Que hacer cuando nos alcanza el conflicto
Los conflictos son inevitables por muchas razones:
• El pecado personal y en el mundo.
• El ego (querer imponer nuestro punto de vista).
• La diferencia de perspectivas determinada por:
○ La diferencia de dones.
○ La diferencia de intereses,
○ La diferencia de posiciones,
○ La diferencia de experiencias.
• etc.
Pero siempre, de todos los conflictos, debemos procurar salir en paz, sin heridas (propias y/o ajenas).
Tener siempre en cuenta:
• Pro_4:23, Rom_12:18, Heb_12:14.Generalmente los desacuerdos y/o conflictos no se tratan de personas, se tratan de pensamientos, ideas, actitudes, comportamientos.
No hagamos del conflicto algo personal (no está en juego nuestra identidad, valor, aceptación, etc.).
Suceda lo que suceda en el proceso de la resolución del conflicto:
• Identidad: seguimos siendo hijos de Dios.
• Valor: seguimos valiendo la Sangre de Cristo.
• Aceptación: seguimos siendo aceptos en el Amado.
4 Consejos.
Esforcémonos por ver y comprender el punto de vista de la otra persona (empatía)
• Lo primero, entonces, es escucha (Stg_1:19).
• Y escuchar con honestidad (Flp_4:8) objetividad y humildad (Stg_4:6).
Cuando ambas partes tengamos parte de la razón, busquemos un compromiso inteligente.
• No se trata de ganar una discusión y afectar una relación.
• Se trata de encontrar una solución sin afectar sino fortaleciendo la relación (ganar-ganar).
• No implica la tolerancia a lo que está mal ni de comprometer nuestros principios bíblicos.
Si el conflicto sigue, sigamos insistiendo en buscar una solución, en resolverlo, en lugar de abandonar.
• Abandonar un conflicto sin resolver es echar leña al fuego (generalmente ello es resultado de la ira y la ira no obra la justicia de Dios; (Stg:1:20).
• La ira:
• Colgar el teléfono, golperar un objeto, decir palabras hirientes, etc. (Efe_4:29).
• La ley del silencio o ley del hielo.
Si después de todos los esfuerzos no se puede resolver el conflicto, convengamos cordialmente en mantener el desacuerdo pero sin afectar la relación (sin resentimiento, sin rencor, sin frustración, sin desánimo, etc.).
• En lo esencial, unidad.
• En lo no esencial, libertad.
• En todas las cosas, amor.
No somos responsables de la conducta de la otra persona en el conflicto, somos responsables de nosotros mismos solamente.
Como no sabemos las reacciones que pueda tener la otra persona, ni si va a procurar el cumplimiento de los anteriores principios (son para nosotros y para quienes los quieran compartir con nosotros).
Necesitamos ir con el perdón por delante y el amor por delante
• Mat_6:14-15.
• 1Co_13:1-3.
• Mat_5:23-26.
• El pecado personal y en el mundo.
• El ego (querer imponer nuestro punto de vista).
• La diferencia de perspectivas determinada por:
○ La diferencia de dones.
○ La diferencia de intereses,
○ La diferencia de posiciones,
○ La diferencia de experiencias.
• etc.
Pero siempre, de todos los conflictos, debemos procurar salir en paz, sin heridas (propias y/o ajenas).
Tener siempre en cuenta:
• Pro_4:23, Rom_12:18, Heb_12:14.Generalmente los desacuerdos y/o conflictos no se tratan de personas, se tratan de pensamientos, ideas, actitudes, comportamientos.
No hagamos del conflicto algo personal (no está en juego nuestra identidad, valor, aceptación, etc.).
Suceda lo que suceda en el proceso de la resolución del conflicto:
• Identidad: seguimos siendo hijos de Dios.
• Valor: seguimos valiendo la Sangre de Cristo.
• Aceptación: seguimos siendo aceptos en el Amado.
4 Consejos.
Esforcémonos por ver y comprender el punto de vista de la otra persona (empatía)
• Lo primero, entonces, es escucha (Stg_1:19).
• Y escuchar con honestidad (Flp_4:8) objetividad y humildad (Stg_4:6).
Cuando ambas partes tengamos parte de la razón, busquemos un compromiso inteligente.
• No se trata de ganar una discusión y afectar una relación.
• Se trata de encontrar una solución sin afectar sino fortaleciendo la relación (ganar-ganar).
• No implica la tolerancia a lo que está mal ni de comprometer nuestros principios bíblicos.
Si el conflicto sigue, sigamos insistiendo en buscar una solución, en resolverlo, en lugar de abandonar.
• Abandonar un conflicto sin resolver es echar leña al fuego (generalmente ello es resultado de la ira y la ira no obra la justicia de Dios; (Stg:1:20).
• La ira:
• Colgar el teléfono, golperar un objeto, decir palabras hirientes, etc. (Efe_4:29).
• La ley del silencio o ley del hielo.
Si después de todos los esfuerzos no se puede resolver el conflicto, convengamos cordialmente en mantener el desacuerdo pero sin afectar la relación (sin resentimiento, sin rencor, sin frustración, sin desánimo, etc.).
• En lo esencial, unidad.
• En lo no esencial, libertad.
• En todas las cosas, amor.
No somos responsables de la conducta de la otra persona en el conflicto, somos responsables de nosotros mismos solamente.
Como no sabemos las reacciones que pueda tener la otra persona, ni si va a procurar el cumplimiento de los anteriores principios (son para nosotros y para quienes los quieran compartir con nosotros).
Necesitamos ir con el perdón por delante y el amor por delante
• Mat_6:14-15.
• 1Co_13:1-3.
• Mat_5:23-26.
15
Jun
2022