Gal 5:1-15. Viviendo en libertad
La diferencia entre la ley y la gracia:
La ley no implica transformación del corazón.
• Las obras eran resultado del temor, no del amor (Gal_5:6, 1Jn_4:18).
• No podrían cumplirla. Por ello tenían que estar ofreciendo sacrificios en el templo continuamente.
• Porque debían ser cumplidos en la carne y la carne es rebelde y pecadora por naturaleza.
La gracia implica la transformación del corazón.
• De hecho, toda ella trata de eso (Jua_3:3-5, Fil_1:6, Efe_4:13-14, Rom_12:2, Rom_8:28-29).
• Para eso nos ha sido dado el Espíritu Santo (2Co_3:17-18).
• Para que nuestras obras ya no sean resultado de la carne (nosotros) sino del Espíritu morando en nosotros (Gal_5:6. La fe obra por el amor)(Gal_5:22-23. El amor es un fruto del Espíritu).
Enfocarnos no en las obras, sino en la transformación del corazón, y las obras vendrán como consecuencia (Pro_23:7).
Gal_5:1. Cristo trae libertad a nuestras vidas.
• De las obras para ser justificado, amado, aceptado, bendecido y favorecido por Dios (Rom_7:6).
• De la condenación por nuestros pecados (Col_2:13-15).
• Del pecado (ya no somos sus esclavos) (Rom_6:14) y de la muerte (ya no moriremos eternamente) (Rom_8:2).
• Del temor (1Jn_4:18).
• De vivir una vida con responsabilidad (la Gracia) (Rom_8:14).
• De la maldición de la ley (Gal_3:13-14).
Gal_5:2. Si seguimos viviendo por la ley de las obras para que Dios, el Padre nos justifique, ame, acepté, bendiga y favorezca
No solo estamos equivocados.
• De nada nos aprovecha Cristo (Gal_5:2):
• Hacemos el sacrificio de Cristo insuficiente.
• Necesitamos completarlo con nuestras obras.
• Por lo tanto, la salvación, el amor, la aceptación, la bendición y el favor de Dios para con nosotros ya no depende de lo que Cristo hizo en la Cruz, sino de nosotros (ya no es por gracia, sino por obras).
• Antes de conocer a Cristo queríamos hacer buenas obras para que Dios nos salvara, nos amara, nos aceptara, nos bendijera y nos favoreciera.
• Las buenas obras como pago por nuestras malas obras, para cubrirlas.
Pero ahora en Cristo, las buenas obras:
• Nueva naturaleza (Efe_2:10).
• Amor y obediencia (Jua_14:15).
• Por dirección del Espíritu Santo (Rom_8:14).
• Agradecimiento.
Gal_5:3. Si seguimos viviendo por la ley de las obras para que Dios, el Padre nos justifique, ame, acepte, bendiga y favorezca:
• Estamos obligados a guardar toda la ley.
• No podemos pecar ni en lo más mínimo porque ello nos hace culpables de toda la ley.
• Como somos culpables, condenados, acusados, no tenemos bendición, no podemos disfrutar de vida abundante en Cristo (Jua_10:10, Gal_5:8).
• La bendición de Dios es la que enriquece y no añade tristeza con ella:
• Vivir bajo la ley de las obras ni nos trae bendición ni nos trae gozo.
• Más bien nos trae frustración.
• No somos guiados por el Espíritu sino por la carne (Rom_8:14).
• Esas obras no son el resultado del fruto del Espíritu (Gal_5:22-23), de la transformación interna, de nuestro ser interior, sino solo maquillaje externo de la conducta.
Gal_5.4-6.
Como consecuencia del regreso a las obras de la ley, de Cristo nos desligamos.
• Pecamos contra la Gracia (Gal_5:4).
• Pecamos contra el Espíritu (Gal_5:5).
• Porque en Cristo ninguna obra vale sino solo las de la fe (obediencia) que obra por el amor (Jua_14:15), las obras que son guiadas por el Espíritu (Rom_8:14).
• Mat_7:21. La diferencia entre hacer obras en la carne y obras en el Espíritu.
• Entrar en el Reino de Dios (no solo vivir vidas salvos, sino plenas, abundantes).
Gal_5:7-12.
Ese volver al énfasis en las obras, en la conducta externa, no en la transformación interna, no procede de Dios.
• Es un distractor.
• Es religiosidad, tradicionalismo, formalismo, pero no vida espiritual.
• El problema es que un poco de legalismo, termina contaminándolo todo.
• El legalismo le agrada al ego.
• Es más fácil que el cambio de corazón.
• Es adictivo: le agrada al ego cuando alcanza algún éxito)(aunque lo frustre cuando fracasa).
• Además es fácil contagiar a otros (Mat_15:14).
Los que lo promueven:
• Llevarán la sentencia de su pecado (Gal_6:7-8.lo que sembramos, cosechamos).
• Generalmente ponen cargas sobre otros que ni ellos mismos pueden cumplir (Luc_11:46).
• Son ciegos, guías de ciegos (Mat_23:16).
Gal_5:13-15.
Fuimos llamados a libertad (de la ley, de las obras, de los mandamientos).
• Solo que no usemos la libertad como ocasión para la carne (libertinaje).
• Otro tipo de legalismo menos evidente.
• Peco, hago alguna buena obra, y empato.
La gracia es la ocasión de servirnos por amor unos a otros.
• No esperando recibir ninguna recompensa.
• No porque lo merezcan, dar de gracia lo que recibimos de gracia (Mat_10:8).
• Como resultado de la transformación de nuestro corazón (amar al prójimo).
• Y ello implica no juzgarnos, no atacarnos, por cosas no fundamentales.
• De acuerdo en lo esencial, libertad y respeto en lo no esencial.
• Juzgar conceptos, no personas.
• Es más efectivo.
La ley no implica transformación del corazón.
• Las obras eran resultado del temor, no del amor (Gal_5:6, 1Jn_4:18).
• No podrían cumplirla. Por ello tenían que estar ofreciendo sacrificios en el templo continuamente.
• Porque debían ser cumplidos en la carne y la carne es rebelde y pecadora por naturaleza.
La gracia implica la transformación del corazón.
• De hecho, toda ella trata de eso (Jua_3:3-5, Fil_1:6, Efe_4:13-14, Rom_12:2, Rom_8:28-29).
• Para eso nos ha sido dado el Espíritu Santo (2Co_3:17-18).
• Para que nuestras obras ya no sean resultado de la carne (nosotros) sino del Espíritu morando en nosotros (Gal_5:6. La fe obra por el amor)(Gal_5:22-23. El amor es un fruto del Espíritu).
Enfocarnos no en las obras, sino en la transformación del corazón, y las obras vendrán como consecuencia (Pro_23:7).
Gal_5:1. Cristo trae libertad a nuestras vidas.
• De las obras para ser justificado, amado, aceptado, bendecido y favorecido por Dios (Rom_7:6).
• De la condenación por nuestros pecados (Col_2:13-15).
• Del pecado (ya no somos sus esclavos) (Rom_6:14) y de la muerte (ya no moriremos eternamente) (Rom_8:2).
• Del temor (1Jn_4:18).
• De vivir una vida con responsabilidad (la Gracia) (Rom_8:14).
• De la maldición de la ley (Gal_3:13-14).
Gal_5:2. Si seguimos viviendo por la ley de las obras para que Dios, el Padre nos justifique, ame, acepté, bendiga y favorezca
No solo estamos equivocados.
• De nada nos aprovecha Cristo (Gal_5:2):
• Hacemos el sacrificio de Cristo insuficiente.
• Necesitamos completarlo con nuestras obras.
• Por lo tanto, la salvación, el amor, la aceptación, la bendición y el favor de Dios para con nosotros ya no depende de lo que Cristo hizo en la Cruz, sino de nosotros (ya no es por gracia, sino por obras).
• Antes de conocer a Cristo queríamos hacer buenas obras para que Dios nos salvara, nos amara, nos aceptara, nos bendijera y nos favoreciera.
• Las buenas obras como pago por nuestras malas obras, para cubrirlas.
Pero ahora en Cristo, las buenas obras:
• Nueva naturaleza (Efe_2:10).
• Amor y obediencia (Jua_14:15).
• Por dirección del Espíritu Santo (Rom_8:14).
• Agradecimiento.
Gal_5:3. Si seguimos viviendo por la ley de las obras para que Dios, el Padre nos justifique, ame, acepte, bendiga y favorezca:
• Estamos obligados a guardar toda la ley.
• No podemos pecar ni en lo más mínimo porque ello nos hace culpables de toda la ley.
• Como somos culpables, condenados, acusados, no tenemos bendición, no podemos disfrutar de vida abundante en Cristo (Jua_10:10, Gal_5:8).
• La bendición de Dios es la que enriquece y no añade tristeza con ella:
• Vivir bajo la ley de las obras ni nos trae bendición ni nos trae gozo.
• Más bien nos trae frustración.
• No somos guiados por el Espíritu sino por la carne (Rom_8:14).
• Esas obras no son el resultado del fruto del Espíritu (Gal_5:22-23), de la transformación interna, de nuestro ser interior, sino solo maquillaje externo de la conducta.
Gal_5.4-6.
Como consecuencia del regreso a las obras de la ley, de Cristo nos desligamos.
• Pecamos contra la Gracia (Gal_5:4).
• Pecamos contra el Espíritu (Gal_5:5).
• Porque en Cristo ninguna obra vale sino solo las de la fe (obediencia) que obra por el amor (Jua_14:15), las obras que son guiadas por el Espíritu (Rom_8:14).
• Mat_7:21. La diferencia entre hacer obras en la carne y obras en el Espíritu.
• Entrar en el Reino de Dios (no solo vivir vidas salvos, sino plenas, abundantes).
Gal_5:7-12.
Ese volver al énfasis en las obras, en la conducta externa, no en la transformación interna, no procede de Dios.
• Es un distractor.
• Es religiosidad, tradicionalismo, formalismo, pero no vida espiritual.
• El problema es que un poco de legalismo, termina contaminándolo todo.
• El legalismo le agrada al ego.
• Es más fácil que el cambio de corazón.
• Es adictivo: le agrada al ego cuando alcanza algún éxito)(aunque lo frustre cuando fracasa).
• Además es fácil contagiar a otros (Mat_15:14).
Los que lo promueven:
• Llevarán la sentencia de su pecado (Gal_6:7-8.lo que sembramos, cosechamos).
• Generalmente ponen cargas sobre otros que ni ellos mismos pueden cumplir (Luc_11:46).
• Son ciegos, guías de ciegos (Mat_23:16).
Gal_5:13-15.
Fuimos llamados a libertad (de la ley, de las obras, de los mandamientos).
• Solo que no usemos la libertad como ocasión para la carne (libertinaje).
• Otro tipo de legalismo menos evidente.
• Peco, hago alguna buena obra, y empato.
La gracia es la ocasión de servirnos por amor unos a otros.
• No esperando recibir ninguna recompensa.
• No porque lo merezcan, dar de gracia lo que recibimos de gracia (Mat_10:8).
• Como resultado de la transformación de nuestro corazón (amar al prójimo).
• Y ello implica no juzgarnos, no atacarnos, por cosas no fundamentales.
• De acuerdo en lo esencial, libertad y respeto en lo no esencial.
• Juzgar conceptos, no personas.
• Es más efectivo.
06
Jun
2022