Desarrollando nuestra identidad y valor en Cristo.
Introducción.
Dios, nuestro Padre, es un Dios de transformaciones.
El quiere transformar todo a nuestro alrededor (Rom_8:19-21).
Pero la transformación va a iniciar en nosotros (no solo la salvación: forma de pensar, sentir, decidir, accionar, actitudes, motivaciones).
Una de las cosas que necesitamos que sea transformada es la referente a nuestro valor (se relaciona con nuestra identidad; no como el mundo --autoestima-- sino como Dios nos enseña en Su Palabra; lo del mundo --muerte-- lo de Dios --vida-- Pro_16.25, Gal_6:7-8).
Definición.
Todas las personas tenemos un valor esencial por ser creados a la imagen de Dios (Gen_1:26-27, Ecle_3:11).
Aunque esa imagen se haya deteriorado o corrompido por el pecado, no ha desaparecido totalmente.
Los hijos de Dios (nuevo nacimiento, nueva naturaleza, 2Co_5:17): restauración de esa imagen y semejanza, cada día (Fil_1:6, 2Co_3:18, 2Pe_1:3-4).
• Amados de Dios como hijos adoptados (Jua_1:12, Rom_8:15-16, Jua_17:26), comprados por la Sangre de Cristo (1Pe_1:17-20).
• Todo ello nos confiere un valor altísimo delante de Dios.
La mayoría de nosotros, constantemente estamos expuestos a rechazo, menosprecio, burlas, insultos, etc., que a nuestros ojos disminuyen nuestro valor para vivir por debajo de la vida que Dios quiere que llevemos (Pro_4:18, Jer_29:11).
• Necesitamos reforzar el valor que tenemos en Cristo (Sal_139:13-16, Efe_2:10)
Nuestra identidad como hijos de Dios es la clave más significativa para nuestra calidad de vida aquí en la tierra (Pro_23:7, 1Pe_1:14-16, Efe_3:14-19).
• No es lo mismo saber que Él es nuestro Padre que vivirlo como tal, ni saber que somos hijos de Dios y vivir como tales (el hijo pródigo y su hermano, Luc_15:11-32).
Valemos no por nosotros mismos: por Su Amor, Misericordia y Gracia (no es porque seamos merecedores y/o dignos).
• Si nos sentimos indignos de sus bendiciones, eso nos limitará en la vida.
Historia (Luc_15:11-32).
• El hijo pródigo.
• El hermano del hijo pródigo.
Beneficios de conocer nuestro valor en Cristo.
• El rechazo, la burla, el menosprecio, incluso los insultos, nuestros errores y nuestros fracasos, no nos van a afectar; van a ser experiencias de aprendizaje, no monumentos en nuestras vidas.
• Seguridad en el valor que tenemos en Dios (lo que Dios dice es la verdad respecto a nosotros, (Jua_17:17).
• No estaremos ocupados en lo que los demás dicen o piensan de nosotros (Gal_1:10).
• Nos será fácil pasar por alto chismes, murmuraciones, críticas, acusaciones, juicios, condenación, vengan de donde vengan (Efe_1:6, Rom_8:1).
• Cada día creceremos hacia el desarrollo de todo el potencial que Dios ha puesto en nosotros (Sal_138:8).
• Superaremos nuestras antiguas creencias limitantes de la carne (Jua_10:10a).
Características de las personas que conocen su valor en Cristo.
• No son arrogantes, jactanciosas, pretenciosas, orgullosas, ni menosprecian a otros (1Pe_5:5).
• Conocen cada vez mejor sus fortalezas y debilidades, sus virtudes y defectos, sus aciertos y errores y con la ayuda del Espíritu Santo desarrollan los primeros y superan los segundos (2Co_3:18).
• No son defensivos ni insignificantes, caminan seguras en lo que son, tienen y pueden en Cristo (Jua_15:1-5, Fil_4:12, Gal_2:20, Col_1:27).
• Con la ayuda del Espíritu Santo y la Palabra asumen plena responsabilidad por sus vidas.
○ No culpan a otros ni a las circunstancias.
○ No tienen temor de reconocer sus fallas, errores, limitaciones, etc.
• Buscan mejorar contínuamente en la dirección de lo que el Padre espera de ellas (Efe_2:10).
• Agregan valor a otros sirviéndoles (Mar_10:42-45) y enseñándoles lo que han aprendido (Mat_10:8).
• Tienen una visión del mundo, la vida y su vida centrada en Dios.
• Creen que su vida y acciones importan (Pro_4:18, Jer_29:11).
• Que tienen potencial para avanzar en la vida porque el Espíritu Santo están con ellas y se dejan guiar (Mat_7:24-27).
Pasos a seguir para desarrollar la valoración de Dios en nosotros.
• Considerar lo que pensamos acerca de nosotros mismos a la luz de la Palabra (Sal 119:59).
• En lo que no pensamos como Dios piensa de nosotros, arrepentirnos, pedirle perdón al Señor y pedirle que por Su Palabra y Su Espíritu nos ayude a transformarlo (1Jn_1:9, Rom_12:2, Efe_4:22-24).
• Dejar de compararnos con otros, Dios no hace copias, solo originales.
○ Las comparaciones no son realistas: diferentes experiencias, ambientes, conocimientos, etc.
○ Nuestra meta: ser mejores hoy que ayer, y mañana mejor que hoy (Pro_4:18).
○ Enfocarnos en lo que podemos hacer hoy para mejorar y crecer (Mat_6:34).
• Hacer lo correcto conforme a la Palabra, siempre, aunque sea difícil (Gal_6:7-8).
○ Experimentar la satisfacción y la bendición de obedecer (Gal_5:22-23, Deu_28:1-2).
• Celebrar y agradecer a Dios por lo que ya ha hecho en nuestra vida (Sal_100:4) y poner nuestra mirada en lo que Él hará en lo por venir.
• Si bien puede ser que todavía no seamos la persona que Dios quisiera que fuéramos, ya no somos lo que éramos y mañana ya no seremos lo que somos hoy: estaremos más cerca de lo que Dios espera de nosotros si nos enfocamos en obedecer Su Palabra, seguir la dirección del Espíritu Santo y crecer diariamente en ello (Heb_11:6).
Dios, nuestro Padre, es un Dios de transformaciones.
El quiere transformar todo a nuestro alrededor (Rom_8:19-21).
Pero la transformación va a iniciar en nosotros (no solo la salvación: forma de pensar, sentir, decidir, accionar, actitudes, motivaciones).
Una de las cosas que necesitamos que sea transformada es la referente a nuestro valor (se relaciona con nuestra identidad; no como el mundo --autoestima-- sino como Dios nos enseña en Su Palabra; lo del mundo --muerte-- lo de Dios --vida-- Pro_16.25, Gal_6:7-8).
Definición.
Todas las personas tenemos un valor esencial por ser creados a la imagen de Dios (Gen_1:26-27, Ecle_3:11).
Aunque esa imagen se haya deteriorado o corrompido por el pecado, no ha desaparecido totalmente.
Los hijos de Dios (nuevo nacimiento, nueva naturaleza, 2Co_5:17): restauración de esa imagen y semejanza, cada día (Fil_1:6, 2Co_3:18, 2Pe_1:3-4).
• Amados de Dios como hijos adoptados (Jua_1:12, Rom_8:15-16, Jua_17:26), comprados por la Sangre de Cristo (1Pe_1:17-20).
• Todo ello nos confiere un valor altísimo delante de Dios.
La mayoría de nosotros, constantemente estamos expuestos a rechazo, menosprecio, burlas, insultos, etc., que a nuestros ojos disminuyen nuestro valor para vivir por debajo de la vida que Dios quiere que llevemos (Pro_4:18, Jer_29:11).
• Necesitamos reforzar el valor que tenemos en Cristo (Sal_139:13-16, Efe_2:10)
Nuestra identidad como hijos de Dios es la clave más significativa para nuestra calidad de vida aquí en la tierra (Pro_23:7, 1Pe_1:14-16, Efe_3:14-19).
• No es lo mismo saber que Él es nuestro Padre que vivirlo como tal, ni saber que somos hijos de Dios y vivir como tales (el hijo pródigo y su hermano, Luc_15:11-32).
Valemos no por nosotros mismos: por Su Amor, Misericordia y Gracia (no es porque seamos merecedores y/o dignos).
• Si nos sentimos indignos de sus bendiciones, eso nos limitará en la vida.
Historia (Luc_15:11-32).
• El hijo pródigo.
• El hermano del hijo pródigo.
Beneficios de conocer nuestro valor en Cristo.
• El rechazo, la burla, el menosprecio, incluso los insultos, nuestros errores y nuestros fracasos, no nos van a afectar; van a ser experiencias de aprendizaje, no monumentos en nuestras vidas.
• Seguridad en el valor que tenemos en Dios (lo que Dios dice es la verdad respecto a nosotros, (Jua_17:17).
• No estaremos ocupados en lo que los demás dicen o piensan de nosotros (Gal_1:10).
• Nos será fácil pasar por alto chismes, murmuraciones, críticas, acusaciones, juicios, condenación, vengan de donde vengan (Efe_1:6, Rom_8:1).
• Cada día creceremos hacia el desarrollo de todo el potencial que Dios ha puesto en nosotros (Sal_138:8).
• Superaremos nuestras antiguas creencias limitantes de la carne (Jua_10:10a).
Características de las personas que conocen su valor en Cristo.
• No son arrogantes, jactanciosas, pretenciosas, orgullosas, ni menosprecian a otros (1Pe_5:5).
• Conocen cada vez mejor sus fortalezas y debilidades, sus virtudes y defectos, sus aciertos y errores y con la ayuda del Espíritu Santo desarrollan los primeros y superan los segundos (2Co_3:18).
• No son defensivos ni insignificantes, caminan seguras en lo que son, tienen y pueden en Cristo (Jua_15:1-5, Fil_4:12, Gal_2:20, Col_1:27).
• Con la ayuda del Espíritu Santo y la Palabra asumen plena responsabilidad por sus vidas.
○ No culpan a otros ni a las circunstancias.
○ No tienen temor de reconocer sus fallas, errores, limitaciones, etc.
• Buscan mejorar contínuamente en la dirección de lo que el Padre espera de ellas (Efe_2:10).
• Agregan valor a otros sirviéndoles (Mar_10:42-45) y enseñándoles lo que han aprendido (Mat_10:8).
• Tienen una visión del mundo, la vida y su vida centrada en Dios.
• Creen que su vida y acciones importan (Pro_4:18, Jer_29:11).
• Que tienen potencial para avanzar en la vida porque el Espíritu Santo están con ellas y se dejan guiar (Mat_7:24-27).
Pasos a seguir para desarrollar la valoración de Dios en nosotros.
• Considerar lo que pensamos acerca de nosotros mismos a la luz de la Palabra (Sal 119:59).
• En lo que no pensamos como Dios piensa de nosotros, arrepentirnos, pedirle perdón al Señor y pedirle que por Su Palabra y Su Espíritu nos ayude a transformarlo (1Jn_1:9, Rom_12:2, Efe_4:22-24).
• Dejar de compararnos con otros, Dios no hace copias, solo originales.
○ Las comparaciones no son realistas: diferentes experiencias, ambientes, conocimientos, etc.
○ Nuestra meta: ser mejores hoy que ayer, y mañana mejor que hoy (Pro_4:18).
○ Enfocarnos en lo que podemos hacer hoy para mejorar y crecer (Mat_6:34).
• Hacer lo correcto conforme a la Palabra, siempre, aunque sea difícil (Gal_6:7-8).
○ Experimentar la satisfacción y la bendición de obedecer (Gal_5:22-23, Deu_28:1-2).
• Celebrar y agradecer a Dios por lo que ya ha hecho en nuestra vida (Sal_100:4) y poner nuestra mirada en lo que Él hará en lo por venir.
• Si bien puede ser que todavía no seamos la persona que Dios quisiera que fuéramos, ya no somos lo que éramos y mañana ya no seremos lo que somos hoy: estaremos más cerca de lo que Dios espera de nosotros si nos enfocamos en obedecer Su Palabra, seguir la dirección del Espíritu Santo y crecer diariamente en ello (Heb_11:6).
22
Ago
2022