Apo 2 y 3. 04. La Carta a la Iglesia de Tiatira, marzo 2022. Guardándonos del espíritu de Jezabel.
Generalidades.
Es la carta más larga de las siete.
La Iglesia de Tiátira está invadida de enseñanzas falsas por la vía de una operación Jezabélica y ellas han alcanzado no solo a creyentes sino también a siervos (liderazgo).
Parecía como que una parte grande de la iglesia había cedido de hecho ante la influencia demoralizante de enseñanzas falsas.
Representa del tiempo oscuro de la Edad media (600-1517 d.C.), el tiempo de una doctrina errada en el cristianismo donde
Jezabel representa a la jerarquía que quiere tener el control de toda la iglesia, y que se autocalifica como "profetiza", que supuestamente habla por Dios para determinar los artículos de fe de la iglesia que no deben ser cuestionados (demandan fe "ciega" --dogmática-- en lugar de la fe informada que caracteriza al cristianismo bíblico).
Por ello, los tres nombres y/o descripciones con los que Jesús se presenta a esta iglesia: Hijo de Dios, ojos como llama de fuego y pies semejantes al bronce bruñido, hablan de poder, juicio, purificación, santidad, anticipando lo que Él va a demandar de la Iglesia de Tiátira, de la Iglesia Universal y de nosotros mismos.
Estos tres nombres hacen un contrapeso y establecen el balance perfecto, justo y santo, a la bondad y al amor de Dios, recordándonos que si bien es cierto Él es Amor, también es fuego consumidor (Deut 4:24, Heb 12:29), y que si Su Amor y Misericordia retrasan el juicio (2 Ped 3:9) y su benignidad nos guía al arrepentimiento (Rom 2:4), también tremenda cosa es caer en manos del Dios vivo" (Heb 10:31).
Nos recuerdan que Dios es un Dios de Amor pero también un Dios de Juicio, un Dios que tiene compasión del pecador pero que aborrece el pecado y que en su momento, todo el peso de su juicio va a caer sobre el pecador que no se arrepienta, como lo menciona claramente en Rom 1, en relación a todos aquellos que rechazaron tomarlo en cuenta (Rom 1.18-31).
Obras, amor, fe, servicio, paciencia.
El panorama total de la vida cristiana.
Tiene ojos como llama de fuego (Sal 139:1-12).
A Él no lo podemos engañar (podemos engañar a otros, pero no a Dios).
Él escudriña los motivos y las intenciones de nuestra mente y corazón (el "ego", el falso corazón que es engañoso y perverso, no lo puede engañar) (Heb 4:12).
Lo externo no lo engaña a Él (la apariencia). Él ve nuestro corazón. 1 Sam 15:22-23.
Jezabel:
Cualquier persona (hombre y/o mujer), en cualquier posición (miembro o líder) que opera bajo un espíritu de búsqueda de auto-exaltación --orgullo, soberbia, jactancia, arrogancia, vanidad-- (buscan alabanza y reconocimiento, en lugar de la gloria de Dios).
Que utilizan la manipulación de cualquier forma (espiritual, emocional, intelectual --enseñanza falsa-- y/o física --imagen, figura, atractivo físico--) para obtener poder y control sobre otras personas (seducir).
Se auto-nombran y/o auto-asignan dones --falsos por supuesto--: los usan para su propio beneficio no para bendición de las personas; por orgullo y egoísmo, no por amor genuino.
Enseñan pero torciendo la Palabra de Dios en su propio beneficio (la técnica de satanás en las tentaciones de Jesús en el desierto).
Promueven doctrinas de error y/o falsas, bajo una supuesta "espiritualidad" y "revelaciones" y "Dios me dijo".
Generalmente con palabras que endulzan, alagan, alimentan el ego de las personas (bendiciones, grandezas, logros, éxito, etc.).
Rehúyen hablar en profundidad de temas fundamentales como pecado, arrepentimiento, santificación, obediencia a Dios, muerte al yo, carácter de Cristo
Generalmente son intolerantes a las opiniones contrarias.
Se "pegan" a los líderes auténticos de Dios --mediante engaño, seduccción --no necesariamente sexual, pero pueden llegar a ello--, para apuntalar su "supuesta" autoridad, pero en última instancia, buscan minarla, destruírla, etc. (generadoras de división y "destruidoras" de los dones genuinos, principalmente los dones proféticos).
Entremezclan con sutileza y utilizando sus supuestos dones, principios bíblicos con principios de otras creencias que indirectamente alimentan la idolatría (principalmente del yo), la hechicería y la brujería (manipulación y control de las personas mediante el uso de dones --verdaderos y/o falsificados-- y conocimientos bíblicos --hechicería y brujería carismática), el humanismo, las religiones falsas, psicoterapia, etc.
Personas egocéntricas y narcisistas (culto a sí mismas, autopromoción, autoalabanza, buscan ser el centro de todo (2 Tim 3:1-5).
Críticas y murmuradoras -- con escuela, sutilmente: "para orar por ellas" -- de las autoridades y de quienes se les oponen,
Realmente buscan hacer quedar mal a las personas a quienes critican y de quienes murmuran, principalmente aquellas que les pueden competir y superar en autoridad.
Las profundidades de satanás.
Conocen más a satanás y a los demonios y lo que hacen que a Dios y al Espíritu Santo (ocultismo espiritualizado).
Doctrinas de error y/o falsas (que en última instancia se generan en el infierno).
Es la carta más larga de las siete.
La Iglesia de Tiátira está invadida de enseñanzas falsas por la vía de una operación Jezabélica y ellas han alcanzado no solo a creyentes sino también a siervos (liderazgo).
Parecía como que una parte grande de la iglesia había cedido de hecho ante la influencia demoralizante de enseñanzas falsas.
Representa del tiempo oscuro de la Edad media (600-1517 d.C.), el tiempo de una doctrina errada en el cristianismo donde
Jezabel representa a la jerarquía que quiere tener el control de toda la iglesia, y que se autocalifica como "profetiza", que supuestamente habla por Dios para determinar los artículos de fe de la iglesia que no deben ser cuestionados (demandan fe "ciega" --dogmática-- en lugar de la fe informada que caracteriza al cristianismo bíblico).
Por ello, los tres nombres y/o descripciones con los que Jesús se presenta a esta iglesia: Hijo de Dios, ojos como llama de fuego y pies semejantes al bronce bruñido, hablan de poder, juicio, purificación, santidad, anticipando lo que Él va a demandar de la Iglesia de Tiátira, de la Iglesia Universal y de nosotros mismos.
Estos tres nombres hacen un contrapeso y establecen el balance perfecto, justo y santo, a la bondad y al amor de Dios, recordándonos que si bien es cierto Él es Amor, también es fuego consumidor (Deut 4:24, Heb 12:29), y que si Su Amor y Misericordia retrasan el juicio (2 Ped 3:9) y su benignidad nos guía al arrepentimiento (Rom 2:4), también tremenda cosa es caer en manos del Dios vivo" (Heb 10:31).
Nos recuerdan que Dios es un Dios de Amor pero también un Dios de Juicio, un Dios que tiene compasión del pecador pero que aborrece el pecado y que en su momento, todo el peso de su juicio va a caer sobre el pecador que no se arrepienta, como lo menciona claramente en Rom 1, en relación a todos aquellos que rechazaron tomarlo en cuenta (Rom 1.18-31).
Obras, amor, fe, servicio, paciencia.
El panorama total de la vida cristiana.
Tiene ojos como llama de fuego (Sal 139:1-12).
A Él no lo podemos engañar (podemos engañar a otros, pero no a Dios).
Él escudriña los motivos y las intenciones de nuestra mente y corazón (el "ego", el falso corazón que es engañoso y perverso, no lo puede engañar) (Heb 4:12).
Lo externo no lo engaña a Él (la apariencia). Él ve nuestro corazón. 1 Sam 15:22-23.
Jezabel:
Cualquier persona (hombre y/o mujer), en cualquier posición (miembro o líder) que opera bajo un espíritu de búsqueda de auto-exaltación --orgullo, soberbia, jactancia, arrogancia, vanidad-- (buscan alabanza y reconocimiento, en lugar de la gloria de Dios).
Que utilizan la manipulación de cualquier forma (espiritual, emocional, intelectual --enseñanza falsa-- y/o física --imagen, figura, atractivo físico--) para obtener poder y control sobre otras personas (seducir).
Se auto-nombran y/o auto-asignan dones --falsos por supuesto--: los usan para su propio beneficio no para bendición de las personas; por orgullo y egoísmo, no por amor genuino.
Enseñan pero torciendo la Palabra de Dios en su propio beneficio (la técnica de satanás en las tentaciones de Jesús en el desierto).
Promueven doctrinas de error y/o falsas, bajo una supuesta "espiritualidad" y "revelaciones" y "Dios me dijo".
Generalmente con palabras que endulzan, alagan, alimentan el ego de las personas (bendiciones, grandezas, logros, éxito, etc.).
Rehúyen hablar en profundidad de temas fundamentales como pecado, arrepentimiento, santificación, obediencia a Dios, muerte al yo, carácter de Cristo
Generalmente son intolerantes a las opiniones contrarias.
Se "pegan" a los líderes auténticos de Dios --mediante engaño, seduccción --no necesariamente sexual, pero pueden llegar a ello--, para apuntalar su "supuesta" autoridad, pero en última instancia, buscan minarla, destruírla, etc. (generadoras de división y "destruidoras" de los dones genuinos, principalmente los dones proféticos).
Entremezclan con sutileza y utilizando sus supuestos dones, principios bíblicos con principios de otras creencias que indirectamente alimentan la idolatría (principalmente del yo), la hechicería y la brujería (manipulación y control de las personas mediante el uso de dones --verdaderos y/o falsificados-- y conocimientos bíblicos --hechicería y brujería carismática), el humanismo, las religiones falsas, psicoterapia, etc.
Personas egocéntricas y narcisistas (culto a sí mismas, autopromoción, autoalabanza, buscan ser el centro de todo (2 Tim 3:1-5).
Críticas y murmuradoras -- con escuela, sutilmente: "para orar por ellas" -- de las autoridades y de quienes se les oponen,
Realmente buscan hacer quedar mal a las personas a quienes critican y de quienes murmuran, principalmente aquellas que les pueden competir y superar en autoridad.
Las profundidades de satanás.
Conocen más a satanás y a los demonios y lo que hacen que a Dios y al Espíritu Santo (ocultismo espiritualizado).
Doctrinas de error y/o falsas (que en última instancia se generan en el infierno).
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