Estudio Bíblico

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Módulo 105. Discipulado y consejería.



TEMA No. 16. CONSEJERÍA Y DISCIPULADO.

OTROS ASPECTOS PRÁCTICOS A CONSIDERAR EN LA CONSEJERÍA.


Diferencias entre el hombre y la mujer.
• Los varones:
➢ Tienen la tendencia a ser desobedientes (pregúnteles sobre lo que están haciendo y saben que está mal).
• La desobediencia es un pecado (muéstreles cuántos varones en la Biblia fueron desobedientes, y las consecuencias de ello: David -2 Sam 11:4-; Saúl –1 Sam 15:22-24--; Moisés –Num 20:11-12--).
➢ Pueden ser, y de hecho lo son, engañados y engañadores (muéstreles cuántos varones en la Biblia fueron engañados y las consecuencias de ello: Jacob –Gen 29:25—; Labán –Gen 31:26--; Sansón –Jue 16:18-20--; ellos no obedecieron su comisión de liderazgo y permitieron que sus esposas controlaran el matrimonio –Efe 5:23— y por ello fallaron en obedecer el claro mandamiento de Efe 5:25, 28 y 33 de amar a sus esposas).
➢ No comprenden a sus esposas (1 Ped 3:7). Los hombres tienden a vivir por su mente y a esconder sus emociones. Muchas mujeres tienden a vivir por sus emociones y porque ignoran sus emociones, piensan que sus esposas están equivocadas el expresas sus sentimientos.
• Necesitan ver el valor de las emociones y aprender a comunicarse emocionalmente con ellas.
➢ Tienden a actuar desde su mente hacia su voluntad.
• Las mujeres.
➢ Tienen la tendencia a ser engañadas (Gen 3:5-6) (identifique, conjuntamente con ellas, que mentiras han creído acerca de ellas mismas, de otros y aún de Dios).
• El engaño puede, y de hecho lo hace, guiar al pecado (1 Tim 2:14). Una mujer que ha sido engañada y no lo sabe necesita que alguien venga y le muestre lo que está sucediendo.
➢ Ellas no comprenden a sus esposos. Las mujeres tienden a vivir por sus emociones y a esconder sus pensamientos. Muchos hombres viven sólo por su mente y debido a que muchas mujeres desatienden sus pensamientos, ellas piensan que sus esposos están equivocados al enfocarse en sus pensamientos.
• Necesitan ver el valor del pensar y aprender a comunicar sus pensamientos a sus esposos.
➢ Tienden a actuar desde sus sentimientos hacia su voluntad.


Relaciones de autoridad que un discipulador debe considerar y respetar (hasta los límites de la Palabra de Dios).
• Dios respecto al aconsejado (solo Dios tiene autoridad absoluta, todas las demás personas tienen una autoridad restringida).
• El esposo respecto a la esposa (Gen 2:23, Efe 5:23, 1 Tim 2:11-14).
• Los padres respecto a los hijos (1 Sam 3:12-13, Prov 23:22, Efe 6:1-2, 1 Tim 3:4).
• El pastor respecto al aconsejado (Heb 13:17).
• El discipulador (o consejero) respecto al discípulo (Mat 10:24). Como discipulador debe mantener una relación pura con el discípulo, no puede aprovecharse de alguna manera de él o involucrarse en algún pecado con él.


Cosas que el discípulo (aconsejado) necesita tomar en cuenta (que el discipulador o consejero debe tener presente y recordarle constantemente).
• La situación/problema que está enfrentando el aconsejado es el resultado de las circunstancias de su vida (pasadas y presentes) más las actitudes carnales y las relaciones no reconciliadas con Dios y con los otros. Por lo tanto hay que tratar las actitudes y las relaciones para resolver la situación/problema.
➢ El aconsejado deseará empezar a trabajar en su situación o problema actual para resolverlo de manera rápida. El aconsejado no quiere que Dios trate con él sino que se arregle su problema o situación.
➢ Por todo ello es importante mostrarle por qué no empezará tratando de resolver la situación o problema.
• Caminar con Dios es el asunto primario en la resolución de la situación/problema.
➢ El problema no es el problema. El problema real es la relación del aconsejado con Dios. Dios es la solución (Mat 6:33, Hch 24:16, Mat 11:28-30).
➢ El aconsejado no necesita, primariamente, una solución a su problema. El necesita que Dios trate con El a través de sus problemas (Rom 8.28-29) porque estos son el resultado, generalmente, de que el aconsejado ha estado viviendo independientemente de Dios (Jn 15:5).
• Las relaciones con las personas, que generalmente condicionan parte del problema y que se ven afectadas por el problema, no pueden ser ignoradas. El problema (y su solución) no solo involucra o afecta al aconsejado. También involucra y afecta a las personas que están relacionadas con él.
➢ Después de caminar en armonía con Dios, necesitamos caminar en armonía con las demás personas (1 Jn 4:20-21).
➢ El caminar en armonía con las personas requiere del aconsejado que sea uno con Cristo (Jn 17:21).
➢ También requiere de dar y pedir perdón, y en algunos casos, hacer restitución.
• Las actitudes del aconsejado, para que la situación/problema sea solucionado definitivamente en su vida (no se vuelva a repetir) requiere que sus actitudes sean como las de Cristo (Fil 2:5).
➢ Las situaciones y/o problemas que afectan al aconsejado generalmente involucran sus actitudes, que por lo general, son carnales.
➢ No se puede tratar efectivamente con las situaciones/problemas del aconsejado cuando este manifiesta actitudes corrompidas por la carne (Gal 5:19-21, Gal 6:7-10).
➢ El arrepentimiento es necesario para con todas las actitudes egocéntricas y/o carnales que manifiesta el aconsejado.
• Al completar los pasos anteriores es el momento para tratar con la situación/problema presente.
➢ A menudo al llegar a este tiempo, los problemas ya han sido resueltos. Si no lo han sido:
• El aconsejado ya está listo para depender de Dios mientras llega la solución de su situación (Sal 23.1-6).
• El aconsejado ya está listo para manifestar las actitudes apropiadas mientras llega esa solución (Fil 4.11-13).


Comenzando por el principio.
• Lo más importante, y la función principal de la consejería es guiar a la persona al conocimiento de la salvación en Jesucristo y de Su Señorío sobre ella.
• Por lo tanto, nunca podemos asumir que el aconsejado es un cristiano. La presión del problema no debe impedirnos investigar si verdaderamente la persona es un creyente genuino. Necesitamos obtener pruebas fehacientes de que lo es haciéndole las preguntas que sea necesarias y buscando las respuestas concretas que evidencien no solo que hizo una oración de entrega, sino que su experiencia fue genuinamente una conversión y un nuevo nacimiento.
• Si tenemos dudas al respecto, entonces necesitamos llevarlo a que experimente la Salvación e inicie su caminar bajo el Señorío de Cristo. Para explicar la necesidad de recibir a Cristo, más allá del conocimiento de El, podemos usar una explicación sencilla: tomando como ejemplo un vaso de agua, podemos explicarle que aún cuando creamos que el agua apagará nuestra sed, no podrá apagarla efectivamente hasta que no la bebamos. Beberla es recibirla. Lo mismo sucede con Cristo. Una cosa es creer que puede salvarnos y otra cosa recibirlo como Salvador y Señor (Rom 10:8-10). Luego de esto podremos compartirle un plan sencillo de salvación:
➢ Rom 3:23. “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.”.
➢ Rom 6:23. “Porque la paga del pecado es muerte.”
➢ 1 Ped 2:24. “Quién llevó El mismo nuestros pecados en Su Cuerpo sobre el madero.
➢ 1 Jn 5:12. “El que tiene al Hijo, tiene la vida.”
➢ Jn 1:12. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en Su Nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”
➢ Apo 3:20. “He aquí yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él, y él conmigo.”
• Será mucho mejor si la persona ora en sus propias palabras para abrir la puerta de su corazón y recibir a Cristo como Señor y Salvador.


Preparando cada sesión de consejería.
• El consejero necesita:
➢ Orar por la persona aconsejada (Efe 3:14-19, Fil 1:9-11).
➢ Determinar si la persona aconsejada está atrapada en el pasado (Isa 43:18, Fil 3:13).
➢ Determinar que atributo de Dios necesita examinar y aplicar en esa sesión.
➢ Ser firme para que en cada situación que plantee la persona aconsejada entienda que, por sobre todas las cosas, necesita volverse a Dios (Jer 2:13, Sal 119:59, Luc 14:26).
➢ Insistir en que la persona aconsejada pase tiempo con Dios y en la Palabra diariamente, y se congregue.
➢ Animar a la persona aconsejada no solo a actuar sino a depender de Cristo en todo tiempo, incluido el tiempo de consejería (Jn 15:4-5).


Bibliografía.

Materiales del Seminario de entrenamiento en consejería y discipulado del Ministerio “Vida Cristiana Victoriosa”.

04 Oct 2012