ABBA PADRE Los regalos del Padre (9). La armadura de Dios.
Efe 6:10-20.
La armadura de Dios.
Vrs. 10:
Fortalecernos en el Señor: el Señor es la Palabra, por lo tanto, fortalecernos en la Palabra (Sal 1:1-3, Jos 1:8, 3 Jn 2, Jn 5:39).
Fortalecernos en el poder de Su fuerza: el Espíritu Santo, por lo tanto, en la intimidad y comunión con el Espíritu (San 4:5), en su dirección (Rom 8:14), recurrir a Él para ayuda (Rom 8:26) y poder para la obediencia (Jn 14.15-17) en todo tiempo.
Vrs. 11-13: el objeto de la armadura:
Resistir las acechanzas (tentaciones y pruebas) del diablo y sus subordinados: principados, potestades, gobernadores de las tinieblas, huestes espirituales (la jerarquía demoníaca).
Resistir el día malo (y hoy los días son más malos que nunca por la operación del misterio de la iniquidad como nunca habia operado (2 Tes 2:7, Apo 12:12, Rom 1:18-32, la escalera de la degradación).
Vrs. 14-19: La armadura.
La Verdad (Jesús, la Palabra de Dios, Jn 14:6, Jn 1:14).
Recordatorio de que todo lo que la Palabra de Dios dice es verdad.
El creyente, una de sus características debe ser precisamente la de considerar la Palabra de Dios como lo que es: la Verdad infalible para la salvación y para la vida.
Cuando dudamos de la Palabra de Dios somos muy vulnerables a los ataques del diablo que en primer lugar, para robarnos, matarnos y destruírnos va a hacernos dudar y luego nos atemorizará, y con ello nos va a sacar del camino de la fe y la obediencia a la Palabra para robarnos las bendiciones de la vida plena+ en Dios.
La Justicia (la obediencia a Jesús, la Palabra de Dios; Mat 6:33).
Recordatorio de que La Justicia, a la que se refiere este pasaje, es la Justicia de Dios en Cristo que nos ha sido asignada en sustitución de nuestros nulos méritos.
Es por Su Justicia que hemos sido perdonados de todos nuestros pecados y tenemos vida eterna, hecho salvos, además de adoptados hijos, bajo Su cuidado y protección amorosa, dirigiendo nuestras vidas hacia el cumplimiento de planes de bien para darnos un futuro y una esperanza.
Es en Su Justicia que podemos colocar nuestra+ plena confianza para todo, es por Su Gracia, no por nuestros méritos. El diablo siempre va a venir a tratar de poner en dudas nuestra Justicia (la de Dios en nosotros) desviando nuestros pensamientos y sentimientos hacia la falta de méritos, nuestros errores, nuestras equivocaciones, nuestros pecados, nuestros fracasos, etc., para hacernos sentir indignos de vivir bajo la bendición de Dios ("beraka": habilidatación para que nos vaya bien en todos los aspectos y circunstancias de nuestra vida.
El Evangelio de la Paz (las buenas nuevas de Jesús, La Palabra, la Gracia).
Recordatorio de que todo el tiempo tenemos Paz con Dios por la gracia por medio de la fe que es en Jesucristo.
Recordatorio de que estamos en Cristo, el Príncipe de Paz y por lo mismo, necesitamos no solo estar en Él sino caminar en El, en Su Palabra, en Su Ejemplo, para poder disfrutar de esa paz permanentemente.
El Escudo de la fe (la obediencia, Heb 11:8; la fe viene por oír contínuamente la Palabra,Rom 10:17).
Recordatorio de que la fe es sinónimo de obediencia (Heb 11:8). De que creer en Dios, en Jesucristo y en el Espíritu Santo, es obedecerles, fundamentados en el poder del Espíritu Santo que vive en nosotros, y en la Palabra
La mejor forma de cerrarle la puerta al diablo es a través de la obediencia, de esa manera él no tendrá ningún argumento para poner en duda nuestra salvación, nuestra vida eterna, nuestra vida plena en Cristo y Su Cuidado amoroso.
La Salvación (la fe, la gracia, la nueva naturaleza, es de la que da testimonio la Palabra, Jn 17:30).
Recordatorio de todo lo que implica la salvación: no solo perdón de pecados ni solo vida eterna después de partir de esta vida terrenal, sino una vida plena, abundante, próspera, bendecida, plena, creciente en todo momento, guardados por el Señor.
La Espada del Espíritu (La Palabra de Dios).
Y todo lo anterior respaldados en la Palabra que es la que nos da testimonio de Dios, Su Verdad, Su Justicia, Su Paz, Su Salvación para con nosotros y todo lo que necesitamos (Sal 23:1).
La Oración (conforme a la Palabra, Mat 6:9-13, 1).
Recordatorio de la necesidad de mantenernos en intimidad, comunión, comunicación y relación con Él, no solo de manera esporádica, sino siempre, el mayor tiempo posible, independientemente del lugar donde estemos, lo que estemos haciendo, las circunstancias, etc.
1 Tes 5:16-18: "Estar siempre gozosos, orar sin cesar, dar gracias a Dios en todo".
La Intercesión (para que las personas se vuelvan a la Palabra, para que la Palabra se extienda, etc.).
En resumen, toda la Armadura de Dios se refiere a la Palabra, necesitamos estar armados de la Palabra de Dios todo el tiempo para repeler todo ataque del diablo (como Jesús en el desierto, Mat 4:3-11).
Otras armas:
La alabanza (Neh 8:10).
La Sangre de Cristo (Apo 12:11)
El poder y la autoridad de Dios por medio del Espíritu Santo (Hch 1:8, Mat 16:17-18, Mat 10:1).
El testimonio (la obediencia a la Palabra, Apo 12:11).
La armadura de Dios.
Vrs. 10:
Fortalecernos en el Señor: el Señor es la Palabra, por lo tanto, fortalecernos en la Palabra (Sal 1:1-3, Jos 1:8, 3 Jn 2, Jn 5:39).
Fortalecernos en el poder de Su fuerza: el Espíritu Santo, por lo tanto, en la intimidad y comunión con el Espíritu (San 4:5), en su dirección (Rom 8:14), recurrir a Él para ayuda (Rom 8:26) y poder para la obediencia (Jn 14.15-17) en todo tiempo.
Vrs. 11-13: el objeto de la armadura:
Resistir las acechanzas (tentaciones y pruebas) del diablo y sus subordinados: principados, potestades, gobernadores de las tinieblas, huestes espirituales (la jerarquía demoníaca).
Resistir el día malo (y hoy los días son más malos que nunca por la operación del misterio de la iniquidad como nunca habia operado (2 Tes 2:7, Apo 12:12, Rom 1:18-32, la escalera de la degradación).
Vrs. 14-19: La armadura.
La Verdad (Jesús, la Palabra de Dios, Jn 14:6, Jn 1:14).
Recordatorio de que todo lo que la Palabra de Dios dice es verdad.
El creyente, una de sus características debe ser precisamente la de considerar la Palabra de Dios como lo que es: la Verdad infalible para la salvación y para la vida.
Cuando dudamos de la Palabra de Dios somos muy vulnerables a los ataques del diablo que en primer lugar, para robarnos, matarnos y destruírnos va a hacernos dudar y luego nos atemorizará, y con ello nos va a sacar del camino de la fe y la obediencia a la Palabra para robarnos las bendiciones de la vida plena+ en Dios.
La Justicia (la obediencia a Jesús, la Palabra de Dios; Mat 6:33).
Recordatorio de que La Justicia, a la que se refiere este pasaje, es la Justicia de Dios en Cristo que nos ha sido asignada en sustitución de nuestros nulos méritos.
Es por Su Justicia que hemos sido perdonados de todos nuestros pecados y tenemos vida eterna, hecho salvos, además de adoptados hijos, bajo Su cuidado y protección amorosa, dirigiendo nuestras vidas hacia el cumplimiento de planes de bien para darnos un futuro y una esperanza.
Es en Su Justicia que podemos colocar nuestra+ plena confianza para todo, es por Su Gracia, no por nuestros méritos. El diablo siempre va a venir a tratar de poner en dudas nuestra Justicia (la de Dios en nosotros) desviando nuestros pensamientos y sentimientos hacia la falta de méritos, nuestros errores, nuestras equivocaciones, nuestros pecados, nuestros fracasos, etc., para hacernos sentir indignos de vivir bajo la bendición de Dios ("beraka": habilidatación para que nos vaya bien en todos los aspectos y circunstancias de nuestra vida.
El Evangelio de la Paz (las buenas nuevas de Jesús, La Palabra, la Gracia).
Recordatorio de que todo el tiempo tenemos Paz con Dios por la gracia por medio de la fe que es en Jesucristo.
Recordatorio de que estamos en Cristo, el Príncipe de Paz y por lo mismo, necesitamos no solo estar en Él sino caminar en El, en Su Palabra, en Su Ejemplo, para poder disfrutar de esa paz permanentemente.
El Escudo de la fe (la obediencia, Heb 11:8; la fe viene por oír contínuamente la Palabra,Rom 10:17).
Recordatorio de que la fe es sinónimo de obediencia (Heb 11:8). De que creer en Dios, en Jesucristo y en el Espíritu Santo, es obedecerles, fundamentados en el poder del Espíritu Santo que vive en nosotros, y en la Palabra
La mejor forma de cerrarle la puerta al diablo es a través de la obediencia, de esa manera él no tendrá ningún argumento para poner en duda nuestra salvación, nuestra vida eterna, nuestra vida plena en Cristo y Su Cuidado amoroso.
La Salvación (la fe, la gracia, la nueva naturaleza, es de la que da testimonio la Palabra, Jn 17:30).
Recordatorio de todo lo que implica la salvación: no solo perdón de pecados ni solo vida eterna después de partir de esta vida terrenal, sino una vida plena, abundante, próspera, bendecida, plena, creciente en todo momento, guardados por el Señor.
La Espada del Espíritu (La Palabra de Dios).
Y todo lo anterior respaldados en la Palabra que es la que nos da testimonio de Dios, Su Verdad, Su Justicia, Su Paz, Su Salvación para con nosotros y todo lo que necesitamos (Sal 23:1).
La Oración (conforme a la Palabra, Mat 6:9-13, 1).
Recordatorio de la necesidad de mantenernos en intimidad, comunión, comunicación y relación con Él, no solo de manera esporádica, sino siempre, el mayor tiempo posible, independientemente del lugar donde estemos, lo que estemos haciendo, las circunstancias, etc.
1 Tes 5:16-18: "Estar siempre gozosos, orar sin cesar, dar gracias a Dios en todo".
La Intercesión (para que las personas se vuelvan a la Palabra, para que la Palabra se extienda, etc.).
En resumen, toda la Armadura de Dios se refiere a la Palabra, necesitamos estar armados de la Palabra de Dios todo el tiempo para repeler todo ataque del diablo (como Jesús en el desierto, Mat 4:3-11).
Otras armas:
La alabanza (Neh 8:10).
La Sangre de Cristo (Apo 12:11)
El poder y la autoridad de Dios por medio del Espíritu Santo (Hch 1:8, Mat 16:17-18, Mat 10:1).
El testimonio (la obediencia a la Palabra, Apo 12:11).
22
Mar
2022