El Dios de las naciones.
EL DIOS DE LA MULTIPLICACIÓN.
El mandato de Dios para su pueblo siempre: multiplicarse.
• Adán y Eva: Gen 1:28.
• Noé y su familia: Gen 9:1.
• Abraham: Gen 12:1-3, Gen 17:1-6.
• El pueblo de Israel, bajo Moisés: Deut 7:12-13.
• Los primeros discípulos: Hch 6:7.
Así como Dios busca a las naciones, así nosotros, debemos buscar por todos los medios a nuestro alcance completar el deseo de Dios: multiplicarnos.
Todo lo que está lleno de vida se multiplica.
DIOS DESEA LAS NACIONES.
Jn 3:16: Jesús vino al mundo para pagar el precio de los pecados de todas las personas, en todas las naciones.
Sal 2:8: el Señor dijo: "Pídeme y te daré por herencia las naciones"
Mat 28:18-20: La visión de Dios es ganar a las naciones enteras (Hch 17:24-27).
Apo 21:24: Dios ha prometido que en los últimos tiempos se convertirán a él naciones enteras (Zac 2:11).
Hch 1:8: Cristo prometió que el poder del Espíritu Santo vendría sobre nosotros y nos haría testigos suyos en todas las naciones.
Necesitamos orar y trabajar constantemente para que Dios nos dé nuestra nación para Cristo.
DIOS, LAS MULTITUDES Y NOSOTROS.
Jn 4:35: la visión de Cristo es la cosecha de multitudes.
Mat 9:36-38: El tiene compasión de las personas y de sus necesidades. Al ver a las multitudes tuvo compasión de ellas pues eran como ovejas sin pastor.
El desea recoger la cosecha porque los campos ya están listos para la siega.
El busca constantemente obreros para recoger esa cosecha: nos pidió que nuestra oración constante fuera que Dios levantara obreros para ello, nosotros y otros más (2 Cor 5:17-20).
El desea bendecir a las multitudes a través de capacitar ministros de de delegar en ellos autoridad para liberar, sanar y enseñar (Efe 4:11-13).
El desea que la mies cosechada sea capacitada y surjan más obreros, logrando así recoger más cosecha.
Necesitamos asumir un compromiso con Dios para prepararnos para recoger la mies, cuidarla y levantar otros ministros capaces de recoger la mies también.
JESÚS PARA SALVAR AL MUNDO:
Planeó ganar al mundo y pagó el precio para lograrlo.
Organizó a los apóstoles para recoger la mies y les dió instrucciones precisas de como hacerlo para que entrenaran también a otros para hacerlo.
Ejecutó los planes enviándolos.
Los supervisó cuando regresaron.
En todo momento, así como Jesús utilizó las reuniones masivas (en el templo y en lugares abiertos como en el Sermón del Monte), también utilizó las casas para reuniones más pequeñas para enseñanzas más específicas, milagros, sanidades, etc.
EJEMPLOS DE JESÚS MINISTRANDO EN LAS CASAS.
Mat 8:14-16: Jesús en la casa de Pedro sanó (sanidad, ver también Mat 9:27-30) a la suegra, y cuando llegó la noche le trajeron muchos endemoniados y con la palabra echo fuera a los demonios (liberación) y sanó a todos los enfermos.
Mat 9:10-13: cenaba en las casas con publicanos y pecadores (evangelismo)
Mat 9:23-25: en la casa de Jairo resucitó a la hija de este (milagros).
Mat 13:36: en la casa les enseñaba a sus discípulos (discipulado).
Así como Jesús, nosotros también necesitamos utilizar ambos métodos: en el templo y en reuniones masivas, y en las casas.
El mandato de Dios para su pueblo siempre: multiplicarse.
• Adán y Eva: Gen 1:28.
• Noé y su familia: Gen 9:1.
• Abraham: Gen 12:1-3, Gen 17:1-6.
• El pueblo de Israel, bajo Moisés: Deut 7:12-13.
• Los primeros discípulos: Hch 6:7.
Así como Dios busca a las naciones, así nosotros, debemos buscar por todos los medios a nuestro alcance completar el deseo de Dios: multiplicarnos.
Todo lo que está lleno de vida se multiplica.
DIOS DESEA LAS NACIONES.
Jn 3:16: Jesús vino al mundo para pagar el precio de los pecados de todas las personas, en todas las naciones.
Sal 2:8: el Señor dijo: "Pídeme y te daré por herencia las naciones"
Mat 28:18-20: La visión de Dios es ganar a las naciones enteras (Hch 17:24-27).
Apo 21:24: Dios ha prometido que en los últimos tiempos se convertirán a él naciones enteras (Zac 2:11).
Hch 1:8: Cristo prometió que el poder del Espíritu Santo vendría sobre nosotros y nos haría testigos suyos en todas las naciones.
Necesitamos orar y trabajar constantemente para que Dios nos dé nuestra nación para Cristo.
DIOS, LAS MULTITUDES Y NOSOTROS.
Jn 4:35: la visión de Cristo es la cosecha de multitudes.
Mat 9:36-38: El tiene compasión de las personas y de sus necesidades. Al ver a las multitudes tuvo compasión de ellas pues eran como ovejas sin pastor.
El desea recoger la cosecha porque los campos ya están listos para la siega.
El busca constantemente obreros para recoger esa cosecha: nos pidió que nuestra oración constante fuera que Dios levantara obreros para ello, nosotros y otros más (2 Cor 5:17-20).
El desea bendecir a las multitudes a través de capacitar ministros de de delegar en ellos autoridad para liberar, sanar y enseñar (Efe 4:11-13).
El desea que la mies cosechada sea capacitada y surjan más obreros, logrando así recoger más cosecha.
Necesitamos asumir un compromiso con Dios para prepararnos para recoger la mies, cuidarla y levantar otros ministros capaces de recoger la mies también.
JESÚS PARA SALVAR AL MUNDO:
Planeó ganar al mundo y pagó el precio para lograrlo.
Organizó a los apóstoles para recoger la mies y les dió instrucciones precisas de como hacerlo para que entrenaran también a otros para hacerlo.
Ejecutó los planes enviándolos.
Los supervisó cuando regresaron.
En todo momento, así como Jesús utilizó las reuniones masivas (en el templo y en lugares abiertos como en el Sermón del Monte), también utilizó las casas para reuniones más pequeñas para enseñanzas más específicas, milagros, sanidades, etc.
EJEMPLOS DE JESÚS MINISTRANDO EN LAS CASAS.
Mat 8:14-16: Jesús en la casa de Pedro sanó (sanidad, ver también Mat 9:27-30) a la suegra, y cuando llegó la noche le trajeron muchos endemoniados y con la palabra echo fuera a los demonios (liberación) y sanó a todos los enfermos.
Mat 9:10-13: cenaba en las casas con publicanos y pecadores (evangelismo)
Mat 9:23-25: en la casa de Jairo resucitó a la hija de este (milagros).
Mat 13:36: en la casa les enseñaba a sus discípulos (discipulado).
Así como Jesús, nosotros también necesitamos utilizar ambos métodos: en el templo y en reuniones masivas, y en las casas.
22
Jun
2008