Estudio Bíblico

En el mundo de hoy estamos sujetos a demasiadas situaciones que nos afectan negativamente.
La enfermedad.
La incertidumbre en cuanto a las decisiones que necesitamos tomar frente a la enfermedad.
La incertidumbre económica y laboral.
La incertidumbre y la corrupción política.
Los problemas familiares.
La educación de los hijos.
La violencia, las adicciones, el egoísmo.
El incremento de la maldad --pueda que sutilmente-- que afecta todas las áreas de la vida: juicio, crítica, murmuración, envidia, codicia, traición, infidelidad,

Y muchas veces esas cosas nos oprimen y no sabemos donde encontrar la ayuda que necesitamos para salir de todo ello.
David, en lo personal, vivió una vida que estuvo llena de esas o parecidas dificultades:


¿A que estuvo sujeto David y podemos estar sujetos nosotros?
Ligaduras de muerte (vrs 4)
Torrentes de perversidad (temor) (vrs 4).
Lazos de muerte (vrs 5).
La tierra fué conmovida y tembló (vrs 7).
Densas tinieblas (vrs 9).
Granizo y carbones ardiente (vrs 12).
Tronó en los cielos (vrs 13).
Asaltos (vrs 18).


Pero su ayuda la buscó en Dios, no en los recursos del mundo o humanos y Dios le libró.
Nos envía ayuda desde lo alto (vrs 16):
El Espíritu Santo (Rom 8:26) y Sus ángeles.
Nos toma (vrs 16).
Nos saca de las muchas aguas (vrs 16).
No libra de nuestros enemigos y de los que nos aborrecen por poderosos que sean (vrs 17).
Los vamos a tener aunque seamos cristianos verdaderos, y a veces, entre nuestros mismos hermanos en la fe.
El Padre es nuestro apoyo (vrs 18).
No saca a lugares espaciosos (vrs 19): de libertad.
Nos libra (vrs 19)