Apo 2 y 3. 03. La carta a la iglesia de Pérgamo, marzo 2022
Yo conozco tus obras y el lugar donde moras.
El Señor conoce todas las circunstancias de nuestra vida desde el momento mismo de nuestra concepción (las que han sido, las que son, y las que serán) (Sal_139:1-12, Hch_17:26-28).
Implica un conocimiento que va mucho más allá de lo superficial: un conocimiento profundo, intimidad, cercanía.
El Padre está atento siempre a cada uno de nosotros y sabe a lo que estamos expuestos, y no nos va a dejar solos.
Él estará con nosotros siempre como un Padre amoroso, cercano, apoyándonos, fortaleciéndonos, animándonos en todo tiempo.
Ello incluye cuando estamos enfrentando retos complicados.
Él los permite para fortalecernos, perfeccionarnos, establecernos, afirmarnos (1Pe_5:8-10).
Donde está el trono de Satanás:
La Ciudad de Pérgamo era la residencia del procurador romano (el poder civil) y centro administrativo de la provincia de Asia Menor.
Su nombre significa "fortaleza elevada".
Era famosa sobre todo por:
El templo de Esculapio cuyo símbolo era una serpiente y cuyo título era "Esculapio salvador";
El gigantesco altar de Zeus, y
El primero, y por muchos años, el único templo dedicado al culto imperial dedicado a la diosa "Roma" erigido para honrar a César Augusto y a Roma, lo que la convertía también en la sede de la religión oficial y el centro de adoración del emperador como Dios.
Por todo lo anterior, la hacía un centro satánico que asociaba el poder real concedido por Dios a través del estado civil con el culto religioso, que practicaba la adoración blasfema a un hombre.
Posiblemente por todas estas características se dice que allí estaba el trono de satanás, un lugar donde satanás, por todos sus engaños y sus falsas pruebas de "poder" y la confluencia de los factores geográficos, políticos y religiosos, aparentaba ser fuerte en ese lugar.
Retienes mi Nombre, no has negado mi fe:
Retener Su Nombre implica no solamente creer en Él sino creer en Su Palabra (en el consejo completo), mantenerse firme en todo lo que implica la fe (no solo lo que nos es conveniente).
Tienes ahí a los que retienen la doctrina de Ballam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.
Doctrina de Balaam: cualquier enseñanza, falsa por supuesto, que tenga por objetivo REBAJAR (y ello implica poner tropiezo) los estándares bíblicos de la vida de santidad.
Nicolaitas: posiblemente se refería a un grupo de personas que se consideraban a sí mismas superiores a los creyentes comunes.
Posiblemente quienes establecieron el dominio de las jerarquías sobre la iglesia.
Entre ambas cosas (doctrina de Balaam y nicolaítas) se abarcan todas las cosas que se relacionan con la auto-complacencia, la auto-gratificación y la auto-exaltación del ego, y con cualquier tipo de pecado (no hacer la voluntad de Dios) (1Jn_2:15-17).
Implican:
La no separación del mundo (tener un pie en la iglesia y otro en el mundo, querer la salvación sin dejar de pecar).
Estilos de vida de tolerancia al pecado en cualquiera de sus manifestaciones y por los motivos que sean.
Estos hermanos habían podido enfrentar los embates de la persecución externa, pero no había podido enfrentar los ataques que venían desde adentro, tanto de la iglesia como del ego (su "yo" falso)
Y esto nos pasa muchas veces a todos nosotros, los creyentes.
Estamos preparados para enfrentar los ataques de afuera pero nuestra actitud hacia adentro es de extrema confianza.
Otros piensan que porve van a la iglesia y tienen un comportamiento exteriormente "espiritual" y hasta algunas actitudes "espirituales", son confiables, leales, bien intencionados, etc., olvidándose que el diablo muchas veces disfraza a sus lobos con piel de oveja (el ego) para hacernos daño desde adentro con falsas enseñanzas y actitudes que corrompen nuestra rectitud delante del Señor.
Toda doctrina de error y/o falsa es una deslealtad para con el Señor, que Él aborrece por los efectos de separación y degradación que ellas van a producir en aquellos que el Señor ama.
Los creyentes debemos ser columna y baluarte de la Verdad y defensores de la sana doctrina (la santificación de los creyentes) y no tolerar prácticas idólatras y las falsas doctrinas contrarias a nuestra santificación.
Aún cuando habían unos que estaban libres de esas prácticas pecaminosas, eran cómplices de la minoría --por omisión, tolerancia, respeto a la intimidad, etc., lo que fuera--.
Eso es un falso entendimiento de la misericordia y de la gracia del Señor.
El Amor, la Misericordia y la Gracia son también firmes, accionan con disciplina y castigo, corrigen, reprenden, redargüyen, etc.
Recordemos siempre que aún cuando el Amor, la Misericordia y la Gracia no son legalistas (formalistas), tampoco son libertinaje.
Conclusiones.
El espíritu de Pérgamo: convivencia con y aceptación del error doctrinal (diplomacia, tolerancia).
El Señor conoce todas las circunstancias de nuestra vida desde el momento mismo de nuestra concepción (las que han sido, las que son, y las que serán) (Sal_139:1-12, Hch_17:26-28).
Implica un conocimiento que va mucho más allá de lo superficial: un conocimiento profundo, intimidad, cercanía.
El Padre está atento siempre a cada uno de nosotros y sabe a lo que estamos expuestos, y no nos va a dejar solos.
Él estará con nosotros siempre como un Padre amoroso, cercano, apoyándonos, fortaleciéndonos, animándonos en todo tiempo.
Ello incluye cuando estamos enfrentando retos complicados.
Él los permite para fortalecernos, perfeccionarnos, establecernos, afirmarnos (1Pe_5:8-10).
Donde está el trono de Satanás:
La Ciudad de Pérgamo era la residencia del procurador romano (el poder civil) y centro administrativo de la provincia de Asia Menor.
Su nombre significa "fortaleza elevada".
Era famosa sobre todo por:
El templo de Esculapio cuyo símbolo era una serpiente y cuyo título era "Esculapio salvador";
El gigantesco altar de Zeus, y
El primero, y por muchos años, el único templo dedicado al culto imperial dedicado a la diosa "Roma" erigido para honrar a César Augusto y a Roma, lo que la convertía también en la sede de la religión oficial y el centro de adoración del emperador como Dios.
Por todo lo anterior, la hacía un centro satánico que asociaba el poder real concedido por Dios a través del estado civil con el culto religioso, que practicaba la adoración blasfema a un hombre.
Posiblemente por todas estas características se dice que allí estaba el trono de satanás, un lugar donde satanás, por todos sus engaños y sus falsas pruebas de "poder" y la confluencia de los factores geográficos, políticos y religiosos, aparentaba ser fuerte en ese lugar.
Retienes mi Nombre, no has negado mi fe:
Retener Su Nombre implica no solamente creer en Él sino creer en Su Palabra (en el consejo completo), mantenerse firme en todo lo que implica la fe (no solo lo que nos es conveniente).
Tienes ahí a los que retienen la doctrina de Ballam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.
Doctrina de Balaam: cualquier enseñanza, falsa por supuesto, que tenga por objetivo REBAJAR (y ello implica poner tropiezo) los estándares bíblicos de la vida de santidad.
Nicolaitas: posiblemente se refería a un grupo de personas que se consideraban a sí mismas superiores a los creyentes comunes.
Posiblemente quienes establecieron el dominio de las jerarquías sobre la iglesia.
Entre ambas cosas (doctrina de Balaam y nicolaítas) se abarcan todas las cosas que se relacionan con la auto-complacencia, la auto-gratificación y la auto-exaltación del ego, y con cualquier tipo de pecado (no hacer la voluntad de Dios) (1Jn_2:15-17).
Implican:
La no separación del mundo (tener un pie en la iglesia y otro en el mundo, querer la salvación sin dejar de pecar).
Estilos de vida de tolerancia al pecado en cualquiera de sus manifestaciones y por los motivos que sean.
Estos hermanos habían podido enfrentar los embates de la persecución externa, pero no había podido enfrentar los ataques que venían desde adentro, tanto de la iglesia como del ego (su "yo" falso)
Y esto nos pasa muchas veces a todos nosotros, los creyentes.
Estamos preparados para enfrentar los ataques de afuera pero nuestra actitud hacia adentro es de extrema confianza.
Otros piensan que porve van a la iglesia y tienen un comportamiento exteriormente "espiritual" y hasta algunas actitudes "espirituales", son confiables, leales, bien intencionados, etc., olvidándose que el diablo muchas veces disfraza a sus lobos con piel de oveja (el ego) para hacernos daño desde adentro con falsas enseñanzas y actitudes que corrompen nuestra rectitud delante del Señor.
Toda doctrina de error y/o falsa es una deslealtad para con el Señor, que Él aborrece por los efectos de separación y degradación que ellas van a producir en aquellos que el Señor ama.
Los creyentes debemos ser columna y baluarte de la Verdad y defensores de la sana doctrina (la santificación de los creyentes) y no tolerar prácticas idólatras y las falsas doctrinas contrarias a nuestra santificación.
Aún cuando habían unos que estaban libres de esas prácticas pecaminosas, eran cómplices de la minoría --por omisión, tolerancia, respeto a la intimidad, etc., lo que fuera--.
Eso es un falso entendimiento de la misericordia y de la gracia del Señor.
El Amor, la Misericordia y la Gracia son también firmes, accionan con disciplina y castigo, corrigen, reprenden, redargüyen, etc.
Recordemos siempre que aún cuando el Amor, la Misericordia y la Gracia no son legalistas (formalistas), tampoco son libertinaje.
Conclusiones.
El espíritu de Pérgamo: convivencia con y aceptación del error doctrinal (diplomacia, tolerancia).
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