ABBA PADRE Los regalos del Padre (5).
Efe 1:3-14.
Todo por Gracia, nada por merecimiento.
Todo por Él, nada por nosotros.
Todo son riquezas de Su Gracia, derramadas en nosotros por Amor para alabanza de la gloria de Su Gracia.
Efe 1:3.
• Toda bendición espiritual implica toda bendición que necesitemos en nuestra vida terrenal y en la vida eterna. Lo que se ve es hecho de lo que no se ve, lo espiritual trae a existencia lo natural (Heb 11:3).
• Esas bendiciones vienen a nuestra vida cuando estamos "en Cristo", es decir, en la obediencia a Él, permaneciendo en Él, en Su Palabra.
• Toda bendición implica toda necesidad y todo equipamiento y habilitación para que nos vaya bien en la vida, en todos los aspectos y circunstancias (Rom 8:28-29).
Efe 1:4.
• La escogencia implica uno entre por lo menos dos (o muchos).
• La elección no fue, de ninguna manera y por ninguna circunstancia, por nuestros merecimientos, buenas obras, cualidades, etc.
• Es solamente por gracia, y en todo caso, más bien por lo contrario (1 Cor 1:26-31)
• Lo que ya somos posicionalmente (Efe 1.1: santos y sin mancha), indudablemente, sin lugar a dudas, lo vamos a llegar a ser para real y totalmente cuando lleguemos a la presencia del Señor (Fil 1:6). Que de ello no nos quepa ni la menor duda.
• Lo vamos a llegar a ser por obediencia voluntaria o por los procesos disciplinarios de Dios, ambas cosas derivadas de la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas y en nuestros corazones. El propósito de Dios se va a cumplir en nuestras vidas, si o si (Sal 138:8).
Efe 1:5.
• Todo lo que Dios ha hecho, hace y hará en nuestras vidas es por Amor (Misericordia, Gracia, Favor, Benignidad, Bondad, Magnanimidad, Paciencia, etc.).
• Nada es por nuestro merecimiento, obras, características, cualidades, etc.
• De hecho, delante de Él, Dios y Padre Perfecto, nosotros no llenamos ni la medida mínima de lo que Él es,
• Nuestra imperfección (aún como salvos, no digamos antes, como pecadores) no nos hacía merecedores de nada de parte de Él sino solo de la muerte como la paga por nuestros pecados.
• Todo lo que Dios hace en nosotros y nos da y permite es por Gracia para que nadie se jacte en su presencia de absolutamente nada: de lo pasado, ni de lo presente, ni de lo por venir.
• Predestinación: conocernos anticipadamente.
• Dios primero nos pensó, después determinó todos los hechos posteriores de nuestra vida.
• Ello significa que nuestra vida fue y es lo que Dios determinó que fuera para que por ello llegáramos al conocimiento de Él (Hch 17:26) y al pleno cumplimiento de Su Propósito (Sal 138:8) y de Sus planes de bien para darnos un futuro y una esperanza (Jer 29:11) y llevar nuestra vida como la luz de la aurora, en aumento hasta que sea perfecta (Prov 4:18, Fil 1:6).
Efe 1:6.
• Para alabanza de la gloria de Su Gracia: al que mucho se le perdona, mucho ama (Luc 7:47).
• Nos hizo aceptos en el Amado: este hecho no sucedió en la Cruz del Calvario, si no antes, desde antes de la fundación del mundo cuando Él nos predestinó.
• Ya somos plenamente aceptados en Él, con nuestras imperfecciones, errores, pecados, fracasos, pasados, presentes y futuros.
• Ello no quiere decir que nos vaya a dejar así, porque Él nos perfecciona cada día por Su Espíritu Santo (Fil 1:6). La conformidad no puede tener lugar en un cristiano de ninguna manera.
• Ya no tenemos que hacer nada para ser aceptados, amados, bendecidos, escuchados, etc.
• Ya somos todo ello y sin que hubiéramos hecho nada. Él nos lo dió de pura gracia. ´La única respuesta aceptable a ello es nuestro amor con todo nuestro ser a Él y la obediencia por amor a sus mandamientos (Mat 22:36-40, Jn 14.15-17).
Efe 1:7-8.
• Redención: rescate.
• Éramos esclavos en el mercado de esclavos del diablo, y Dios por Jesucristo, y al costo de Su Sangre, nos compró, nos redimió de la esclavitud del diablo (muerte, pecado, carne, etc.) y nos liberó trasladándonos a Su Reino de amor (no de egoísmo).
• La redención implica, en primer lugar, el perdón de pecados y la liberación, sanidad y restauración a la vida plena y eterna que Dios diseñó para la humanidad en la creación de Adán y Eva y que fue corrompida por la caída, además del acceso a todas las riquezas de Su Gracia.
• Las riquezas de la Gracia:
• La Gracia de Dios no es simplemente Gracia, es una Gracia infinita como Dios es infinito, una Gracia que no alcanzamos a comprender con nuestra mente finita, que día a dia se nos va revelando más y más.
• Por ello la Palabra se refiere a ella como Gracia sobre Gracia (Jn 1:16).
Necesitamos abrir los ojos diariamente para ver la manifestación de esa infinita gracia (más que abundante, sobreabundante, Efe 1:8) en todas las circunstancias, situaciones y momentos de nuestra vida..
Todo por Gracia, nada por merecimiento.
Todo por Él, nada por nosotros.
Todo son riquezas de Su Gracia, derramadas en nosotros por Amor para alabanza de la gloria de Su Gracia.
Efe 1:3.
• Toda bendición espiritual implica toda bendición que necesitemos en nuestra vida terrenal y en la vida eterna. Lo que se ve es hecho de lo que no se ve, lo espiritual trae a existencia lo natural (Heb 11:3).
• Esas bendiciones vienen a nuestra vida cuando estamos "en Cristo", es decir, en la obediencia a Él, permaneciendo en Él, en Su Palabra.
• Toda bendición implica toda necesidad y todo equipamiento y habilitación para que nos vaya bien en la vida, en todos los aspectos y circunstancias (Rom 8:28-29).
Efe 1:4.
• La escogencia implica uno entre por lo menos dos (o muchos).
• La elección no fue, de ninguna manera y por ninguna circunstancia, por nuestros merecimientos, buenas obras, cualidades, etc.
• Es solamente por gracia, y en todo caso, más bien por lo contrario (1 Cor 1:26-31)
• Lo que ya somos posicionalmente (Efe 1.1: santos y sin mancha), indudablemente, sin lugar a dudas, lo vamos a llegar a ser para real y totalmente cuando lleguemos a la presencia del Señor (Fil 1:6). Que de ello no nos quepa ni la menor duda.
• Lo vamos a llegar a ser por obediencia voluntaria o por los procesos disciplinarios de Dios, ambas cosas derivadas de la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas y en nuestros corazones. El propósito de Dios se va a cumplir en nuestras vidas, si o si (Sal 138:8).
Efe 1:5.
• Todo lo que Dios ha hecho, hace y hará en nuestras vidas es por Amor (Misericordia, Gracia, Favor, Benignidad, Bondad, Magnanimidad, Paciencia, etc.).
• Nada es por nuestro merecimiento, obras, características, cualidades, etc.
• De hecho, delante de Él, Dios y Padre Perfecto, nosotros no llenamos ni la medida mínima de lo que Él es,
• Nuestra imperfección (aún como salvos, no digamos antes, como pecadores) no nos hacía merecedores de nada de parte de Él sino solo de la muerte como la paga por nuestros pecados.
• Todo lo que Dios hace en nosotros y nos da y permite es por Gracia para que nadie se jacte en su presencia de absolutamente nada: de lo pasado, ni de lo presente, ni de lo por venir.
• Predestinación: conocernos anticipadamente.
• Dios primero nos pensó, después determinó todos los hechos posteriores de nuestra vida.
• Ello significa que nuestra vida fue y es lo que Dios determinó que fuera para que por ello llegáramos al conocimiento de Él (Hch 17:26) y al pleno cumplimiento de Su Propósito (Sal 138:8) y de Sus planes de bien para darnos un futuro y una esperanza (Jer 29:11) y llevar nuestra vida como la luz de la aurora, en aumento hasta que sea perfecta (Prov 4:18, Fil 1:6).
Efe 1:6.
• Para alabanza de la gloria de Su Gracia: al que mucho se le perdona, mucho ama (Luc 7:47).
• Nos hizo aceptos en el Amado: este hecho no sucedió en la Cruz del Calvario, si no antes, desde antes de la fundación del mundo cuando Él nos predestinó.
• Ya somos plenamente aceptados en Él, con nuestras imperfecciones, errores, pecados, fracasos, pasados, presentes y futuros.
• Ello no quiere decir que nos vaya a dejar así, porque Él nos perfecciona cada día por Su Espíritu Santo (Fil 1:6). La conformidad no puede tener lugar en un cristiano de ninguna manera.
• Ya no tenemos que hacer nada para ser aceptados, amados, bendecidos, escuchados, etc.
• Ya somos todo ello y sin que hubiéramos hecho nada. Él nos lo dió de pura gracia. ´La única respuesta aceptable a ello es nuestro amor con todo nuestro ser a Él y la obediencia por amor a sus mandamientos (Mat 22:36-40, Jn 14.15-17).
Efe 1:7-8.
• Redención: rescate.
• Éramos esclavos en el mercado de esclavos del diablo, y Dios por Jesucristo, y al costo de Su Sangre, nos compró, nos redimió de la esclavitud del diablo (muerte, pecado, carne, etc.) y nos liberó trasladándonos a Su Reino de amor (no de egoísmo).
• La redención implica, en primer lugar, el perdón de pecados y la liberación, sanidad y restauración a la vida plena y eterna que Dios diseñó para la humanidad en la creación de Adán y Eva y que fue corrompida por la caída, además del acceso a todas las riquezas de Su Gracia.
• Las riquezas de la Gracia:
• La Gracia de Dios no es simplemente Gracia, es una Gracia infinita como Dios es infinito, una Gracia que no alcanzamos a comprender con nuestra mente finita, que día a dia se nos va revelando más y más.
• Por ello la Palabra se refiere a ella como Gracia sobre Gracia (Jn 1:16).
Necesitamos abrir los ojos diariamente para ver la manifestación de esa infinita gracia (más que abundante, sobreabundante, Efe 1:8) en todas las circunstancias, situaciones y momentos de nuestra vida..
22
Mar
2022