Matrimonio. Principios de funcionamiento.
FUNDAMENTOS DEL MATRIMONIO.
VARON Y MUJER.
EL MATRIMONIO: UN RESULTADO DE LA CREACIÓN DEL HOMBRE Y LA MUJER.
Ningún producto puede entender su identidad por medio de preguntárselo a otro producto igual, a sí mismo, al cliente o al consumidor.
Solo el fabricante conoce el propósito original y el potencial de su producto.
El matrimonio no es una creación humana, es divina (Gen 1:26-28, 2:23-25).
Por tanto, es imperativo que volvamos a descubrir el propósito original y entender el verdadero potencial del matrimonio a la luz de la Palabra de Dios.
Para ello, principalmente, necesitamos estar dispuestos a romper nuestros paradigmas mentales que sean producto, no de la Palabra de Dios sino de las corrientes de pensamiento del mundo (Prov 16:25) que han llevado al matrimonio y a la familia a una situación de crisis como la que se vive actualmente:
UNO. Muchas parejas ya no se están casando ni legal ni religiosamente, en el fondo, por temor al compromiso que significa una declaración de “casados para toda la vida”.
DOS. El 50% de los matrimonios que se hacen legalmente o en uniones de hecho, se están divorciando.
TRES. Por lo menos el 25% de las mujeres en edad adulta son madres jefes de hogar, es decir, son la cabeza del hogar por ausencia de un hombre que sea su pareja.
CUATRO. Proliferación de maras, cuyos integrantes son, en una gran mayoría, hijos e hijas de hogares desintegrados.
CINCO. Aumento de los embarazos y abortos de adolescentes y de mujeres adultas jóvenes.
SEIS. Incremento en la incidencia de enfermedades de transmisión sexual debido al desorden sexual que se inicia en la adolescencia y se mantiene en la edad adulta, a pesar de que las personas tengan una pareja estable.
SIETE. Etc.
EL HOMBRE Y LA MUJER (CREACIÓN).
Dios creó al ser humano –hombre, en general— como un espíritu (Gen 1:26), tal y como El es Espíritu.
Pero como el ser humano tendría una función en la tierra física, tenía que dotarlo de un cuerpo físico.
Ese espíritu lo colocó en dos casas diferentes: el varón y la mujer (Gen 1:27).
Dios hizo al hombre y a la mujer porque El quería que el ser humano cumpliera dos propósitos distintos.
Hay una diferencia entre ser “un hombre” y ser “un varón”: hombre-varón, hombre-varona (mujer).
Cada uno de ellos tiene un diseño similar pero también un diseño diferente porque en el plan de Dios fueron determinados para ser iguales en valor, pero diferentes en función.
Ambos son imagen y semejanza de Dios. Por lo tanto, con el mismo valor delante de Dios, el mismo tipo de Espíritu dentro de ellos (el Espíritu de Dios).
Como el hombre es espíritu, alma y cuerpo (1 Tes 5:23) lo primero es lo primero, y siendo el espíritu primero, los dos son iguales en valor delante de Dios.
Gen 2:21-22: Dios creó primero al hombre y de una costilla de este formó a la mujer.
La creación del hombre en primer lugar determina su posición en el matrimonio, la familia, la iglesia y la nación: el responsable delante de Dios por ellos.
La creación de la mujer en segundo lugar determina su posición en el matrimonio y la familia: ayuda idónea para que el hombre pueda cumplir con éxito su responsabilidad delante de Dios por el matrimonio y la familia.
Por lo tanto, ambos tienen igual valor, pero diferentes funciones.
El orden, la forma y los materiales en que cada uno de ellos fueron hechos, determina su propósito.
El varón (Gen 2:7, Gen 2.15-17) fue creado para ser:
• Visionario (Prov 29:8), proveer a su familia de una visión.
• Lider (servidor, Mar 10:42-45).
• Maestro: enseñar a su familia los mandamientos y la Palabra de Dios.
• Cultivador: desarrollar los dones, talentos y habilidades de su familia.
• Proveedor: ver que las necesidades de su familia sean suplidas.
• Protector: brindar seguridad espiritual, emocional y física a su familia.
La mujer (Gen 2:18, Gen 2:21-22) fue diseñada por Dios para ser:
• Ayuda idónea: ayudar a su esposo en todas sus tareas.
• Mejoradora: mejorar los resultados de la acción de su esposo.
• Reflectora: reflejar a su esposo en todo, como la Iglesia a Cristo.
• Dadora y sostenedora de vida: física, emocional y espiritual de su esposo e hijos.
• Consejera: aconsejar a su esposo e hijos en todos los asuntos de la vida.
• Apoyadora: apoyar a su esposo e hijos a alcanzar todo el potencial que Dios les dio.
LAS DIFERENCIAS ENTRE EL VARÓN Y LA MUJER.
Los varones y las mujeres tienen diseños diferentes pero que son perfectamente complementarios (Gen 2:21-25, Gen 1:26-28).
Cuando los varones y las mujeres no aprecian sus diferencias, ellos van a terminar experimentando conflictos, y conflictos serios.
Cuando tratan de valorar los propósitos de unos y otros, pueden llegar a tener relaciones muy recompensadoras y mezclar sus diseños únicos en forma armoniosa para la gloria de Dios (Gen 2:21-25, Ecle 4:9-12, Gen 1:28).
Mientras los varones no reconozcan las cualidades que Dios ha colocado dentro de las mujeres, van a experimentar debilidad e insuficiencia en áreas claves para su desarrollo porque ellas fueron diseñadas para suplir todo lo que les falta a ellos (Gen 2.18).
Las diferencias más importantes entre el varón y la mujer son:
NECESIDAD PRINCIPAL.
Varón: respeto, compañerismo y seño.
Mujer: amor, conversación y afecto.
TIPO DE INTELIGENCIA.
Varón: lógica, lo macro, cuadro general.
Mujer: emocional, un “sensor”, etalles.
COMUNICACIÓN.
Varón: generalmente expresa lo que está pensando.
Mujer: generalmente expresa lo que está sintiendo.
ATENCIÓN.
Varones: están interesados en el cuadro total, lo grande, la foto completa. Rara vez se interesan en los detalles.
Mujeres: están interesadas en los detalles.
PROBLEMAS.
Varones: toman decisiones rápidas y los archivan o crean “carpetas” de asuntos pendientes, archivándolas para un tiempo posterior.
Mujeres: sus mentes continúan trabajando a través de los problemas, hasta que quedan definitivamente resueltos.
COSAS MATERIALES.
Varones: quieren saber los detalles de cómo funcionan, como llegar, requisitos, etc.
Mujeres: tiendan a ver el objetivo.
COSAS ESPIRITUALES (el frasco de perfume).
Varones: tienden a ver el objetivo.
Mujeres: quieren saber los detalles de cómo funcionan, como llegar, requisitos, etc.
TRABAJO Y HOGAR.
Varón: el trabajo es una extensión de su personalidad.
Mujer: el hogar es una extensión de su personalidad.
PERSONALIDAD (Luc 24:1-49: la resurrección).
Varón: consistente, predecible, poco cambiante, nómada (ambulante); ante algo nuevo es conservador, lento, evalúa.
Mujer: constantemente cambiantes (responden adaptándose a los estímulos del medio ambiente), sedentarias (seguridad), más dispuestas a aceptar nuevas experiencias y participar en ellas.
ENAMORAMIENTO, AMOR Y NECESIDADES EMOCIONALES.
ENAMORAMIENTO.
Una experiencia emocional (algunas veces obsesiva).
No hacemos nada para tenerla, simplemente aparece.
No hacemos nada para que crezca: surge sin esfuerzo, requiere poca disciplina, solo la vivimos.
No es realista: es vivir en las nubes; solo ve las cualidades (los defectos los minimiza).
No se centra en el crecimiento mutuo sino en llenar nuestra soledad.
Dura más o menos 2 años (cuando se casan).
Debe dar paso al amor.
AMOR.
Es una experiencia emocional pero voluntaria (por eso es un mandamiento).
Requiere esfuerzo, voluntad y disciplina para alcanzarlo (1 Cor 13.4-8).
Necesitamos hacer muchas cosas para que crezca (no es natural en nosotros); de lo contrario, decrece.
Es realista: pone los pies sobre la tierra, tiene el panorama completo (cualidades y defectos).
Está centrado en el crecimiento mutuo, llenar las necesidades de la otra persona y desarrollar todas sus potencialidades.
Dura toda la vida: lo que Dios unió que no lo separe el ser humano.
Su propósito no es lograr algo que queremos sino hacer algo por el bienestar de la persona que amamos.
Es el compromiso total de una persona para dedicar su vida a suplir las necesidades de otro.
En el caso del matrimonio, el compromiso total de un varón por dedicar su vida a suplir las necesidades de su mujer, y viceversa.
NECESIDADES EMOCIONALES.
Las necesidades de las mujeres y los varones están conectadas a sus propósitos y diseños.
La necesidad principal de la mujer es el amor (Efe 5:25, 28). Amar significa apreciar, cuidar y mostrar afecto.
La necesidad principal del varón es el respeto (Efe 5:22, 24), Respetar significa honrar y estimar.
Puede ser que una mujer esté honrando y estimando a su marido, pero éste no sepa como expresar el amor hacia ella en la forma en que ello lo necesita.
Si el esposo de una mujer ignora la necesidad que ella tiene de amor, es importante que la mujer sea paciente, le comunique su necesidad, confíe en que Dios le va a revelar esa necesidad a él y mientras es suplida, evite la amargura.
El varón necesita no defenderse ni justificar por su inexperiencia, entender el diseño de la mujer, aceptar la necesidad de su esposa y pedirle ayuda para aprender como ella necesita que él le manifieste su amor y que siga el ejemplo de Jesús amándonos a nosotros.
Una necesidad importante de la mujer es la conversación, mientras que una necesidad muy importante del varón es el compañerismo en las actividades recreativas.
Para poder satisfacer verdaderamente la necesidad de conversación de la esposa, el marido debería:
UNO. Hablar con ella al nivel de los sentimientos y no solo al nivel del conocimiento y de la información.
DOS. Conversar con ella teniendo una actitud abierta y con cortesía, diciéndole a ella lo que siente y lo que piensa.
TRES. Compartir sus planes y acciones de forma clara y completa debido a que se considera a sí mismo en una posición de responsable hacia y por ella.
Por supuesto que la esposa también debería esforzarse por compartir con el esposo las actividades recreativas de éste.
Una mujer puede crear oportunidades para conversar con su marido por medio de desarrollar interés en su trabajo, en sus actividades y en sus hobbies.
1 PED 3:7.
Vivir con ellas sabiamente, con conocimiento, ciencia, prudencia, comprensión, discreción.
Dando honor a la mujer, tratándolas con respeto, estimarlas en el más alto grado, dándoles dignidad.
Considerarlas valiosas, preciosas.
Como vaso más frágil, delicadas, sensibles.
Como a co-herederas de la gracia de la vida.
COMUNICACIÓN.
INTRODUCCIÓN.
El varón generalmente expresa lo que está pensando. Por ello, para el varón, el hecho de escuchar el lenguaje hablado es un proceso por el cual recibe información.
La mujer generalmente expresa lo que está sintiendo. Por ello, para la mujer, el hecho de escuchar el lenguaje hablado es, ante todo, una experiencia emocional.
Los estilos diferentes de comunicación de los varones y las mujeres fueron diseñados así por Dios para ser complementarios, no antagónicos.
Las mujeres no necesitan disculparse por sus emociones porque Dios las diseñó así.
Cuando las mujeres y los varones entienden las diferencias en sus estilos de comunicación, ellos y ellas pueden aprender como usar sus diferencias para el mejoramiento de ambos.
Col 3:12-15: las formas de enfocar los diferentes estilos de comunicación de unos y otros:
UNO. Misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre, paciencia.
DOS. Soportándonos y perdonándonos unos a otros.
TRES. Amándonos (aceptándonos como somos, los unos a los otros).
CUATRO. Manteniendo la paz.
CINCO. Ser agradecidos.
CINCO FORMAS DE EXPRESAR AMOR.
Toda persona tiene un tanque emocional, un tanque de necesidades emocionales: amor, afecto, seguridad, valor, pertenencia.
Necesitan ser llenados (tanto en el varón como en la mujer) para lograr un buen funcionamiento como persona.
La forma de llenarlos depende de nuestras experiencias en la infancia y es muy difícil cambiarlo. Hay una forma principal, una secundaria, una tercera, una cuarta y otra quinta.
Las cinco formas son:
• Palabras de afirmación.
• Tiempo de calidad.
• Recibir regalos.
• Actos de servicio.
• Toque físico.
Reconocer el nuestro principal y secundario: desarrollar los demás (mejorarlo).
Reconocer el principal y el secundario de nuestra pareja para desarrollar la capacidad de comunicarnos en ese lenguaje.
PALABRAS DE AFIRMACIÓN.
Expresan: creo en ti, confío en ti, lo vas a lograr, vales, puedes, ERES.
Prov 18:21: el poder de la vida y el de la muerte están en la lengua (las palabras).
Con nuestras palabras podemos construir o destruir.
Construímos:
• Cumplidos, palabras de ánimo (inspirar valor), palabras amables, palabras humildes.
• Son mucho más motivadores que las palabras de regaño.
• Requiere ver la vida desde la perspectiva del cónyuge.
• La palabra blanda calma la ira (Prov 15.1).
Destruimos con regaños, reclamos, culpas, condenación, recordando los errores y fracasos del pasado, palabras de desconfianza, palabras duras, palabras con orgullo.
TIEMPO DE CALIDAD.
Expresa: eres importante.
Jesús tomándose el tiempo para ir a visitar a Marta y María después de la muerte de Lázaro.
Un aspecto central de esto es la unión. No es igual a proximidad. Tiene que ver con una atención completa y concentrada entre los dos.
Implica conversación de calidad y actividades de calidad.
Conversación de calidad: un diálogo comprensivo, comunicar experiencias, pensamientos, sentimientos y deseos en un contexto amistoso e ininterrumpido. Características:
• Mantener contacto visual con la pareja.
• No hacer ninguna otra cosa al mismo tiempo.
• Escuchar los sentimientos.
• Observar el lenguaje del cuerpo.
• Rehusar interrumpir.
Actividades de calidad: hacer cosas juntos.
• Cualquier cosa en que uno o ambos tengan interés.
• El énfasis no está en qué sino en por qué.
• Propósito: experimentar algo juntos con una actitud positiva.
• Provee un banco de recuerdos para usar en los próximos años.
RECIBIR REGALOS.
Expresa: eres valioso.
Jn 3:16: la entrega de Jesús por nosotros refleja la importancia y el valor que tenemos para el Padre y para El.
Es uno de los más fáciles de aprender.
Implica dar regalos y dinero, pero no cualquier regalo sino algo que realmente manifieste honra hacia la otra persona, algo que nos cueste (no solo dinero, sino tiempo, creatividad, interés, etc.).
El más importante regalo: el regalo de uno mismo, la presencia en los momentos importantes y claves de la vida de la otra persona. La presencia física en el momento crítico es el regalo más poderoso.
ACTOS DE SERVICIO.
Expresan: me interesa tu bienestar.
Mar 10:42-45: el servicio es la manifestación de la importancia y el valor que Jesús nos concedió al hacerse siervo nuestro.
Hacer cosas a favor y/o beneficio de la otra persona.
Son cosas que la otra persona podría hacer, pero que al hacerlas nosotros por ella le manifiestan cuidado y consideración, por ejemplo, hacer la cama, lavar platos, cuidar los niños, poner la mesa, etc.
TOQUE FÍSICO.
Expresa: me gustas, estoy para protegerte.
Jesús imponía manos a los rechazados, débiles, enfermos: sanaban (señal de aceptación, seguridad, protección).
No solo son caricias y besos ni tienen el interés centrado en llegar a una relación sexual.
Abrazos cuando la persona se siente insegura y/o dolida.
Manifestar ternura.
AMOR Y SUMISIÓN.
EFE 5:21-33.
La relación entre Dios y el ser humano se expresa por medio de la relación varón y mujer.
Cristo: cabeza del varón.
Varón: cabeza de la mujer.
Cabeza: cobertura (Mar 10:42-45), protección y servicio (modelo de la redención), no enseñoreamiento (modelo de la caída).
La fuente de recursos es responsable por el producto. La mujer fue hecha para todo lo que el varón tiene.
Someteos unos a otros en el temor de Dios: el matrimonio, para llegar a su plenitud necesita a Cristo en el centro.
Dos veces dice: mujeres sujetas a sus maridos como al Señor. Ello implica principalmente el respeto, porque esa es la necesidad básica del varón.
La sujeción de las mujeres a sus maridos es el resultado del amor de ellos hacia ellas.
1 Jn 4:19: nosotros nos sometemos a Jesús como iglesia porque El nos amó primero.
La sujeción es por amor, no por imposición.
Tres veces dice: esposos, amen a sus mujeres porque el marido es cabeza de la mujer así como Cristo es cabeza de la iglesia y el amor es la necesidad básica de la mujer.
Jesús da su vida por la iglesia, la sirve, la sustenta, la cuida, la ama (Jn 3:16).
El marido debe hacer lo mismo por la mujer (Mar 10:42-45).
CRISTO ES NUESTRO MODELO (PARA LOS VARONES Y LAS MUJERES).
Cristo: nuestro modelo de autoridad (para los varones).
Cristo: nuestro modelo de sumisión (para las mujeres).
Como Cristo no es menos que Dios pero se sometió al Padre, una mujer no es menos que su esposo, pero su posición es sujetarse.
La sumisión activa el cielo.
En la esfera espiritual, no hay diferencia entre los varones y las mujeres.
Pero en la física, tiene que haber una relación adecuada de sumisión.
La mujer es más frágil o más débil que el varón, más delicada, sensible y absorbente, vaso más frágil (1 Ped 3:7), por ello necesita la protección del varón (sujeción).
AMOR VRS TIRANÍA, SUJECIÓN VRS IMPOSICIÓN.
Dios creó al varón y a la mujer para que dominarán la tierra (Gen 1:28).
El plan de Dios no implicaba que se dominaran el uno al otro (Ecle 4:9-12).
Combinar las cualidades y las fuerzas de cada uno.
Producir resultados exponenciales más que la suma de los individuales.
El dominio de uno sobre otro es el resultado del pecado (Gen 3:16), no de la voluntad de Dios.
• Perdieron la relación (dirección de Dios) en sus vidas.
• Perdieron el equilibrio entre ambos (Gen 3:16).
• Por creación el varón está diseñado para ejercer y probar su fuerza.
• Este deseo, distorsionado por el pecado, provoca el abuso.
• Cada vez que abusa de su poder, su autoridad pierde legitimidad.
Pero Jesús vino a restaurar lo que se había perdido (Luc 19.10).
• Restauración del equilibrio entre el varón y la mujer.
• Restauración de relaciones entre ambos.
• Esposos: el amor verdadero por sus esposas (todo comienza por la cabeza).
• Mujeres: sujeción voluntaria a sus esposos (la respuesta al amor).
La sujeción no puede ser forzada (eso es tiranía, no sujeción). La tiranía (el abuso de la autoridad) puede ser enfrentada y resistida.
Si alguien tiene que pedirle a otro por sus derechos es la admisión de dominio de uno sobre otro, y ello es contrario al plan de Dios.
• Los derechos del varón y la mujer son dados por Dios.
• Son inherentes a la creación y a la imagen de Dios.
• Ninguna persona tiene derecho a negarlos a otro, menos entre una pareja cristiana.
• La autoridad legítimamente ejercida es servicio y genera la sujeción Rom 13.1-7.
• Varón: líder como Jesús (Efe 3:21-33) para amar (Jn 3:16) y servir (Mar 10:42-45).
ANTE LA TIRANÍA Y EL ABUSO.
Si Efe 5:22-33 no se cumple en el matrimonio entre creyentes procede Mat 18:15-17:
• Primero: reprensión y confrontación uno a uno.
• Segundo: reprensión y confrontación ante dos o tres testigos.
• Tercero: contarlo a las autoridades de la iglesia.
Si no hay cambio, tenerlo por gentil y publicano (equivalente a un incrédulo). Entonces se aplica 1 Cor 7:12-15 (parejas creyente y no creyente).
1 COR 7:10-11: PAREJAS DE CREYENTES.
Los maridos creyentes no pueden abandonar a su mujer (Jesús nunca abandona a su iglesia)..
Las mujeres creyentes:
UNO. No se separen de sus maridos.
DOS. Si se separan (por abusos reiterados sin arrepentimiento y frutos de arrepentimiento), quédense sin casar, o reconcíliense con sus maridos.
2 COR 7:12-15: PAREJAS CREYENTE Y NO CREYENTE.
Si el no creyente consiente en vivir con el otro implica que acepta su fe, respeto, honra, cuidado y buen trato.
Entonces, el creyente no lo (la) abandone (al no creyente).
Pero si el no creyente no consiente en vivir con el otro, no está el hermano o la hermana sujetos a servidumbre porque a paz nos llamó el Señor (Heb 12:14-15). Entonces, sepárese, no divorcio:
SEXUALIDAD.
GEN 1.26-28, GEN 2:23-25.
Dios diseñó a los varones y a las mujeres como seres sexuales, lo que implica que creó el sexo y después dijo “que era muy bueno” (Gen 1:31).
Dios no habla negativamente del sexo sino solo en contra de su mal uso.
Usa la unión sexual matrimonial como metáfora de la intimidad y unidad de Cristo y de Su novia, la iglesia (Cantar de los Cantares).
Dios diseñó el sexo dentro del matrimonio por las siguientes razones:
El ser humano (1 Tes 5:23) es espíritu, alma y cuerpo.
En el espíritu es donde comienza la mutua comunicación e identificación.
Por ello (2 Cor 6:14): “no unirnos en yugo desigual.
Por eso Adán, cuando Dios le llevó a Eva y aún no habían tenido ninguna relación sexual expresó: “esta es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne”.
En el alma se produce el compañerismo y el compromiso: “por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer”.
En el cuerpo se produce la sexualidad: “y serán una sola carne”.
Primero ayuda idónea, después sexo.
El sexo no crea el amor, solo lo expresa de una manera física.
La relación sexual auténtica, sana, plena, completa, 100% satisfactoria, es el resultado de la unión, primero espiritual, después emocional, sellada por la unión física (sexo).
Por ello, y por el compromiso implicado en la sexualidad, la única relación sexual aprobado por Dios debe suceder solo en el matrimonio.
Solo allí se llenan los tres aspectos y/o niveles.
Solo allí (Heb 13:4) honroso sea en todos:
• Primero, el matrimonio.
• Segundo, el lecho sin mancilla.
• Pero a los fornicarios y a los adúlteros (sexo sin compromiso y sin responsabilidad) los juzgará Dios.
OTRAS RAZONES POR LAS QUE DIOS CREO EL MATRIMONIO.
Para sellar un pacto entre dos seres humanos (Mal 2:14).
Para señal física de un acto espiritual: el acto de darnos a sí mismos a otra persona y por otra persona (Gen 2:21-25), siguiendo el ejemplo de Cristo.
Para la procreación.
Para el disfrute mutuo (Heb 13:4).
Ambos, son iguales, tienen necesidades sexuales que deben ser satisfechas.
La sola satisfacción de necesidades propias es abuso, constituye una violación (puede ocurrir también en el matrimonio).
Ambos, aunque iguales, también son diferentes. Ello determina diferente forma de satisfacerlas.
SIMILITUDES Y DIFERENCIAS EN LA SEXUALIDAD DEL HOMBRE Y LA MUJER.
En el sexo, el hombre y la mujer, iguales (necesidades) pero diferentes (forma y proceso de satisfacerlas).
En la sexualidad se reflejan las diferencias entre el varón y la mujer:
El varón sexualmente es un dador y está fácilmente disponible.
La mujer es sexualmente receptora (reflectora): necesita preparación y va a responder en la medida de la dedicación del varón a prepararla:
• Poca preparación implicará poca disposición y poca respuesta.
• Mucha preparación implicará mucha disposición y mucha respuesta.
Dos factores afectan la disposición sexual: el ambiente y el acto mismo.
El varón es visual y el sexo es su primera necesidad, por ello se concentra en el acto.
La mujer es emocional y el afecto es su primer necesidad, por ello se concentra en las circunstancias previas, el ambiente, y si este es positivo, después en el acto sexual.
Varón:
• Servidor, proveedor y protector de la mujer, también en lo sexual:
• Ser sensible a sus temporadas o estaciones del ciclo reproductivo.
• No presionarla a tener relaciones sexuales.
• Tomar tiempo suficiente para satisfacer la necesidad de su mujer.
Mujer: sensible a la necesidad de su marido de tener sexo:
• Hablándole sobre sus propias necesidades.
• Orientándolo para brindarle satisfacción a sus necesidades.
• Satisfaciendo las necesidades de su marido.
• No usando el sexo manipulación o como arma.
Heb 13:4: la instrucción de Dios es que el sexo sea honroso, lo que implica que todo lo podemos siempre que estemos de acuerdo y no viole lo natural (Rom 1:27).
1 Cor 7:3-5: también la instrucción de Dios es no negarse el uno al otro.
LAS TRAMPAS SEXUALES.
El hecho de mal entender la diferencia sexual entre varones y mujeres.
La voz del placer.
La seducción del romanticismo.
El deseo de tener relaciones extramaritales.
Las necesidades del ego.
VARON Y MUJER.
EL MATRIMONIO: UN RESULTADO DE LA CREACIÓN DEL HOMBRE Y LA MUJER.
Ningún producto puede entender su identidad por medio de preguntárselo a otro producto igual, a sí mismo, al cliente o al consumidor.
Solo el fabricante conoce el propósito original y el potencial de su producto.
El matrimonio no es una creación humana, es divina (Gen 1:26-28, 2:23-25).
Por tanto, es imperativo que volvamos a descubrir el propósito original y entender el verdadero potencial del matrimonio a la luz de la Palabra de Dios.
Para ello, principalmente, necesitamos estar dispuestos a romper nuestros paradigmas mentales que sean producto, no de la Palabra de Dios sino de las corrientes de pensamiento del mundo (Prov 16:25) que han llevado al matrimonio y a la familia a una situación de crisis como la que se vive actualmente:
UNO. Muchas parejas ya no se están casando ni legal ni religiosamente, en el fondo, por temor al compromiso que significa una declaración de “casados para toda la vida”.
DOS. El 50% de los matrimonios que se hacen legalmente o en uniones de hecho, se están divorciando.
TRES. Por lo menos el 25% de las mujeres en edad adulta son madres jefes de hogar, es decir, son la cabeza del hogar por ausencia de un hombre que sea su pareja.
CUATRO. Proliferación de maras, cuyos integrantes son, en una gran mayoría, hijos e hijas de hogares desintegrados.
CINCO. Aumento de los embarazos y abortos de adolescentes y de mujeres adultas jóvenes.
SEIS. Incremento en la incidencia de enfermedades de transmisión sexual debido al desorden sexual que se inicia en la adolescencia y se mantiene en la edad adulta, a pesar de que las personas tengan una pareja estable.
SIETE. Etc.
EL HOMBRE Y LA MUJER (CREACIÓN).
Dios creó al ser humano –hombre, en general— como un espíritu (Gen 1:26), tal y como El es Espíritu.
Pero como el ser humano tendría una función en la tierra física, tenía que dotarlo de un cuerpo físico.
Ese espíritu lo colocó en dos casas diferentes: el varón y la mujer (Gen 1:27).
Dios hizo al hombre y a la mujer porque El quería que el ser humano cumpliera dos propósitos distintos.
Hay una diferencia entre ser “un hombre” y ser “un varón”: hombre-varón, hombre-varona (mujer).
Cada uno de ellos tiene un diseño similar pero también un diseño diferente porque en el plan de Dios fueron determinados para ser iguales en valor, pero diferentes en función.
Ambos son imagen y semejanza de Dios. Por lo tanto, con el mismo valor delante de Dios, el mismo tipo de Espíritu dentro de ellos (el Espíritu de Dios).
Como el hombre es espíritu, alma y cuerpo (1 Tes 5:23) lo primero es lo primero, y siendo el espíritu primero, los dos son iguales en valor delante de Dios.
Gen 2:21-22: Dios creó primero al hombre y de una costilla de este formó a la mujer.
La creación del hombre en primer lugar determina su posición en el matrimonio, la familia, la iglesia y la nación: el responsable delante de Dios por ellos.
La creación de la mujer en segundo lugar determina su posición en el matrimonio y la familia: ayuda idónea para que el hombre pueda cumplir con éxito su responsabilidad delante de Dios por el matrimonio y la familia.
Por lo tanto, ambos tienen igual valor, pero diferentes funciones.
El orden, la forma y los materiales en que cada uno de ellos fueron hechos, determina su propósito.
El varón (Gen 2:7, Gen 2.15-17) fue creado para ser:
• Visionario (Prov 29:8), proveer a su familia de una visión.
• Lider (servidor, Mar 10:42-45).
• Maestro: enseñar a su familia los mandamientos y la Palabra de Dios.
• Cultivador: desarrollar los dones, talentos y habilidades de su familia.
• Proveedor: ver que las necesidades de su familia sean suplidas.
• Protector: brindar seguridad espiritual, emocional y física a su familia.
La mujer (Gen 2:18, Gen 2:21-22) fue diseñada por Dios para ser:
• Ayuda idónea: ayudar a su esposo en todas sus tareas.
• Mejoradora: mejorar los resultados de la acción de su esposo.
• Reflectora: reflejar a su esposo en todo, como la Iglesia a Cristo.
• Dadora y sostenedora de vida: física, emocional y espiritual de su esposo e hijos.
• Consejera: aconsejar a su esposo e hijos en todos los asuntos de la vida.
• Apoyadora: apoyar a su esposo e hijos a alcanzar todo el potencial que Dios les dio.
LAS DIFERENCIAS ENTRE EL VARÓN Y LA MUJER.
Los varones y las mujeres tienen diseños diferentes pero que son perfectamente complementarios (Gen 2:21-25, Gen 1:26-28).
Cuando los varones y las mujeres no aprecian sus diferencias, ellos van a terminar experimentando conflictos, y conflictos serios.
Cuando tratan de valorar los propósitos de unos y otros, pueden llegar a tener relaciones muy recompensadoras y mezclar sus diseños únicos en forma armoniosa para la gloria de Dios (Gen 2:21-25, Ecle 4:9-12, Gen 1:28).
Mientras los varones no reconozcan las cualidades que Dios ha colocado dentro de las mujeres, van a experimentar debilidad e insuficiencia en áreas claves para su desarrollo porque ellas fueron diseñadas para suplir todo lo que les falta a ellos (Gen 2.18).
Las diferencias más importantes entre el varón y la mujer son:
NECESIDAD PRINCIPAL.
Varón: respeto, compañerismo y seño.
Mujer: amor, conversación y afecto.
TIPO DE INTELIGENCIA.
Varón: lógica, lo macro, cuadro general.
Mujer: emocional, un “sensor”, etalles.
COMUNICACIÓN.
Varón: generalmente expresa lo que está pensando.
Mujer: generalmente expresa lo que está sintiendo.
ATENCIÓN.
Varones: están interesados en el cuadro total, lo grande, la foto completa. Rara vez se interesan en los detalles.
Mujeres: están interesadas en los detalles.
PROBLEMAS.
Varones: toman decisiones rápidas y los archivan o crean “carpetas” de asuntos pendientes, archivándolas para un tiempo posterior.
Mujeres: sus mentes continúan trabajando a través de los problemas, hasta que quedan definitivamente resueltos.
COSAS MATERIALES.
Varones: quieren saber los detalles de cómo funcionan, como llegar, requisitos, etc.
Mujeres: tiendan a ver el objetivo.
COSAS ESPIRITUALES (el frasco de perfume).
Varones: tienden a ver el objetivo.
Mujeres: quieren saber los detalles de cómo funcionan, como llegar, requisitos, etc.
TRABAJO Y HOGAR.
Varón: el trabajo es una extensión de su personalidad.
Mujer: el hogar es una extensión de su personalidad.
PERSONALIDAD (Luc 24:1-49: la resurrección).
Varón: consistente, predecible, poco cambiante, nómada (ambulante); ante algo nuevo es conservador, lento, evalúa.
Mujer: constantemente cambiantes (responden adaptándose a los estímulos del medio ambiente), sedentarias (seguridad), más dispuestas a aceptar nuevas experiencias y participar en ellas.
ENAMORAMIENTO, AMOR Y NECESIDADES EMOCIONALES.
ENAMORAMIENTO.
Una experiencia emocional (algunas veces obsesiva).
No hacemos nada para tenerla, simplemente aparece.
No hacemos nada para que crezca: surge sin esfuerzo, requiere poca disciplina, solo la vivimos.
No es realista: es vivir en las nubes; solo ve las cualidades (los defectos los minimiza).
No se centra en el crecimiento mutuo sino en llenar nuestra soledad.
Dura más o menos 2 años (cuando se casan).
Debe dar paso al amor.
AMOR.
Es una experiencia emocional pero voluntaria (por eso es un mandamiento).
Requiere esfuerzo, voluntad y disciplina para alcanzarlo (1 Cor 13.4-8).
Necesitamos hacer muchas cosas para que crezca (no es natural en nosotros); de lo contrario, decrece.
Es realista: pone los pies sobre la tierra, tiene el panorama completo (cualidades y defectos).
Está centrado en el crecimiento mutuo, llenar las necesidades de la otra persona y desarrollar todas sus potencialidades.
Dura toda la vida: lo que Dios unió que no lo separe el ser humano.
Su propósito no es lograr algo que queremos sino hacer algo por el bienestar de la persona que amamos.
Es el compromiso total de una persona para dedicar su vida a suplir las necesidades de otro.
En el caso del matrimonio, el compromiso total de un varón por dedicar su vida a suplir las necesidades de su mujer, y viceversa.
NECESIDADES EMOCIONALES.
Las necesidades de las mujeres y los varones están conectadas a sus propósitos y diseños.
La necesidad principal de la mujer es el amor (Efe 5:25, 28). Amar significa apreciar, cuidar y mostrar afecto.
La necesidad principal del varón es el respeto (Efe 5:22, 24), Respetar significa honrar y estimar.
Puede ser que una mujer esté honrando y estimando a su marido, pero éste no sepa como expresar el amor hacia ella en la forma en que ello lo necesita.
Si el esposo de una mujer ignora la necesidad que ella tiene de amor, es importante que la mujer sea paciente, le comunique su necesidad, confíe en que Dios le va a revelar esa necesidad a él y mientras es suplida, evite la amargura.
El varón necesita no defenderse ni justificar por su inexperiencia, entender el diseño de la mujer, aceptar la necesidad de su esposa y pedirle ayuda para aprender como ella necesita que él le manifieste su amor y que siga el ejemplo de Jesús amándonos a nosotros.
Una necesidad importante de la mujer es la conversación, mientras que una necesidad muy importante del varón es el compañerismo en las actividades recreativas.
Para poder satisfacer verdaderamente la necesidad de conversación de la esposa, el marido debería:
UNO. Hablar con ella al nivel de los sentimientos y no solo al nivel del conocimiento y de la información.
DOS. Conversar con ella teniendo una actitud abierta y con cortesía, diciéndole a ella lo que siente y lo que piensa.
TRES. Compartir sus planes y acciones de forma clara y completa debido a que se considera a sí mismo en una posición de responsable hacia y por ella.
Por supuesto que la esposa también debería esforzarse por compartir con el esposo las actividades recreativas de éste.
Una mujer puede crear oportunidades para conversar con su marido por medio de desarrollar interés en su trabajo, en sus actividades y en sus hobbies.
1 PED 3:7.
Vivir con ellas sabiamente, con conocimiento, ciencia, prudencia, comprensión, discreción.
Dando honor a la mujer, tratándolas con respeto, estimarlas en el más alto grado, dándoles dignidad.
Considerarlas valiosas, preciosas.
Como vaso más frágil, delicadas, sensibles.
Como a co-herederas de la gracia de la vida.
COMUNICACIÓN.
INTRODUCCIÓN.
El varón generalmente expresa lo que está pensando. Por ello, para el varón, el hecho de escuchar el lenguaje hablado es un proceso por el cual recibe información.
La mujer generalmente expresa lo que está sintiendo. Por ello, para la mujer, el hecho de escuchar el lenguaje hablado es, ante todo, una experiencia emocional.
Los estilos diferentes de comunicación de los varones y las mujeres fueron diseñados así por Dios para ser complementarios, no antagónicos.
Las mujeres no necesitan disculparse por sus emociones porque Dios las diseñó así.
Cuando las mujeres y los varones entienden las diferencias en sus estilos de comunicación, ellos y ellas pueden aprender como usar sus diferencias para el mejoramiento de ambos.
Col 3:12-15: las formas de enfocar los diferentes estilos de comunicación de unos y otros:
UNO. Misericordia, benignidad, humildad, mansedumbre, paciencia.
DOS. Soportándonos y perdonándonos unos a otros.
TRES. Amándonos (aceptándonos como somos, los unos a los otros).
CUATRO. Manteniendo la paz.
CINCO. Ser agradecidos.
CINCO FORMAS DE EXPRESAR AMOR.
Toda persona tiene un tanque emocional, un tanque de necesidades emocionales: amor, afecto, seguridad, valor, pertenencia.
Necesitan ser llenados (tanto en el varón como en la mujer) para lograr un buen funcionamiento como persona.
La forma de llenarlos depende de nuestras experiencias en la infancia y es muy difícil cambiarlo. Hay una forma principal, una secundaria, una tercera, una cuarta y otra quinta.
Las cinco formas son:
• Palabras de afirmación.
• Tiempo de calidad.
• Recibir regalos.
• Actos de servicio.
• Toque físico.
Reconocer el nuestro principal y secundario: desarrollar los demás (mejorarlo).
Reconocer el principal y el secundario de nuestra pareja para desarrollar la capacidad de comunicarnos en ese lenguaje.
PALABRAS DE AFIRMACIÓN.
Expresan: creo en ti, confío en ti, lo vas a lograr, vales, puedes, ERES.
Prov 18:21: el poder de la vida y el de la muerte están en la lengua (las palabras).
Con nuestras palabras podemos construir o destruir.
Construímos:
• Cumplidos, palabras de ánimo (inspirar valor), palabras amables, palabras humildes.
• Son mucho más motivadores que las palabras de regaño.
• Requiere ver la vida desde la perspectiva del cónyuge.
• La palabra blanda calma la ira (Prov 15.1).
Destruimos con regaños, reclamos, culpas, condenación, recordando los errores y fracasos del pasado, palabras de desconfianza, palabras duras, palabras con orgullo.
TIEMPO DE CALIDAD.
Expresa: eres importante.
Jesús tomándose el tiempo para ir a visitar a Marta y María después de la muerte de Lázaro.
Un aspecto central de esto es la unión. No es igual a proximidad. Tiene que ver con una atención completa y concentrada entre los dos.
Implica conversación de calidad y actividades de calidad.
Conversación de calidad: un diálogo comprensivo, comunicar experiencias, pensamientos, sentimientos y deseos en un contexto amistoso e ininterrumpido. Características:
• Mantener contacto visual con la pareja.
• No hacer ninguna otra cosa al mismo tiempo.
• Escuchar los sentimientos.
• Observar el lenguaje del cuerpo.
• Rehusar interrumpir.
Actividades de calidad: hacer cosas juntos.
• Cualquier cosa en que uno o ambos tengan interés.
• El énfasis no está en qué sino en por qué.
• Propósito: experimentar algo juntos con una actitud positiva.
• Provee un banco de recuerdos para usar en los próximos años.
RECIBIR REGALOS.
Expresa: eres valioso.
Jn 3:16: la entrega de Jesús por nosotros refleja la importancia y el valor que tenemos para el Padre y para El.
Es uno de los más fáciles de aprender.
Implica dar regalos y dinero, pero no cualquier regalo sino algo que realmente manifieste honra hacia la otra persona, algo que nos cueste (no solo dinero, sino tiempo, creatividad, interés, etc.).
El más importante regalo: el regalo de uno mismo, la presencia en los momentos importantes y claves de la vida de la otra persona. La presencia física en el momento crítico es el regalo más poderoso.
ACTOS DE SERVICIO.
Expresan: me interesa tu bienestar.
Mar 10:42-45: el servicio es la manifestación de la importancia y el valor que Jesús nos concedió al hacerse siervo nuestro.
Hacer cosas a favor y/o beneficio de la otra persona.
Son cosas que la otra persona podría hacer, pero que al hacerlas nosotros por ella le manifiestan cuidado y consideración, por ejemplo, hacer la cama, lavar platos, cuidar los niños, poner la mesa, etc.
TOQUE FÍSICO.
Expresa: me gustas, estoy para protegerte.
Jesús imponía manos a los rechazados, débiles, enfermos: sanaban (señal de aceptación, seguridad, protección).
No solo son caricias y besos ni tienen el interés centrado en llegar a una relación sexual.
Abrazos cuando la persona se siente insegura y/o dolida.
Manifestar ternura.
AMOR Y SUMISIÓN.
EFE 5:21-33.
La relación entre Dios y el ser humano se expresa por medio de la relación varón y mujer.
Cristo: cabeza del varón.
Varón: cabeza de la mujer.
Cabeza: cobertura (Mar 10:42-45), protección y servicio (modelo de la redención), no enseñoreamiento (modelo de la caída).
La fuente de recursos es responsable por el producto. La mujer fue hecha para todo lo que el varón tiene.
Someteos unos a otros en el temor de Dios: el matrimonio, para llegar a su plenitud necesita a Cristo en el centro.
Dos veces dice: mujeres sujetas a sus maridos como al Señor. Ello implica principalmente el respeto, porque esa es la necesidad básica del varón.
La sujeción de las mujeres a sus maridos es el resultado del amor de ellos hacia ellas.
1 Jn 4:19: nosotros nos sometemos a Jesús como iglesia porque El nos amó primero.
La sujeción es por amor, no por imposición.
Tres veces dice: esposos, amen a sus mujeres porque el marido es cabeza de la mujer así como Cristo es cabeza de la iglesia y el amor es la necesidad básica de la mujer.
Jesús da su vida por la iglesia, la sirve, la sustenta, la cuida, la ama (Jn 3:16).
El marido debe hacer lo mismo por la mujer (Mar 10:42-45).
CRISTO ES NUESTRO MODELO (PARA LOS VARONES Y LAS MUJERES).
Cristo: nuestro modelo de autoridad (para los varones).
Cristo: nuestro modelo de sumisión (para las mujeres).
Como Cristo no es menos que Dios pero se sometió al Padre, una mujer no es menos que su esposo, pero su posición es sujetarse.
La sumisión activa el cielo.
En la esfera espiritual, no hay diferencia entre los varones y las mujeres.
Pero en la física, tiene que haber una relación adecuada de sumisión.
La mujer es más frágil o más débil que el varón, más delicada, sensible y absorbente, vaso más frágil (1 Ped 3:7), por ello necesita la protección del varón (sujeción).
AMOR VRS TIRANÍA, SUJECIÓN VRS IMPOSICIÓN.
Dios creó al varón y a la mujer para que dominarán la tierra (Gen 1:28).
El plan de Dios no implicaba que se dominaran el uno al otro (Ecle 4:9-12).
Combinar las cualidades y las fuerzas de cada uno.
Producir resultados exponenciales más que la suma de los individuales.
El dominio de uno sobre otro es el resultado del pecado (Gen 3:16), no de la voluntad de Dios.
• Perdieron la relación (dirección de Dios) en sus vidas.
• Perdieron el equilibrio entre ambos (Gen 3:16).
• Por creación el varón está diseñado para ejercer y probar su fuerza.
• Este deseo, distorsionado por el pecado, provoca el abuso.
• Cada vez que abusa de su poder, su autoridad pierde legitimidad.
Pero Jesús vino a restaurar lo que se había perdido (Luc 19.10).
• Restauración del equilibrio entre el varón y la mujer.
• Restauración de relaciones entre ambos.
• Esposos: el amor verdadero por sus esposas (todo comienza por la cabeza).
• Mujeres: sujeción voluntaria a sus esposos (la respuesta al amor).
La sujeción no puede ser forzada (eso es tiranía, no sujeción). La tiranía (el abuso de la autoridad) puede ser enfrentada y resistida.
Si alguien tiene que pedirle a otro por sus derechos es la admisión de dominio de uno sobre otro, y ello es contrario al plan de Dios.
• Los derechos del varón y la mujer son dados por Dios.
• Son inherentes a la creación y a la imagen de Dios.
• Ninguna persona tiene derecho a negarlos a otro, menos entre una pareja cristiana.
• La autoridad legítimamente ejercida es servicio y genera la sujeción Rom 13.1-7.
• Varón: líder como Jesús (Efe 3:21-33) para amar (Jn 3:16) y servir (Mar 10:42-45).
ANTE LA TIRANÍA Y EL ABUSO.
Si Efe 5:22-33 no se cumple en el matrimonio entre creyentes procede Mat 18:15-17:
• Primero: reprensión y confrontación uno a uno.
• Segundo: reprensión y confrontación ante dos o tres testigos.
• Tercero: contarlo a las autoridades de la iglesia.
Si no hay cambio, tenerlo por gentil y publicano (equivalente a un incrédulo). Entonces se aplica 1 Cor 7:12-15 (parejas creyente y no creyente).
1 COR 7:10-11: PAREJAS DE CREYENTES.
Los maridos creyentes no pueden abandonar a su mujer (Jesús nunca abandona a su iglesia)..
Las mujeres creyentes:
UNO. No se separen de sus maridos.
DOS. Si se separan (por abusos reiterados sin arrepentimiento y frutos de arrepentimiento), quédense sin casar, o reconcíliense con sus maridos.
2 COR 7:12-15: PAREJAS CREYENTE Y NO CREYENTE.
Si el no creyente consiente en vivir con el otro implica que acepta su fe, respeto, honra, cuidado y buen trato.
Entonces, el creyente no lo (la) abandone (al no creyente).
Pero si el no creyente no consiente en vivir con el otro, no está el hermano o la hermana sujetos a servidumbre porque a paz nos llamó el Señor (Heb 12:14-15). Entonces, sepárese, no divorcio:
SEXUALIDAD.
GEN 1.26-28, GEN 2:23-25.
Dios diseñó a los varones y a las mujeres como seres sexuales, lo que implica que creó el sexo y después dijo “que era muy bueno” (Gen 1:31).
Dios no habla negativamente del sexo sino solo en contra de su mal uso.
Usa la unión sexual matrimonial como metáfora de la intimidad y unidad de Cristo y de Su novia, la iglesia (Cantar de los Cantares).
Dios diseñó el sexo dentro del matrimonio por las siguientes razones:
El ser humano (1 Tes 5:23) es espíritu, alma y cuerpo.
En el espíritu es donde comienza la mutua comunicación e identificación.
Por ello (2 Cor 6:14): “no unirnos en yugo desigual.
Por eso Adán, cuando Dios le llevó a Eva y aún no habían tenido ninguna relación sexual expresó: “esta es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne”.
En el alma se produce el compañerismo y el compromiso: “por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer”.
En el cuerpo se produce la sexualidad: “y serán una sola carne”.
Primero ayuda idónea, después sexo.
El sexo no crea el amor, solo lo expresa de una manera física.
La relación sexual auténtica, sana, plena, completa, 100% satisfactoria, es el resultado de la unión, primero espiritual, después emocional, sellada por la unión física (sexo).
Por ello, y por el compromiso implicado en la sexualidad, la única relación sexual aprobado por Dios debe suceder solo en el matrimonio.
Solo allí se llenan los tres aspectos y/o niveles.
Solo allí (Heb 13:4) honroso sea en todos:
• Primero, el matrimonio.
• Segundo, el lecho sin mancilla.
• Pero a los fornicarios y a los adúlteros (sexo sin compromiso y sin responsabilidad) los juzgará Dios.
OTRAS RAZONES POR LAS QUE DIOS CREO EL MATRIMONIO.
Para sellar un pacto entre dos seres humanos (Mal 2:14).
Para señal física de un acto espiritual: el acto de darnos a sí mismos a otra persona y por otra persona (Gen 2:21-25), siguiendo el ejemplo de Cristo.
Para la procreación.
Para el disfrute mutuo (Heb 13:4).
Ambos, son iguales, tienen necesidades sexuales que deben ser satisfechas.
La sola satisfacción de necesidades propias es abuso, constituye una violación (puede ocurrir también en el matrimonio).
Ambos, aunque iguales, también son diferentes. Ello determina diferente forma de satisfacerlas.
SIMILITUDES Y DIFERENCIAS EN LA SEXUALIDAD DEL HOMBRE Y LA MUJER.
En el sexo, el hombre y la mujer, iguales (necesidades) pero diferentes (forma y proceso de satisfacerlas).
En la sexualidad se reflejan las diferencias entre el varón y la mujer:
El varón sexualmente es un dador y está fácilmente disponible.
La mujer es sexualmente receptora (reflectora): necesita preparación y va a responder en la medida de la dedicación del varón a prepararla:
• Poca preparación implicará poca disposición y poca respuesta.
• Mucha preparación implicará mucha disposición y mucha respuesta.
Dos factores afectan la disposición sexual: el ambiente y el acto mismo.
El varón es visual y el sexo es su primera necesidad, por ello se concentra en el acto.
La mujer es emocional y el afecto es su primer necesidad, por ello se concentra en las circunstancias previas, el ambiente, y si este es positivo, después en el acto sexual.
Varón:
• Servidor, proveedor y protector de la mujer, también en lo sexual:
• Ser sensible a sus temporadas o estaciones del ciclo reproductivo.
• No presionarla a tener relaciones sexuales.
• Tomar tiempo suficiente para satisfacer la necesidad de su mujer.
Mujer: sensible a la necesidad de su marido de tener sexo:
• Hablándole sobre sus propias necesidades.
• Orientándolo para brindarle satisfacción a sus necesidades.
• Satisfaciendo las necesidades de su marido.
• No usando el sexo manipulación o como arma.
Heb 13:4: la instrucción de Dios es que el sexo sea honroso, lo que implica que todo lo podemos siempre que estemos de acuerdo y no viole lo natural (Rom 1:27).
1 Cor 7:3-5: también la instrucción de Dios es no negarse el uno al otro.
LAS TRAMPAS SEXUALES.
El hecho de mal entender la diferencia sexual entre varones y mujeres.
La voz del placer.
La seducción del romanticismo.
El deseo de tener relaciones extramaritales.
Las necesidades del ego.
25
Jun
2008