Gobierno, tareas (apuntes).
Tareas del gobierno (Rom 13:1-4).
• Administración de la justicia.
• Promoción del bienestar general del Estado y los ciudadanos.
• La defensa de los derechos dados por Dios al ser humano (la vida, la libertad, la propiedad privada).
• La promoción, desarrollo y fortalecimiento de las instituciones sociales (familia, iglesia, empresas, organizaciones civiles, gobiernos comunitarios, gobiernos municipales, gobiernos regionales) y sus competencias.
• La ley que deben administrar es la de Dios, por ser Él el soberano del Universo.
○ Los oficiales del gobierno son sus ministros; han de hacer Su voluntad.
○ La autoridad que desempeñan es la que El les ha concedido en sus propias esferas.
○ Es preciso que sus conciencias sean guiadas por los principios de la Palabra.
• El área de la ley de Dios que el Estado tiene potestad de intervenir es en la civil (exterior).
○ No puede entrometerse en los asuntos que son puramente del corazón.
• Dios no le confía la defensa de la verdadera religión (tarea que pertenece a la Iglesia), que requiere el uso de armas espirituales y no de las disponibles por el Estado.
○ Sin embargo puede y debe exigir y promover respeto hacia Dios, el Creador y Soberano de todo.
○ Su meta es la de exigir un mínimo ético que asegure el bienestar general y el buen funcionamiento del orden social y estatal.
• Debe promover leyes que impidan que los individuos y/o las organizaciones sociales, saliéndose de sus propios límites, lleguen a avasallar a los y las demás.
○ Frenar toda forma de mal.
○ Fomentar condiciones de vida más equitativas y favorables para todos mediante la regulación de las condiciones socio-económicas.
○ Administrar justicia en las relaciones con otras naciones.
○ Desarrollo de las esferas de las actividades privadas y de la libertad dentro de las cuales el ser humano puede llevar a término el mandato que ha recibido de Dios (cultural, adoración, y evangelístico).
○ La regla debe ser la de que en todo, la iniciativa individual y de los grupos y organizaciones sociales tengan la preferencia, salvo en aquellas en las que no puedan garantizar el bienestar común general o no existan las iniciativas necesarias para ello, en cuyo caso su intervención debería ser temporal mientras surgen las condiciones que viabilicen esas iniciativas.
• Administración de la justicia.
• Promoción del bienestar general del Estado y los ciudadanos.
• La defensa de los derechos dados por Dios al ser humano (la vida, la libertad, la propiedad privada).
• La promoción, desarrollo y fortalecimiento de las instituciones sociales (familia, iglesia, empresas, organizaciones civiles, gobiernos comunitarios, gobiernos municipales, gobiernos regionales) y sus competencias.
• La ley que deben administrar es la de Dios, por ser Él el soberano del Universo.
○ Los oficiales del gobierno son sus ministros; han de hacer Su voluntad.
○ La autoridad que desempeñan es la que El les ha concedido en sus propias esferas.
○ Es preciso que sus conciencias sean guiadas por los principios de la Palabra.
• El área de la ley de Dios que el Estado tiene potestad de intervenir es en la civil (exterior).
○ No puede entrometerse en los asuntos que son puramente del corazón.
• Dios no le confía la defensa de la verdadera religión (tarea que pertenece a la Iglesia), que requiere el uso de armas espirituales y no de las disponibles por el Estado.
○ Sin embargo puede y debe exigir y promover respeto hacia Dios, el Creador y Soberano de todo.
○ Su meta es la de exigir un mínimo ético que asegure el bienestar general y el buen funcionamiento del orden social y estatal.
• Debe promover leyes que impidan que los individuos y/o las organizaciones sociales, saliéndose de sus propios límites, lleguen a avasallar a los y las demás.
○ Frenar toda forma de mal.
○ Fomentar condiciones de vida más equitativas y favorables para todos mediante la regulación de las condiciones socio-económicas.
○ Administrar justicia en las relaciones con otras naciones.
○ Desarrollo de las esferas de las actividades privadas y de la libertad dentro de las cuales el ser humano puede llevar a término el mandato que ha recibido de Dios (cultural, adoración, y evangelístico).
○ La regla debe ser la de que en todo, la iniciativa individual y de los grupos y organizaciones sociales tengan la preferencia, salvo en aquellas en las que no puedan garantizar el bienestar común general o no existan las iniciativas necesarias para ello, en cuyo caso su intervención debería ser temporal mientras surgen las condiciones que viabilicen esas iniciativas.
23
Mar
2016