Principio básico de la familia.
PRINCIPIO BÁSICO: Sal 127:1-5.
“Si Jehová no edificare”: si los cimientos no están puestos sobre el Señor, si El no es la roca.
“La casa”: la familia, los hijos, el linaje.
“En vano trabajan los edificadores”: inútil, falso, engañoso, ilusorio desolación, destrucción, calamidad, ruina, idolatría,
“Si Jehová no guardare la ciudad”: proteger, cuidar, atesorar, preservar.
“En vano vela la guardia”: igual que “En vano trabajan los edificadores”.
“Por demás es que os levantéis temprano en la mañana y vayáis tarde a reposar y comáis pan de dolores”: trabajar, esforzarse, hacer, ejecutar, mantener.
“Pues que a su amado dará Dios el sueño”:
“He aquí”: miren bien, pongan mucha atención.
“Herencia de Jehová son los hijos”: la doble calidad de propiedad y heredado como reliquia de familia, patrimonio, bienes, posesión.
“Cosa de estima el fruto del vientre”: salario, sueldo, compensación, beneficio, galardón, recompensa.
“Como saetas”: flechas.
“En mano”: poder, medios, dirección, cuidado.
“Del valiente”: esforzado, guerrero, valeroso.
“Así son los hijos habidos en la juventud”: en una buena medida nosotros somos los responsables de dirigir sus destinos.
“Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba” (estuche de las flechas) “de ellos” (de hijos edificados sobre el fundamento de Cristo).
TRES OBSERVACIONES.
PRIMERO. Las cosas para que puedan funcionar correctamente deben hacerlo de acuerdo a como especifica el fabricante. Quién diseño la familia fue Dios no el ser humano (las personas solo somos ejecutores de un designio de Dios). Por lo tanto quién sabe como es que debe funcionar ese “aparato” llamado familia es Dios.
La familia, en los planes de Dios, tiene el propósito de proporcionar una atmósfera de amor y de orientación para los hijos que han de venir como resultado de la relación matrimonial de los padres.
Dios nunca tuvo la intención de que la familia funcionara sin El (Mat 7:24-25, 1 Cor 3:11).
SEGUNDO. En vano es tratar de construir, levantar o edificar una familia si el Señor nos está en el centro de ella. Prov 16:25 nos enseña que cualquier otro camino o cualquier otro concepto, idea o filosofía que pongamos como base de nuestra familia que no sea el Señor tarde o temprano nos va a llevar a la ruina como padres y al fracaso de nuestros hijos.
TERCERO. Si la familia hoy está en crisis, si la educación y formación de los hijos está en crisis, si la paternidad y la maternidad están en crisis, no es por culpa de Dios que diseñó la familia.
Es por culpa de nosotros los seres humanos que no hemos obedecido los principios de Dios para el funcionamiento de la familia. El egoísmo ha destruido los fundamentos de la familia y la ha dejado incapaz de resistir las tormentas que se levantan contra ella en nuestros días.
LAS PRIORIDADES.
Nuestros hijos e hijas son espíritu, alma y cuerpo (1 Tes 5:23).
Por lo tanto, su necesidad básica, primaria, es espiritual: llevarlos al conocimiento de Jesucristo como Salvador. Separados de El nada van a poder hacer (Jn 15:5).
Su necesidad secundaria es la del alma: discipularlos y llevarlos al conocimiento de Cristo como Señor (Mat 6:33, Luc 4:18-19, Jn 8:31-32).
Su necesidad terciaria: las necesidades físicas.
“Si Jehová no edificare”: si los cimientos no están puestos sobre el Señor, si El no es la roca.
“La casa”: la familia, los hijos, el linaje.
“En vano trabajan los edificadores”: inútil, falso, engañoso, ilusorio desolación, destrucción, calamidad, ruina, idolatría,
“Si Jehová no guardare la ciudad”: proteger, cuidar, atesorar, preservar.
“En vano vela la guardia”: igual que “En vano trabajan los edificadores”.
“Por demás es que os levantéis temprano en la mañana y vayáis tarde a reposar y comáis pan de dolores”: trabajar, esforzarse, hacer, ejecutar, mantener.
“Pues que a su amado dará Dios el sueño”:
“He aquí”: miren bien, pongan mucha atención.
“Herencia de Jehová son los hijos”: la doble calidad de propiedad y heredado como reliquia de familia, patrimonio, bienes, posesión.
“Cosa de estima el fruto del vientre”: salario, sueldo, compensación, beneficio, galardón, recompensa.
“Como saetas”: flechas.
“En mano”: poder, medios, dirección, cuidado.
“Del valiente”: esforzado, guerrero, valeroso.
“Así son los hijos habidos en la juventud”: en una buena medida nosotros somos los responsables de dirigir sus destinos.
“Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba” (estuche de las flechas) “de ellos” (de hijos edificados sobre el fundamento de Cristo).
TRES OBSERVACIONES.
PRIMERO. Las cosas para que puedan funcionar correctamente deben hacerlo de acuerdo a como especifica el fabricante. Quién diseño la familia fue Dios no el ser humano (las personas solo somos ejecutores de un designio de Dios). Por lo tanto quién sabe como es que debe funcionar ese “aparato” llamado familia es Dios.
La familia, en los planes de Dios, tiene el propósito de proporcionar una atmósfera de amor y de orientación para los hijos que han de venir como resultado de la relación matrimonial de los padres.
Dios nunca tuvo la intención de que la familia funcionara sin El (Mat 7:24-25, 1 Cor 3:11).
SEGUNDO. En vano es tratar de construir, levantar o edificar una familia si el Señor nos está en el centro de ella. Prov 16:25 nos enseña que cualquier otro camino o cualquier otro concepto, idea o filosofía que pongamos como base de nuestra familia que no sea el Señor tarde o temprano nos va a llevar a la ruina como padres y al fracaso de nuestros hijos.
TERCERO. Si la familia hoy está en crisis, si la educación y formación de los hijos está en crisis, si la paternidad y la maternidad están en crisis, no es por culpa de Dios que diseñó la familia.
Es por culpa de nosotros los seres humanos que no hemos obedecido los principios de Dios para el funcionamiento de la familia. El egoísmo ha destruido los fundamentos de la familia y la ha dejado incapaz de resistir las tormentas que se levantan contra ella en nuestros días.
LAS PRIORIDADES.
Nuestros hijos e hijas son espíritu, alma y cuerpo (1 Tes 5:23).
Por lo tanto, su necesidad básica, primaria, es espiritual: llevarlos al conocimiento de Jesucristo como Salvador. Separados de El nada van a poder hacer (Jn 15:5).
Su necesidad secundaria es la del alma: discipularlos y llevarlos al conocimiento de Cristo como Señor (Mat 6:33, Luc 4:18-19, Jn 8:31-32).
Su necesidad terciaria: las necesidades físicas.
25
Jun
2008