El asunto crucial del Cristianismo.
EL ASUNTO CRUCIAL DEL CRISTIANISMO.
Hch 2:36. “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.”
• Jesús ya es Señor, independientemente de que yo lo reciba o no, lo acepte o no.
➢ Significado bíblico de Señor:
• Dueño, amo, de personas y/o cosas, que tiene autoridad y poder sobre ellas.
• Maestro (los aprendices reconocían a su maestro como señor).
• Cuando nosotros nos convertimos a Cristo, en realidad lo que estamos haciendo es reconocer el Señorío que El ya tiene sobre todas las cosas, pero principalmente, sobre nuestra vida.
• El Señorío de Cristo implica nuestra sujeción, obediencia, reconocimiento de autoridad y seguimiento a El.
➢ Mat 28:18-20: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
➢ El verdadero cristiano, entonces, no solo es alguien que cree en Jesús (los demonios también creen y tiemblan (Sant 2:19), sino alguien que al reconocerlo como Señor se pone bajo Su Autoridad y Poder, y a partir de allí procede en obediencia a Sus mandamientos.
• Mat 6:24: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro”.
• Mat 16:24: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo (no obedezca a su voluntad propia), y tome su cruz, y sígame (obedézcame).
• Jn 14:21, 23: “El que me ama guarda mis mandamientos”.
FIl 2:9-11. “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
• El reconocimiento del Señorío de Cristo no es opcional. Todos los seres humanos lo vamos a tener que reconocer tarde o temprano, aunque no tendrá los mismos resultados.
➢ Si lo reconocemos en nuestra vida terrenal, y vivimos bajo Su Señorío, no solo nos irá bien en esta vida sino que tendremos vida eterna.
➢ Si no lo reconocen en su vida terrenal lo tendrán que reconocer delante del Juicio del Gran Trono Blanco cuando se encaminen a la muerte eterna.
➢ Ello incluye a aquellos que aunque lo hayan dicho de palabra, no vivieron bajo Su autoridad y en obediencia a Sus mandamientos.
• Mat 7:21: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.”
• Luc 6:46: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”
Rom 10:8-13. “Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
• No hay salvación sin Señorío.
➢ Jn 1:12: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;”
➢ Mat 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
• Si Jesús es mi Señor es también mi Salvador, pero no puede ser Salvador sin ser Señor.
• El Señorío de Cristo es un asunto del corazón (obediencia) que produce una transformación de vida total (una nueva naturaleza, una nueva criatura, 2 Cor 5:17; no teórica sino real).
Hch 2:36. “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.”
• Jesús ya es Señor, independientemente de que yo lo reciba o no, lo acepte o no.
➢ Significado bíblico de Señor:
• Dueño, amo, de personas y/o cosas, que tiene autoridad y poder sobre ellas.
• Maestro (los aprendices reconocían a su maestro como señor).
• Cuando nosotros nos convertimos a Cristo, en realidad lo que estamos haciendo es reconocer el Señorío que El ya tiene sobre todas las cosas, pero principalmente, sobre nuestra vida.
• El Señorío de Cristo implica nuestra sujeción, obediencia, reconocimiento de autoridad y seguimiento a El.
➢ Mat 28:18-20: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
➢ El verdadero cristiano, entonces, no solo es alguien que cree en Jesús (los demonios también creen y tiemblan (Sant 2:19), sino alguien que al reconocerlo como Señor se pone bajo Su Autoridad y Poder, y a partir de allí procede en obediencia a Sus mandamientos.
• Mat 6:24: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro”.
• Mat 16:24: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo (no obedezca a su voluntad propia), y tome su cruz, y sígame (obedézcame).
• Jn 14:21, 23: “El que me ama guarda mis mandamientos”.
FIl 2:9-11. “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
• El reconocimiento del Señorío de Cristo no es opcional. Todos los seres humanos lo vamos a tener que reconocer tarde o temprano, aunque no tendrá los mismos resultados.
➢ Si lo reconocemos en nuestra vida terrenal, y vivimos bajo Su Señorío, no solo nos irá bien en esta vida sino que tendremos vida eterna.
➢ Si no lo reconocen en su vida terrenal lo tendrán que reconocer delante del Juicio del Gran Trono Blanco cuando se encaminen a la muerte eterna.
➢ Ello incluye a aquellos que aunque lo hayan dicho de palabra, no vivieron bajo Su autoridad y en obediencia a Sus mandamientos.
• Mat 7:21: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.”
• Luc 6:46: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”
Rom 10:8-13. “Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
• No hay salvación sin Señorío.
➢ Jn 1:12: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;”
➢ Mat 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
• Si Jesús es mi Señor es también mi Salvador, pero no puede ser Salvador sin ser Señor.
• El Señorío de Cristo es un asunto del corazón (obediencia) que produce una transformación de vida total (una nueva naturaleza, una nueva criatura, 2 Cor 5:17; no teórica sino real).
29
Oct
2012