U. T. Apocalípsis (6). Las siete trompetas. (Apo 8:1-9:12).
Apo 8:7
El primer ángel toca la primera trompeta
Granizo y fuego mezclados con sangre lanzados sobre la tierra.
Puede describir el resultado de las erupciones volcánicas ocasionadas por el último terremoto.
El vapor y el agua arrojados al cielo por ellas se podría condensar con facilidad como granizo y caer a la tierra junto a la lava.
El polvo y los gases podrían contaminar la lluvia a tal punto que tendría el aspecto de sangre.
La tercera parte de los árboles y toda la hierba verde se quemó.
Posiblemente la tormenta de lava ocasionaría un fuego devorador en muchas partes del mundo, favorecido por el calor que hubo anteriormente que podría haber secado toda la vegetación
Apo 8:8-9
El segundo ángel toca la segunda trompeta
Una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar.
Puede ser el resultado de una gran erupción en un volcán cercano al mar que deriva en que ese volcán se desintegre por la fuerza de la erupción y por ende la tierra que lo forma y la lava que sale de él se precipiten en el mar; o bien podría tratarse de un meteorito o asteroide rodeado por gas que se encendería al penetrar en la atmósfera terrestre dando lugar a un oleaje brutal (tsunami) que destruiría la tercera parte de las flotas mundiales.
La tercera parte del mar se convirtió en sangre y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar.
Esto podría referirse a un fenómeno conocido como "la marea roja" que es causado por la contaminación del agua debido a la presenci de miles de millones de microorganismos muertos, en este caso como resulatado de "la gran montaña" ardiendo en fuego precipitada en el mar.
También podría tratarse de sangre literal como resultado directo del juicio escatológico.
Apo 8:10-11
El tercer ángel toca la tercera trompeta
Cayó del cielo una gran estrella (¿meteorito o asteroide?) ardiente como una antorcha.
Cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes de las aguas.
Su nombre es Ajenjo (una sustancia amarga y venenosa que se obtiene de una raíz y que produce ebriedad y enajenación hasta causar la muerte).
La tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo.
Muchos murieron a causa de esas aguas.
Apo 8:12-13
El cuarto ángel toca la cuarta tropeta.
Fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas.
Se oscureció la tercera parte de ellos.
Para que no hubiese luz en la tercera parte del día y en la tercera parte de la noche.
Pérdida de calor solar, baja de temperatura.
Un ángel volaba en medio del cielo diciendo: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra a causa de los otros tres toques de trompetas que están para sonar!
Si los juicios hasta ahora fueron duros, los que vienen serán peores.
Apo 9:1-12
El quinto ángel toca la trompeta, el primer ay.
Una estrella cayó del cielo a la tierra y se le dio la llave del pozo del abismo (quizá sea satanás).
Abrió el pozo del abismo (se menciona siete veces en Apocalípsis, se refiere a la prisión donde se encuentran encarceladas algunas de las hordas demoníacas).
Subió humo del pozo como humo de un gran horno.
Se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo.
Del humo salieron langostas sobre la tierra (seres demoníacos)
Su aspecto era semejante a caballos preparados para la guerra.
En sus cabezas tenían coronas de oro.
Sus caras eran como caras humanas; cabello como de mujer, dientes como de leones.
Tenían corazas como de hierro.
El ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla.
Tenían colas como de escorpiones y aguijones.
En sus colas tenían poder como tienen poder los escorpiones.
No dañan la hierba de la tierra, ni cosa verde alguna, ni ningún árbol; solamente a las personas que no tengan el sello de Dios en sus frentes.
No matan a las personas, solo las atormentan por cinco meses (cinco meses es el ciclo de vida normal de las langostas, por lo general entre mayo y septiembre).
Su tormento será como tormento de escorpión cuando hiere a la persona.
Tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo: Abadón (Apolión, destructor).
En aquellos días las personas buscarán la muerte, pero no la hallarán, y ansiarán morir pero la muerte huirá de ellas.
El primer ángel toca la primera trompeta
Granizo y fuego mezclados con sangre lanzados sobre la tierra.
Puede describir el resultado de las erupciones volcánicas ocasionadas por el último terremoto.
El vapor y el agua arrojados al cielo por ellas se podría condensar con facilidad como granizo y caer a la tierra junto a la lava.
El polvo y los gases podrían contaminar la lluvia a tal punto que tendría el aspecto de sangre.
La tercera parte de los árboles y toda la hierba verde se quemó.
Posiblemente la tormenta de lava ocasionaría un fuego devorador en muchas partes del mundo, favorecido por el calor que hubo anteriormente que podría haber secado toda la vegetación
Apo 8:8-9
El segundo ángel toca la segunda trompeta
Una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar.
Puede ser el resultado de una gran erupción en un volcán cercano al mar que deriva en que ese volcán se desintegre por la fuerza de la erupción y por ende la tierra que lo forma y la lava que sale de él se precipiten en el mar; o bien podría tratarse de un meteorito o asteroide rodeado por gas que se encendería al penetrar en la atmósfera terrestre dando lugar a un oleaje brutal (tsunami) que destruiría la tercera parte de las flotas mundiales.
La tercera parte del mar se convirtió en sangre y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar.
Esto podría referirse a un fenómeno conocido como "la marea roja" que es causado por la contaminación del agua debido a la presenci de miles de millones de microorganismos muertos, en este caso como resulatado de "la gran montaña" ardiendo en fuego precipitada en el mar.
También podría tratarse de sangre literal como resultado directo del juicio escatológico.
Apo 8:10-11
El tercer ángel toca la tercera trompeta
Cayó del cielo una gran estrella (¿meteorito o asteroide?) ardiente como una antorcha.
Cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes de las aguas.
Su nombre es Ajenjo (una sustancia amarga y venenosa que se obtiene de una raíz y que produce ebriedad y enajenación hasta causar la muerte).
La tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo.
Muchos murieron a causa de esas aguas.
Apo 8:12-13
El cuarto ángel toca la cuarta tropeta.
Fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas.
Se oscureció la tercera parte de ellos.
Para que no hubiese luz en la tercera parte del día y en la tercera parte de la noche.
Pérdida de calor solar, baja de temperatura.
Un ángel volaba en medio del cielo diciendo: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra a causa de los otros tres toques de trompetas que están para sonar!
Si los juicios hasta ahora fueron duros, los que vienen serán peores.
Apo 9:1-12
El quinto ángel toca la trompeta, el primer ay.
Una estrella cayó del cielo a la tierra y se le dio la llave del pozo del abismo (quizá sea satanás).
Abrió el pozo del abismo (se menciona siete veces en Apocalípsis, se refiere a la prisión donde se encuentran encarceladas algunas de las hordas demoníacas).
Subió humo del pozo como humo de un gran horno.
Se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo.
Del humo salieron langostas sobre la tierra (seres demoníacos)
Su aspecto era semejante a caballos preparados para la guerra.
En sus cabezas tenían coronas de oro.
Sus caras eran como caras humanas; cabello como de mujer, dientes como de leones.
Tenían corazas como de hierro.
El ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla.
Tenían colas como de escorpiones y aguijones.
En sus colas tenían poder como tienen poder los escorpiones.
No dañan la hierba de la tierra, ni cosa verde alguna, ni ningún árbol; solamente a las personas que no tengan el sello de Dios en sus frentes.
No matan a las personas, solo las atormentan por cinco meses (cinco meses es el ciclo de vida normal de las langostas, por lo general entre mayo y septiembre).
Su tormento será como tormento de escorpión cuando hiere a la persona.
Tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo: Abadón (Apolión, destructor).
En aquellos días las personas buscarán la muerte, pero no la hallarán, y ansiarán morir pero la muerte huirá de ellas.
19
Mar
2022