La vida egocéntrica, una vida contraria a la voluntad de Dios
La vida egocéntrica, una vida contraria a la Voluntad de Dios.
Voluntad propia (egocentrismo, vida egocéntrica).
Introducción.
La vida egocéntrica describe el inicio de la rebelión original del ser humano en contra de Dios y sus resultados.
Definición.
Desde la conversación de Eva con la serpiente (satanás) en el Edén, el ser humano ha buscado ser como Dios:
tener el control de su propia vida, de la vida de los demás, de las circunstancias,
ser el "arquitecto de su propio destino",
hacer las cosas "a su manera",
tener "libre albedrío",
hacer "su voluntad",
etc.
Implica:
Una persona funcionando por su "voluntad propia".
Una persona funcionando como su propio dios.
Una persona viviendo una vida egocéntrica (centrada en sí mismo).
Una persona caminando según la carne (el “falso yo”).
Una persona viviendo sin considerar lo que Dios tiene que decir sobre sus decisiones y su vida.
Una persona permitiendo que las circunstancias, los pensamientos, las actitudes, las motivaciones y/o los sentimientos del ego los gobiernen en lugar de Dios.
Base Bíblica.
Jer 17:5-10.Gen 3:1-7. Isa 14:12-17. Rom 1:21-32.
Una persona está ejerciendo la voluntad propia (egocentrismo) cuando:
• Determina normas de conducta para sí mismo (por encima o por debajo de las normas de Dios), para los demás (y no tiene autoridad para ello) y para Dios.
• Demanda obediencia a esas normas.
• Juzga y critica constantemente a sí mismo, a los demás y a Dios, en cuanto al carácter, las actitudes y acciones según los criterios de sus propias normas egocéntricas.
• Guarda resentimiento, no perdona, busca venganza.
• Se empeña egoístamente en controlar a las personas y circunstancias o en dejarse manipular y controlar por ellas.
• Ejerce independencia "soberana", haciendo "lo que le place".
• Busca alabanza, aprobación, reconocimiento y/o aceptación de otros y no de Dios (Gal 1:10).
• No pide ayuda, ni consejo a nadie, ni a Dios. Se siente autosuficiente.
• Una persona que vive para darle gusto a los deseos de la carne (autocomplacencia), los deseos de los ojos (autogratificación) y la vanagloria de la vida (autoexaltación).1 Jn 2:15-17. Sant 1:12-15.
¿Por qué lo anterior no es agradable a Dios ni delante de Dios?
Sólo Dios, Creador de todos los seres humanos y de todas las cosas, como Dueño y Señor de todo ello, además de ser Sabio, Justo, Perfecto, Omnisciente, etc., tiene el derecho y la autoridad de determinar las normas de conducta para la humanidad, que por lo mismo son sabias, justas, perfectas. Exo 20:1-6.
Solo Dios, por cuanto Sus normas para la humanidad son Perfectas, Sabias, Justas, etc., y es la Autoridad Suprema del Universo, puede demandar obediencia absoluta a sus normas.Gen 2:16. Gen 22:1-3.
Solo Dios, por cuanto es Omnisciente y Omnipresente, tiene derecho a juzgar las vidas, acciones y actitudes de las personas a través de Sus justas normas por cuanto sólo Él conoce verdaderamente el corazón de las personas.Gen 18:25. Hch 17:31.1 Sam 16:7.
Solo Dios, por cuanto es perfectamente Bueno, Justo Santo y Perfecto, puede ejercer una disciplina correcta y tomar venganza si es necesario. Sal 94:1-2. Rom 12:17-19.
Solo Dios, en cuanto Creador de todas las cosas y conocedor de su mejor funcionamiento, gobierna sobre todo aspecto de la vida. Job 12:13-25. Hch 17:24-28.
Solo Dios, por cuanto es Perfecto Amor, Bondad y Sabiduría, y plenamente Soberano, puede hacer lo que le place, porque nada de ello será malo o egoísta en absoluto. Sal 135:5-6. Dan 4:35.
Solo Dios, por Su Amor, Misericordia, Gracia, Favor, Perfección, Bondad, Santidad, etc., merece toda la alabanza, la adoración y la aceptación absoluta de la humanidad. Isa 42:8. Jn 4.23-24.
Solo Dios es Todopoderoso, y, por lo tanto, no necesita ayuda o dirección de nadie, y a pesar de ello, moviliza a Sus ángeles y nos llama a Sus hijos a colaborar con Él en Su obra en el mundo. Isa 40:13-14. Rom 11:33-36.
Voluntad propia (egocentrismo, vida egocéntrica).
Introducción.
La vida egocéntrica describe el inicio de la rebelión original del ser humano en contra de Dios y sus resultados.
Definición.
Desde la conversación de Eva con la serpiente (satanás) en el Edén, el ser humano ha buscado ser como Dios:
tener el control de su propia vida, de la vida de los demás, de las circunstancias,
ser el "arquitecto de su propio destino",
hacer las cosas "a su manera",
tener "libre albedrío",
hacer "su voluntad",
etc.
Implica:
Una persona funcionando por su "voluntad propia".
Una persona funcionando como su propio dios.
Una persona viviendo una vida egocéntrica (centrada en sí mismo).
Una persona caminando según la carne (el “falso yo”).
Una persona viviendo sin considerar lo que Dios tiene que decir sobre sus decisiones y su vida.
Una persona permitiendo que las circunstancias, los pensamientos, las actitudes, las motivaciones y/o los sentimientos del ego los gobiernen en lugar de Dios.
Base Bíblica.
Jer 17:5-10.Gen 3:1-7. Isa 14:12-17. Rom 1:21-32.
Una persona está ejerciendo la voluntad propia (egocentrismo) cuando:
• Determina normas de conducta para sí mismo (por encima o por debajo de las normas de Dios), para los demás (y no tiene autoridad para ello) y para Dios.
• Demanda obediencia a esas normas.
• Juzga y critica constantemente a sí mismo, a los demás y a Dios, en cuanto al carácter, las actitudes y acciones según los criterios de sus propias normas egocéntricas.
• Guarda resentimiento, no perdona, busca venganza.
• Se empeña egoístamente en controlar a las personas y circunstancias o en dejarse manipular y controlar por ellas.
• Ejerce independencia "soberana", haciendo "lo que le place".
• Busca alabanza, aprobación, reconocimiento y/o aceptación de otros y no de Dios (Gal 1:10).
• No pide ayuda, ni consejo a nadie, ni a Dios. Se siente autosuficiente.
• Una persona que vive para darle gusto a los deseos de la carne (autocomplacencia), los deseos de los ojos (autogratificación) y la vanagloria de la vida (autoexaltación).1 Jn 2:15-17. Sant 1:12-15.
¿Por qué lo anterior no es agradable a Dios ni delante de Dios?
Sólo Dios, Creador de todos los seres humanos y de todas las cosas, como Dueño y Señor de todo ello, además de ser Sabio, Justo, Perfecto, Omnisciente, etc., tiene el derecho y la autoridad de determinar las normas de conducta para la humanidad, que por lo mismo son sabias, justas, perfectas. Exo 20:1-6.
Solo Dios, por cuanto Sus normas para la humanidad son Perfectas, Sabias, Justas, etc., y es la Autoridad Suprema del Universo, puede demandar obediencia absoluta a sus normas.Gen 2:16. Gen 22:1-3.
Solo Dios, por cuanto es Omnisciente y Omnipresente, tiene derecho a juzgar las vidas, acciones y actitudes de las personas a través de Sus justas normas por cuanto sólo Él conoce verdaderamente el corazón de las personas.Gen 18:25. Hch 17:31.1 Sam 16:7.
Solo Dios, por cuanto es perfectamente Bueno, Justo Santo y Perfecto, puede ejercer una disciplina correcta y tomar venganza si es necesario. Sal 94:1-2. Rom 12:17-19.
Solo Dios, en cuanto Creador de todas las cosas y conocedor de su mejor funcionamiento, gobierna sobre todo aspecto de la vida. Job 12:13-25. Hch 17:24-28.
Solo Dios, por cuanto es Perfecto Amor, Bondad y Sabiduría, y plenamente Soberano, puede hacer lo que le place, porque nada de ello será malo o egoísta en absoluto. Sal 135:5-6. Dan 4:35.
Solo Dios, por Su Amor, Misericordia, Gracia, Favor, Perfección, Bondad, Santidad, etc., merece toda la alabanza, la adoración y la aceptación absoluta de la humanidad. Isa 42:8. Jn 4.23-24.
Solo Dios es Todopoderoso, y, por lo tanto, no necesita ayuda o dirección de nadie, y a pesar de ello, moviliza a Sus ángeles y nos llama a Sus hijos a colaborar con Él en Su obra en el mundo. Isa 40:13-14. Rom 11:33-36.
23
Jun
2022