Efesios 1:1-2 (2a. parte).
La voluntad de Dios.
• La vida no se trata de nosotros, se trata de Dios.
○ Cuando no vivimos la vida para Dios sino para nosotros mismos, somos tremendamente ridículos: pretendemos que todo el universo y más aún, la inmensidad de Dios, gire en torno a una micropartículo de Su Universo.
○ Dios hizo todo, incluídos nosotros, por Él, de Él y para Él (Rom 11:36).
○ De Él es la tierra y su plenitud, todo lo que hay en ella (Sal 24.1).
• Él es nuestro Creador, nuestro Salvador, Él es nuestro amoroso, perfecto y santo dueño.
○ Efe 2.10.
○ Sal 139:13-16,
○ Jer 29.11.
• Su Voluntad es nuestra santificación.
○ Libres del pecado (el pecado nos roba la bendición, la vida abundante).
○ Arrepentimiento de obras muertas (nuestras obras, las obras de la carne).
○ Temor de Dios (reverencia, honra, respeto, ponerlo a Él por delante de todo, hacer todo para Su Gloria)
○ Obediencia (vida abundante), Rom 12:1-2.
○ Nuestra santificación.
• Su Voluntad para con nosotros es buena, agradable, perfecta (no hay mejor forma de vivir que vivir bajo Su Voluntad).
Santos.
• Ya.
○ Apartados del mundo, puestos afuera.
§ Estamos en el mundo pero ya no somos del mundo.
○ Propiedad de, para los propósitos de, consagrados, dedicados para Dios y para Su servicio.
§ Por Su amor, misericordia y gracia, nos amó y nos redimió.
§ Éramos (sin saberlo) propiedad del diablo (Hch 26:18), hijos de desobediencia (Efe 2:2, Efe 5:6), hijos de ira (Efe 2:3).
○ Limpiados de nuestros pecados (1 Cor 6:11).
○ Libres del poder de la esclavitud del pecado.
§ Estábamos muertos en delitos y pecados (Efe 2:1).
§ Pero ahora estamos vivos para Dios en Cristo.
§ Carácter moral diferente.
□ Antes nos deleitamos el pecado, ahora lo aborrecemos; antes pecar nos producía alegría; hoy nos produce tristeza, aborrecimiento.
□ Antes mayoritariamente las obras de la carne.
□ Ahora, mayoritariamente el fruto del Espíritu.
• Pero todavía no.
○ Su voluntad para con nosotros es la santificación (1 Tes 4:3).
§ 1 Ped 1:14-15. Como hijos obedientes, no nos conformemos a los deseos que antes teníamos (los deseos de la carne), sino como Aquel que nos llamó es santo, seamos también nosotros santos en toda nuestra manera de vivir.
§ Nosotros hacemos morir las obras de la carne por el Espíritu (Rom 8.13).
§ El Señor nos santifica por Su Espíritu Santo (2 Cor 3:18) todo nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo (1 Tes 5:23).
○ El que comenzó a hacer la buena obra en nosotros la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
○ Somos un proyecto en desarrollo, pero Dios ya nos llama como va a ser el producto final porque El tiene fe en nosotros y El llama las cosas que no son como si fueran (Rom 4:17), además de que lo que Él ha comenzado en nosotros lo perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
• La vida no se trata de nosotros, se trata de Dios.
○ Cuando no vivimos la vida para Dios sino para nosotros mismos, somos tremendamente ridículos: pretendemos que todo el universo y más aún, la inmensidad de Dios, gire en torno a una micropartículo de Su Universo.
○ Dios hizo todo, incluídos nosotros, por Él, de Él y para Él (Rom 11:36).
○ De Él es la tierra y su plenitud, todo lo que hay en ella (Sal 24.1).
• Él es nuestro Creador, nuestro Salvador, Él es nuestro amoroso, perfecto y santo dueño.
○ Efe 2.10.
○ Sal 139:13-16,
○ Jer 29.11.
• Su Voluntad es nuestra santificación.
○ Libres del pecado (el pecado nos roba la bendición, la vida abundante).
○ Arrepentimiento de obras muertas (nuestras obras, las obras de la carne).
○ Temor de Dios (reverencia, honra, respeto, ponerlo a Él por delante de todo, hacer todo para Su Gloria)
○ Obediencia (vida abundante), Rom 12:1-2.
○ Nuestra santificación.
• Su Voluntad para con nosotros es buena, agradable, perfecta (no hay mejor forma de vivir que vivir bajo Su Voluntad).
Santos.
• Ya.
○ Apartados del mundo, puestos afuera.
§ Estamos en el mundo pero ya no somos del mundo.
○ Propiedad de, para los propósitos de, consagrados, dedicados para Dios y para Su servicio.
§ Por Su amor, misericordia y gracia, nos amó y nos redimió.
§ Éramos (sin saberlo) propiedad del diablo (Hch 26:18), hijos de desobediencia (Efe 2:2, Efe 5:6), hijos de ira (Efe 2:3).
○ Limpiados de nuestros pecados (1 Cor 6:11).
○ Libres del poder de la esclavitud del pecado.
§ Estábamos muertos en delitos y pecados (Efe 2:1).
§ Pero ahora estamos vivos para Dios en Cristo.
§ Carácter moral diferente.
□ Antes nos deleitamos el pecado, ahora lo aborrecemos; antes pecar nos producía alegría; hoy nos produce tristeza, aborrecimiento.
□ Antes mayoritariamente las obras de la carne.
□ Ahora, mayoritariamente el fruto del Espíritu.
• Pero todavía no.
○ Su voluntad para con nosotros es la santificación (1 Tes 4:3).
§ 1 Ped 1:14-15. Como hijos obedientes, no nos conformemos a los deseos que antes teníamos (los deseos de la carne), sino como Aquel que nos llamó es santo, seamos también nosotros santos en toda nuestra manera de vivir.
§ Nosotros hacemos morir las obras de la carne por el Espíritu (Rom 8.13).
§ El Señor nos santifica por Su Espíritu Santo (2 Cor 3:18) todo nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo (1 Tes 5:23).
○ El que comenzó a hacer la buena obra en nosotros la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
○ Somos un proyecto en desarrollo, pero Dios ya nos llama como va a ser el producto final porque El tiene fe en nosotros y El llama las cosas que no son como si fueran (Rom 4:17), además de que lo que Él ha comenzado en nosotros lo perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
28
Mar
2016