Apo 2 y 3 (10). La carta a la Iglesia de Filadelfia. La Iglesia y los creyentes que Dios está preparando para las Bodas del Cordero.
Has guardado de mi palabra.
• No solo tenemos al Santo como nuestro Señor.
• También necesitamos manifestar en nuestro estilo de vida esa santidad.
• No solamente tenemos santidad posicional (comprados por Dios para Él con la Sangre de Cristo)
• También necesitamos llevar una vida de santidad: "has guardado Mi Palabra, y no has negado Mi Nombre" y "has guardado la Palabra de mi paciencia".
• Y ello implicaba necesariamente una santidad práctica cotidiana.
• Si la iglesia de Filadelfia en su debilidad y en medio de un mundo pagano e impío que le perseguía lo logró tomada de la mano de Su Señor y vivir una vida santa, nosotros también podemos lograrlo de la misma manera dejándonos guiar por Su Palabra y por Su Espíritu Santo.
Tomar en serio la Palabra del Señor significa guardarla y obedecerla, y esto a su vez significa ser santificado en Su Verdad:
• Hacer un contraste radical con el ambiente impío circundante, que nos persigue, se burla de nosotros, nos menosprecia, nos rechaza.
• Y ese contraste por ninguna manera debe desaparecer porque si la sal pierde su sabor es desechada (Luc 14:34-35).
• Que la sal pierda su sabor es que la sal ya se hizo igual que el mundo, dejó que el mundo la influyera y la neutralizara, haciendo desaparecer ese contraste.
○ Cuando solo lo religioso, la participación en servicios religiosos diferencia a las personas con el mundo.
○ En ese caso, las personas habrán perdido la batalla de la fe porque la amistad del mundo es enemistad contra Dios (Sant 4:4, 1 Jn 2.15-17, Jer 15:19).
• La Iglesia no tiene nada que ver con el mundo, más que colaborar con Dios en su transformación.
• Estamos en el mundo más no somos del mundo (Jua_17:16).
• La luz no tiene nada que ver con las tinieblas, no se mezclan al igual que Dios no se mezcla con satanás (2Co_6:14-16).
Necesitamos un santo radicalismo en medio de un mundo donde la impiedad alcanza los niveles más altos (Rom 1:18-32).
• Significa tomar en serio la Palabra de Dios sin adulterarla (modificarla a nuestra conveniencia o gusto).
• No hacer concesiones al mundo para hacérsela más agradable.
• No tenemos derecho de adulterar un mensaje que no es nuestro.
• Proclamarlo tal como es sin importar si les agrada o no a los oyentes (al final, han pasado toda su vida ofendiendo a Dios).
• Levantar la Palabra no solo en nuestras palabras sino en nuestro testimonio de vida (cartas abiertas).
• Palabra que nos llegó a nosotros al costo de la Sangre de Cristo y de todos los mártires de la iglesia en todos los tiempos, para mantenerla pura, no adulterada.
• No podemos replegarnos ante los argumentos tendientes a hacernos insípidos como "fundamentalistas", "fanaticos", "radicales", "no hay que tomarse las cosas tan en serio", etc.,
• Tampoco dejarnos intimidar por el mundo y sus persecuciones, o por sus aliados (falsos hermanos).
• En Cristo somos más que vencedores.
Hoy el mundo, o por lo menos en una buena parte de él, no persigue a la iglesia al punto de la martirización, pero ello no implica que no tenga montada una persecución en contra de la iglesia.
• Es una persecución que usa métodos más sutiles (lo no implica que eventualmente llegará a usar el martirio como arma):
• Como el flautista de Hameling que atraía con dulces melodías, así el mundo hoy está tratando de atraer a los cristianos con las "melodías" de la carne: los deseos de los ojos (el materialismo, la codicia, la prosperidad económica), los deseos de la carne (vida placentera, hedonismo, lujuria) y la vanagloria de la vida (autoestima, éxito, posiciones, títulos).
• Ante ello, nosotros, como la Iglesia de Filadelfia, necesitamos armarnos de la Palabra de Dios no adulterada, y hacer frente, parados firmemente en ella, a las corrientes adulteradoras de la Palabra de Dios y de la vida cristiana que ya están dentro de la Iglesia de Cristo.
No has negado mi Nombre (no has negado la fe).
A pesar de las luchas que la iglesia tenía que librar:
• Primero contra el ambiente pagano.
• Segundo, contra la persecución y hel odio de los que se decían judíos pero no lo eran.
Seguramente se había vestido de toda la armadura de Dios (Efe_6:10-18).
• la Verdad, la Justicia, la Gracia (el Evangelio) y la Paz, la Salvación.
• El escudo de la fe y la espada del Espíritu que es la Palabra.
• Orando e intercediendo en todo tiempo.
Exhortación.
Una vida de santidad si es posible lograrla en este mundo, si tenemos el compromiso y la convicción de alcanzarla.
• En Cristo todo lo podemos.
• En Cristo somos más que vencedores.
• En Cristo estamos completos para lograrlo.
Si otros han podido nosotros también podemos, porque contamos con lo mismo que ellos contaron:
• Un Dios que no ha cambiado.
• Que su oído, su mano, y su poder no se han deteriorado ni disminuido.
• Una Palabra y un Espíritu Santo que es lo mismo con lo que ellos contaron.
Lo único que nos hace falta es la decisión, la convicción, el convencimiento de que ello es no solo posible sino lo más conveniente para nosotros y los nuestros.
• No vamos a perder nada de lo que el mundo nos pinta como atractivo.
• Al contrario, vamos a ganar mucho más que ello:
○ Una vida abundante, plena, de bienestar, próspera, no solo en algunos aspectos ni por algunos momentos, sino permanentemente, y en todos los aspectos.
Dios quiere, solo falta que nosotros nos pongamos de acuerdo con Dios y comencemos a caminar.
• Si aún no habíamos tomado la decisión, hoy es el día.
• Y si ha habíamos tomado la decisión, hoy es el día de reiterarla.
Así que ¡¡¡Ánimo, si se puede!!! y ¡¡¡Si vamos a poder!!!
• No solo tenemos al Santo como nuestro Señor.
• También necesitamos manifestar en nuestro estilo de vida esa santidad.
• No solamente tenemos santidad posicional (comprados por Dios para Él con la Sangre de Cristo)
• También necesitamos llevar una vida de santidad: "has guardado Mi Palabra, y no has negado Mi Nombre" y "has guardado la Palabra de mi paciencia".
• Y ello implicaba necesariamente una santidad práctica cotidiana.
• Si la iglesia de Filadelfia en su debilidad y en medio de un mundo pagano e impío que le perseguía lo logró tomada de la mano de Su Señor y vivir una vida santa, nosotros también podemos lograrlo de la misma manera dejándonos guiar por Su Palabra y por Su Espíritu Santo.
Tomar en serio la Palabra del Señor significa guardarla y obedecerla, y esto a su vez significa ser santificado en Su Verdad:
• Hacer un contraste radical con el ambiente impío circundante, que nos persigue, se burla de nosotros, nos menosprecia, nos rechaza.
• Y ese contraste por ninguna manera debe desaparecer porque si la sal pierde su sabor es desechada (Luc 14:34-35).
• Que la sal pierda su sabor es que la sal ya se hizo igual que el mundo, dejó que el mundo la influyera y la neutralizara, haciendo desaparecer ese contraste.
○ Cuando solo lo religioso, la participación en servicios religiosos diferencia a las personas con el mundo.
○ En ese caso, las personas habrán perdido la batalla de la fe porque la amistad del mundo es enemistad contra Dios (Sant 4:4, 1 Jn 2.15-17, Jer 15:19).
• La Iglesia no tiene nada que ver con el mundo, más que colaborar con Dios en su transformación.
• Estamos en el mundo más no somos del mundo (Jua_17:16).
• La luz no tiene nada que ver con las tinieblas, no se mezclan al igual que Dios no se mezcla con satanás (2Co_6:14-16).
Necesitamos un santo radicalismo en medio de un mundo donde la impiedad alcanza los niveles más altos (Rom 1:18-32).
• Significa tomar en serio la Palabra de Dios sin adulterarla (modificarla a nuestra conveniencia o gusto).
• No hacer concesiones al mundo para hacérsela más agradable.
• No tenemos derecho de adulterar un mensaje que no es nuestro.
• Proclamarlo tal como es sin importar si les agrada o no a los oyentes (al final, han pasado toda su vida ofendiendo a Dios).
• Levantar la Palabra no solo en nuestras palabras sino en nuestro testimonio de vida (cartas abiertas).
• Palabra que nos llegó a nosotros al costo de la Sangre de Cristo y de todos los mártires de la iglesia en todos los tiempos, para mantenerla pura, no adulterada.
• No podemos replegarnos ante los argumentos tendientes a hacernos insípidos como "fundamentalistas", "fanaticos", "radicales", "no hay que tomarse las cosas tan en serio", etc.,
• Tampoco dejarnos intimidar por el mundo y sus persecuciones, o por sus aliados (falsos hermanos).
• En Cristo somos más que vencedores.
Hoy el mundo, o por lo menos en una buena parte de él, no persigue a la iglesia al punto de la martirización, pero ello no implica que no tenga montada una persecución en contra de la iglesia.
• Es una persecución que usa métodos más sutiles (lo no implica que eventualmente llegará a usar el martirio como arma):
• Como el flautista de Hameling que atraía con dulces melodías, así el mundo hoy está tratando de atraer a los cristianos con las "melodías" de la carne: los deseos de los ojos (el materialismo, la codicia, la prosperidad económica), los deseos de la carne (vida placentera, hedonismo, lujuria) y la vanagloria de la vida (autoestima, éxito, posiciones, títulos).
• Ante ello, nosotros, como la Iglesia de Filadelfia, necesitamos armarnos de la Palabra de Dios no adulterada, y hacer frente, parados firmemente en ella, a las corrientes adulteradoras de la Palabra de Dios y de la vida cristiana que ya están dentro de la Iglesia de Cristo.
No has negado mi Nombre (no has negado la fe).
A pesar de las luchas que la iglesia tenía que librar:
• Primero contra el ambiente pagano.
• Segundo, contra la persecución y hel odio de los que se decían judíos pero no lo eran.
Seguramente se había vestido de toda la armadura de Dios (Efe_6:10-18).
• la Verdad, la Justicia, la Gracia (el Evangelio) y la Paz, la Salvación.
• El escudo de la fe y la espada del Espíritu que es la Palabra.
• Orando e intercediendo en todo tiempo.
Exhortación.
Una vida de santidad si es posible lograrla en este mundo, si tenemos el compromiso y la convicción de alcanzarla.
• En Cristo todo lo podemos.
• En Cristo somos más que vencedores.
• En Cristo estamos completos para lograrlo.
Si otros han podido nosotros también podemos, porque contamos con lo mismo que ellos contaron:
• Un Dios que no ha cambiado.
• Que su oído, su mano, y su poder no se han deteriorado ni disminuido.
• Una Palabra y un Espíritu Santo que es lo mismo con lo que ellos contaron.
Lo único que nos hace falta es la decisión, la convicción, el convencimiento de que ello es no solo posible sino lo más conveniente para nosotros y los nuestros.
• No vamos a perder nada de lo que el mundo nos pinta como atractivo.
• Al contrario, vamos a ganar mucho más que ello:
○ Una vida abundante, plena, de bienestar, próspera, no solo en algunos aspectos ni por algunos momentos, sino permanentemente, y en todos los aspectos.
Dios quiere, solo falta que nosotros nos pongamos de acuerdo con Dios y comencemos a caminar.
• Si aún no habíamos tomado la decisión, hoy es el día.
• Y si ha habíamos tomado la decisión, hoy es el día de reiterarla.
Así que ¡¡¡Ánimo, si se puede!!! y ¡¡¡Si vamos a poder!!!
10
Mayo
2022