La oración.
Orar conforme Su Palabra y Su Voluntad (el consejo completo de Su Palabra).
Cuando al Señor le hacemos una petición, esa petición debe ser digna de Dios y buena para nosotros. Una petición es digna de Dios cuando es conforme a Su Carácter y a Su Voluntad. Y es buena para nosotros cuando no es contraria al cumplimiento del propósito de Dios para nuestra vida (nuestra santificación, 1 Tes 4:3; que el carácter de Cristo sea formado en nosotros, Rom 8:28-29; que no sea para fortalecer la carne, Rom 8:13) y que sea para satisfacer una necesidad real.
1 Jn 3:21-22. "Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él."
1 Jn 5:14-15. "Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho."
Dios oye todas nuestras oraciones, y es más, Él se inclina para escucharnos. Pero ello no implica que todas nuestras oraciones van a ser respondidas. Él solo va a responder aquellas oraciones que sean Su Voluntad para nosotros, Su buena Voluntad, agradable y perfecta (Rom 12:2). Dios no está obligado a responder ninguna de nuestras oraciones que no sean conforme a Su Voluntad. Es Su Voluntad para nosotros la que Él responde no nuestra voluntad para con nosotros o para con Él. Él es Dios y nosotros sus hijos. Él no tiene ninguna obligación para con nosotros. Él obra respondiendo nuestras oraciones por amor y por gracia, no por nuestro merecimiento o derecho, o algún tipo de obligación contractual o de cualquier tipo.
Es más, Dios ni siquiera está obligado a responder nuestras oraciones que sean conforme a Su Voluntad en el tiempo en que nosotros quisiéramos que Él respondiera. Él va a determinar el tiempo preciso para responderlas porque Él hace hermosas todas las cosas en Su tiempo, no en el nuestro.
Derivado de ello, aunque a muchos no les guste, las respuestas de Dios a nuestras oraciones pueden ser:
• Si y ya.
• Si pero todavía no.
• No, porque tiene algo mejor para nosotros.
Dios, por encima de lo que queremos, quiere lo mejor para nosotros, y como Él conoce el pasado, el presente y el futuro nuestro, y es absolutamente sabio, bueno y justo, va a responder a nuestras oraciones conforme a ese conocimiento, haciendo lo mejor.
Cualquier tipo de reclamo es improcedente delante de Dios y una falta total de honra hacia Su Persona. Él es Amoroso, Justo, Bueno, Sabio, de tal manera, que si verdaderamente le conocemos y le reconocemos, reclamar no tiene lugar en nuestra relación mutua. Ni siquiera Él nos reclama cuando pecamos contra él, a pesar de que por Su condición de Dios podría hacerlo con total derecho; cuanto menos nosotros podríamos reclamarle a Él algo, principalmente cuando tenemos tan grandes y maravillosas promesas de Él para nosotros que van más allá de si responde o no una de nuestras oraciones o peticiones:
Jer 29:11-14. "Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar."
Prov 4:18. "Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto."
Cuando al Señor le hacemos una petición, esa petición debe ser digna de Dios y buena para nosotros. Una petición es digna de Dios cuando es conforme a Su Carácter y a Su Voluntad. Y es buena para nosotros cuando no es contraria al cumplimiento del propósito de Dios para nuestra vida (nuestra santificación, 1 Tes 4:3; que el carácter de Cristo sea formado en nosotros, Rom 8:28-29; que no sea para fortalecer la carne, Rom 8:13) y que sea para satisfacer una necesidad real.
1 Jn 3:21-22. "Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él."
1 Jn 5:14-15. "Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho."
Dios oye todas nuestras oraciones, y es más, Él se inclina para escucharnos. Pero ello no implica que todas nuestras oraciones van a ser respondidas. Él solo va a responder aquellas oraciones que sean Su Voluntad para nosotros, Su buena Voluntad, agradable y perfecta (Rom 12:2). Dios no está obligado a responder ninguna de nuestras oraciones que no sean conforme a Su Voluntad. Es Su Voluntad para nosotros la que Él responde no nuestra voluntad para con nosotros o para con Él. Él es Dios y nosotros sus hijos. Él no tiene ninguna obligación para con nosotros. Él obra respondiendo nuestras oraciones por amor y por gracia, no por nuestro merecimiento o derecho, o algún tipo de obligación contractual o de cualquier tipo.
Es más, Dios ni siquiera está obligado a responder nuestras oraciones que sean conforme a Su Voluntad en el tiempo en que nosotros quisiéramos que Él respondiera. Él va a determinar el tiempo preciso para responderlas porque Él hace hermosas todas las cosas en Su tiempo, no en el nuestro.
Derivado de ello, aunque a muchos no les guste, las respuestas de Dios a nuestras oraciones pueden ser:
• Si y ya.
• Si pero todavía no.
• No, porque tiene algo mejor para nosotros.
Dios, por encima de lo que queremos, quiere lo mejor para nosotros, y como Él conoce el pasado, el presente y el futuro nuestro, y es absolutamente sabio, bueno y justo, va a responder a nuestras oraciones conforme a ese conocimiento, haciendo lo mejor.
Cualquier tipo de reclamo es improcedente delante de Dios y una falta total de honra hacia Su Persona. Él es Amoroso, Justo, Bueno, Sabio, de tal manera, que si verdaderamente le conocemos y le reconocemos, reclamar no tiene lugar en nuestra relación mutua. Ni siquiera Él nos reclama cuando pecamos contra él, a pesar de que por Su condición de Dios podría hacerlo con total derecho; cuanto menos nosotros podríamos reclamarle a Él algo, principalmente cuando tenemos tan grandes y maravillosas promesas de Él para nosotros que van más allá de si responde o no una de nuestras oraciones o peticiones:
Jer 29:11-14. "Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar."
Prov 4:18. "Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto."
03
Nov
2014