Lo espiritual sobre lo natural (apuntes).
La Palabra de Dios nos enseña que hay una equivalencia, una relación estrecha entre lo espiritual y lo natural.
Heb 11:3. "Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía."
Esto es aplicable a todas las cosas, la naturaleza, el universo, lo personal, lo familiar, lo social, etc., de tal manera que lo político y lo gubernamental no están fuera del alcance de este principio. Siguiendo ese pensamiento, en base a este pasaje y a otros pasajes que mencionaremos un poco más adelante, podemos afirmar que:
• "Lo que se ve (el gobierno natural) es hecho de lo que no se ve (el gobierno espiritual)".
• Si el gobierno natural está dominado por el mal, el gobierno que está establecido en lo espiritual es el gobierno del mal y viceversa.
Este principio se nota claramente en la descripción que la Palabra hace en Ezeq 28.1-19 acerca del príncipe de Tiro y del rey de Tiro.
○ El príncipe de Tiro era una persona en tanto que el rey de Tiro era un ser espíritual.
○ El príncipe de Tiro está sujeto al rey de Tiro (un príncipe tiene un rango menor que un rey) y por lo tanto, subordinado a él, independientemente de que se percate o no.
○ El príncipe de Tiro refleja las características del rey de Tiro (lo natural es resultado de lo espiritual) aunque no se percate.
Con esas explicaciones previas veamos ahora las dos partes de ese pasaje: primero la que se refiere al príncipe de Tiro y después la que se refiere al rey de Tiro:
• Eze 28:1-10. Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, dí al príncipe de Tiro: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios; he aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto. Con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros. Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios, por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los fuertes de las naciones, que desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y mancharán tu esplendor. Al sepulcro te harán descender, y morirás con la muerte de los que mueren en medio de los mares. ¿Hablarás delante del que te mate, diciendo: Yo soy Dios? Tú, hombre eres, y no Dios, en la mano de tu matador. De muerte de incircuncisos morirás por mano de extranjeros; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor.
• Eze 28:11-19. Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.
De acuerdo a lo anterior podemos decir entonces, que la razón por la que Prov 29:2 dice que cuando gobierna un impío la ciudad es trastornada, es porque sobre esa ciudad (o familia, barrio, organización, nación, etc.) en realidad, a través de la persona que ocupa la posición de liderazgo en ese ámbito está gobernando (posiblemente sin que esa personas se percate) un espíritu demoníaco enviado a robar, matar y destruír (lo que implica una ciudad transtornada) . Y lo contrario, que también lo enseña Prov 29:2, igualmente es cierto: cuando sobre una ciudad gobierna un creyente la ciudad es engrandecida, desarrollada, prosperada, porque sobre esa ciudad (o familia, barrio, organización, nación, etc.) en realidad, a través de él o ella está gobernando el Espíritu de Dios, que es un Espíritu de engrandecimiento, ensanchamiento, prosperidad, orden, desarrollo, etc.
Eso es precisamente lo que enseña el Sal 133:1-3:
• "¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía. Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, la y baja hasta el borde de sus vestiduras; como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna."
En una buena medida, y visto desde la perspectiva de la responsabilidad humana (desde la perspectiva de la soberanía de Dios es diferente), la situación de nuestros países es responsabilidad de la Iglesia, que desde hace unos decenios se replegó de ejercer influencia en la vida pública de nuestras naciones, rehuyendo a su responsabilidad de ser luz, sal y levadura transformadoras en medio de un mundo corrompido, y se refugió dentro de las cuatro paredes de los templos escapando de sus tareas de misericordia hacia un mundo medio muerto, igual que lo hicieron el sacerdote y el levita en la parábola del buen samaritano cuando vieron al hombre moribundo junto al camino y no lo atendieron (Luc 10:25-37).
Hoy, como en los tiempos de Ester, la iglesia (tanto los creyentes en lo individual como las iglesias en lo colectivo) en su gran mayoría ha estado rehuyendo su responsabilidad de mayordomía sobre la nación, y ante la situación de corrupción, inmoralidad, violencia, pobreza, desnutrición, etc., que son gritos de auxilio de un mundo moribundo ha hecho oídos sordos y con sus actos ha mandado el mensaje de que no es su responsabilidad actuar para ayudar a resolver los problemas. Y allí es donde cobran vigencia las palabras de Mardoqueo a Ester cuando ella era reticente a interceder delante del rey por su pueblo:
"Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?" (Est 4:13-14).
Ante esas palabras, Ester reaccionó como sería ideal que reaccionaramos los creyentes en este tiempo:
"Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo: Ve y reune a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca." (Est 4:15-16).
Fue tal la convicción que le dió el Espíritu Santo al respecto, después que se había dejado dominar por el temor de la carne, que más adelante, en plena acción para salvar a su nación, manifiesta una actitud totalmente diferente que denota el arrepentimiento de la primera actitud que había asumido, y que también sería un ejemplo que nosotros imitáramos:
"Porque ¿cómo podré yo ver el mal que alcanzará a mi pueblo? ¿Cómo podré yo ver la destrucción de mi nación?" (Est 8:6).
Y más aún cuando tenemos como resultado de ello una promesa maravillosa de nuestro Padre para con nuestra nación:
"Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar; porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre." (2 Cro 7:13-16),
El cambio de la nación no se va a producir mientras la iglesia no reaccione y cambie.
En el Éxodo, primero es establecida la autoridad espiritual (Moisés-Aarón, Exo 3:1-4:17) y después la autoridad natural (Exo 18:13-27, el nombramiento de jueces)
En la reconstrucción de los muros de Jerusalén, primero fué establecida la autoridad y el gobierno espiritual (Esdras) y después el gobierno natural (Nehemías), que no solo reconstruyó los muros sino transformó la cultura de la ciudad hacia los principios del Reino de Dios.
En el caso de Saúl y David, Dios primero establece a Samuel y posteriormente Samuel establece a Saúl y a David.
Para recuperar el gobierno del país de las manos del mal, primero hay que ordenar la Casa del Señor (la Iglesia --división, múltiples cabezas//unidad, gobierno--).
Dios antes de establecer la Iglesia primero establece la Cabeza (Cristo) y después a los doce discípulos (el gobierno espiritual, con Pedro como la cabeza visible).
El principio de gobierno del diablo es "unidos contra el enemigo" y "divide a tu enemigo" y vencerás.
La Iglesia está dividida (una casa dividida contra sí misma no prevalecerá) y por lo tanto no podemos enfrentar al enemigo.
Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; Mas cuando domina el impío, el pueblo gime. (Proverbios 29:2 RVR1960)
En el bien de los justos la ciudad se alegra; Mas cuando los impíos perecen hay fiesta. Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; Mas por la boca de los impíos será trastornada. (Proverbios 11:10-11 RVR1960)
Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. (Hebreos 11:3 RVR1960)
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. (S. Mateo 16:18-19 RVR1960)
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna. (Salmos 133:1-3 RVR1960)
Heb 11:3. "Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía."
Esto es aplicable a todas las cosas, la naturaleza, el universo, lo personal, lo familiar, lo social, etc., de tal manera que lo político y lo gubernamental no están fuera del alcance de este principio. Siguiendo ese pensamiento, en base a este pasaje y a otros pasajes que mencionaremos un poco más adelante, podemos afirmar que:
• "Lo que se ve (el gobierno natural) es hecho de lo que no se ve (el gobierno espiritual)".
• Si el gobierno natural está dominado por el mal, el gobierno que está establecido en lo espiritual es el gobierno del mal y viceversa.
Este principio se nota claramente en la descripción que la Palabra hace en Ezeq 28.1-19 acerca del príncipe de Tiro y del rey de Tiro.
○ El príncipe de Tiro era una persona en tanto que el rey de Tiro era un ser espíritual.
○ El príncipe de Tiro está sujeto al rey de Tiro (un príncipe tiene un rango menor que un rey) y por lo tanto, subordinado a él, independientemente de que se percate o no.
○ El príncipe de Tiro refleja las características del rey de Tiro (lo natural es resultado de lo espiritual) aunque no se percate.
Con esas explicaciones previas veamos ahora las dos partes de ese pasaje: primero la que se refiere al príncipe de Tiro y después la que se refiere al rey de Tiro:
• Eze 28:1-10. Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, dí al príncipe de Tiro: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto se enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios; he aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto. Con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros. Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios, por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extranjeros, los fuertes de las naciones, que desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y mancharán tu esplendor. Al sepulcro te harán descender, y morirás con la muerte de los que mueren en medio de los mares. ¿Hablarás delante del que te mate, diciendo: Yo soy Dios? Tú, hombre eres, y no Dios, en la mano de tu matador. De muerte de incircuncisos morirás por mano de extranjeros; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor.
• Eze 28:11-19. Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.
De acuerdo a lo anterior podemos decir entonces, que la razón por la que Prov 29:2 dice que cuando gobierna un impío la ciudad es trastornada, es porque sobre esa ciudad (o familia, barrio, organización, nación, etc.) en realidad, a través de la persona que ocupa la posición de liderazgo en ese ámbito está gobernando (posiblemente sin que esa personas se percate) un espíritu demoníaco enviado a robar, matar y destruír (lo que implica una ciudad transtornada) . Y lo contrario, que también lo enseña Prov 29:2, igualmente es cierto: cuando sobre una ciudad gobierna un creyente la ciudad es engrandecida, desarrollada, prosperada, porque sobre esa ciudad (o familia, barrio, organización, nación, etc.) en realidad, a través de él o ella está gobernando el Espíritu de Dios, que es un Espíritu de engrandecimiento, ensanchamiento, prosperidad, orden, desarrollo, etc.
Eso es precisamente lo que enseña el Sal 133:1-3:
• "¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía. Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, la y baja hasta el borde de sus vestiduras; como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna."
En una buena medida, y visto desde la perspectiva de la responsabilidad humana (desde la perspectiva de la soberanía de Dios es diferente), la situación de nuestros países es responsabilidad de la Iglesia, que desde hace unos decenios se replegó de ejercer influencia en la vida pública de nuestras naciones, rehuyendo a su responsabilidad de ser luz, sal y levadura transformadoras en medio de un mundo corrompido, y se refugió dentro de las cuatro paredes de los templos escapando de sus tareas de misericordia hacia un mundo medio muerto, igual que lo hicieron el sacerdote y el levita en la parábola del buen samaritano cuando vieron al hombre moribundo junto al camino y no lo atendieron (Luc 10:25-37).
Hoy, como en los tiempos de Ester, la iglesia (tanto los creyentes en lo individual como las iglesias en lo colectivo) en su gran mayoría ha estado rehuyendo su responsabilidad de mayordomía sobre la nación, y ante la situación de corrupción, inmoralidad, violencia, pobreza, desnutrición, etc., que son gritos de auxilio de un mundo moribundo ha hecho oídos sordos y con sus actos ha mandado el mensaje de que no es su responsabilidad actuar para ayudar a resolver los problemas. Y allí es donde cobran vigencia las palabras de Mardoqueo a Ester cuando ella era reticente a interceder delante del rey por su pueblo:
"Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Ester: No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?" (Est 4:13-14).
Ante esas palabras, Ester reaccionó como sería ideal que reaccionaramos los creyentes en este tiempo:
"Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo: Ve y reune a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca." (Est 4:15-16).
Fue tal la convicción que le dió el Espíritu Santo al respecto, después que se había dejado dominar por el temor de la carne, que más adelante, en plena acción para salvar a su nación, manifiesta una actitud totalmente diferente que denota el arrepentimiento de la primera actitud que había asumido, y que también sería un ejemplo que nosotros imitáramos:
"Porque ¿cómo podré yo ver el mal que alcanzará a mi pueblo? ¿Cómo podré yo ver la destrucción de mi nación?" (Est 8:6).
Y más aún cuando tenemos como resultado de ello una promesa maravillosa de nuestro Padre para con nuestra nación:
"Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar; porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre." (2 Cro 7:13-16),
El cambio de la nación no se va a producir mientras la iglesia no reaccione y cambie.
En el Éxodo, primero es establecida la autoridad espiritual (Moisés-Aarón, Exo 3:1-4:17) y después la autoridad natural (Exo 18:13-27, el nombramiento de jueces)
En la reconstrucción de los muros de Jerusalén, primero fué establecida la autoridad y el gobierno espiritual (Esdras) y después el gobierno natural (Nehemías), que no solo reconstruyó los muros sino transformó la cultura de la ciudad hacia los principios del Reino de Dios.
En el caso de Saúl y David, Dios primero establece a Samuel y posteriormente Samuel establece a Saúl y a David.
Para recuperar el gobierno del país de las manos del mal, primero hay que ordenar la Casa del Señor (la Iglesia --división, múltiples cabezas//unidad, gobierno--).
Dios antes de establecer la Iglesia primero establece la Cabeza (Cristo) y después a los doce discípulos (el gobierno espiritual, con Pedro como la cabeza visible).
El principio de gobierno del diablo es "unidos contra el enemigo" y "divide a tu enemigo" y vencerás.
La Iglesia está dividida (una casa dividida contra sí misma no prevalecerá) y por lo tanto no podemos enfrentar al enemigo.
Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; Mas cuando domina el impío, el pueblo gime. (Proverbios 29:2 RVR1960)
En el bien de los justos la ciudad se alegra; Mas cuando los impíos perecen hay fiesta. Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; Mas por la boca de los impíos será trastornada. (Proverbios 11:10-11 RVR1960)
Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. (Hebreos 11:3 RVR1960)
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. (S. Mateo 16:18-19 RVR1960)
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna. (Salmos 133:1-3 RVR1960)
22
Mar
2016