
• Las ciencias, las experiencias personales, la literatura y otros elementos pueden ser útiles, pero no pueden jugar un papel fundamental en consejería.
➢ Consejos que contradicen el consejo de Dios han existido desde el Edén, desafiándolo y construyendo desde otras presuposiciones y hacia otras metas. Tales consejos falsos deben señalarse y evitarse.
Los problemas en la vida de la persona.
• Los problemas que Dios permite en nuestras vidas pueden y deben verse desde la perspectiva de Dios para permitirles llegar a ser uno de los medios más significativos para conocer a Dios, alinearnos a Sus propósitos y llevarnos a una mayor madurez.
➢ Son el contexto en el cual se revela el corazón y donde la fe y la obediencia se perfeccionan mediante la batalla entre el Espíritu y la carne.
• Todo problema o circunstancia difícil o contrario que experimenta una persona, tiene su origen, en primer lugar, en su corazón (Prov 4:23, Prov 23:7).
➢ Rom 8:28-29. Para los que aman a Dios todas las cosas ayudan a bien.
• El problema no es el problema. La Biblia no menciona ni una sola vez la palabra "problema" o la palabra "fracaso".
➢ Prov 23:7. Conforme la persona piensa de si misma en el fondo de su corazón, así va a ser (pensar sentir, decidir, actuar).
• Los pensamientos, sentimientos, decisiones, valoraciones y acciones que una persona experimente frente a una circunstancia son el resultado de lo que hay en su propio corazón. Por lo tanto, el verdadero problema no es lo que pasa o esta en el "exterior" de la persona (Dios, otras personas, las circunstancias o las cosas) sino lo que esta en su propio corazón.
➢ Prov 4:23. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de el mana la vida (o la muerte).
• Mat 15:1-20, Mar 7:1-23. Lo que contamina (afecta, problematiza) a las personas no es lo de afuera sino lo que esta en el corazón de cada uno que le da significado a lo que pasa fuera de la persona.
• Jer 17:9. Engañoso es el corazón más que todas las cosas.
• Prov 18:21. En las palabras que decimos (habladas y/o pensadas) esta el poder de la vida (ganar frente a los problemas) o el poder de la muerte (que los problemas nos derroten)
➢ Por lo tanto, el problema no es el problema: el problema es mi propio corazón.
• El problema de Adán no fue la serpiente, ni Eva, ni el fruto, ni Dios. El problema de Adán fue no haber guardado su propio corazón que codiciaba el fruto (Jer 17:9, Prov 4:23, Prov 23:7).
• La única cura genuina, efectiva y permanente para las enfermedades del alma es la transformación que la gracia de Dios efectúa en el corazón de un creyente (2 Cor 5:17, Rom 7:22-8:2).
➢ Los aspectos que influyen en la vida de alguien no causan pecado.
➢ Herencia, temperamento, personalidad, cultura, opresión y mal, padecimiento, incapacidades, ancianidad, satanás, enfermedades físicas, contexto familiar, experiencias de vida, etc., se toman en cuenta en consejería pero, en última instancia, no son causales de pecado.
➢ El pecado es el resultado de la decisión personal de cada uno, y por ende, su responsabilidad absoluta (Deut 30:19-20).
• La Palabra de Dios nos enseña que hay dos Agentes de Su gracia de primordial importancia para la vida de las personas: la Palabra y el Espíritu Santo.
➢ La Palabra de Dios discierne mejor el corazón humano que cualquier otro medio terrenal (Heb 4:12).
• La Escritura es el único manual confiable para un verdadero estudio del alma.
• En Cristo Jesús se hallan todos los tesoros de sabiduría y conocimiento (Col 2:3) para enfrentar cualquier situación de la vida de las personas.
• Es bien comprensible en el diagnóstico y tratamiento de cualquier problema espiritual, que reforzado por la presencia del Espíritu Santo en el creyente, lo conducen a ser como Cristo Jesús. Este es el proceso de la santificación y la meta de la consejería bíblica.
• Cada necesidad psicológica concebible se puede suplir y cada problema psicológico se puede resolver mediante la aplicación directa de la verdad bíblica.
➢ El Espíritu Santo es el único agente eficaz para la recuperación y la regeneración (Efe 5:18-19).
El pecado en todas sus dimensiones es la causa primaria de los problemas con los cuales tiene que lidiar el consejero.
• El pecado incluye conductas incorrectas, pensamientos distorsionados, una inclinación a seguir los deseos personales y malas actitudes.
• Los problemas que necesitan consejería no son cuestiones de necesidades psicológicas insatisfechas, invasión de demonios de pecado, una pobre socialización, una familia disfuncional, la codependencia, el temperamento natural, una predisposición genética, ni cualquier otra cosa que quite la atención de la responsabilidad personal de la persona.
• El problema del creyente es la secuela del pecado; el del inconverso es el pecado que impera. En todo caso, el pecado es el problema.
El Evangelio de Jesucristo es la respuesta.
• Perdón del pecado, poder para cambiar y conformación gradual a la imagen de Cristo son las necesidades mayores de las personas.
• El Evangelio de Cristo es la respuesta.
➢ Cristo trata con el pecado: su culpa, su poder, su decepción y su miseria.
➢ Sufrió la cruz por los pecadores.
➢ Reina sobre los corazones por el poder del Espíritu Santo.
➢ Volverá para completar la liberación de Su pueblo de sus pecados y sufrimientos.
El proceso de cambio al que la consejería necesita apuntar es la santificación progresiva.
• Significa apuntar a la transformación de las personas a la imagen de Cristo en medio de las vicisitudes de la vida diaria.
➢ No es instantáneo sino progresivo.
➢ Arrepentimiento continuo, renovación de la mente sobre las verdades bíblicas y obediencia en el poder del Espíritu son la esencia del proceso.
El ministerio de la consejería.
• La Iglesia, desde la perspectiva de Dios (Luc 4:18-19) es el lugar en donde las personas heridas reciben ayuda, consuelo y guianza, a través del discipulado (Mat 28:18-20) para enfrentar con sabiduría los retos de la vida y encontrar aquello que tan desesperadamente necesitan (aunque no lo perciban así necesariamente).
➢ Debe regularse por la autoridad de los pastores señalados por Dios.
➢ Está conectada en estructura y contenido con otros aspectos de la tarea pastoral: la enseñanza, la predicación, la oración, la disciplina de la iglesia, el uso de los dones, la adoración, etc.
➢ La consejería es parte del ministerio básico del discipulado en la Iglesia local.
➢ La consejería es el ministerio privado de la Palabra de Dios.
➢ Las diferencias entre predicación y consejería no son cuestión de conceptos sino de métodos. Aplican la misma verdad en diferentes circunstancias y maneras.
• El ministerio de aconsejar es un ministerio enfocado en la transformación del alma de las personas, para ayudarles a resolver toda situación contraria a la vida a la imagen de Dios (vida plena) (Rom 8:28-29, Rom 12:2).
➢ Una responsabilidad primaria de los cristianos, personal y para con sus hermanos, es la cura del alma (Luc 4:18-19).
➢ Es una función natural de la vida espiritual del cuerpo de Cristo (Rom 15:14, Heb 3:13, 1 Tes 4:18, 1 Tes 5:11, Sant 5:16, Rom 15:1, Gal 6:1-2). En consecuencia, el empleo y aplicación eficaz de la Palabra de Dios, es un deber necesario en la vida y compañerismo cristianos.
➢ Necesita proveer preceptos bíblicos para aconsejar eficazmente a personas que luchan con cualquier tipo de problemas.
➢ Necesitamos equiparnos, y equipar a las aconsejados, para que sean más competentes en sus tareas, unos de aconsejar, y los otros, para enfrentar sus problemas.
➢ Necesitamos conocer los principios bíblicos específicos para aplicar a los problemas de la vida, para discernir la diferencia entre aconsejar lo que aparenta ser bíblico y aconsejar lo que realmente lo es.
• El pueblo de Dios puede y debe estar preparado para aconsejar de manera efectiva.
➢ Necesitamos aceptar las responsabilidades que Dios nos ha dado para aconsejar.
➢ Necesitamos desarrollar un método bíblicamente correcto para el desarrollo de un ministerio de consejería.
La tarea de la Evangelización.
• Necesita apuntar a tres grupos diferentes de personas:
➢ El grueso de los creyentes.
➢ La comunidad de integracionistas (cristianos que quieren integrar la psicología a la consejería cristiana).
➢ Los miembros de la psicología secular.
• La consejería bíblica necesita evangelistas y apologistas con sensibilidad y pasión por cada una de esas comunidades.
➢ Tenemos las respuestas que las personas necesitan; respuestas mejores que las que poseen actualmente.
➢ Los consejeros bíblicos necesitan pensar bien, orar con precisión y discutir activamente para desarrollar una apologética enérgica y creativa y esfuerzos evangelísticos que ayuden a las personas a encontrar esas respuestas.
Convicciones.
1) Por todo ello:
a. Necesitamos pensar bíblicamente acerca de todo lo relacionado con la consejería.
b. Necesitamos entender a las personas y sus problemas mediante una óptica estrictamente escritural.
c. Nuestras convicciones y los métodos de consejería necesitan estar de acuerdo con ella.
d. Necesitamos desarrollar un acercamiento a las Escrituras que sea tanto exegéticamente correcto como esencialmente práctico.
e. El método de la consejería bíblica está centrado en la Biblia y hace énfasis en la santidad arraigada en las Escrituras. No necesita mezclarse con teorías y conceptos humanos ni humanistas (Prov 16:25).
2) Necesitamos enfrentar la intromisión descarada en la iglesia de hoy de la psicología secular, en todas sus formas.
a. Conceptos, métodos, enfoques, explicación de los problemas, etc., que no sean bíblicamente correctos y bíblicamente prácticos.
b. La psicología en general, y la cristiana en particular, está enfocada en el fortalecimiento del “yo” mientras que las Escrituras están enfocadas en Dios y en la muerte del “yo”.
c. No se puede justificar el uso indiscriminado de técnicas psicológicas seculares en problemas de orden espiritual. Tratar por esos medios los problemas psicológicos y emocionales de la vida no es santificación.
d. Cuando uno considera la suficiencia de Cristo, la autoridad de la Palabra de Dios, la presencia infalible del Espíritu Santo en la vida del creyente y a la Iglesia como el instrumento elegido de Dios para comunicar SU verdad a los suyos, no debería haber necesidad de que las personas recurran a buscar respuestas a sus problemas en otros lugares y menos en filosofías o metodologías seculares (Col 2:8-10, Prov 3:5-8).
Definición.
• Es una función del Cuerpo de Cristo y la expresión del amor de Dios hacia las personas en un fluir natural de amor y ministerio dentro de una fraternidad de creyentes que se conocen y se aman unos a otros.
• Es tan importante como el predicar y enseñar en las congregaciones. La predicación y la enseñanza, por ungida que sea y por su mismo enfoque congregacional, por lo general dejará muchas necesidades insatisfechas y las personas heridas desafortunadamente continuarán necesitadas de una atención más personalizada y enfocada en su problema específico.
• Es una forma específica y más personal de ministrar a las personas la Misericordia y Verdad de Dios. Es una de las necesidades más desesperantes dentro de la iglesia hoy, tanto a nivel personal como matrimonial y familiar, pero requiere ser fundamentalmente bíblica y no psicológica.
➢ Son requerimientos fundamentales de la consejería la fidelidad doctrinal, la rectitud moral, una vida devocional disciplinado y un auténtico servicio cristiano.
• La consejería, en una buena medida y en cierta forma, es el proceso de confrontación que brota del sentimiento de cambiar actitudes, creencias, conducta, motivos, decisiones, etc., que Dios quiere que sean cambiadas
➢ La consejería no se aisla de las demás prácticas pastorales como la predicación, la enseñanza, el evangelismo, la adoración, etc.
• El pecado es el problema fundamental de la existencia humana, de donde derivan todos los demás problemas, y solo Dios, a través de la Biblia y del Espíritu Santo, tiene las respuestas para ese problema.
• La consejería bíblica se desarrolla en torno a los conceptos de santificación progresiva y consejería mutua, así como una dedicación y compromiso definido a usar la verdad bíblica para explicar las necesidades de las personas y prestarles ayuda.
Bibliografía.
“La Consejería”, Biblioteca del Pastor, John MacArthur y la Facultad del Master´s College, Grupo Nelson, 2009.
Materiales de los Seminarios de Entrenamiento de Discipulado y Ministerial de Vida Cristiana Victoriosa.
LA CONSEJERÍA CRISTIANA.
FUNDAMENTOS.
Dios, el centro de todo.
• Un concepto correcto de Dios es básico para la vida y la teología (Job 42:5).
➢ Todos los errores morales y/o teológicos, en última instancia, obedecen a un bajo concepto de Dios.
• Un conocimiento correcto de nosotros mismos proviene de un conocimiento correcto de Dios.
➢ La Palabra de Dios nos aporta la comprensión de la gente y los métodos para ministrarla. Es la autoridad relevante y suficiente comprensible para aconsejar ya que establece como las personas pueden cambiar, el papel del consejero, los métodos de consejería, los problemas que deben ser afrontados, etc.
➢ La Palabra de Dios y la obra del Espíritu Santo son fundamentales para todo cambio significativo y definitivo de vida. La única fuente autorizada para aconsejar con sabiduría es el Espíritu Santo hablando a través de la Palabra de Dios.
• Dios es el centro de todo.
➢ El ha hablado a cada aspecto básico de la naturaleza humana y de los problemas del diario vivir.
➢ Ello implica una perspectiva teocéntrica del mundo y una profunda devoción de corazón a El (1 Jn 4:19, Mat 22:35).
➢ La naturaleza auténtica de la vida es vivir para Dios (Sal 24:1, Sal 89:11, Rom 11:34, Heb 1:3).
➢ Los seres humanos vivimos para Dios cuando lo hacemos de acuerdo con Su Voluntad (Mat 7:21, Jn 14:21, Jn 14:23), para Su gloria (Col 3:22.24) y con El obrando en nosotros (Jn 3:30, Gal 2:20)
• Confianza absoluta en Dios (Sal 23:1-6)
• Col 3:22-24. Compromiso terminante, tajante, de vivir para la gloria de Dios.
• El Señor Jesucristo es el enfoque de la consejería y el modelo de consejero (Isa 9:6).
• El temor del Señor es el principio de la sabiduría y esta es la única meta digna en la consejería.
Las Escrituras.
• 2 Tim 3:16-17, Heb 4:12-13. Consagración a las Escrituras.
➢ La reverencia a Dios implica reverencia a Sus Palabras, a la Escritura.
➢ Amar a Dios implica obedecer Su Palabra (Jn 14:21, Jn 14:23).
➢ Por lo tanto, para vivir en la libertad y plenitud de vida que Dios tiene para nosotros, necesitamos apreciarlas, estudiarlas con detenimiento (Jn 5:39), vivirlas y practicarlas (Mat 13:23) y enseñarlas a otros (2 Tim 2:2, Mat 28:18-20).
➢ Necesitamos considerarlas supremas en todo asunto de vida (no solo de fe), inspirada, plena, infalible, exenta de errores (Num 23:19, 2 Tim 3:16, 2 Ped 1:21, 2 Ped 1:19), fuente de toda dirección, instrucción, consuelo, ánimo y exhortación.
• La Palabra de Dios es nuestra autoridad absoluta.
➢ Ella es suficiente, superior y práctica para enfrentar todos los aspectos de la vida, y por supuesto, superior a cualquier otra cosa que el mundo pueda utilizar (1 Cor 3:19).
➢ La Verdad de Dios tiene instrucción para nosotros en toda área de la vida, para cada actividad en la que estemos inmersos, y para cada condición que experimentemos.
• Las ciencias, las experiencias personales, la literatura y otros elementos pueden ser útiles, pero no pueden jugar un papel fundamental en consejería.
➢ Consejos que contradicen el consejo de Dios han existido desde el Edén, desafiándolo y construyendo desde otras presuposiciones y hacia otras metas. Tales consejos falsos deben señalarse y evitarse.
Los problemas en la vida de la persona.
• Los problemas que Dios permite en nuestras vidas pueden y deben verse desde la perspectiva de Dios para permitirles llegar a ser uno de los medios más significativos para conocer a Dios, alinearnos a Sus propósitos y llevarnos a una mayor madurez.
➢ Son el contexto en el cual se revela el corazón y donde la fe y la obediencia se perfeccionan mediante la batalla entre el Espíritu y la carne.
• Todo problema o circunstancia difícil o contrario que experimenta una persona, tiene su origen, en primer lugar, en su corazón (Prov 4:23, Prov 23:7).
➢ Rom 8:28-29. Para los que aman a Dios todas las cosas ayudan a bien.
• El problema no es el problema. La Biblia no menciona ni una sola vez la palabra "problema" o la palabra "fracaso".
➢ Prov 23:7. Conforme la persona piensa de si misma en el fondo de su corazón, así va a ser (pensar sentir, decidir, actuar).
• Los pensamientos, sentimientos, decisiones, valoraciones y acciones que una persona experimente frente a una circunstancia son el resultado de lo que hay en su propio corazón. Por lo tanto, el verdadero problema no es lo que pasa o esta en el "exterior" de la persona (Dios, otras personas, las circunstancias o las cosas) sino lo que esta en su propio corazón.
➢ Prov 4:23. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de el mana la vida (o la muerte).
• Mat 15:1-20, Mar 7:1-23. Lo que contamina (afecta, problematiza) a las personas no es lo de afuera sino lo que esta en el corazón de cada uno que le da significado a lo que pasa fuera de la persona.
• Jer 17:9. Engañoso es el corazón más que todas las cosas.
• Prov 18:21. En las palabras que decimos (habladas y/o pensadas) esta el poder de la vida (ganar frente a los problemas) o el poder de la muerte (que los problemas nos derroten)
➢ Por lo tanto, el problema no es el problema: el problema es mi propio corazón.
• El problema de Adán no fue la serpiente, ni Eva, ni el fruto, ni Dios. El problema de Adán fue no haber guardado su propio corazón que codiciaba el fruto (Jer 17:9, Prov 4:23, Prov 23:7).
• La única cura genuina, efectiva y permanente para las enfermedades del alma es la transformación que la gracia de Dios efectúa en el corazón de un creyente (2 Cor 5:17, Rom 7:22-8:2).
➢ Los aspectos que influyen en la vida de alguien no causan pecado.
➢ Herencia, temperamento, personalidad, cultura, opresión y mal, padecimiento, incapacidades, ancianidad, satanás, enfermedades físicas, contexto familiar, experiencias de vida, etc., se toman en cuenta en consejería pero, en última instancia, no son causales de pecado.
➢ El pecado es el resultado de la decisión personal de cada uno, y por ende, su responsabilidad absoluta (Deut 30:19-20).
• La Palabra de Dios nos enseña que hay dos Agentes de Su gracia de primordial importancia para la vida de las personas: la Palabra y el Espíritu Santo.
➢ La Palabra de Dios discierne mejor el corazón humano que cualquier otro medio terrenal (Heb 4:12).
• La Escritura es el único manual confiable para un verdadero estudio del alma.
• En Cristo Jesús se hallan todos los tesoros de sabiduría y conocimiento (Col 2:3) para enfrentar cualquier situación de la vida de las personas.
• Es bien comprensible en el diagnóstico y tratamiento de cualquier problema espiritual, que reforzado por la presencia del Espíritu Santo en el creyente, lo conducen a ser como Cristo Jesús. Este es el proceso de la santificación y la meta de la consejería bíblica.
• Cada necesidad psicológica concebible se puede suplir y cada problema psicológico se puede resolver mediante la aplicación directa de la verdad bíblica.
➢ El Espíritu Santo es el único agente eficaz para la recuperación y la regeneración (Efe 5:18-19).
El pecado en todas sus dimensiones es la causa primaria de los problemas con los cuales tiene que lidiar el consejero.
• El pecado incluye conductas incorrectas, pensamientos distorsionados, una inclinación a seguir los deseos personales y malas actitudes.
• Los problemas que necesitan consejería no son cuestiones de necesidades psicológicas insatisfechas, invasión de demonios de pecado, una pobre socialización, una familia disfuncional, la codependencia, el temperamento natural, una predisposición genética, ni cualquier otra cosa que quite la atención de la responsabilidad personal de la persona.
• El problema del creyente es la secuela del pecado; el del inconverso es el pecado que impera. En todo caso, el pecado es el problema.
El Evangelio de Jesucristo es la respuesta.
• Perdón del pecado, poder para cambiar y conformación gradual a la imagen de Cristo son las necesidades mayores de las personas.
• El Evangelio de Cristo es la respuesta.
➢ Cristo trata con el pecado: su culpa, su poder, su decepción y su miseria.
➢ Sufrió la cruz por los pecadores.
➢ Reina sobre los corazones por el poder del Espíritu Santo.
➢ Volverá para completar la liberación de Su pueblo de sus pecados y sufrimientos.
El proceso de cambio al que la consejería necesita apuntar es la santificación progresiva.
• Significa apuntar a la transformación de las personas a la imagen de Cristo en medio de las vicisitudes de la vida diaria.
➢ No es instantáneo sino progresivo.
➢ Arrepentimiento continuo, renovación de la mente sobre las verdades bíblicas y obediencia en el poder del Espíritu son la esencia del proceso.
El ministerio de la consejería.
• La Iglesia, desde la perspectiva de Dios (Luc 4:18-19) es el lugar en donde las personas heridas reciben ayuda, consuelo y guianza, a través del discipulado (Mat 28:18-20) para enfrentar con sabiduría los retos de la vida y encontrar aquello que tan desesperadamente necesitan (aunque no lo perciban así necesariamente).
➢ Debe regularse por la autoridad de los pastores señalados por Dios.
➢ Está conectada en estructura y contenido con otros aspectos de la tarea pastoral: la enseñanza, la predicación, la oración, la disciplina de la iglesia, el uso de los dones, la adoración, etc.
➢ La consejería es parte del ministerio básico del discipulado en la Iglesia local.
➢ La consejería es el ministerio privado de la Palabra de Dios.
➢ Las diferencias entre predicación y consejería no son cuestión de conceptos sino de métodos. Aplican la misma verdad en diferentes circunstancias y maneras.
• El ministerio de aconsejar es un ministerio enfocado en la transformación del alma de las personas, para ayudarles a resolver toda situación contraria a la vida a la imagen de Dios (vida plena) (Rom 8:28-29, Rom 12:2).
➢ Una responsabilidad primaria de los cristianos, personal y para con sus hermanos, es la cura del alma (Luc 4:18-19).
➢ Es una función natural de la vida espiritual del cuerpo de Cristo (Rom 15:14, Heb 3:13, 1 Tes 4:18, 1 Tes 5:11, Sant 5:16, Rom 15:1, Gal 6:1-2). En consecuencia, el empleo y aplicación eficaz de la Palabra de Dios, es un deber necesario en la vida y compañerismo cristianos.
➢ Necesita proveer preceptos bíblicos para aconsejar eficazmente a personas que luchan con cualquier tipo de problemas.
➢ Necesitamos equiparnos, y equipar a las aconsejados, para que sean más competentes en sus tareas, unos de aconsejar, y los otros, para enfrentar sus problemas.
➢ Necesitamos conocer los principios bíblicos específicos para aplicar a los problemas de la vida, para discernir la diferencia entre aconsejar lo que aparenta ser bíblico y aconsejar lo que realmente lo es.
• El pueblo de Dios puede y debe estar preparado para aconsejar de manera efectiva.
➢ Necesitamos aceptar las responsabilidades que Dios nos ha dado para aconsejar.
➢ Necesitamos desarrollar un método bíblicamente correcto para el desarrollo de un ministerio de consejería.
La tarea de la Evangelización.
• Necesita apuntar a tres grupos diferentes de personas:
➢ El grueso de los creyentes.
➢ La comunidad de integracionistas (cristianos que quieren integrar la psicología a la consejería cristiana).
➢ Los miembros de la psicología secular.
• La consejería bíblica necesita evangelistas y apologistas con sensibilidad y pasión por cada una de esas comunidades.
➢ Tenemos las respuestas que las personas necesitan; respuestas mejores que las que poseen actualmente.
➢ Los consejeros bíblicos necesitan pensar bien, orar con precisión y discutir activamente para desarrollar una apologética enérgica y creativa y esfuerzos evangelísticos que ayuden a las personas a encontrar esas respuestas.
Convicciones.
1) Por todo ello:
a. Necesitamos pensar bíblicamente acerca de todo lo relacionado con la consejería.
b. Necesitamos entender a las personas y sus problemas mediante una óptica estrictamente escritural.
c. Nuestras convicciones y los métodos de consejería necesitan estar de acuerdo con ella.
d. Necesitamos desarrollar un acercamiento a las Escrituras que sea tanto exegéticamente correcto como esencialmente práctico.
e. El método de la consejería bíblica está centrado en la Biblia y hace énfasis en la santidad arraigada en las Escrituras. No necesita mezclarse con teorías y conceptos humanos ni humanistas (Prov 16:25).
2) Necesitamos enfrentar la intromisión descarada en la iglesia de hoy de la psicología secular, en todas sus formas.
a. Conceptos, métodos, enfoques, explicación de los problemas, etc., que no sean bíblicamente correctos y bíblicamente prácticos.
b. La psicología en general, y la cristiana en particular, está enfocada en el fortalecimiento del “yo” mientras que las Escrituras están enfocadas en Dios y en la muerte del “yo”.
c. No se puede justificar el uso indiscriminado de técnicas psicológicas seculares en problemas de orden espiritual. Tratar por esos medios los problemas psicológicos y emocionales de la vida no es santificación.
d. Cuando uno considera la suficiencia de Cristo, la autoridad de la Palabra de Dios, la presencia infalible del Espíritu Santo en la vida del creyente y a la Iglesia como el instrumento elegido de Dios para comunicar SU verdad a los suyos, no debería haber necesidad de que las personas recurran a buscar respuestas a sus problemas en otros lugares y menos en filosofías o metodologías seculares (Col 2:8-10, Prov 3:5-8).
Definición.
• Es una función del Cuerpo de Cristo y la expresión del amor de Dios hacia las personas en un fluir natural de amor y ministerio dentro de una fraternidad de creyentes que se conocen y se aman unos a otros.
• Es tan importante como el predicar y enseñar en las congregaciones. La predicación y la enseñanza, por ungida que sea y por su mismo enfoque congregacional, por lo general dejará muchas necesidades insatisfechas y las personas heridas desafortunadamente continuarán necesitadas de una atención más personalizada y enfocada en su problema específico.
• Es una forma específica y más personal de ministrar a las personas la Misericordia y Verdad de Dios. Es una de las necesidades más desesperantes dentro de la iglesia hoy, tanto a nivel personal como matrimonial y familiar, pero requiere ser fundamentalmente bíblica y no psicológica.
➢ Son requerimientos fundamentales de la consejería la fidelidad doctrinal, la rectitud moral, una vida devocional disciplinado y un auténtico servicio cristiano.
• La consejería, en una buena medida y en cierta forma, es el proceso de confrontación que brota del sentimiento de cambiar actitudes, creencias, conducta, motivos, decisiones, etc., que Dios quiere que sean cambiadas
➢ La consejería no se aisla de las demás prácticas pastorales como la predicación, la enseñanza, el evangelismo, la adoración, etc.
• El pecado es el problema fundamental de la existencia humana, de donde derivan todos los demás problemas, y solo Dios, a través de la Biblia y del Espíritu Santo, tiene las respuestas para ese problema.
• La consejería bíblica se desarrolla en torno a los conceptos de santificación progresiva y consejería mutua, así como una dedicación y compromiso definido a usar la verdad bíblica para explicar las necesidades de las personas y prestarles ayuda.
Bibliografía.
“La Consejería”, Biblioteca del Pastor, John MacArthur y la Facultad del Master´s College, Grupo Nelson, 2009.
Materiales de los Seminarios de Entrenamiento de Discipulado y Ministerial de Vida Cristiana Victoriosa.
04
Oct
2012