Hijos. Corrección
DISCIPLINA.
Prov 23:13-14.
No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol.
Prov 29:15.
La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
Prov 15:32.
El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; más el que escucha la corrección tiene entendimiento.
Heb 12:5-9.
y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
Heb 12:11.
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Prov 10:13.
En los labios del prudente se halla sabiduría; mas la vara es para las espaldas del falto de cordura.
Prov 22:15.
La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de la corrección la alejará de él.
Prov 26:3.
El látigo para el caballo, el cabestro para el asno, y la vara para la espalda del necio.
Prov 23:13-14.
No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol.
Prov 29:15.
La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
Prov 15:32.
El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; más el que escucha la corrección tiene entendimiento.
Heb 12:5-9.
y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
Heb 12:11.
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Prov 10:13.
En los labios del prudente se halla sabiduría; mas la vara es para las espaldas del falto de cordura.
Prov 22:15.
La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de la corrección la alejará de él.
Prov 26:3.
El látigo para el caballo, el cabestro para el asno, y la vara para la espalda del necio.
17
Jul
2008