La oración.
El orador (nosotros).
Hay algunas características y/o cualidades que Dios quiere desarrollar en nosotros para lo cual la oración es no solo necesaria, sino un instrumento que las va a desarrollar en nosotros en la medida en la que más ejercitamos y comprendemos los fundamentos bíblicos de la oración y disfrutemos de sus delicias. Algunos de estos atributos son: una total confianza en Dios, humildad, sinceridad --sencillez--, buena conciencia, perseverancia --fervor, insistencia--.
Total confianza en Dios.
Heb 10:35-39. "No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma."
Heb 11:6. "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. "
La confianza es el resultado de la fe, y la fe es el resultado de oír (oír repetidas veces, meditar, entender, atesorar y obrar de acuerdo a la Palabra).
Rom 10.17. "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios."
Humildad.
Mat 11:28-30. "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."
La humildad es un atributo que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con ese conocimiento. Es la actitud que reconoce el propio lugar bajo la condición de criatura de Dios, opuesta a la presunción, afectación u orgullo. La persona humilde reconoce su dependencia de Dios, no busca el dominio sobre sus semejantes, sino que aprende a darles valor por encima de sí mismo (Diccionario Bíblico).
Sinceridad, sencillez.
Heb 10:19-22. "Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura."
La sinceridad es la cualidad de una persona que se comporta con sencillez, sin afectación, sin fingir ser lo que no es, que tiene veracidad y que se expresa sin fingimiento, con motivos puros, sin engaño.
Buena conciencia.
La buena conciencia que también se menciona en la última Escritura que mencionamos (Heb 10:19-22) se refiere a una conciencia limpia, sin pecado, honrada. Conciencia de no haber cometido ofensas contra Dios ni contra los hombres. Ello implica que continuamente dirige su vida por los principios de la Palabra de Dios así como que también examina sus acciones y cuando no coinciden con lo que enseña la Palabra, no solo endereza su camino (Sal 119:59) sino que reconoce su falta y se pone a cuentas con Dios (1 Jn 1:9-10).
Insistencia, fervor, perseverancia.
Efe 6:18. "orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;"
Se refiere a una continua y paciente dependencia de Cristo, por encima de las circunstancias, las preferencias y gustos personales, los propios pensamientos y sentimientos, etc.
Posiciones de oración.
La posición en la oración no es importante, y en un mismo tiempo de oración puede cambiar de una a otra. Sin embargo, hay algunas posiciones de oración que para algunas personas pueden expresar una particular actitud de devoción, honra, adoración, veneración a Dios.
En la Biblia encontramos a personas orando en diversas posiciones y/o lugares, por ejemplo:
• De pie (Neh 9:5).
• De rodillas (Esd 9:5).
• Sentados (1 Cro 17:16-27).
• Inclinados (Exo 34:8).
• Levantando sus manos (1 Tim 2:8).
• Acostados en su cama (Sal 6:6).
Hay algunas características y/o cualidades que Dios quiere desarrollar en nosotros para lo cual la oración es no solo necesaria, sino un instrumento que las va a desarrollar en nosotros en la medida en la que más ejercitamos y comprendemos los fundamentos bíblicos de la oración y disfrutemos de sus delicias. Algunos de estos atributos son: una total confianza en Dios, humildad, sinceridad --sencillez--, buena conciencia, perseverancia --fervor, insistencia--.
Total confianza en Dios.
Heb 10:35-39. "No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma."
Heb 11:6. "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. "
La confianza es el resultado de la fe, y la fe es el resultado de oír (oír repetidas veces, meditar, entender, atesorar y obrar de acuerdo a la Palabra).
Rom 10.17. "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios."
Humildad.
Mat 11:28-30. "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga."
La humildad es un atributo que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con ese conocimiento. Es la actitud que reconoce el propio lugar bajo la condición de criatura de Dios, opuesta a la presunción, afectación u orgullo. La persona humilde reconoce su dependencia de Dios, no busca el dominio sobre sus semejantes, sino que aprende a darles valor por encima de sí mismo (Diccionario Bíblico).
Sinceridad, sencillez.
Heb 10:19-22. "Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura."
La sinceridad es la cualidad de una persona que se comporta con sencillez, sin afectación, sin fingir ser lo que no es, que tiene veracidad y que se expresa sin fingimiento, con motivos puros, sin engaño.
Buena conciencia.
La buena conciencia que también se menciona en la última Escritura que mencionamos (Heb 10:19-22) se refiere a una conciencia limpia, sin pecado, honrada. Conciencia de no haber cometido ofensas contra Dios ni contra los hombres. Ello implica que continuamente dirige su vida por los principios de la Palabra de Dios así como que también examina sus acciones y cuando no coinciden con lo que enseña la Palabra, no solo endereza su camino (Sal 119:59) sino que reconoce su falta y se pone a cuentas con Dios (1 Jn 1:9-10).
Insistencia, fervor, perseverancia.
Efe 6:18. "orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;"
Se refiere a una continua y paciente dependencia de Cristo, por encima de las circunstancias, las preferencias y gustos personales, los propios pensamientos y sentimientos, etc.
Posiciones de oración.
La posición en la oración no es importante, y en un mismo tiempo de oración puede cambiar de una a otra. Sin embargo, hay algunas posiciones de oración que para algunas personas pueden expresar una particular actitud de devoción, honra, adoración, veneración a Dios.
En la Biblia encontramos a personas orando en diversas posiciones y/o lugares, por ejemplo:
• De pie (Neh 9:5).
• De rodillas (Esd 9:5).
• Sentados (1 Cro 17:16-27).
• Inclinados (Exo 34:8).
• Levantando sus manos (1 Tim 2:8).
• Acostados en su cama (Sal 6:6).
03
Nov
2014